¡Tú estás firme, parado(a) sobre la Roca!
Por Riqui Ricón*
Todo aquel que
viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.
Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el
fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu
contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca
(Luc 6.47-48).
Al comenzar un año nuevo, muchas personas hacen un balance y
se proponen nuevas metas; valoran sus haberes y deberes y hasta plantean
estrategias. Otras, solamente hacen propósitos casuales pues pretenden vivir su
vida como siempre lo han hecho: sobrellevando el paso.
Porque como el
cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta (Sgo
2.26).
¡Este año está destinado a ser el mejor año de tu vida! Para
que esto sea así, tú tienes que hacer que suceda. No basta sólo declararlo. Hay
que actuar en consecuencia, pues la fe sin obras es muerta. Declara tus sueños,
planifica tus metas de este año y pon manos a la obra. ¡Ve tras ellos porque
son tuyos; te pertenecen!
Cava hondo hasta que encuentres el VERDADERO FUNDAMENTO que
es la Palabra de Dios, entonces, de acuerdo a las enseñanzas de Jesús, el río
de la vida vendrá y golpeará con ímpetu, mas a ti no llegará, ni siquiera lo
notarás porque no te podrá mover.
Podrán caer mil a tu izquierda, y
diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará (Sal
91.7 NVI).
Por la Gracia de Dios eres lo que eres, un(a) Hijo(a) de
Dios Nacido(a) de Nuevo y es por esto que la Biblia, la Palabra de Dios, que no
miente, es el fundamento de tu vida (de lo contrario no estarías leyendo esto).
SI CREEN USTEDES que Jesús es el Cristo, que es el Hijo de
Dios y que es su Salvador,
[entonces y sólo entonces] son hijos de Dios (1 Jn 5.1a BAD).
Cuando aceptaste a Jesús como Señor y Salvador de tu vida le
creíste a Dios, creyendo Su Palabra y por esa fe, tú Naciste de Nuevo pero
ahora como un(a) Hijo(a) del Rey.
Pues ustedes han
nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera,
mediante la palabra de Dios que vive y permanece (1 P 1.23 NVI).
Tú no eres más la misma persona fracasada y pecadora que
antes eras. Si crees esto, si le crees a Dios, creyendo Su Palabra, entonces te
levantarás para hacer de este año un año de Esplendor. Lo que significa que
este año desarrollarás tu máximo potencial.
¡Levántate y
resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del SEÑOR brilla sobre ti! Mira,
las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los
pueblos. Pero la aurora del SEÑOR brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará
su gloria! (Isa 60.1-2 NVI).
Pero, ¿cómo se hace esto? Jesús lo expresó claramente cuando
dijo, el que oye mis palabras y las hace, éste estará firme y no caerá.
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino (Sal 119-105).
Escuchar la Palabra es relativamente fácil, pero, ¿qué
significa hacer la Palabra? Significa, ¡Creer! ¡Creerla! ¡Creerle a Él,
creyendo a Su Palabra! Significa hacer tuya la Palabra de Dios, poniéndola en
tu boca, mente y corazón, leyéndola y meditándola de día y de noche hasta que
obtienes esa certeza de lo que estás esperando de este año y estás
convencido(a) de que lo obtendrás a pesar de que aún no lo puedas ver.
Mas tú, Jehová,
eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta
mi cabeza. Con mi voz clamé a
Jehová, Y él me respondió desde su monte santo. Yo me acosté y dormí, Y
desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra
mí (Sal 3.3-6).
Hacer la Palabra significa saber y creer que Dios es bueno y
que durante todo este año Él será un escudo alrededor de ti; vivirás con Su
gloria y con la cabeza bien en alto, pues Dios ha declarado que te responderá cuando
tú a Él clames.
Pon mucha atención porque aunque parezca que han puesto
sitio contra ti, no vas a temer a la multitud de personas y/o problemas que
este año tú vas a resolver, pues sabes que sabes, que Dios, tu Padre, es el que
te sustenta.
Aunque ande en
valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu
vara y tu cayado me infundirán aliento (Sal 23.4).
Aunque andes en valle de sombra y de muerte no temerás
porque el Señor está contigo, y si Dios es contigo, ¿quién contra ti? Te
garantizo que sabiendo y creyendo esto, vas a dormir en paz todas las noches de
este año. Al fin y al cabo,
¡escrito está!
¿Qué, pues,
diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Rom
8.31).
No prestes tus oídos a la mentira. Si pones tus ojos en lo
difícil de tus circunstancias, entonces tu adversario el diablo, mediante tus
emociones y sentimientos, podrá alterar tus pensamientos inundándolos de miedo,
duda e incredulidad. ¡Pon tus ojos en Jesús, el autor y consumador de tu fe!
Y cuando se
levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos
salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén.
Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas (a
Su Palabra), y seréis prosperados (2 Cro
20.20).
Aprende
de Adán y Eva, ellos no creyeron la Palabra de Dios, pues Él les dijo, “ciertamente morirán”. Sin
embargo, sí creyeron la mentira de aquel que les dijo, “no morirán sino que serán como Dios,
sabiendo el bien y el mal”. Y, ¿sabes? ¡Ese no fue el mejor de
sus años!
Dios siempre ha deseado que tomes de Su Plenitud y alcances
el cumplimiento de todas Sus promesas y, este año, Él está particularmente
interesado en que construyas sobre la Roca y en que te determines a vivir en la
luz y la libertad que produce la Plenitud de Dios en ti, al ser tú un(a)
Hijo(a) del Rey.
Comienza hacer de este el mejor año de tu vida por medio de
la Biblia, pon la palabra de Dios en tu boca, mente y corazón, haciendo de su
lectura y meditación la prioridad de cada día de tu vida.
Dijo
entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis
en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y
la verdad os hará libres (Jn 8.31-32).
Nunca
se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).
Si edificas tu vida sobre este fundamento, ¿Qué problema, enfermedad
o angustia te podrán derrotar? ¡Tú estarás siempre cimentado(a) sobre la Roca!
Conocerás la Verdad, y la Verdad te hará libre.
Oremos audiblemente:
Amado padre celestial, este año estoy más que dispuesto(a) a
caminar en la Verdad de Tu Palabra. Con Tu ayuda, Espíritu Santo, voy hacer de
este año el mejor año de mi vida. Gracias, Señor Jesús, pues es por Ti que
podré conseguirlo, ya que por Tu Amor, por Tu muerte y por Tu resurrección me
hiciste un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y tengo Vida Eterna. Tu
Palabra, la Biblia, dice claramente que en esto se hace perfecto Tu Amor, que
así como Tú eres, así soy yo en este
mundo. Por esto sé que puedo hacer las cosas que Tú hiciste y vivir como Tú
viviste. Por esto sé que en todas las cosas, buenas y malas, soy más que
vencedor(a), pues todo lo puedo en Ti, mi Señor, en Tu Palabra y en Tu nombre.
¡No voy a temer! Este es mi año de luz y libertad en la identidad que me da Tu
Palabra. Este es mi año para reinar con Tu Gracia Abundante. Este es mi año de
Esplendor. En medio de cualquier problema, enfermedad o aflicción, creo y
declaro que este año será un año de salud y prosperidad porque sé que esa es Tu
Voluntad para conmigo: buena, agradable y perfecta. Por lo tanto, ¡resisto a la
enfermedad! ¡Resisto a la pobreza y a la escasez! ¡Resisto la desintegración
familiar! ¡Resisto al miedo y a la incredulidad! ¡Resisto a la tristeza y a la
depresión! ¡En todas las cosas saldré más que vencedor(a) por medio de Tu Amor,
mi Señor Jesús! ¡Todo lo puedo! ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)!
¡El Amor, el gozo y la paz son las características de mi
Nueva Naturaleza en Cristo! ¡Soy dichoso(a)! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación
con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda
tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a
este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a)
pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu
sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última
gota por Amor a mí! Te abro
mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús,
que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios,
mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión
de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu
Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora
Tú eres mi Padre!
¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En
el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2012
Lectura y Meditación de la Palabra de
Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero
3 Luc 6.27-49 /
Gen 6-7 / Sal 3
RV60
Lectura y Meditación de la Palabra de
Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero
3 Luc 6.27-49 /
Gen 6-7 / Sal 3
San Lucas 6.27-49
El amor hacia los enemigos, y la
regla de oro
(Mt. 5.38–48;
7.12)
27Pero
a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que
os aborrecen; 28bendecid a los que os maldicen, y orad por los que
os calumnian. 29Al que te hiera en una mejilla, preséntale también
la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. 30A
cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo
devuelva. 31Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así
también haced vosotros con ellos.
32Porque si amáis a los que os aman,
¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. 33Y
si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los
pecadores hacen lo mismo. 34Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis?
Porque también los pecadores prestan
a los pecadores, para
recibir
otro tanto. 35Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y
prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis
hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. 36Sed,
pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
El juzgar a los demás
(Mt. 7.1–5)
37No
juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad,
y seréis perdonados. 38Dad, y se os dará; medida buena, apretada,
remecida y rebosando darán en
vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
39Y les
decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos
en el hoyo?f 40El
discípulo no es superior a su maestro;g
mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro. 41¿Por
qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga
que está en tu propio ojo? 42¿O cómo puedes decir a tu hermano:
Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que
está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y
entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
Por sus frutos los conoceréis
(Mt. 7.15–20)
43No es buen árbol el que
da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 44Porque
cada
árbol se conoce por su fruto;h
pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. 45El hombre bueno, del
buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su
corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.i
Los dos cimientos
(Mt. 7.24–27)
46¿Por
qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? 47Todo aquel que viene a mí, y oye mis
palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. 48Semejante
es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre
la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella
casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. 49Mas
el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra,
sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue
grande la ruina de aquella casa.1
Génesis 6-7
La maldad de los
hombres
6
1Aconteció
que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra,
y
les nacieron hijas, 2que viendo los hijos de Dios que las hijas de
los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. 3Y
dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre,
porque ciertamente él es carne; mas serán sus días
f f
6.39: Mt. 15.14.
g
g
6.40: Mt. 10.24–25; Jn. 13.16; 15.20.
h h 6.44: Mt. 12.33.
i i 6.45: Mt. 12.34.
1 Reina Valera Revisada (1960) Unidas, 1998, S. Lc 6.26-49
ciento
veinte años. 4Había gigantes en la tierra en aquellos días,a y también después que se
llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos.
Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
5Y vio Jehová que la maldad de los
hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del
corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6Y se arrepintió
Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7Y
dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado,
desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues
me arrepiento de haberlos hecho. 8Pero Noé halló gracia ante los
ojos de Jehová.b
Noé construye el
arca
9Estas
son las generaciones de Noé: Noé, varón justo,c era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
10Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. 11Y
se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. 12Y
miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había
corrompido su camino sobre la tierra. 13Dijo, pues, Dios a Noé: He
decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa
de ellos; y he aquí que yo los
destruiré con la tierra. 14Hazte un arca de madera de gofer; harás
aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. 15Y
de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de
cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. 16Una
ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de
arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y
tercero. 17Y he aquí que yo traigo
un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya
espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. 18Mas
estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y
las mujeres de tus hijos contigo. 19Y de todo lo que vive, de toda
carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo;
macho y hembra serán. 20De las aves según su especie, y de las
bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de
cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. 21Y toma
contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para
ti y para ellos. 22Y lo hizo así Noé;d hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.
El
diluvio
7
1Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo
delante
de mí en esta generación. 2De todo animal limpio tomarás siete
parejas, macho y su hembra; mas de
los animales que
no son limpios,
una pareja, el
macho y su hembra. 3También de las aves de
los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre
la faz de la tierra. 4Porque pasados aún siete
días, yo haré llover sobre
a a
6.4: Nm. 13.33.
b
b
6.5–8: Mt. 24.37; Lc. 17.26.
c c 6.9: 2 P. 2.5.
d d 6.22: He. 11.7.
la
tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a
todo ser viviente que hice. 5E hizo Noé conforme a todo lo que le
mandó Jehová.
6Era Noé de seiscientos años cuando
el diluvio de las aguas vino sobre la tierra. 7Y por causa de las
aguas del diluvio entró Noé al arca,a
y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos. 8De
los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y
de todo lo que se arrastra sobre la tierra, 9de dos en dos entraron
con Noé en el arca; macho y hembra, como mandó Dios a Noé. 10Y
sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
11El año seiscientos de la vida de
Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas
todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron
abiertas,b 12y
hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. 13En
este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé,
y las tres
mujeres
de sus hijos, con él en el arca; 14ellos, y todos los animales
silvestres según sus especies, y todos los animales domesticados según sus
especies, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y
toda ave según su especie, y todo
pájaro de toda especie. 15Vinieron, pues,
con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida. 16Y
los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado
Dios; y Jehová le cerró la puerta.
17Y fue el diluvio cuarenta días
sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la
tierra. 18Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la
tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas. 19Y las
aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo
de todos los cielos, fueron cubiertos. 20Quince codos más alto
subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes. 21Y
murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de
bestias, y de todo reptil
que
se arrastra sobre la tierra, y todo hombre. 22Todo lo que tenía
aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra,
murió. 23Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la
tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y
fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en
el arca. 24Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento
cincuenta días.2
Salmo 3
Oración matutina de confianza en
Dios
Salmo
de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo.a
1 ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado
mis adversarios! Muchos son los que
se levantan contra mí.
2 Muchos
son los que dicen de mí:
a a 7.7:
Mt. 24.38–39; Lc. 17.27.
b b 7.11: 2 P. 3.6.
2 Reina Valera Revisada (1960) 5.32-7.24
a a 3
tít.: 2 S. 15.13—17.22.
No hay para él salvación
en Dios.
Selah
3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de
mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
4 Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me
respondió desde su monte santo.
Selah
5 Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová me sustentaba.
6 No temeré a diez millares de gente,
Que pusieren sitio contra mí.
7 Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío; Porque tú heriste a todos mis
enemigos en la mejilla;
Los dientes de los perversos
quebrantaste.
8 La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición.
Selah3
3 Reina Valera Revisada (1960)
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