lunes, 18 de enero de 2021

¡Hijos del Rey! ¡Ceñidos de poder!

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18 de Enero

¡Hijos del Rey! ¡Ceñidos de poder! 

Por Riqui Ricón*

Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino; Quien hace

mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce (Sal 18.32-34).

 

Cada vez que leo el Salmo 18 no puedo más que recordar la promesa que Dios hizo de establecer con nosotros un Nuevo Pacto. Un Pacto que no pudiese ser invalidado por nuestros errores, ni pecados y que, por lo tanto, permitiera a Dios derramar Su Amor y bendiciones sobre nuestras vidas.

 

Piénsalo bien, el Nuevo Pacto no depende de ti o de mí, ni de nuestras acciones, sino de la Palabra de Aquel que entrego Su Vida por amor a ti.

 

Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; No como el pacto que hice con sus padres El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en mi pacto, Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos  me  conocerán,  Desde  el  menor  hasta  el  mayor  de  ellos. Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer (He 8.6-13).

 

Es por este Nuevo Pacto en la Sangre de Jesucristo que tú fuiste renovado(a) totalmente por el Espíritu Santo a través del Nuevo Nacimiento, y esto fue hecho de tal forma que, sin lugar a dudas, Él, Dios mismo, te ciñe de poder y HACE PERFECTO TU CAMINO.

 

Así que, no es que tú puedas estar firme en las alturas, con tus esfuerzos o habilidades; ni “pagando el precio” en ayuno, oración o con algún tipo de sacrificio, pues, en honor a la Verdad,

No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos (Zac 4.6).


Todo esto es realmente asombroso y maravilloso. Dios te manifiesta un Amor de verdadero Padre al diseñar un plan donde no haya forma en la que puedas perder.

 

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos  (1 Jua 3.1 BAD).

 

Es Su Gracia, eterna e infinita, manifestada en la persona de Jesucristo, lo único que te permite ser más que vencedor(a) por medio de ese Amor.

 

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jua 3.16-17).

 

¡Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti!

 

Así que, ¡ten ánimo y no temas! ¡Cree solamente! Eres un(a) Hijo(o) de Dios Nacido(a) de Nuevo; siendo renacido(a) no de una simiente corruptible sino de una incorruptible que es la Palabra de Dios que vive y PERMANECE PARA SIEMPRE.

 

Sea cual sea la situación o necesidad que hoy estés enfrentando, tú estás ceñido(a) del Poder de Dios para salir más que vencedor(a) en cualquier cosa.

 

Dios no puede mentir, si Él lo dijo, entonces, lo va a cumplir; si Él lo habló, entonces, lo va a ejecutar. Por lo tanto, deja de escuchar esas voces malignas que te destinan al fracaso, la vergüenza y la condenación. Escucha a tu Padre que te dice: Yo, yo soy el que te ciñe de poder y hago perfecto tu camino; te hago de pies ligeros para que estés firme en tus alturas. Adiestro tus manos para la batalla porque vas a ganar; ensancho tus pasos delante de ti y tus pies no resbalarán.

 

¡Eres un(a) Hijo(a) del Rey! ¡Ceñido(a) de Poder! Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, te doy gracias en este día, pues yo sé que, de acuerdo a Tu Palabra, la Biblia, que no miente, por la Sangre de Tu Hijo Jesús, me has hecho Tu Hijo(a) para reinar sobre la tierra. Gracias, Señor Jesús, pues ahora Tú eres el mediador de un mejor Pacto, establecido sobre mejores promesas. ¡Alabo y bendigo Tu Nombre! Porque ahora me encuentro ceñido(a) de Poder para vencer sobre todo problema, enfermedad o circunstancia que pretenda evitar que yo reciba el cumplimiento de todas y cada una de Tus promesas que has hecho en la Biblia. Mi camino es perfecto y estoy sobre las alturas. Por lo tanto, me determino a no pensar, ni hablar o ni siquiera sentir acerca de mí, como un(a) fracasado(a), ni frustrado(a), ni vencido(a), ni enfermo(a), ni hipócrita, ni ningún otro pensamiento, palabra o actitud de engaño y mentira hacia mi persona. Por Tu Gracia y Amor yo soy quién Tú dices que soy: justificado(a) y perdonado(a); un(a) Hijo(a) Tuyo(a) Nacido(a) de Nuevo. Así que, tengo toda la autoridad y libertad para actuar y vivir manifestando lo que


ya soy: justo(a), santo(a) y perfecto(a). No porque tenga que hacerlo como si careciera de ello, sino porque, gracias a Ti, Jesucristo, eso es lo que soy. En consecuencia, en este día, me declaro sano(a), libre, próspero(a) y en paz para vivir esa vida plena y abundante que mi Señor y Salvador Jesucristo compro para mí. En el nombre de Jesús. Amén.

 

*Ricardo C. Peredo Jaime © 2011

  

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

 

Enero 18                                  Luc 14.1-24 / Gen 25 / Sal 18

   

Cápsula del día.






Puedes escuchar o descargar la lectura de la  Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones: 


RV60 



NVI 





Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

 

Enero 18                                  Luc 14.1-24 / Gen 25 / Sal 18

 

 

 

San Lucas 14.1-24

Jesús sana a un hidrópico

14

1Aconteció un día de reposo,* que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban. 2Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico. 3Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?* 4Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió. 5Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?a* 6Y no le podían replicar a estas cosas.

Los convidados a las bodas

7Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles: 8Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, 9y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. 10Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás

 


*  Aquí equivale a sábado.

 

*  Aquí equivale a sábado.

 

a a 14.5: Mt. 12.11.

 

*  Aquí equivale a sábado.


gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.b 11Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.c

12Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. 13Mas cuando hagas banquete, llama a los

pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; 14y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.

Parábola de la gran cena

15Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. 16Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. 17Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. 18Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir  a  verla;  te  ruego  que  me  excuses. 19Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. 20Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. 21Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. 22Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. 23Dijo el señor al siervo: Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. 24Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.1

 

Génesis 25

Los descendientes de Abraham y Cetura

(1 Cr. 1.32–33)

25

1Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura, 2la cual le dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa. 3Y Jocsán engendró a Seba y a Dedán; e hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim. 4E hijos de Madián: Efa, Efer, Hanoc, Abida y Elda. Todos estos fueron hijos de Cetura. 5Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac. 6Pero a los hijos de sus concubinas dio Abraham dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, mientras él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental.

Muerte y sepultura de Abraham

7Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años. 8Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a  su pueblo. 9Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de


b b 14.8–10: Pr. 25.6–7.

c c 14.11: Mt. 23.12; Lc. 18.14.

1 Reina Valera Revisada (1960) 13.35-14.24


Efrón hijo de Zohar heteo, que está enfrente de Mamre, 10heredad que compró Abraham de los hijos de Het;a allí fue sepultado Abraham, y Sara su mujer. 11Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente-que-me-ve.

Los descendientes de Ismael

(1 Cr. 1.28–31)

12Estos son los descendientes de Ismael hijo de Abraham, a quien le dio a luz Agar egipcia, sierva de Sara; 13estos, pues, son los nombres de los hijos de Ismael, nombrados en el orden de su nacimiento: El primogénito de Ismael, Nebaiot; luego Cedar, Adbeel, Mibsam, 14Misma, Duma, Massa, 15Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema. 16Estos son los hijos de Ismael, y estos sus nombres, por sus villas y por sus campamentos; doce príncipes por sus familias. 17Y estos fueron los años de la vida de Ismael, ciento treinta y siete años; y exhaló el espíritu Ismael, y murió, y fue unido a su pueblo. 18Y habitaron desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto viniendo a Asiria; y murió en presencia de todos sus hermanos.

Nacimiento de Jacob y Esaú

19Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, 20y

era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de Padan-aram, hermana de Labán arameo. 21Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer. 22Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; 23y le respondió Jehová:

Dos naciones hay en tu seno,

Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor.b

24Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre. 25Y

salió el primero rubio, y era todo velludo como  una  pelliza;  y  llamaron  su  nombre  Esaú. 26Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob.20 Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.

Esaú vende su primogenitura

27Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. 28Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.

29Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, 30dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.21 31Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 32Entonces


a a 25.10: Gn. 23.3–16.

b b 25.23: Ro. 9.12.

20 Esto es, el que toma por el calcañar, o el que suplanta.

21 Esto es, Rojo.


dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? 33Y dijo  Jacob:  Júramelo  en  este  día.  Y  él  le  juró,  y   vendió   a   Jacob   su primogenitura.c 34Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.2

 

Salmo 18

 

Acción de gracias por la victoria

(2 S. 22.1–51)

Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová, el cual dirigió a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo:

1        Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.

2        Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;

Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.

3        Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos.

4        Me rodearon ligaduras de muerte,

Y torrentes de perversidad me atemorizaron.

5        Ligaduras del Seol me rodearon, Me tendieron lazos de muerte.

6        En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios.

El oyó mi voz desde su templo,

Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

7        La tierra fue conmovida y tembló;

Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él.

8        Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego consumidor;

Carbones fueron por él encendidos.

9        Inclinó los cielos, y descendió;

Y había densas tinieblas debajo de sus pies.

10        Cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas del viento.

11        Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.

12        Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes.


c c 25.33: He. 12.16.

2 Reina Valera Revisada (1960)---------------------------------------------------------------- 25.34


13        Tronó en los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz;

Granizo y carbones de fuego.

14        Envió sus saetas, y los dispersó; Lanzó relámpagos, y los destruyó.

15        Entonces aparecieron los abismos de las aguas, Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,

A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del aliento de tu nariz.

16        Envió desde lo alto; me tomó, Me sacó de las muchas aguas.

17        Me libró de mi poderoso enemigo,

Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.

18        Me asaltaron en el día de mi quebranto, Mas Jehová fue mi apoyo.

19        Me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí.

20        Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.

21        Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios.

22        Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos.

23        Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad,

24        Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.

25        Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro.

26        Limpio te mostrarás para con el limpio, Y severo serás para con el perverso.

27        Porque tú salvarás al pueblo afligido, Y humillarás los ojos altivos.

28        Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.

29        Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros.

30        En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová;

Escudo es a todos los que en él esperan.

31        Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová?

¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?

32        Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino;


33        Quien hace mis pies como de ciervas,a Y me hace estar firme sobre mis alturas;

34        Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce.

35        Me diste asimismo el escudo de tu salvación;

Tu diestra me sustentó,

Y tu benignidad me ha engrandecido.

36        Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado.

37        Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, Y no volví hasta acabarlos.

38        Los herí de modo que no se levantasen; Cayeron debajo de mis pies.

39        Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí.

40        Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Para que yo destruya a los que me aborrecen.

41        Clamaron, y no hubo quien salvase; Aun a Jehová, pero no los oyó.

42        Y los molí como polvo delante del viento; Los eché fuera como lodo de las calles.

43        Me has librado de las contiendas del pueblo; Me has hecho cabeza de las naciones; Pueblo que yo no conocía me sirvió.

44        Al oír de mí me obedecieron; Los hijos de extraños se sometieron a mí.

45        Los extraños se debilitaron

Y salieron temblando de sus encierros.

46        Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y enaltecido sea el Dios de mi salvación;

47        El Dios que venga mis agravios, Y somete pueblos debajo de mí;

48        El que me libra de mis enemigos,

Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí; Me libraste de varón violento.

49        Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová, Y cantaré a tu nombre.b

50        Grandes triunfos da a su rey, Y hace misericordia a su ungido,

A David y a su descendencia, para siempre.3


a a 18.33: Hab. 3.19.

b b 18.49: Ro. 15.9.


3 Reina Valera Revisada (1960)---------------------------------------------------------------- 18.50


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