jueves, 30 de noviembre de 2017

01 de diciembre FE, fe , fe

¡Cómo encarar a tus enemigos!

 

14 de Octubre

¡Vencidos y debajo de mis pies!

Por Riqui Ricón*

Entonces le dijeron sus sabios, y Zeres su mujer: Si de la descendencia de los judíos es ese Mardoqueo delante de quien has comenzado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por cierto delante de él (Est 6.13).

¡Qué asombroso es esto! ¡La Palabra de Bendición sobre tu vida YA FUE DICHA por Dios y aún tus enemigos reconocen que no podrán vencerte sino que caerán delante de ti!

Los sabios que aconsejaban Amán y Zeres su mujer, sabían bien de la cobertura de protección que estaba sobre el pueblo judío. Al igual que Balam cientos de años antes, ellos sabían que:

Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? He aquí, he recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla (Num 23. 19-20).

Puesto que Dios mismo lo había prometido, el pueblo de Israel, bajo la normatividad del Antiguo Pacto, podía estar seguro de la protección, provisión y salud que representaba la Bendición de Dios sobre sus vidas. Si esto era así entonces, ¿Cuánto más tú que has sido levantado(a) a la posición de Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo gracias al Nuevo Pacto, el cual ha sido establecido sobre mejores promesas?

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo (1 Jn 4. 4).

Cualquiera que sea la situación o problema que en estos momentos estés enfrentando, puedes estar seguro(a) que vas a salir adelante; la victoria que sólo Él te puede proporcionar, ya es tuya, pues tú eres de Dios y ya has vencido.

¡Mayor es el que está en ti que el que está en el mundo!

Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré EN ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo… Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso (2 Co 6.16, 18).

¡No hay lugar a dudas! ¡No existe otra forma de interpretarlo! De acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente, Dios habita en ti y, el Todopoderoso, Aquel que todo lo puede, se ha declarado tu Padre y te llama Hijo(a).

Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos. Por eso la gente del mundo no nos conoce, pues el mundo no conoce a Dios (1 Jn 3.1 PDT).

¡Todo por Amor! ¡Por Amor a ti! ¡Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti!

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

Ahora Dios es tu Padre y tienes que aprender a mirarte a ti mismo(a) como un(a) Hijo(a) Amado(a) y a mirarlo a Él como tu único Padre amoroso.

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (Ro 8.15).

Abba es una expresión que solamente utilizaban los niños judíos para referirse cariñosamente a su padre y es equivalente a nuestra palabra papá. Es precisamente por esta relación de confianza y cariño mutuo que ahora tú gozas con Dios, que Él mismo te anima a rechazar el espíritu de esclavitud y temor, pues eres un(a) legítimo(a) Hijo(a) de Dios y ahora le puedes decir con toda confianza, ¡papá, papito!

¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Mat 7.9-11).

Por cierto que el malvado Amán cayó delante de Mardoqueo y del pueblo judío por ser éstos el pueblo escogido de Dios. Y si el Nuevo Pacto es un mejor Pacto, entonces es evidente que tú tienes mejores promesas que las que ellos tuvieron, pues tú eres un(a) Hijo(a) amado(a) del Todopoderoso Dios.

Ahora bien, la Biblia dice que el que pida, pida con fe, no dudando nada.

Así que, no dudes que Dios te ama, te ama tanto que prefirió pagar tus pecados con la vida de Su Hijo, Jesús, antes que perderte a ti.

No dudes que ahora, en Cristo Jesús, eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo; creado(a) totalmente nuevo(a) por Dios; las cosas viejas pasaron he aquí TODAS son hechas nuevas.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Co 5.17).

No dudes que Él ya ha hablado Palabras de Amor y Bendición sobre tu vida, por lo tanto, todo lo puedes en Cristo que te fortalece y en todo problema, angustia o enfermedad, tú eres más que vencedor(a) por medio de Aquel que te amó, Cristo Jesús.

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,  pueblo adquirido por Dios,  para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia (1 P 2.9-10)

No dudes que tú eres linaje de Dios y que a ti, como a Mardoqueo, todo enemigo, enfermedad, problema o circunstancia que venga en tu contra, no te vencerá sino que caerá por cierto delante de ti.

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, la Biblia que es Tu  Palabra y no miente, me enseña claramente que soy Tu Hija(o), que Tú me amas y que ya he vencido, porque el mayor que está en mi eres Tú, mi Padre, el Todopoderoso. Por esto, declaro que toda enfermedad, problema económico, familiar o emocional ya están vencidos y debajo de mis pies. No me vencerán sino que ciertamente caen delante de mí. Yo, ____________ (tu nombre aquí), soy linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios y anuncio las virtudes de Aquel que me llamó de las tinieblas a Su luz admirable, Jesucristo, mi Señor y Salvador. Gracias, Señor, porque en toda circunstancia yo soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! En el nombre de Jesús. ¡Amén!

Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Octubre 14                  Apo 14 /  Est 5.1-6.14 / Sal 106.24-48

 


 



 

jueves, 16 de noviembre de 2017

21 de noviembre Todas las cosas te ayudan a bien

20 de noviembre Sobre MEJORES promesas

19 de noviembre Tu eres linaje escogido

19 de noviembre Tu eres linaje escogido

18 de noviembre Eres Guardado por el Poder de Dios

17 de noviembre Estás triste ora, estás feliz Canta..!

16 de noviembre El diablo huirá de ti

miércoles, 8 de noviembre de 2017

09 de noviembre Nada te moverá

¡666! ¡Cómo evitar la marca de la bestia!

 

13 de Octubre

¡666!

Por Riqui Ricón*

Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis (Apo 13. 16-18).

¡666! Algunas veces me parece que algunas personas están tan preocupadas por las actividades del diablo que llegan a olvidar LA GRACIA de nuestro Señor Jesucristo y la obra de la CRUZ.

Aleluya. Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia… Pecamos nosotros, como nuestros padres; Hicimos iniquidad, hicimos impiedad… Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias, Sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo. Pero él los salvó por amor de su nombre, Para hacer notorio su poder… Los salvó de mano del enemigo, Y los rescató de mano del adversario. Cubrieron las aguas a sus enemigos; No quedó ni uno de ellos. Entonces creyeron a sus palabras Y cantaron su alabanza (Sal 106.1, 6-8, 10-12).

El Evangelio es la Buena Noticia y esta Buena Noticia es que Dios NO MIENTE. Todo lo que Él ha dicho es la Verdad y se va a cumplir. Sólo en esta certeza puede radicar la felicidad del ser humano,

Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).

Sólo aquellos(as) que confían en Dios, aquellos(as) que le CREEN a Su Palabra pueden realmente aspirar a vivir una Vida Plena de gozo y de Paz.

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera;  porque en ti ha confiado (Isa 26.3).

La Biblia es la Palabra de Dios. La Biblia es la Palabra de Honor de Dios y dice clara y enfáticamente que,

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Jn 3. 16).

Es por Su gran Amor con que te ama que ofreció a Su propio Hijo en expiación por tus pecados. Jesús fue el precio que se pagó para que tú no te perdieras para Dios sino que, al contrario de lo que muchos piensan, recibieras la VIDA ETERNA que Dios siempre ha querido para ti.

¡Dios es bueno y para siempre es Su misericordia!

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.17).

Amado(a), Jesús no viene a tu vida para acusarte y condenarte sino para que sepas y CREAS que por lo que Él hizo en la Cruz, tú has Nacido de Nuevo y ahora ERES CAPAZ de llevar una vida plena y abundante.

Esto es lo que significa ser salvo. Jesús mismo te lo afirma al decirte que,

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).

 El Anticristo y la marca de la bestia son Verdad y todo lo que a ellos se refiere va a suceder de la forma en que está escrito en la Biblia; pero por favor, lee el final del libro: ¡Nosotros ganamos! ¡Sí! ¡Estás destinado(a) a Vencer!

Así que, no temas, cree solamente. Tu Padre celestial no te ha dejado ni te piensa dejar y mucho menos en las manos de un enemigo 666 que ya ha sido derrotado.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Jn 1.9).

Quizás, tú como muchos, quisieras señalarme: pero ¿qué con el pecado? ¿Qué pasa si pecamos? Pues, sólo tienes que creer lo que Dios dice acerca de ti. Los pecadores pecan, es lo que saben y les gusta hacer. Tú, de acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente, eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y NO practicas el pecado.

Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios… Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 51a, 18).

Esto NO quiere decir que no peques sino que ya NO ERES la persona que antes eras: un(a) pecador(a) empedernido(a) que practicaba el pecado constantemente, como un estilo de vida o como un(a) adicto(a) a él. Así que ahora, cuando caigas, NO huyas de Dios, mejor arrepiéntete y corre hacia tu Padre celestial  y confiésale que has pecado, pues él es fiel y justo para perdonarte tus pecados, y limpiarte de toda maldad.

¡Es la Palabra de Dios!

Esto es todo lo opuesto a los deseos de tu adversario, el diablo, quien pretende alejarte de Dios, quedándote todo(a) avergonzado(a), condenado(a), engañado(a) y convencido(a) por sus mentiras de que eres un(a) hipócrita, que no vales nada pues (dice él, el diablo), no cambiarás ni podrás cambiar, y que por lo tanto, estás destinado(a) a la condenación eterna.

¡Ja! ¡Nada de eso! La Biblia dice que tú eres un(a) Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO, y no por lo que hayas hecho, estés haciendo o puedas hacer, sino por lo que Cristo Jesús YA HIZO al morir y resucitar por Amor a ti; y esto mi amado(a), ¡ES la Única Verdad!

¿Has escuchado bien lo que la Biblia, la Palabra de Dios, que no miente, dice acerca de ti, un(a) Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO?

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 5.18).

No me estoy repitiendo en esta reflexión, sino que te estoy asegurando que la Verdad es que después de haber aceptado a Jesucristo como tu Salvador y haber Nacido de Nuevo, ya no vives CONFORME a la carne (de acuerdo con ella) sino que ahora vives CONFORME (de acuerdo con) al Espíritu.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Co 5.17).

Por lo que Jesús hizo en la cruz por Amor a ti, tú estás en Cristo y de acuerdo a la Biblia, tu vieja forma de ser quedó atrás. Por la Sangre de Jesús has sido hecho(a) totalmente Nuevo(a).

Digo, si puedes creerle a Dios, pues al que cree a Dios todo le es posible.

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Ro 8.1-2).

¡Buenas Noticias! ¡Todo ese rollo del 666 no se aplica a ti! ¡En Cristo Jesús tienes la Victoria sobre el pecado y sobre la muerte!

¡No temas, CREE solamente!

Oremos en voz audible:

Gracias Padre celestial porque eres bueno y para siempre es tu misericordia, por tu grande e infinito Amor con que me has amado. Tengo paz en mi corazón pues sé que estás aquí conmigo; que mayor eres Tú, que estás en mí, que el que está en el mundo y que Tú, Cristo Jesús, mi Rey, Señor y Salvador, eres el que me guarda y el maligno no me toca. Me has destinado a la Vida Eterna y puedo vivirla: una Vida Plena y abundante. Así que, ante las circunstancias actuales no voy a temer a las voces de condenación, engaño y mentira, sino que voy a CREER lo que dices en Tu Palabra, la Biblia. Espíritu Santo, con Tu ayuda voy a vivir esta Vida Plena y abundante, estando bien consciente de que YO SOY ese(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo que Tú dices en Tu Palabra que YO SOY. Padre, te alabo porque eres bueno, porque para siempre es tu misericordia. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. ¡Soy libre! ¡La Vida Eterna es mi derecho! Por todo esto, creo, tomo y declaro cada una de Tus Promesas para mi Vida. De todo problema, enfermedad o angustia, yo, ____________ (tu nombre aquí), voy a salir más que vencedor pues todo lo puedo en Cristo Jesús. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! Muchas gracias, mi Dios, y Señor, te amo con todo mi corazón.  En el nombre de Jesús. ¡Amén!

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Octubre 13                           Apo 13 /  Est 3-4 / Sal 106.1-23

 



 

 

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Mi confianza está solo en ti RR

03 de noviembre No me digas que solo eres un Niño

02 de noviembre Dios te restablecerá y hará que vivas

01 de noviembre La luz que guía mi camino

¡Cómo vencer la vieja naturaleza carnal y vendida al pecado!

 

12 de Octubre

¡Renuévate en el espíritu de tu mente!

Por Riqui Ricón*

Los sacó con plata y oro; Y no hubo en sus tribus enfermo… Porque se acordó de su santa palabra Dada a Abraham su siervo. Sacó a su pueblo con gozo; Con júbilo a sus escogidos. Les dio las tierras de las naciones, Y las labores de los pueblos heredaron; Para que guardasen sus estatutos, Y cumpliesen sus leyes. Aleluya (Sal 105.37, 42-45).

Es la Palabra de Dios, la Biblia, lo que mueve a tu Padre celestial para actuar a tu favor. ¡Él no olvida las promesas que ha hecho!

Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos,  el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte (Apo 12.10-11).

La Victoria sobre cualquier angustia, problema o enfermedad la obtienes mediante la redención que obtuviste por la muerte y resurrección de Jesucristo; esto es, la Victoria la obtienes mediante tu Identidad de Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y declarando la Palabra de Dios sobre tus circunstancias.

Ahora bien, para conseguir la Victoria necesitas FE, necesitas creerle a Dios, creyendo Su Palabra, y para esto la Biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente, te enseña que debes transformarte por medio de la renovación de tu entendimiento y así poder comprobar que la voluntad de Dios para tu vida es buena, agradable y perfecta.

No se amolden al mundo actual,  sino sean transformados mediante la renovación de su mente.  Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios,  buena,  agradable y perfecta (Ro 12.2 NVI).

No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios cambie su vida con una nueva manera de pensar. Así podrán saber lo que Dios quiere para ustedes y también lo que es bueno, perfecto y agradable a él (Ro 12.2 PDT).

No os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad, para que lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es la voluntad de Dios (Ro 12.2 CST).

¿Cómo se hace esto? ¿Cómo puedes ser transformado mediante la renovación de tu entendimiento? Renovando tu mente para que esta opere la transformación de tu personalidad. Permite que Dios cambie tu forma y estilo de vida con una Nueva manera de pensar.

La única manera de cambiar tu forma de pensar es pensando de una manera distinta. Toda tu vida fuiste enseñado(a) y entrenado(a) a pensar como el mundo piensa, pero ahora tú ya no eres de este mundo y ya no eres el (la) mismo(a) que antes eras.

Por tanto,  mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte,  a fin de que,  así como Cristo resucitó por el poder* del Padre,  también nosotros llevemos una vida nueva. En efecto,  si hemos estado unidos con él en su muerte,  sin duda también estaremos unidos con él en su resurrección. Sabemos que lo que antes éramos* fue crucificado con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder,  de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado; porque el que muere queda liberado del pecado (Ro 6.4-7 NVI).

¡Eres un(a) Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO!

siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).

En ti se ha operado un nuevo nacimiento que, por su naturaleza divina, no es producto de una semilla corruptible, sino que este Nuevo Nacimiento es obra de la semilla incorruptible que es la Eterna e Infalible Palabra de Dios.

Esto te permite saber, y creer, que estás más que listo para cambiar tu forma de actuar y responder ante las circunstancias, pues el(a) hombre (mujer) viejo(a) enojón(a), criticón(a), amargado(a), resentido(a), miedoso(a), fracasado(a), pecador(a), etc., que tú antes eras, ¡ya no existe más!

¡Dios lo dice así!

Cambia tu forma de pensar acerca de ti mismo(a). Deja de mirarte como antes te veías y comienza a mirarte como Dios te mira. Mírate cada día a través de la Sangre Poderosa de Cristo Jesús, el cuál te amó y se entregó a sí mismo por ti. Mírate en el espejo de la Verdad que es la Biblia, la Palabra de Dios.

Sólo con la mente renovada por la Palabra de Dios puedes cambiar tu forma de ser y de actuar.

Con tu mente renovada puedes comprender cabalmente y sobre todo creer que si Dios bendijo al pueblo de Israel con abundante prosperidad y salud porque se acordó de Su Palabra, cuánto más será la bendición que está sobre de ti que has recibido a Su Hijo Jesucristo como Señor y Salvador de tu vida.

Tú no eres pueblo escogido, eres mucho más que eso, ¡eres un(a) Hija(o) Amado(a)!

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,  que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre,  creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efe 4.22-24).

Este es el Evangelio, estas son las Buenas Nuevas. Por la Sangre de Jesús, por Su muerte y resurrección, tú ya has sido renovado(a), regenerado(a) y ya no eres más, la misma persona. ¡Has sido recreado(a) según Dios, en justicia y santidad de la Verdad!

Recuerda que ahora Jesús es el mediador de un mejor pacto establecido sobre mejores promesas.

Te preguntarás si lo que digo es que somos más bendecidos que el pueblo de Israel. ¡Claro que sí! La Escritura dice que,

Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro,  la cual había de perecer, ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece (2 Co 3.7-11).

Renovar tu entendimiento significa cambiar tu forma de pensar. Significa dejar de pensar que Dios es un juez tirano que utilizará las circunstancias de tu vida para darte una buena lección y, en lugar de eso, comenzar a creer lo que dice la Biblia; creer que Él es bueno, que te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti. Que gracias a Jesús ahora ya no eres siervo(a) sino Hijo(a). ¡Hijo(a) del único Dios vivo y verdadero!

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

Hay mucha diferencia entre ser el pueblo escogido a ser un(a) Hijo(a) amado(a) de Dios.

Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos. Por eso la gente del mundo no nos conoce, pues el mundo no conoce a Dios (1 Jn 3.1 PDT).

Renovar tu entendimiento significa hacer de la Biblia la norma máxima de tu existencia. Significa que realmente crees que la Biblia es la Palabra de Dios y, por eso, la lees y la meditas a cada momento, pues Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino (Sal 119.105)

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).

Porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien, significa, ni antes, ni después, ni de ningún otra forma.

Sólo la Palabra de Dios tiene el poder suficiente para cambiar tu forma de pensar, haciendo de ti un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Sólo la Palabra de Dios tiene el poder para llevarte a la realización de una Vida próspera, plena y abundante.

Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos (Apo 12.11a).

Satanás es un mentiroso; es homicida y padre de mentira desde el principio y lo único que pretende es llenar TUS PENSAMIENTOS con culpabilidad y condenación; porque sabe que si puede afectar tu forma de pensar afectará tu forma de hablar y de vivir, PERO recuerda, tú ya le has vencido con la Sangre de Jesús y con la Palabra de tu Dios y Padre.

Así que, alégrense la tierra y los cielos y todo lo que hay debajo de ellos, pues, ¡No hay forma que puedas perder! ¡Eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo! Exactamente como lo dice la Biblia.  ¡Aleluya!

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, que hermoso es poder acercarme a Ti, en este día, con plena certeza de fe. Sabiendo que soy nueva criatura, un(a) Hijo(a) Tuyo(a), que puedo renovar mi mente con Tu Palabra y cambiar mi forma de ser y comportarme. Convencido(a) estoy de Tu gran Amor con que me has amado. Por eso puedo declarar, con toda seguridad, que mayor eres Tú, Espíritu Santo, que estás en mí, y conmigo, que cualquier enfermedad, problema o situación adversa. Porque lo dices en Tu Palabra, ahora sé que en todas las cosas soy más que vencedor(a), por medio de Tu Amor, pues TODO lo puedo en Cristo que me fortalece. Señor Jesús, Tú eres mi Pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me harás descansar; Junto a aguas de reposo me pastorearás. Confortas mi alma, Señor; guíame por sendas de justicia por amor de Tu nombre. Yo sé que aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en el lugar Santísimo, el lugar de tu Presencia, Señor Jesús, moraré por largos días. ¡Porque Tú moriste, mi vieja naturaleza, mi viejo(a) yo, murió contigo! ¡Porque Tú vives, yo también vivo! ¡La Vida Eterna que Tú tienes, es la misma que adquiriste para mí! ¡Puedo dejar de temerle a la muerte! ¡La muerte ya no se enseñorea más de mí! ¡Gracias! ¡Muchas gracias, Señor Jesús! Ahora puedo, con toda certeza declarar que, ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy más que vencedor(a)! ¡Todo lo puedo en Cristo! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy Hijo(a) de Dios! En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Octubre 12                           Apo 12 /  Est 2 / Sal 105.26-45