8 de Enero
¡Creyendo lo que Dios dice en Su Palabra, la Biblia!
Por Riqui Ricón*
Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia (Gen 15.6).
Lo más extraordinario de las buenas noticias que Dios tiene para ti este año es que se reciben por fe, esto es, creyéndole a Dios creyendo Su Palabra.
Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia (Ro 4.19-22).
Ante la contundente realidad de sus circunstancias (su avanzada edad y la esterilidad de su esposa), las cuales le hablaban fuertemente diciendo que moriría sin tener descendencia, aquí puedes mirar a Abraham pensando: “bueno, es cierto que ya estoy viejo y Sara es estéril, pero Él es Dios, el Todopoderoso, no hay nada imposible para Él, así que si Él dice que voy a tener descendencia, entonces es seguro que así sucederá”.
¡Este simple razonamiento lo puso en la posición de creyente y le fue contado por justicia!
Dios te habla, fuerte y claro, todos los días por medio de Su Palabra, la Biblia. En ella, tu Padre te ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina (1 P 1.4).
Para hacer de este año el mejor año de tu vida la lógica que tienes que aplicar es muy sencilla:
· Dios te ama tanto, que prefirió entregar a Su Propio Hijo, para que pagase todos tus pecados, antes que perderte a ti.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16.17).
· La Biblia, la Palabra de Dios, fue hablada para que creyeras y recibieras bendición, para hacer de tu vida una vida llena de la plenitud de Dios.
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones (2 P 1.19).
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino (Sal 119.105).
· ¡Tú eres un(a) Hijo(a) amado(a) de Dios!
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios (1 Jn 5.1a).
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1).
Puesto que fluyen de la Palabra de Dios, estos tres razonamientos deben estar firmes y claros dentro de tu corazón. Recuerda siempre que si Dios lo dice, entonces Él lo va a cumplir; si Dios lo habló, entonces Él lo va a ejecutar.
Entonces, la fe (creerle a Dios creyendo Su Palabra), es una garantía, pues ahora tienes la certeza de aquello que estás esperando y estás convencido de esas cosas que aún no ves, pues aunque parezca redundante, si Dios lo dijo, entonces Él lo va a cumplir; si Dios lo habló, entonces Él lo va a ejecutar.
Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. Para mí no es molestia volver a escribirles lo mismo, y a ustedes les da seguridad (Fil 3.1).
La fe, creerle a Dios creyendo Su Palabra, es un seguro de vida; y no de cualquier tipo de vida, sino de la Vida Eterna. La Escritura lo asegura así: para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¿Te das cuenta por qué creerle a Dios, creer a Su Palabra, te es tomado por justicia?
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe [por creerle a Dios creyendo Su Palabra] y para fe [para creerle a Dios creyendo Su Palabra], como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá [por creerle a Dios creyendo Su Palabra] (Ro 1.16-17).
Con todo esto en mente, ahora hazle frente a tu situación actual.
¿Habrá algo que Dios, el Todopoderoso, no pueda hacer por ti? ¡No! ¡Él todo lo puede!
¿Habrá algo que Dios, tu Padre, no quiera hacer por ti? ¡No! ¡Él te ama y te ha dado Su Palabra!
Así que, deja de tener miedo y de dudar acerca de lo que este año tiene para ti. Cobra ánimo y sé valiente.
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado (1 Tim 6.12).
Te lo aseguro, al que cree todo le es posible.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).
Tú le crees a Dios. ¿Verdad? Por eso, es de vital importancia que este año tengas el firme propósito de leer y meditar la Palabra de Dios todos los días poniéndola en tu boca, mente y corazón, pues Él te asegura que entonces [no antes, ni después, ni de ningún otra forma], harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Así pues, este año activa tu FE creyéndole a Dios TODO lo que dice acerca de ti en Su Palabra, la Biblia.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, hoy quiero darte las gracias por tanto y tan grande amor. Lo que hiciste por mí al entregar a Tu propio Hijo para pagar mis pecados en mi lugar, es algo tan maravilloso que nunca dejaré de agradecértelo. Señor Jesús, por Tu muerte y resurrección, ahora yo tengo Vida Eterna y tengo entrada por un mismo Espíritu al Padre. Cada día comprendo más que yo soy la persona que Tú, mi Dios, dices que soy: ¡Un(a) Hijo(a) amado(a) del Rey! Por lo tanto, estoy seguro(a) que Tú, Espíritu Santo, y yo, haremos de este año el mejor año de nuestra vida. No voy a dar lugar al miedo, ni a la duda, ni a la incredulidad. ¡Voy a creer solamente! ¡Creo que por Tus heridas soy sano(a), Señor Jesús! ¡Creo que es Tu deseo que yo prospere en todo y que tenga salud, así como prospera mi alma! ¡Creo que todo lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡Creo que mayor es el que está en mí, que el que está en el mundo! ¡Creo que este año voy a salir más que vencedor en todas las cosas, por medio de Tu Amor, mi Dios! Lo creo en el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero 8 Luc 9.1-27 / Gen 15 / Sal 8