miércoles, 31 de octubre de 2018

01 de noviembre La luz que guía mi camino

31 de octubre Tendrás gozo y alegría

¡Cómo recibir todo el bien que Dios ha hecho contigo!




 



31 de Octubre
¡Solo tienes que creerlo! ¡Escrito está!
Por Riqui Ricón*
Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme a tu palabra (Sal 119.65).
Entre más leas la Biblia más te maravillarás del Amor que el Todopoderoso Dios tiene para contigo, pues, como si fuera poco el haberte rescatado a precio de la Vida de Su propio Hijo, Jesús, además ha puesto por escrito Su Voluntad, y esto para hacerte bien y no mal.
Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el SEÑOR—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza (Jer 29.11 NTV).
En Verdad que no comprendo las palabras de aquellos que predican a un Dios de juicio y venganza; un Dios que sólo está pendiente de tus errores para corregirte y enseñarte el camino de la santidad mediante las terribles e inevitables consecuencias de tus pecados.
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo (1 Tim 2.3-6).
La voluntad de Dios es que TODOS los hombres alcancen la plenitud de Vida por medio del conocimiento de la Verdad. Y esto solo es posible a través del sacrificio de Amor que Jesús realizó por TODOS nosotros al dar Su Vida como el pago del rescate nuestro. Él pagó con Su sangre y con Su Vida todas esas terribles e inevitables consecuencias de tus pecados.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
¡Dios te Ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti!
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos) (Efe 2.4-5).
Esta salvación (plenitud) tan grande no es algo que puedas alcanzar por méritos propios, por lo que es necesario que estés dispuesto(a) a transformarte mediante la renovación de tu entendimiento y puedas COMPROBAR que la voluntad del Señor para tu vida es buena, agradable y perfecta.
No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta  (Ro 12.2 NTV).
En otras palabras, cambia tu forma de pensar respecto a Dios. ¡Dios es bueno y para siempre es Su misericordia!
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente,  y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efe 4.22-24).
Sea cual sea la situación que estés experimentando el día de hoy, la Biblia, que es la Palabra de Dios, quien no miente, afirma que si ya aceptaste a Jesús como Señor y Salvador de tu vida, entonces tú le perteneces a Él y YA HAS VENCIDO porque mayor es el que está en ti que el que está en el mundo.
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo (1 Jn 4.4).
Recuerda siempre que, ¡Dios ha decretado en Su Palabra hacerte bien! ¡Dios ha decretado en Su Palabra que TÚ ERES MÁS QUE VENCEDOR(A)!
Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos.  Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido (Isa 35.8-10).
Y yo me pregunto, si la salvación es por gracia, o sea, un regalo de Dios ¿cómo es que algunos quieren que paguemos por ella?
Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás (Efe 2.8-10 NTV).
Puedes estar seguro(a), Cristo Jesús ya pagó y tú no tienes por qué volver a pagar, así que venga la alegría a tu vida, deja que el gozo perpetuo sea sobre tu cabeza y ten gozo y alegría para que huyan para siempre la tristeza y el gemido.
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Ro 8.31-32).
¡Solo tienes que creerlo! ¡Escrito está! ¡Es Palabra de Dios!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en este día, como en todos, quiero ser especialmente consciente de Tu gran Amor con que me has amado pues estando yo muerto(a) en delitos y pecados Tú me diste Vida juntamente con Cristo. ¡Por gracia soy salvo(a)! Señor Jesús, sé que al morir por mí en esa cruz pagaste TODOS mis pecados y por eso me has hecho justo delante del Padre para ser adoptado(a) Hijo(a) Suyo(a) según el puro afecto de Su Voluntad. ¡Mil gracias por eso! Ahora sé quién soy: un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo; Nacido(a) de Nuevo para triunfar. Ningún problema, enfermedad o circunstancia podrán jamás hablar más fuerte que la Verdad. ¡Tú Palabra es la Verdad! No permitiré al temor, ni a la duda, ni al desánimo, ni a la condenación, ni a la vergüenza que me lleven por el camino del error. ¡Yo soy Tu Hijo(a), oh Dios y Tú eres mi Padre! Nada ni nadie puede deshacer esto: ¡Todo lo puedo en Cristo Jesús que me fortalece! ¡En TODAS las cosas soy más que vencedor(a) por medio  de Aquel que me amó, Cristo Jesús! ¡Mayor es Él, que está en mí, que el que está en el mundo! ¡Mi Dios pues, suplirá TODO lo que me falta conforme Sus riquezas en gloria! Esto es todo el bien que has hecho conmigo, conforme a Tu Palabra. En el nombre de Jesús. Amén.
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2010

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Octubre 31                           1 Tim 2  /  Isa 34-35/ Sal 119.65-96



   

martes, 30 de octubre de 2018

¿Cuándo te avergonzará Dios?



30 de Octubre
¡Jamás serás avergonzado(a)!
Por Riqui Ricón*
Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, Porque en tus juicios espero (Sal 119.42-43).
¿Sabías que, hasta este momento de la historia, no existe un solo ser humano que haya sido avergonzado por haber confiado, con todo su corazón, en la Palabra de Dios? Esto se debe a que la Palabra de Dios es LA VERDAD. Así que, los Hijos de Dios NACIDOS DE NUEVO, JAMÁS seremos avergonzados de haber confiado en la Biblia.
De hecho, podemos y debemos, ante todo problema y circunstancia adversa, responderle al avergonzador que confiamos plenamente en la Palabra de Dios.
Oré al SEÑOR, y él me respondió; me libró de todos mis temores.   Los que buscan su ayuda, estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro.  En mi desesperación oré, y el SEÑOR me escuchó; me salvó de todas mis dificultades.  Pues el ángel del SEÑOR es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen.  Prueben y vean que el SEÑOR es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él!  Teman al SEÑOR, ustedes los de su pueblo santo, pues los que le temen tendrán todo lo que necesitan.  Hasta los leones jóvenes y fuertes a veces pasan hambre, pero a los que confían en el SEÑOR no les faltará ningún bien (Sal 34.4-10 NTV).
La Biblia es la Palabra de Dios y sabemos que Él NO PUEDE mentir, entonces, por ejemplo, si la Biblia dice que eres sano(a) por las heridas de Cristo Jesús, esa es la Verdad y cualquier enfermedad que estés padeciendo, se encuentra en tu cuerpo en contra de la Verdad y en contra de la Voluntad de Dios.
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma (3 Jn 2).
Esta breve porción de la Escritura expresa magistralmente la voluntad de Dios para tu vida: Prosperidad en todas las cosas, salud, paz y gozo; en suma, una vida plena y abundante.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Sin embargo, en ocasiones las personas se preguntan por qué si la Biblia es la Verdad, ellos no alcanzan a ver ni a experimentar la calidad de vida que en ella se promete. Para dar respuesta a esto, primero habría que preguntarse, ¿podría ser, habría la más remota posibilidad, que el que está equivocado seas tú y no el Señor ni Su Palabra?
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?  (Mar 12.24).
Fe es creerle al Señor, es creerle a Su Palabra y el mayor estorbo para recibir las promesas de Dios mediante la fe es la condenación que obra a través del espíritu de temor. Me refiero a esa sensación de no ser lo suficientemente limpio, santo, digno o capaz de merecer un milagro y mucho menos el cumplimiento de una promesa de parte de Dios.
Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.  Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe (Mat 8.8-10).
Cuánta luz puede traer a tu corazón este centurión que aunque no se sentía digno, tenía conciencia de la justicia y de la Verdad: Jesús es Dios y Su Palabra tiene todo el poder y toda la autoridad para hacerse valer y cumplirse a sí misma.
Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?(Núm 23.19 NVI).
Si Dios lo dijo, entonces Él lo va a cumplir; si Dios lo habló, entonces el lo va a ejecutar.
Así que, la clave de todo es tu FE.
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan (He 11.6 NVI).
La clave de todo es si tú le puedes creer a Dios, creyendo Su Palabra.
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible (Mar 9.23).
La Biblia es la Ley de Justicia, es la Ley de Verdad y en ella Dios declara que al aceptar el pago que Jesucristo hizo con Su Vida, tú recibes la justificación o perdón de todos tus pecados para que ahora puedas recibir, por la fe en Él, la plenitud de vida.
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6.22-23).
No te engañes a ti mismo(a), no existe precio ni trabajo ni acción alguna que tú puedas realizar para pagar, por tus medios, lo que Él ya hizo por Amor a ti. Podrías estar intentándolo hasta el fin de los tiempos y no lo vas a lograr. La buena noticia (Evangelio), es que Dios es digno de confianza y puedes creerle para recibir en este día tu justificación y la Vida plena que legítimamente te pertenecen. ¡Dios tiene Palabra de Honor!
Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre (Isa 32.17).
Puedes estar tranquila/tranquilo, nunca serás avergonzada/avergonzado por haber CREIDO a la Palabra de Dios.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, es hermoso saber en quién he confiado  y a quién le he entregado mi vida y corazón: a Ti, precioso Dios que me has amado tanto que preferiste entregar a Tu propio Hijo antes que perderme a mí. A Ti que has hablado Palabras de Verdad y de Amor sobre de mí y de mi familia. Gracias, Señor, porque sé que ninguna de esas Palabras dejará de cumplirse en mi: soy amado(a) del Padre; soy más que vencedor(a); nada ni nadie me pueden hacer frente pues Tú, Señor Jesús, estás conmigo. No hay forma en que pueda perder en esta vida. ¡Jamás seré avergonzado(a) de haber creído Tu Palabra! ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! ¡Gracias, Señor Jesús! Amén.
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2010



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.


Octubre 30                           1 Tim 1  /  Isa 31-33/ Sal 119.33-64

lunes, 29 de octubre de 2018

¡Cómo NO vivir en el error!



29 de Octubre
¡La Biblia, Palabra de Honor!
Por Riqui Ricón*
Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros (2 Tes 3.1).
La Biblia ES la Palabra de Dios y ésta es VIVA y EFICAZ para traer la salvación a tu Vida, por medio de Jesucristo, y para darte también la revelación del Plan Maestro que Dios tiene para ti.
En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas. Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel(Isa 29.18-19).
Cuando La Verdad es enseñada (La Biblia es La Verdad), los sordos escuchan La Palabra y los que andan a tientas en medio de la oscuridad ven la luz, y una luz brillará para quienes viven en una tierra donde la muerte arroja su sombra (Isa 9.2). Es con el Evangelio, las Buenas noticias de Jesucristo, que los humildes crecen en alegría, y aún los más pobres de los hombres se gozan en el Señor, su Salvador.
Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos...  Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra. (Sal 119.6, 25).
En una ocasión, en una conferencia para Pastores, nos hablaban acerca de la obligación que teníamos nosotros de leer la Biblia todos los días por el hecho de ser Pastores, pero que no debíamos poner esa misma carga sobre los demás creyentes de nuestras congregaciones pues ellos tienen trabajos y ocupaciones que les demandan demasiado tiempo y esfuerzo.
Entonces, vinieron a mi corazón algunas preguntas, las cuales encontraron cabal respuesta en las Escrituras:
¿Es la Biblia la Palabra de Dios? ¡Claro!
Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.  Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra (2 Ti 3.16-17 NTV).
¿Es la Palabra de Dios la Verdad y por lo tanto no puede mentir? ¡Ciertísimo!
Hazlos santos con tu verdad; enséñales tu palabra, la cual es verdad (Jn 17.17 NTV).
Siendo tan importante la Palabra de Dios, ¿sólo los pastores y ministros deben leerla todos los días?
Cuando el Señor dice Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8), ¿qué no se refiere a que el éxito en tu vida viene más bien de leer, meditar y actuar sobre la Biblia todos los días de tu vida y no a la profesión o actividad a que te dediques?
¿No dice Dios en Su Palabra que sin fe es imposible agradarle y que la fe viene del oír Su Palabra?
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan (He 11.6 NVI).
Ahora pues, la fe viene por escuchar atentamente, por escuchar atentamente la palabra de Dios (SyE) (Ro 10.17 SyE).
Si en la Biblia está toda la protección, sanidad y prosperidad que necesitas, ¿no debería ser La Palabra de Dios la prioridad máxima en tu vida? ¿O es que sólo a los Pastores y Ministros Jesús los redimió con Su Sangre y sólo a ellos los destino a ser hechos para Dios reyes y sacerdotes y REINAR SOBRE LA TIERRA?
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;  y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra  (Apo 5.9-10).
¿Te das cuenta? Tú has sido llamado(a) por Dios para llevar una vida victoriosa ejerciendo dominio y potestad; has sido escogido(a) por Dios para establecer Su reino sobre la tierra. Y para cumplir este propósito tienes, ante todo y sobre todo, la Biblia, la Palabra de Dios.
La Biblia es la Palabra de Honor de Dios, es la Verdad y es viva y eficaz; es lámpara a tus pies y luz en tu camino. Es la fuente de tu libertad y realización como un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.
Jesús dijo: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;  y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31).
Pon mucha atención, porque sin importar profesión, nacionalidad, nivel socioeconómico, educación, etc., la TAREA MÁS IMPORTANTE de todo(a) Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO es, sin lugar a dudas, leer, meditar y estudiar la Biblia TODOS LOS DIAS, porque SÓLO así harás prosperar tu camino y TODO te saldrá bien.
Oremos en voz audible:
¡Gracias Señor por la Biblia, Tu Palabra de Honor! Sé perfectamente que puedo confiar en Tu Palabra. Tú no mientes ni te arrepientes acerca de Tu Amor por mí y de todo el bien que has declarado sobre mi vida. Tú los has dicho y lo vas hacer, lo has hablado y lo vas a ejecutar en mí. Decido creerte y recibir la Verdad en mi vida. Yo soy lo que Tú dices en la Biblia que soy: Tu Hijo(a) amado(a); Tu especial tesoro; linaje escogido, real sacerdocio, nación santa; soy  pueblo adquirido por Ti para anunciar las virtudes de Aquel que me llamó de las tinieblas a Su luz admirable; soy sano(a); soy libre; todo, absolutamente todo, lo puedo en Ti, Jesucristo; en todas las cosas soy más que vencedor(a), por medio de Tu Amor, pues mayor eres Tú, Espíritu Santo, que estás en mí y conmigo, que el que está en el mundo. Caerán a mi lado mil y diez mil a mi diestra mas a mí no llegará, pues aunque ande en valle de sombra y de muerte NO TEMERE mal alguno porque Tú estás conmigo. Y si Tú, mi Dios y Padre, estás conmigo, ¿quién contra mí? ¡Esta es la Verdad! ¡Está escrita! ¡Es Palabra de Dios! ¡Puedo ser feliz! ¡Gracias Señor Jesús! Amén.
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2010



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.


Octubre 29                           2 Tes 3  /  Isa 29-30/ Sal 119.1-32

viernes, 26 de octubre de 2018

¡Tú eres alguien especial!




28 de Octubre
¡Escogido(a) por Dios!
Por Riqui Ricón*
Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo (2 Tes 2.13-14).
La palabra evangelio significa buenas noticias y éstas son, efectivamente, las buenas noticias que la Biblia, la Palabra de Dios que nunca miente, establece en nuestras vidas, pues tú fuiste escogido(a) desde el principio para salvación, esto es, para recibir la Vida abundante y plena que Jesucristo ganó para ti, y que es, ni más ni menos que la Vida Eterna.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Ahora bien, no fuiste escogido(a) por Dios gracias a tus dones o talentos, ni por tu buen comportamiento, sino que fuiste escogido(a) por el Amor que Dios siente por ti. Fuiste escogido(a), al ser apartado(a) por el Espíritu Santo, cuando creíste a la Palabra de Dios, que es la Verdad, y la cual dice:
De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado (Isa 27.9a).
Desde Génesis hasta Apocalipsis el mensaje de Amor de la Palabra de Dios es constante y consistente: La redención de tu Vida. Lo cual significa que tú fuiste comprado(a) mediante la muerte y resurrección de Jesucristo para que, al pagar Él TODOS tus pecados, se te concediera el derecho a la libertad y a la vida plena que solamente un(a) HIJO(A) DE DIOS NACIDO(A) DE NUEVO puede experimentar  y que ahora es tu Herencia: La Vida Eterna, la Vida de Dios.
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6.23).
Ahora bien, demasiados creyentes piensan que la santidad se consigue mediante el arrepentimiento y las obras que deben realizar para agradar a Dios y así poder mantener su relación con Él. El problema con esta posición es que olvidan que YA fueron escogidos para salvación mediante la santificación por el Espíritu y por la fe, que es creerle a Dios, creyendo Su Palabra.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan (Heb 11.6).
Así que, a Dios no se le agrada con obras de justicia sino creyendo lo que Él YA te proveyó por medio de la muerte y resurrección de Su Hijo, Jesús.
Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos (Zac 4.6).
Amado(a), Dios no está tan interesado en tus fracasos y derrotas, como en las acciones llenas de fe [creyéndole a Él, creyendo Su Palabra], que realizas para cumplir el propósito por el cual sigues aún aquí en la tierra. Para eso te CREÓ DE NUEVO por medio de la fe en Jesucristo.
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,  en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.  Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,  aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efe 2.1-10).
Este es Su plan, y es tan perfecto que hasta la fe está incluida como un regalo de Dios para ti. Y todo con el propósito de que no exista la más remota posibilidad de que falles, pues Él es el que te santifica.
Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6.20-23).
Así que, no temas cree solamente y comienza a pensar, hablar y vivir como lo que realmente eres: ¡Un(a) Hijo(a) Amado(a) y Escogido(a) de Dios!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, te alabo y te bendigo por lo que has hecho conmigo al adoptarme como Hija(o) Tuya(o) pagando con la Vida de Jesús el precio de mi adopción, el perdón de todos mis pecados. Gracias porque cuando he estado en angustia te he invocado y siempre me respondes, poniéndome en lugar espacioso. Tú estás conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Tú estás conmigo entre los que me ayudan; Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen. Mejor es confiar en Ti que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Ti que confiar en príncipes. Sé que toda enfermedad, problema o circunstancia yo la destruiré en Tu nombre, Jesús. Aunque el día de hoy me sienta rodeado como por abejas; o las circunstancias se enardezcan contra mí  como fuego de espinos; Sé que, en Tu nombre Jesús, yo les venceré. Tú eres mi ayudador. Tú eres mi cántico y mi fortaleza. Tú eres Jesús, mi Señor y Salvador. Por lo tanto, creo y declaro que yo, ________ (tu nombre aquí), ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! En el nombre de Jesús. Amén.
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Octubre 28                           2 Tes 2  /  Isa 27-28/ Sal 118

¡Cómo vivir en Paz!




27 de Octubre
¡Vida Eterna! ¡Completa Paz!
Por Riqui Ricón*
Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle. Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya (Sal 117).
¿Qué motivos tengo para alabar al Señor? ¡Me gusta que me hagan esta pregunta pues yo les podría citar más de un millón de motivos para alabar al Señor! Y para muestra, basta el que a continuación te doy y que te va a impresionar tanto que darás gritos de júbilo al Señor.
¡Prepárate para ser impactado(a) por la Palabra de Dios, que es La Biblia, la cual no miente!
Una de las promesas más hermosas que Dios te hace dice:
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado (Isa 26.3).
Así que, si pones toda tu confianza en la Palabra de Dios haciendo de ella la norma máxima de tu Vida y la pones en tu mente, boca y corazón siendo perseverante en creerle, entonces, Dios se compromete a guardarte en completa paz.
¡Completa paz!
Es algo realmente asombroso saberse destinado a disfrutar de COMPLETA PAZ, sin ningún tipo de temor ni aflicción. ¿Te gustaría? ¡Claro! Pues, entérate, ¡Dios te lo ha prometido!
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Jn 16.33)
En el mundo tendrás aflicciones pero de todas ellas saldrás más que vencedor(a) por medio del Amor de Jesucristo y, por lo tanto, puedes tener paz: ¡nada ni nadie te podrán hacer frente todo los días de tu vida!
»Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, así como ayudé a Moisés. Nunca te fallaré ni te abandonaré (Jos 1:5 TLA).
Sea lo que sea que estés enfrentando el día de hoy, ahí en medio de eso, puedes tener paz, pues sabes que sabes, que Dios, tu Padre, jamás faltará a Su Palabra  y por lo tanto, la victoria es tuya.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Rom 8:37).
Entonces, toma la decisión de poner todos tus pensamientos y corazón en la Palabra de Dios y Él te guardará en completa paz. Él jamás ha mentido, ni lo hará jamás, pues no puede hacerlo.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento (Sal 23:4).
Así que,  si Dios dice que aunque andes en valle de sombra y de muerte no temas mal alguno porque Él está contigo, entonces, esa es la Verdad: ¡Dios está contigo! Y si Dios está contigo, ¿quién contra ti?
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Rom 8:31).
Pon mucha atención, porque el asunto que más atormenta a la humanidad entera y lamentablemente también a la mayoría de los creyentes, es el temor a la muerte. Es algo en lo que prefieren ni pensar, pero lo tienen latente cada instante de su vida. Si supieran lo que Jesús hizo al respecto y lo que Dios ha declarado en Su Palabra y lo creyeran, no volverían a temer nunca más.
Dios dice en Su Palabra:
Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros;  y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación (Isa 25.8-9).
¿Cuándo será esto? ¡Buenas noticias, ya sucedió! Hace más de 2000 años en aquel monte Gólgota o de la calavera, a las afueras de Jerusalén.
Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?  ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.  Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo (1 Co 15.54-57).
Esta VICTORIA sucedió cuando el entregó Su Vida por amor a ti, y la recibiste en el momento que le reconociste como Señor y Salvador de tu vida. En ese momento NACISTE DE NUEVO y todo lo corruptible en ti fue vestido de incorrupción:
siendo renacidos (NACIDO DE NUEVO), no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).
Ahora eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y por la Victoria de Cristo Jesús sobre el pecado y la muerte, eres totalmente libre de la esclavitud que produce el temor a la muerte.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre (He 2.14.15).
Si todo esto es Verdad, y claro que lo es, lo razonable sería dejar de sufrir y angustiarnos por el miedo a la muerte para creer y recibir esa paz y dicha, que sobrepasa todo entendimiento, las cuales Jesús compró para ti al morir en esa cruz.
¿O acaso Dios miente al prometer que TODO AQUEL que en él crea no se pierda más tenga VIDA ETERNA (Jn 3.16)? Y qué es Vida Eterna sino vivir para siempre. Aunque te cueste un poco comprenderlo, no lo dudes y créelo, dentro de 5000 años aquí vamos a estar tú y yo, pensando, riendo y gozando de la vida. ¡Esa vida plena y abundante que Cristo Jesús adquirió para ti!
A muchos les cuesta trabajo CREER esto, pero ¿habrá algo imposible para Dios? ¿Cumplirá Él lo que está escrito en Su Palabra? La respuesta es: Si puedes creerle a Él, al que cree le cree a Dios, creyendo Su Palabra, TODO le es posible.
¡Tienes Vida Eterna! ¡Tienes Completa Paz!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, hoy te doy gracias, una vez más, por tanto y tan grande Amor. Me has hecho Hijo(a) Tuyo(a). No te han importado ni mis pecados, ni mis fracasos y entregaste a Tu Hijo, Jesucristo, para pagar por mí y que yo recibiera Vida Eterna. Por Y todo por Tu gran Amor con que me has amado, que aun estando yo muerto(a) en delitos y pecados me diste Vida juntamente con Cristo. ¡Vida Eterna! Gracias, Jesús, por Ti hoy yo estoy Vivo(a) y viviré por siempre pues Tú venciste a la muerte por mí. ¡Tengo Tu Palabra! ¡Palabra de Dios! ¡Palabra de Honor! ¡Todo lo puedo! ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a)! Tú, Señor, me guardarás en completa paz pues mis pensamientos en Ti perseveran. Jehová de los ejércitos, dichoso(a), mil veces feliz y pleno(a), el hombre y la mujer que en Ti confían. Y ese(a), SOY YO, Riqui Ricón (pon tu nombre aquí). Por todo esto, creo y declaro que, ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) legítimo(a) y auténtico(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! En el nombre de Jesús. Amén.
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Octubre 27                           2 Tes 1  /  Isa 25-26/ Sal 117