19 de Diciembre
¡Te
lo ha jurado Dios!
Por
Riqui Ricón*
Porque
esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de
Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni
te reñiré. Porque los montes se moverán, y los collados temblarán,
pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se
quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti (Isa 54.9-10).
¡Asombroso!
El Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús es el mejor Pacto, establecido
sobre mejores promesas, por medio del cual, después de haber sido justificado(a)
y perdonado(a) al ser derramada Su Vida y Su Sangre, ahora tú has sido adoptado(a)
legítimamente como un(a) Hijo(a) de Dios.
Así es, porque Él lo juró con Su Palabra, ahora Dios te mira y te trata
como un Padre mira y trata a Su Hijo(a).
Porque te extenderás a la mano derecha y a la
mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades
asoladas. No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no
serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la
afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es
tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de
Israel; Dios de toda la tierra será llamado (Isa 54.3-5).
La relación con Dios cambia radicalmente a través del Nuevo Pacto: ahora
no importa más lo que hiciste, ni lo que estés haciendo, sino lo que Jesús hizo
por Amor a ti. Se te ha dado la oportunidad de dejar todo el pasado atrás y
Nacer de Nuevo a una Vida Plena y Abundante como Hijo(a) del Rey.
Ahora, sin importar el problema, la angustia o enfermedad que estés
enfrentando, el tiempo del Esplendor de la Gloria de Dios ha venido sobre de
ti. ¡Te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda!
No temas, pues no serás confundido(a); y no te avergüences, porque no
serás afrentado(a), sino que te olvidarás de todo el pasado que te condena.
¡Ahora el Todopoderoso Dios es tu propio Padre!
Y
a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne,
os dio vida juntamente con él,
perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los
decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en
medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y
a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz (Col 2.13-15).
Ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo significa vivir esa Vida
Plena y Abundante en justicia y santidad que Él decretó, con Su Palabra, que te
pertenece a ti. No se trata de lo que hagas o dejes de hacer sino de si puedes
creer que ahora eres ese(a) Hijo(a) que Dios dice que eres.
Se trata de creer que la Biblia es la palabra de Dios y, por lo tanto,
todo lo que en ella está escrito son las Palabras que salieron de la boca de
Dios, son la Verdad y se van a cumplir todas; primero el cielo y la tierra
dejan de existir antes que la Palabra de Dios deje de cumplirse.
Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Se trata de realmente creer que Dios te ama tanto que prefirió entregar
a Su propio Hijo antes que perderte a ti.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre
celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso
es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a
Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
Se trata de creer que ahora, en Verdad eres un(a) Hijo(a) amado(a) de
Dios.
Porque
en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y
vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad (Col 2.9-10)..
Mientras sigas escuchando las voces de fracaso y derrota que te dicen
que no vales, ni sirves, ni puedes; que
sigues siendo la misma persona que eras antes, pecadora, miedosa,
irresponsable, etc., entonces, seguirás viviendo una mentira, luchando contra
el miedo, la angustia, la enfermedad y la condenación.
¡Qué contraste con la Escritura que te afirma que tú estás completo(a)
en Cristo y que toda la Plenitud de Dios está en Él y, por lo tanto, también
está en ti!
Si
vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31b-32).
Sólo permaneciendo en la Palabra de Dios encontrarás acceso a semejante
libertad. Todo esto es Verdad al que puede creer la Palabra de Dios, pues al
que cree TODO le es posible.
La Plenitud
de Dios, esta forma de vivir en paz, con gozo y lleno(a) de amor, es aplicable
a todas las áreas de tu vida: en la salud, las finanzas, las relaciones
familiares y personales, el desempeño profesional, el hogar, etc. Pues, cuando
sabes que sabes, que ahora eres un(a) Hijo(a) del Rey del Universo y que tienes
derechos y privilegios divinos (así como obligaciones), los problemas y
circunstancias de tu entorno no te volverán a engañar para ponerte en la
condición de víctima.
Mas
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais
pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais
alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia (1 P 2.9-10).
Amado(a), aunque
tú no lo creas, tú eres y serás siempre la persona que Dios dice en Su Palabra que
tú ahora eres. Si lo crees o no lo crees, eso no cambia la Verdad; tan sólo
cambia el hecho que tú puedas vivir EN la Verdad o no. Con tu fe [creyéndole a
Dios, creyendo Su Palabra] tú haces posible el vivir esa Vida Plena y Abundante
que YA fue comprada y preparada para ti.
Y
muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes
hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le
dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible (Mar 9.22-23).
¡SI! Jesús
ya lo hizo todo por amor a ti y ahora todo depende de que tú puedas creer.
Así que, Ensancha el sitio de tu tienda, y las
cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas,
y refuerza tus estacas (Isa 54.2).
Oremos en
voz audible:
Amado Padre
celestial, en este momento estoy dispuesto(a) a declarar con todo mi corazón
que SI CREO. Creo que la Biblia es Tu Palabra y creo que lo que Tú hiciste por
mí al morir en esa cruz, Señor Jesús, me establece y afirma en la condición de
Hijo(a) Tuyo(a). Creo que ahora tengo esa Nueva condición: soy un(a) Hijo(a) de
Dios Nacido(a) de Nuevo. Sé y declararé toda mi vida que soy amado(a) por Ti,
oh Dios; que nunca me has dejado ni me dejarás. No temeré a nada, ni a nadie,
porque Tú estás conmigo; Tú me redimiste; me pusiste nombre, Tuyo yo soy. Tú
Palabra es la Verdad y yo soy la persona totalmente Nueva que Tú dices que
ahora soy. No voy a escuchar, ni a creer, las voces de fracaso y derrota que
quieren impedir que me manifieste en la Plenitud de Vida que voy a vivir. En
todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, pues TODO lo puedo en
Cristo que me fortalece. En Tu Palabra, Señor, me declaro libre, sano(a), próspero(a)
y lleno(a) del gozo, paz y amor que Tú, y sólo Tú, Señor Jesús, me das. Por lo
tanto, no voy a temes, solamente creeré. Me extiendo hacia la Vida Plena y
Abundante que Tú adquiriste para mí. En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2012
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un
año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre 19 Col 1.24-2.19 / Ez 27-28 / Isa
54
Colosenses
1.24-2.19
Ministerio de Pablo a los gentiles
24Ahora me gozo en lo que padezco
por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo
por su cuerpo, que es la iglesia; 25de la cual fui hecho ministro,
según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que
anuncie cumplidamente la palabra de Dios, 26el misterio que había
estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a
sus santos, 27a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de
la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la
esperanza de gloria, 28a quien anunciamos, amonestando a todo
hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar
perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; 29para lo cual también
trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
2
1Porque quiero que sepáis cuán gran
lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los
que nunca han visto mi rostro; 2para que sean consolados sus
corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno
entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,
3en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento. 4Y esto lo digo para que nadie os engañe con
palabras persuasivas. 5Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no
obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden
y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
6Por tanto, de la manera que habéis
recibido al Señor Jesucristo, andad en él; 7arraigados y
sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados,
abundando en acciones de gracias.
Plenitud de vida en Cristo
8Mirad que nadie os engañe por
medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres,
conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9Porque en
él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10y
vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y
potestad. 11En él también fuisteis circuncidados con circuncisión
no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la
circuncisión de Cristo; 12sepultados con él en el bautismo, en el
cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios
que le levantó de los muertos. 13Y a vosotros,
estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida
juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14anulando
el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz.
16Por tanto, nadie os juzgue en
comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,
17todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de
Cristo. 18Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y
culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado
por su propia mente carnal, 19y no asiéndose de la Cabeza, en
virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y
ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.
Ezequiel
27-28
27
1Vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 2Tú, hijo de hombre, levanta endechas
sobre Tiro. 3Dirás a Tiro, que está asentada a las orillas del
mar, la que trafica con los pueblos de muchas costas: Así ha dicho Jehová el
Señor: Tiro, tú has dicho: Yo soy de perfecta hermosura. 4En el
corazón de los mares están tus confines; los que te edificaron completaron tu
belleza. 5De hayas del monte Senir te fabricaron todo el maderaje;
tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil. 6De encinas de
Basán hicieron tus remos; tus bancos de pino de las costas de Quitim,
incrustados de marfil. 7De lino fino bordado de Egipto era tu
cortina, para que te sirviese de vela; de azul y púrpura de las costas de Elisa
era tu pabellón. 8Los moradores de Sidón y de Arvad fueron tus
remeros; tus sabios, oh Tiro, estaban en ti; ellos fueron tus pilotos. 9Los
ancianos de Gebal y sus más hábiles obreros calafateaban tus junturas; todas
las naves del mar y los remeros de ellas fueron a ti para negociar, para
participar de tus negocios.
10Persas y los de
Lud y Fut fueron en tu ejército tus hombres de guerra; escudos y yelmos
colgaron en ti; ellos te dieron tu esplendor. 11Y los hijos de
Arvad con tu ejército estuvieron sobre tus muros alrededor, y los gamadeos en
tus torres; sus escudos colgaron sobre tus muros alrededor; ellos completaron
tu hermosura.
12Tarsis
comerciaba contigo por la abundancia de todas tus riquezas; con plata, hierro,
estaño y plomo comerciaba en tus ferias. 13Javán, Tubal y Mesec
comerciaban también contigo; con hombres y con utensilios de bronce comerciaban
en tus ferias. 14Los de la casa de Togarma, con caballos y
corceles de guerra y mulos, comerciaban en tu mercado. 15Los hijos
de Dedán traficaban contigo; muchas costas tomaban mercadería de tu mano;
colmillos de marfil y ébano te dieron por sus pagos. 16Edom
traficaba contigo por la multitud de tus productos; con perlas, púrpura,
vestidos bordados, linos finos, corales y rubíes venía a tus ferias. 17Judá
y la tierra de Israel comerciaban contigo; con trigos de Minit y Panag, miel,
aceite y resina negociaban en tus mercados. 18Damasco comerciaba
contigo por tus muchos productos, por la abundancia de toda riqueza; con vino
de Helbón y lana blanca negociaban. 19Asimismo Dan y el errante
Javán vinieron a tus ferias, para negociar en tu mercado con hierro labrado,
mirra destilada y caña aromática. 20Dedán comerciaba contigo en
paños preciosos para carros. 21Arabia y todos los príncipes de
Cedar traficaban contigo en corderos y carneros y machos cabríos; en estas
cosas fueron tus mercaderes. 22Los mercaderes de Sabá y de Raama
fueron también tus mercaderes; con lo principal de toda especiería, y toda
piedra preciosa, y oro, vinieron a tus ferias. 23Harán, Cane,
Edén, y los mercaderes de Sabá, de Asiria y de Quilmad, contrataban contigo.
24Estos mercaderes tuyos negociaban contigo en varias cosas; en mantos
de azul y bordados, y en cajas de ropas preciosas, enlazadas con cordones, y en
madera de cedro.
25Las naves de
Tarsis eran como tus caravanas que traían tus mercancías; así llegaste a ser
opulenta, te multiplicaste en gran manera en medio de los mares. 26En
muchas aguas te engolfaron tus remeros; viento solano te quebrantó en medio de
los mares. 27Tus riquezas, tus mercaderías, tu tráfico, tus
remeros, tus pilotos, tus calafateadores y los agentes de tus negocios, y todos
tus hombres de guerra que hay en ti, con toda tu compañía que en medio de ti se
halla, caerán en medio de los mares el día de tu caída. 28Al
estrépito de las voces de tus marineros temblarán las costas. 29Descenderán
de sus naves todos los que toman remo; remeros y todos los pilotos del mar se
quedarán en tierra, 30y harán oír su voz sobre ti, y gritarán
amargamente, y echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en ceniza.
31Se raerán por ti los cabellos, se ceñirán de cilicio, y endecharán por
ti endechas amargas, con amargura del alma. 32Y levantarán sobre
ti endechas en sus lamentaciones, y endecharán sobre ti, diciendo: ¿Quién como
Tiro, como la destruida en medio del mar? 33Cuando tus mercaderías
salían de las naves, saciabas a muchos pueblos; a los reyes de la tierra
enriqueciste con la multitud de tus riquezas y de tu comercio. 34En
el tiempo en que seas quebrantada por los mares en lo profundo de las aguas, tu
comercio y toda tu compañía caerán en medio de ti. 35Todos los moradores
de las costas se maravillarán sobre ti, y sus reyes temblarán de espanto;
demudarán sus rostros. 36Los mercaderes en los pueblos silbarán
contra ti; vendrás a ser espanto, y para siempre dejarás de ser.
28
1Vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de hombre, di al príncipe de
Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y
dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los
mares(siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de
Dios; 3he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto
que te sea oculto. 4Con tu sabiduría y con tu prudencia has
acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros. 5Con
la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus
riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. 6Por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón
de Dios, 7por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los
fuertes de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de
tu sabiduría, y mancharán tu esplendor. 8Al sepulcro te harán
descender, y morirás con la muerte de los que mueren en medio de los mares.
9¿Hablarás delante del que te mate, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre
eres, y no Dios, en la mano de tu matador. 10De muerte de
incircuncisos morirás por mano de extranjeros; porque yo he hablado, dice
Jehová el Señor.
11Vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 12Hijo de hombre, levanta endechas sobre
el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la
perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. 13En Edén,
en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de
cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo,
esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados
para ti en el día de tu creación. 14Tú, querubín grande,
protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de
las piedras de fuego te paseabas. 15Perfecto eras en todos tus
caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
16A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de
iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de
entre las piedras del fuego, oh querubín protector. 17Se enalteció
tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu
esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que
miren en ti. 18Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad
de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en
medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los
ojos de todos los que te miran. 19Todos los que te conocieron de
entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre
dejarás de ser.
Profecía contra Sidón
20Vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 21Hijo de hombre, pon tu rostro hacia
Sidón,
y profetiza contra ella, 22y dirás: Así ha dicho Jehová el Señor:
He aquí yo estoy contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y
sabrán que yo soy Jehová, cuando haga en ella juicios, y en ella me
santifique. 23Enviaré a ella pestilencia y sangre en sus calles, y
caerán muertos en medio de ella, con espada contra ella por todos lados; y
sabrán que yo soy Jehová.
24Y nunca más
será a la casa de Israel espina desgarradora, ni aguijón que le dé dolor, en
medio de cuantos la rodean y la menosprecian; y sabrán que yo soy Jehová.
25Así ha dicho
Jehová el Señor: Cuando recoja a la casa de Israel de los pueblos entre los
cuales está esparcida, entonces me santificaré en ellos ante los ojos de las
naciones, y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob. 26Y
habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y vivirán
confiadamente, cuando yo haga juicios en todos los que los despojan en sus
alrededores; y sabrán que yo soy Jehová su Dios.
Isaías 54
El amor eterno de Jehová hacia Israel
54
1Regocíjate, oh
estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que
nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la
casada, ha dicho Jehová. 2Ensancha el
sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas
escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. 3Porque te
extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará
naciones, y habitará las ciudades asoladas.
4No temas, pues
no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que
te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no
tendrás más memoria. 5Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de
los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la
tierra será llamado. 6Porque como a mujer abandonada y triste de
espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada,
dijo el Dios tuyo. 7Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré
con grandes misericordias. 8Con un poco de ira escondí mi rostro
de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo
Jehová tu Redentor.
9Porque esto me
será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé
pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me
enojaré contra ti, ni te reñiré. 10Porque los montes se moverán, y
los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto
de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
11Pobrecita,
fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras
sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. 12Tus ventanas pondré
de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de
piedras preciosas. 13Y todos tus
hijos serán enseñados por Jehová; y se
multiplicará la paz de tus hijos. 14Con justicia serás adornada;
estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará
a ti. 15Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que
contra ti conspirare, delante de ti caerá. 16He aquí que yo hice
al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su
obra; y yo he creado al destruidor para destruir. 17Ninguna arma
forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti
en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí
vendrá, dijo Jehová.