Sábado 29 de Octubre de 2011.
¡La Biblia, Palabra de Honor!
Por Riqui Ricón*
Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros (2 Tes 3.1).
En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas. Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel. (Isa 29.18-19).
Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos... Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra. (Sal 119.6, 25).
En una ocasión, en una conferencia para Pastores nos hablaban acerca de la obligación que teníamos nosotros de leer la Biblia todos los días por el hecho de ser Pastores, pero que no debíamos poner esa misma carga sobre los demás creyentes de nuestras congregaciones pues ellos tienen trabajos y ocupaciones que les demandan demasiado tiempo y esfuerzo.
Entonces, vinieron a mi corazón algunas preguntas, las cuales encontraron cabal respuesta en las Escrituras: ¿Es la Biblia la Palabra de Dios? ¡Claro! ¿Es la Palabra de Dios la Verdad y por lo tanto no puede mentir? ¡Ciertísimo! Siendo tan importante la Palabra de Dios, ¿sólo los pastores y ministros deben leerla todos los días?
Cuando el Señor dice Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8), ¿qué no se refiere a que el éxito en tu vida depende de leer, meditar y actuar sobre la Biblia y no a lo profesión o actividad a que te dediques?
¿No dice Dios en Su Palabra que sin fe es imposible agradarle y que la fe viene del oír Su Palabra? Si en la Biblia está toda la protección, sanidad y prosperidad que necesitas, ¿no debería ser ésta la prioridad máxima en tu vida? ¿O es que sólo a los Pastores y Ministros Jesús los redimió con Su Sangre y ser hechos para Dios reyes y sacerdotes y REINAR SOBRE LA TIERRA (Apo 5.10)?
¿Te das cuenta? Tú has sido llamada(o) por Dios para llevar una vida victoriosa ejerciendo dominio y potestad para establecer Su reino sobre la tierra. Y para cumplir este propósito tenemos, ante todo y sobre todo, la Biblia, la Palabra de Dios.
La Biblia es la Palabra de Honor de Dios, es la Verdad y es viva y eficaz; es lámpara a tus pies y luz en tu camino. Es la fuente de tu libertad y realización como un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo. Jesús dijo: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31).
Pon mucha atención, porque sin importar profesión, nacionalidad, nivel socioeconómico, educación, etc., la TAREA MÁS IMPORTANTE de toda(o) Hija(o) de Dios NACIDA(O) DE NUEVO es, sin lugar a dudas, leer, meditar y estudiar la Biblia TODOS LOS DIAS, porque así harás prosperar tu camino y TODO te saldrá bien.
Oremos:
¡Gracias Señor por la Biblia, Tu Palabra de Honor! Sé perfectamente que puedo confiar en Tu Palabra. Tú no mientes ni te arrepientes acerca de Tu Amor por mí y de todo el bien que haz declarado sobre mi vida. Tú los haz dicho y lo vas hacer, lo haz hablado y lo vas a ejecutar en mí. Decido creerte y recibir la Verdad en mi vida. Yo soy lo que Tú dices en la Biblia que soy: Tu Hija(o) amada(o); Tu especial tesoro; linaje escogido, real sacerdocio, nación santa; soy pueblo adquirido por Ti para anunciar las virtudes de Aquel que me llamó de las tinieblas a Su luz admirable; soy sana(o); soy libre; todo, absolutamente todo, lo puedo en Ti, Jesucristo; en todas las cosas soy más que vencedor(a), por medio de Tu Amor, pues mayor eres Tú, Espíritu Santo, que estás en mí y conmigo, que el que está en el mundo. Caerán a mi lado mil y diez mil a mi diestra mas a mí no llegará, pues aunque ande en valle de sombra y de muerte NO TEMERE mal alguno porque Tú estás conmigo. Y si Tú, mi Dios y Padre, estás conmigo, ¿quién contra mí? ¡Esta es la Verdad! ¡Está escrita! ¡Es Palabra de Dios! ¡Puedo ser feliz! ¡Gracias Señor Jesús! Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2010
Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Octubre 29 2 Tes 3 / Isa 29-30/ Sal 119.1-32