¡Cómo resplandecer en esta Vida!
¡Brilla con la Luz que YA ESTÁ en
ti!
Por Riqui Ricón*
Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de
amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y
sacrificio fragante para Dios… Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora
son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz
(Efe 5.1-2, 8 NVI).
Todo(a) hijo(a)
amado(a) de su padre (que se sabe amado(a)), será un imitador(a) de su padre:
hará lo que mira a su padre hacer y hablará lo que escucha a su padre hablar.
Porque yo no he hablado por mi
propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de
decir, y de lo que he de hablar. 50Y sé que su mandamiento es vida eterna.
Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho (Jn
12.49-50).
Lo hermoso
del Evangelio, las Buenas Noticias de Jesucristo, es que, sin importar como sea
o haya sido tu relación con tu padre natural, de acuerdo a la Biblia, que es la
Palabra de Dios, y no miente, si has aceptado a Jesucristo como el Señor y
Salvador de tu vida ahora tú eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y tu
Padre es el Todopoderoso quien te ama con todo Su Corazón.
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn
3.16-17).
Así es, Dios te ama tanto que
prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar todos tus pecados, antes que
perderte a ti. Jesús no vino a este mundo para señalar tus fracasos y pecados y
condenarte, sino a pagar por ellos, para que tú ya no tengas que pagar y puedas
recibir la Vida plena y abundante que Él te ofrece.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados
hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente,
como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
A este mundo le cuesta mucho
trabajo aceptar un Dios así, lleno de Amor por ti. Un Dios que no mira tus
pecados, ni fracasos, sino te mira a ti. Un Dios que ideo un Plan perfecto para
que, cumpliendo toda justicia, tú fueras hecho(a) parte de Su familia como Hijo(a)
y Heredero(a).
Pero el hombre natural no
percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no
las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1 Co
2.14).
Para el mundo es impensable que
ahora te llames del nombre de Dios; unos piden señales para creer; otros
piensan que estamos locos.
Ahora, así dice Jehová,
Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te
redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo
estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego,
no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios
tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador (Isa
43.1-3a).
Dios lo ha
dicho y es la verdad; Él lo va a cumplir. Dios la ha hablado y Él lo va a
ejecutar en tu Vida y para ti.
»Pero ahora, Jacob, mi siervo, Israel, a quien he escogido, ¡escucha!
Así dice el SEÑOR, el que te hizo, el que te formó en el seno materno y te
brinda su ayuda: “No temas, Jacob, mi siervo, Jesurún, a quien he escogido, que
regaré con agua la tierra sedienta, y con arroyos el suelo seco; derramaré mi
Espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus vástagos, y brotarán
como hierba en un prado, como sauces junto a arroyos. Uno dirá: ‘Pertenezco al
SEÑOR’ ; otro llevará el nombre de Jacob, y otro escribirá en su mano: ‘Yo soy
del SEÑOR’, y tomará para sí el nombre de Israel.” (Isa 44.1-5 NVI).
La única
Verdad es la que sale de la boca de Dios y Él ha establecido en Su Palabra que
tú eres Su Hijo(a) amado(a) por creer y recibir el precio que Jesús pagó por
Amor a ti.
Entonces,
efectivamente, puedes andar como Hijo(a) de luz y amar a tu próximo como a ti
mismo(a), pues tú eres lo que Dios dice que eres, ni más, ni menos.
Les digo esto porque ustedes estaban antes en la oscuridad, pero ahora
están en la luz del Señor. Por lo tanto, vivan como hijos que pertenecen a la
luz (Efe 5.8 PDT).
La luz no se
esfuerza por alumbrar, simplemente ES luz y alumbra. El Amor no intenta amar,
ES Amor y, por lo tanto, ama. Tú eres como tu Padre es: lleno(a) de Amor y de
luz. Recuerda que no se trata de algo que tienes que hacer o alcanzar, sino de
alguien que tú ya eres gracias a Cristo Jesús y, por lo tanto, puedes y debes
manifestarte como lo que ahora eres.
La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios,
porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad,
sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la
creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así
alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios (Ro 8.19-21
NVI).
¡Créele a
Dios, creyendo Su Palabra!
Así que, sábete amado(a) por Dios,
pues esa luz y ese Amor ya están en ti, en tu Nueva Naturaleza. Y si estás
enfrentando algún tipo de enfermedad, problema o aflicción, puedes confiar que
el mismo Dios y Padre que te ha dado la identidad de Hijo(a) ha prometido
guardarte y darte la victoria dondequiera que vayas.
Mira que te mando que te
esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará
contigo en dondequiera que vayas (Jos 1.9).
y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mat
28.20b).
¡Tú has
nacido de Dios, ya no practicas más el pecado, pues Cristo Jesús te guarda y el
demonio no te toca!
Sabemos que todo aquel que ha
nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios
le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 5.18).
Este es tu día y este es tu
tiempo. ¡Vive como un(a) Hijo(a) de Luz!
Pues aunque andamos en la
carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra
milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo (2 Co 10.3-5).
Oremos en voz audible:
Amado padre celestial, muchas
gracias porque, en Cristo Jesús, me has constituido Tu Hijo(a) y puedo vivir mi
vida con Tu Luz y con Tu Amor. Me determino, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a
andar en luz y amor. Me despojo de todo engaño y mentira, así como del pecado
que me asedia, y corro con constancia y persistencia la carrera que tengo
delante poniendo mis ojos en Ti, Señor Jesús, el autor y consumador de mi fe.
No temeré a nada, ni a nadie, porque Tú estás conmigo; Tú me redimiste; me
pusiste nombre, Tuyo yo soy. Cuando pase por las aguas, Tú estarás conmigo; y
si por los ríos, no me anegarán. Cuando pase por el fuego, no me quemará, ni la
llama arderá en mí, porque Tú, Señor Jesús, eres mi Salvador. Creo y recibo éste
Tu Gran Amor por mí que me hace libre, sano(a), prospero(a) y feliz, pues en
todos mis problemas soy más que vencedor(a). En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu
atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo
creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para
pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día
de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre
preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te
invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú
seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre
9 Efesios
5.1-20 / Ez 14-15
/ Isa 44
RV60
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre
9 Efesios
5.1-20 / Ez 14-15
/ Isa 44
Efesios
5.1-20
Andad como hijos de luz
5
1Sed, pues, imitadores de Dios como
hijos amados. 2Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se
entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.a
3Pero fornicación y toda
inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a
santos; 4ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías,
que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. 5Porque
sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene
herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6Nadie os engañe con palabras
vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de
desobediencia. 7No seáis, pues, partícipes con ellos. 8Porque
en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como
hijos de luz 9(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad,
justicia y verdad), 10comprobando lo que es agradable al Señor.
11Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más
bien reprendedlas; 12porque vergonzoso es aun hablar de lo que
ellos hacen en secreto. 13Mas todas las cosas, cuando son puestas
en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que
manifiesta todo. 14Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.
15Mirad, pues, con diligencia cómo
andéis, no como necios sino como sabios, 16aprovechando bien el
tiempo,b
porque los días son malos. 17Por tanto, no seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 18No os embriaguéis
con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
19hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos
espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20dando
siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo.c[1]
Ezequiel
14-15
Juicio contra los idólatras que consultan al profeta
14
1Vinieron a mí algunos de los
ancianos de Israel, y se sentaron delante de mí. 2Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 3Hijo de hombre, estos hombres han
puesto sus ídolos en su corazón, y han establecido el tropiezo de su maldad
delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por ellos?
4Háblales, por tanto, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Cualquier
hombre de la casa de Israel que hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y
establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere al
profeta, yo Jehová responderé al que viniere conforme a la multitud de sus
ídolos, 5para tomar a la casa de Israel por el corazón, ya que se
han apartado de mí todos ellos por sus ídolos.
6Por tanto, di a la casa de Israel:
Así dice Jehová el Señor: Convertíos, y volveos de vuestros ídolos, y apartad
vuestro rostro de todas vuestras abominaciones. 7Porque cualquier
hombre de la casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se
hubiere apartado de andar en pos de mí, y hubiere puesto sus ídolos en su
corazón, y establecido delante de su rostro el tropiezo de su maldad, y viniere
al profeta para preguntarle por mí, yo Jehová le responderé por mí mismo;
8y pondré mi rostro contra aquel hombre, y le pondré por señal y por
escarmiento, y lo cortaré de en medio de mi pueblo; y sabréis que yo soy
Jehová. 9Y cuando el profeta fuere engañado y hablare palabra, yo
Jehová engañé al tal profeta; y extenderé mi mano contra él, y lo destruiré de
en medio de mi pueblo Israel. 10Y llevarán ambos el castigo de su
maldad; como la maldad del que consultare, así será la maldad del profeta,
11para que la casa de Israel no se desvíe más de en pos de mí, ni se
contamine más en todas sus rebeliones; y me sean por pueblo, y yo les sea por
Dios, dice Jehová el Señor.
Justicia del castigo de Jerusalén
12Vino a mí palabra de Jehová,
diciendo: 13Hijo de hombre, cuando la tierra pecare contra mí
rebelándose pérfidamente, y extendiere yo mi mano sobre ella, y le quebrantare
el sustento del pan, y enviare en ella hambre, y cortare de ella hombres y
bestias, 14si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé,
Daniel y Job, ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas,
dice Jehová el Señor. 15Y si hiciere pasar bestias feroces por la
tierra y la asolaren, y quedare desolada de modo que no haya quien pase a causa
de las fieras, 16y estos tres varones estuviesen en medio de ella,
vivo yo, dice Jehová el Señor, ni a sus hijos ni a sus hijas librarían; ellos
solos serían librados, y la tierra quedaría desolada. 17O si yo
trajere espada sobre la tierra, y dijere: Espada, pasa por la tierra; e hiciere
cortar de ella hombres y bestias, 18y estos tres varones
estuviesen en medio de ella, vivo yo, dice Jehová el Señor, no librarían a sus
hijos ni a sus hijas; ellos solos serían librados. 19O si enviare
pestilencia sobre esa tierra y derramare mi ira sobre ella en sangre, para
cortar de ella hombres y bestias, 20y estuviesen en medio de ella
Noé, Daniel y Job, vivo yo, dice Jehová el Señor, no librarían a hijo ni a
hija; ellos por su justicia librarían solamente sus propias vidas.
21Por lo cual así ha dicho Jehová
el Señor: ¿Cuánto más cuando yo enviare contra Jerusalén mis cuatro juicios
terribles, espada, hambre, fieras y pestilencia,a para
cortar de ella hombres y bestias? 22Sin embargo, he aquí quedará
en ella un remanente, hijos e hijas, que serán llevados fuera; he aquí que
ellos vendrán a vosotros, y veréis su camino y sus hechos, y seréis consolados
del mal que hice venir sobre Jerusalén, de todas las cosas que traje sobre
ella. 23Y os consolarán cuando viereis su camino y sus hechos, y
conoceréis que no sin causa hice todo lo que he hecho en ella, dice Jehová el
Señor.
Jerusalén es como una vid inútil
15
1Vino a mí palabra de Jehová,
diciendo: 2Hijo de hombre, ¿qué es la madera de la vid más que
cualquier otra madera? ¿Qué es el sarmiento entre los árboles del bosque?
3¿Tomarán de ella madera para hacer alguna obra? ¿Tomarán de ella una
estaca para colgar en ella alguna cosa? 4He aquí, es puesta en el
fuego para ser consumida; sus dos extremos consumió el fuego, y la parte de en
medio se quemó; ¿servirá para obra alguna? 5He aquí que cuando
estaba entera no servía para obra alguna; ¿cuánto menos después que el fuego la
hubiere consumido, y fuere quemada? ¿Servirá más para obra alguna? 6Por
tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Como la madera de la vid entre los árboles
del bosque, la cual di al fuego para que la consumiese, así haré a los
moradores de Jerusalén. 7Y pondré mi rostro contra ellos; aunque
del fuego se escaparon, fuego los consumirá; y sabréis que yo soy Jehová,
cuando pusiere mi rostro contra ellos. 8Y convertiré la tierra en
asolamiento, por cuanto cometieron prevaricación, dice Jehová el Señor.[2]
Isaías 44
Jehová es el único Dios
44
1Ahora pues, oye, Jacob, siervo
mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. 2Así dice Jehová, Hacedor
tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo
mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. 3Porque yo derramaré
aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré
sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; 4y
brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas. 5Este
dirá: Yo soy de Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob, y otro
escribirá con su mano: A Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel.
6Así dice Jehová Rey de Israel, y
su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero,a
y fuera de mí no hay Dios. 7¿Y quién proclamará lo venidero, lo
declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí
el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. 8No
temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo
dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no
conozco ninguno.
La insensatez de la idolatría
9Los formadores de imágenes de
talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y
ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni
entienden. 10¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que
para nada es de provecho? 11He aquí que todos los suyos serán
avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán,
se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una.
12El herrero toma la tenaza,
trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la
fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua,
y se desmaya. 13El carpintero tiende la regla, lo señala con
almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en
forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. 14Corta
cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta
pino, que se críe con la lluvia. 15De él se sirve luego el hombre
para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y
cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla
delante de él. 16Parte del leño quema en el fuego; con parte de él
come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me
he calentado, he visto el fuego; 17y hace del sobrante un dios, un
ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame,
porque mi dios eres tú.
18No saben ni entienden; porque
cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. 19No
discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de
esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí.
¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de
árbol? 20De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía,
para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano
derecha?
Jehová es el Redentor de Israel
21Acuérdate de estas cosas, oh
Jacob, e Israel, porque mi siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú;
Israel, no me olvides. 22Yo deshice como una nube tus rebeliones,
y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí. 23Cantad
loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de
la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él
está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.
24Así dice Jehová, tu Redentor, que
te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los
cielos, que extiendo la tierra por mí mismo; 25que deshago las
señales de los adivinos, y enloquezco a los agoreros; que hago volver atrás a
los sabios, y desvanezco su sabiduría.b 26Yo,
el que despierta la palabra de su siervo, y cumple el consejo de sus
mensajeros; que dice a Jerusalén: Serás habitada; y a las ciudades de Judá:
Reconstruidas serán, y sus ruinas reedificaré; 27que dice a las
profundidades: Secaos, y tus ríos haré secar; 28que dice de Ciro:
Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero,c al decir a
Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado.[3]
a a 5.2: Ex. 29.18.
b b 5.16: Col. 4.5.
c c 5.19–20: Col. 3.16–17.
[1] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Ef
4.32-5.20
a a 14.21: Ap. 6.8.
[2] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Ez 13.23-15.8
a a 44.6: Is. 48.12; Ap. 1.17; 22.13.
b b 44.25: 1 Co. 1.20.
c c 44.28: 2 Cr. 36.23; Esd. 1.2.
[3] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Is
43.28-44.28
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