¡Cómo encarar el año que comienza!
¡En el Poder del Espíritu
Santo!
Por Riqui Ricón*
Jesús,
lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán… Y Jesús volvió en el poder del
Espíritu a Galilea (Luc 4.1a, 14a).
Lleno del Espíritu y en el
poder del Espíritu, son dos frases que definen claramente la vida que Cristo
Jesús vivió en este mundo. Definen también el estilo de vida que Dios ha
preparado para ti.
De cierto, de cierto os digo:
El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores
hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en
mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si
algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré (Jn
14.12-14).
Estas son las Palabras de
Jesús y es la Palabra de Dios, por lo tanto, no hay lugar para equivocaciones
ni dudas, si crees en Jesús puedes, y debes, llevar el nivel de vida que Él
llevó y hacer las cosas que Él hizo y aún mayores.
Pero, ¿cómo podrás hacer eso?
De acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente, Dios diseño un
Plan divino mediante el cual hacer de ti esa persona apta y capaz de hacer las
obras que Jesús hizo y aún mayores. Un plan que no depende de ti, ni de tus
limitaciones, sino que depende total y exclusivamente de Dios y de Su Poder.
con gozo
den gracias al Padre, quien nos ha capacitado para participar de las maravillas
que pertenecen a los que viven en el reino de la luz (Col
1.12 BAD).
Es Dios, y no tú, quien mediante
este Plan te ha hecho(a) apto(a) para participar de la herencia de los santos
en luz.
Os
daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne
el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu,
y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por
obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y
vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios (Eze
36.26-28).
Pon mucha atención porque en
el Antiguo Pacto, ante los constantes y continuos fracasos de los seres humanos
en su relación con Dios, se te prometió que Él establecería un mejor pacto. Un Nuevo
Pacto donde ahora todo dependería de Dios y no más de tus esfuerzos por agradarlo
y complacerlo. Él te daría un corazón nuevo, un espíritu nuevo y pondría Su
Santo Espíritu en ti, todo esto, con el propósito de que Su Palabra quedara, de
una vez por todas, grabada en tu mente y corazón.
He aquí que vienen días,
dice Jehová, en los cuales haré nuevo
pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No
como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de
la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido
para ellos, dice Jehová. Pero este
es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice Jehová: Daré mi ley en su mente,
y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán
por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni
ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán,
desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y
no me acordaré más de su pecado (Jer
31.31-34).
Amado(a), todo esto ya se ha
cumplido en ti gracias a Jesucristo. Por Su sacrificio en la cruz, por Su
muerte y por Su resurrección, ahora has sido justificado(a) en Su Sangre,
perdonado(a) por Dios, santificado y perfeccionado por el Espíritu Santo
prometido, quien ahora está en ti y contigo. Eres una Nueva creación, un(a) Hijo(a)
de Dios Nacido(a) de Nuevo y puedes encarar el inicio del Año Nuevo con la
confianza y garantía que la palabra del Dios Vivo y Verdadero te da; sabiendo
que tú ERES exactamente igual a Jesús,
lleno de la Presencia y del Poder del Espíritu de Dios.
Sales al
encuentro de los que, alegres, practican la justicia y recuerdan tus caminos.
Pero te enojas si persistimos en desviarnos de ellos ¿Cómo podremos ser salvos? (Isa
64.5).
¿Cómo una persona como tú
podría, en verdad, hacer las obras que Jesús hizo y aún mayores? ¿Cómo una
persona como tú podría ser salva? Solo por el Gran Amor de Dios y por Su Gracia
abundante sobre tu vida.
Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16-17).
¡Dios te ama tanto que prefirió
entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti!
MIREN
CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de
Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la
mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn
3.1 BAD).
¡Dios te ama tanto que ha
declarado, mediante Su Poderosísima Palabra, que ahora tú eres Su Hijo(a)
Amado(a)!
Así que, hoy tú puedes recibir
el Año Nuevo lleno(a) del Espíritu de Dios y con el Poder del Espíritu Santo en
ti y contigo.
En
esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el
día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo (1 Jn 4.17).
¡Así como Jesús es, así eres
tú en este mundo! ¡No habrá forma en que
puedas perder en este año que está a punto de comenzar!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, cada
día me asombro más y más de Tu Amor por mí. Saber que el Espíritu santo está en
mí, y conmigo, de la misma forma, autoridad y poder que estuvo con Jesús es
algo que me maravilla y llena de gratitud contigo. ¡Oh, cuánto me amas Dios!
¡Gracias! ¡Gracias! ¡Muchísimas gracias! Ahora sé que no hay forma que pueda
perder en este mundo. Señor Jesús, te amo con todo mi corazón. Gracias por
morir en esa cruz y pagar por mí todos mis pecados. Gracias por resucitar y
darme una Vida Nueva. Gracias por el Nuevo Pacto en Tu Sangre que me da la vida
plena y abundante que compraste para mí. ¡Gracias por la Vida Eterna de un(a)
Hijo(a) de Dios! Espíritu Santo, Tú eres mi Dios y mi mejor amigo. Gracias por
cumplir Tu Promesa y estar aquí, en mí y conmigo. Sé que todo Tu Amor y Poder,
los cuales pusiste a disposición de Cristo Jesús, ahora están a mi disposición.
¡Tú me hiciste Nacer de Nuevo no de una simiente corruptible sino de la
incorruptible semilla que es la Palabra de Dios que vive y permanece para
siempre! Por esto, por Tu Gran Amor para conmigo, creo y declaro que TODO lo
puedo en Cristo que me fortalece. Yo soy Tuyo(a) y he vencido al mundo pues
mayor eres Tú que estás en mí y conmigo que el que está en el mundo. De todo
problema, enfermedad o aflicción yo, ________ (tu nombre aquí), he de salir más
que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó hasta la muerte, Cristo Jesús.
Así que, ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy
un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! ¡Voy hacer del año que comienza el
mejor año de mi vida! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el
Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu
atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo
creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para
pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día
de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre
preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te
invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú
seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre
29 Luc
4.1-30 / Ez 44-45
/ Isa 64
RV60
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre
29 Luc
4.1-30 / Ez 44-45
/ Isa 64
San
Lucas 4.1-30
Tentación de Jesús
(Mt. 4.1–11; Mr. 1.12–13)
4
1Jesús, lleno del Espíritu Santo,
volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto 2por
cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días,
pasados los cuales, tuvo hambre. 3Entonces el diablo le dijo: Si
eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. 4Jesús,
respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre,a
sino de toda palabra de Dios. 5Y le llevó el diablo a un alto
monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 6Y
le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos;
porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 7Si tú
postrado me adorares, todos serán tuyos. 8Respondiendo Jesús, le
dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a
él solo servirás.b 9Y le llevó a Jerusalén, y le
puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de
aquí abajo; 10porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti, que te
guarden;c
11y,
En las manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en piedra.d
12Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al
Señor tu Dios.e 13Y cuando el diablo hubo
acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.
Jesús principia su ministerio
(Mt. 4.12–17; Mr. 1.14–15)
14Y Jesús volvió en el poder del
Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
15Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
Jesús en Nazaret
(Mt. 13.53–58; Mr. 6.1–6)
16Vino a Nazaret, donde se había
criado; y en el día de reposo* entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se
levantó a leer. 17Y se le dio el libro del profeta Isaías; y
habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 El Espíritu
del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a
los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar
el año agradable del Señor.f
20Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y
los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21Y comenzó
a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. 22Y
todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de
gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José? 23Él
les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas
cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu
tierra. 24Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es
acepto en su propia tierra.g 25Y en verdad os
digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo
fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la
tierra;h
26pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en
Sarepta de Sidón.i 27Y muchos
leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos
fue limpiado, sino Naamán el sirio.j 28Al
oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; 29y
levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del
monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
30Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.[1]
Ezequiel
44-45
44
1Me hizo volver hacia la puerta
exterior del santuario, la cual mira hacia el oriente; y estaba cerrada.
2Y me dijo Jehová: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará
por ella hombre, porque Jehová Dios de Israel entró por ella; estará, por
tanto, cerrada. 3En cuanto al príncipe, por ser el príncipe, él se
sentará allí para comer pan delante de Jehová; por el vestíbulo de la puerta
entrará, y por ese mismo camino saldrá.
4Y me llevó hacia la puerta del
norte por delante de la casa; y miré, y he aquí la gloria de Jehová había
llenado la casa de Jehová; y me postré sobre mi rostro. 5Y me dijo
Jehová: Hijo de hombre, pon atención, y mira con tus ojos, y oye con tus oídos
todo lo que yo hablo contigo sobre todas las ordenanzas de la casa de Jehová, y
todas sus leyes; y pon atención a las entradas de la casa, y a todas las
salidas del santuario. 6Y dirás a los rebeldes, a la casa de
Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: Basta ya de todas vuestras abominaciones,
oh casa de Israel; 7de traer extranjeros, incircuncisos de corazón
e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario y para contaminar mi casa;
de ofrecer mi pan, la grosura y la sangre, y de invalidar mi pacto con todas
vuestras abominaciones. 8Pues no habéis guardado lo establecido
acerca de mis cosas santas, sino que habéis puesto extranjeros como guardas de
las ordenanzas en mi santuario.
9Así ha dicho Jehová el Señor:
Ningún hijo de extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne,
entrará en mi santuario, de todos los hijos de extranjeros que están entre los
hijos de Israel. 10Y los levitas que se apartaron de mí cuando
Israel se alejó de mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad. 11Y
servirán en mi santuario como porteros a las puertas de la casa y sirvientes en
la casa; ellos matarán el holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán
ante él para servirle. 12Por cuanto les sirvieron delante de sus
ídolos, y fueron a la casa de Israel por tropezadero de maldad; por tanto, he
alzado mi mano y jurado, dice Jehová el Señor, que ellos llevarán su
iniquidad. 13No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes,
ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis cosas santísimas, sino que
llevarán su vergüenza y las abominaciones que hicieron. 14Les
pondré, pues, por guardas encargados de la custodia de la casa, para todo el
servicio de ella, y para todo lo que en ella haya de hacerse.
15Mas los sacerdotes levitas hijos
de Sadoc, que guardaron el ordenamiento del santuario cuando los hijos de
Israel se apartaron de mí, ellos se acercarán para ministrar ante mí, y delante
de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el Señor.
16Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para
servirme, y guardarán mis ordenanzas. 17Y cuando entren por las
puertas del atrio interior, se vestirán vestiduras de lino; no llevarán sobre
ellos cosa de lana, cuando ministren en las puertas del atrio interior y dentro
de la casa. 18Turbantes de lino tendrán sobre sus cabezas, y
calzoncillos de lino sobre sus lomos;a no se ceñirán
cosa que los haga sudar. 19Cuando salgan al atrio exterior, al
atrio de afuera, al pueblo, se quitarán las vestiduras con que ministraron, y
las dejarán en las cámaras del santuario,b y se vestirán
de otros vestidos, para no santificar al pueblo con sus vestiduras. 20Y
no se raparán su cabeza, ni dejarán crecer su cabello,c sino
que lo recortarán solamente. 21Ninguno de los sacerdotes beberá
vino cuando haya de entrar en el atrio interior.d
22Ni viuda ni repudiada tomará por mujer, sino que tomará virgen del
linaje de la casa de Israel, o viuda que fuere viuda de sacerdote.e
23Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo
profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio.f
24En los casos de pleito ellos estarán para juzgar; conforme a mis
juicios juzgarán; y mis leyes y mis decretos guardarán en todas mis fiestas
solemnes, y santificarán mis días de reposo.* 25No se acercarán
a hombre muerto para contaminarse;g pero por
padre o madre, hijo o hija, hermano, o hermana que no haya tenido marido, sí
podrán contaminarse. 26Y después de su purificación, le contarán
siete días. 27Y el día que entre al santuario, al atrio interior,
para ministrar en el santuario, ofrecerá su expiación, dice Jehová el Señor.
28Y habrá para ellos heredad; yo
seré su heredad,h pero no les daréis posesión
en Israel; yo soy su posesión. 29La ofrenda y la expiación y el
sacrificio por el pecado comerán, y toda cosa consagrada en Israel será de
ellos. 30Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y
toda ofrenda de todo lo que se presente de todas vuestras ofrendas, será de los
sacerdotes; asimismo daréis al sacerdote las primicias de todas vuestras masas,
para que repose la bendición en vuestras casas.i 31Ninguna
cosa mortecina ni desgarrada, así de aves como de animales, comerán los
sacerdotes.j
45
1Cuando repartáis por suertes la
tierra en heredad, apartaréis una porción para Jehová, que le consagraréis en
la tierra, de longitud de veinticinco mil cañas y diez mil de ancho; esto será
santificado en todo su territorio alrededor. 2De esto será para el
santuario quinientas cañas de longitud y quinientas de ancho, en cuadro
alrededor; y cincuenta codos en derredor para sus ejidos. 3Y de
esta medida medirás en longitud veinticinco mil cañas, y en ancho diez mil, en
lo cual estará el santuario y el lugar santísimo. 4Lo consagrado
de esta tierra será para los sacerdotes, ministros del santuario, que se
acercan para ministrar a Jehová; y servirá de lugar para sus casas, y como
recinto sagrado para el santuario. 5Asimismo veinticinco mil cañas
de longitud y diez mil de ancho, lo cual será para los levitas ministros de la
casa, como posesión para sí, con veinte cámaras.
6Para propiedad de la ciudad
señalaréis cinco mil de anchura y veinticinco mil de longitud, delante de lo
que se apartó para el santuario; será para toda la casa de Israel.
7Y la parte del príncipe estará
junto a lo que se apartó para el santuario, de uno y otro lado, y junto a la
posesión de la ciudad, delante de lo que se apartó para el santuario, y delante
de la posesión de la ciudad, desde el extremo occidental hasta el extremo
oriental, y la longitud será desde el límite occidental hasta el límite
oriental. 8Esta tierra tendrá por posesión en Israel, y nunca más
mis príncipes oprimirán a mi pueblo; y darán la tierra a la casa de Israel
conforme a sus tribus.
9Así ha dicho Jehová el Señor:
¡Basta ya, oh príncipes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña. Haced juicio
y justicia; quitad vuestras imposiciones de sobre mi pueblo, dice Jehová el
Señor.
10Balanzas justas, efa justo, y
bato justo tendréis.a 11El efa y el
bato serán de una misma medida: que el bato tenga la décima parte del homer, y
la décima parte del homer el efa; la medida de ellos será según el homer.
12Y el siclo será de veinte geras. Veinte siclos, veinticinco siclos,
quince siclos, os serán una mina.
13Esta será la ofrenda que
ofreceréis: la sexta parte de un efa por cada homer del trigo, y la sexta parte
de un efa por cada homer de la cebada. 14La ordenanza para el
aceite será que ofreceréis un bato de aceite, que es la décima parte de un
coro; diez batos harán un homer; porque diez batos son un homer. 15Y
una cordera del rebaño de doscientas, de las engordadas de Israel, para
sacrificio, y para holocausto y para ofrendas de paz, para expiación por ellos,
dice Jehová el Señor. 16Todo el pueblo de la tierra estará
obligado a dar esta ofrenda para el príncipe de Israel. 17Mas al
príncipe corresponderá el dar el holocausto y el sacrificio y la libación en
las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los días de reposo* y en
todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda,
el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de
Israel.
18Así ha dicho Jehová el Señor: El
mes primero, el día primero del mes, tomarás de la vacada un becerro sin
defecto, y purificarás el santuario. 19Y el sacerdote tomará de la
sangre de la expiación, y pondrá sobre los postes de la casa, y sobre los
cuatro ángulos del descanso del altar, y sobre los postes de las puertas del
atrio interior. 20Así harás el séptimo día del mes para los que
pecaron por error y por engaño, y harás expiación por la casa.
21El mes primero, a los catorce
días del mes, tendréis la pascua, fiesta de siete días; se comerá pan sin
levadura.b 22Aquel día el príncipe
sacrificará por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un becerro por el
pecado. 23Y en los siete días de la fiesta solemne ofrecerá
holocausto a Jehová, siete becerros y siete carneros sin defecto, cada día de
los siete días; y por el pecado un macho cabrío cada día. 24Y con
cada becerro ofrecerá ofrenda de un efa, y con cada carnero un efa; y por cada
efa un hin de aceite. 25En el mes séptimo, a los quince días del
mes, en la fiesta, hará como en estos siete díasc en
cuanto a la expiación, en cuanto al holocausto, en cuanto al presente y en
cuanto al aceite.[2]
Isaías 64
64
1¡Oh, si rompieses los cielos, y
descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes, 2como
fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que
hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu
presencia! 3Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca
esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti. 4Ni
nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que
hiciese por el que en él espera.a 5Saliste al
encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban de ti en
tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos
perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser salvos? 6Si bien
todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de
inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos
llevaron como viento. 7Nadie hay que invoque tu nombre, que se
despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y
nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.
8Ahora pues, Jehová, tú eres
nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus
manos somos todos nosotros. 9No te enojes sobremanera, Jehová, ni
tengas perpetua memoria de la iniquidad; he aquí, mira ahora, pueblo tuyo somos
todos nosotros. 10Tus santas ciudades están desiertas, Sion es un
desierto, Jerusalén una soledad. 11La casa de nuestro santuario y
de nuestra gloria, en la cual te alabaron nuestros padres, fue consumida al
fuego; y todas nuestras cosas preciosas han sido destruidas. 12¿Te
estarás quieto, oh Jehová, sobre estas cosas? ¿Callarás, y nos afligirás
sobremanera?[3]
a a 4.4: Dt. 8.3.
b b 4.8: Dt. 6.13.
c c 4.10: Sal. 91.11.
d d 4.11: Sal. 91.12.
e e 4.12: Dt. 6.16.
* Aquí equivale a sábado.
f f 4.18–19: Is. 61.1–2.
g g 4.24: Jn. 4.44.
h h 4.25: 1 R. 17.1.
i i 4.26: 1 R. 17.8–16.
j j 4.27: 2 R. 5.1–14.
[1] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Lc
3.38-4.30
a a 44.17–18: Ex. 28.39–43; Lv. 16.4.
b b 44.19: Lv. 16.23.
c c 44.20: Lv. 21.5.
d d 44.21: Lv. 10.9.
e e 44.22: Lv. 21.7, 13–14.
f f 44.23: Lv. 10.10.
* Aquí
equivale a sábado.
g
g 44.25: Lv. 21.1–4.
h
h 44.28: Nm. 18.20.
i
i 44.29–30: Nm. 18.8–19.
j j 44.31: Lv. 22.8.
a a 45.10: Lv. 19.36.
* Aquí
equivale a sábado.
b b 45.21: Ex. 12.1–20; Nm. 28.16–25.
c c 45.25: Lv. 23.33–36; Nm. 29.12–38.
[2] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Ez
43.27-45.25
a a 64.4: 1 Co. 2.9.
[3] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Is
63.19-64.12
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué piensas al respecto?