¡Por qué terminarás este año
en Esplendor!
¡Te lo ha jurado Dios!
Por Riqui Ricón*
Porque esto me será como en
los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la
tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. Porque
los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi
misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene
misericordia de ti (Isa 54.9-10).
¡Asombroso!
El Nuevo
Pacto en la Sangre de Jesús es el mejor Pacto, establecido sobre mejores
promesas, por medio del cual, después de haber sido justificado(a) y perdonado(a)
al ser derramada Su Vida y Su Sangre, ahora tú has sido adoptado(a)
legítimamente como un(a) Hijo(a) de Dios.
Así es,
porque Él lo juró con Su Palabra, ahora Dios te mira y te trata como un Padre
mira y trata a Su Hijo(a).
Porque te extenderás a la mano
derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará
las ciudades asoladas. No temas, pues no serás confundida; y no te
avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza
de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque
tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor,
el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado (Isa
54.3-5).
La relación
con Dios cambia radicalmente a través del Nuevo Pacto: ahora no importa más lo
que hiciste, ni lo que estés haciendo, sino lo que Jesús hizo por Amor a ti. Se
te ha dado la oportunidad de dejar todo el pasado atrás y Nacer de Nuevo a una Vida
Plena y Abundante como Hijo(a) del Rey.
Ahora, sin
importar el problema, la angustia o enfermedad que estés enfrentando, el tiempo
del Esplendor de la Gloria de Dios ha venido sobre de ti. ¡Te extenderás a la
mano derecha y a la mano izquierda!
No temas,
pues no serás confundido(a); y no te avergüences, porque no serás afrentado(a),
sino que te olvidarás de todo el pasado que te condena.
¡Ahora el
Todopoderoso Dios es tu propio Padre!
Y a vosotros, estando muertos
en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con
él, perdonándoos todos los pecados,
anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era
contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz (Col 2.13-15).
Ser un(a)
Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo significa vivir esa Vida Plena y Abundante
en justicia y santidad que Él decretó, con Su Palabra, que te pertenece a ti.
No se trata de lo que hagas o dejes de hacer sino de si puedes creer que ahora
eres ese(a) Hijo(a) que Dios dice que eres.
Se trata de
creer que la Biblia es la palabra de Dios y, por lo tanto, todo lo que en ella
está escrito son las Palabras que salieron de la boca de Dios, son la Verdad y
se van a cumplir todas; primero el cielo y la tierra dejan de existir antes que
la Palabra de Dios deje de cumplirse.
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn
3.16-17).
Se trata de
realmente creer que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo
antes que perderte a ti.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados
hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente,
como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
Se trata de
creer que ahora, en Verdad eres un(a) Hijo(a) amado(a) de Dios.
Porque en él habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él,
que es la cabeza de todo principado y potestad (Col
2.9-10)..
Mientras
sigas escuchando las voces de fracaso y derrota que te dicen que no vales, ni sirves, ni puedes; que sigues
siendo la misma persona que eras antes, pecadora, miedosa, irresponsable, etc.,
entonces, seguirás viviendo una mentira, luchando contra el miedo, la angustia,
la enfermedad y la condenación.
¡Qué
contraste con la Escritura que te afirma que tú estás completo(a) en Cristo y
que toda la Plenitud de Dios está en Él y, por lo tanto, también está en ti!
Si vosotros permaneciereis en
mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31b-32).
Sólo
permaneciendo en la Palabra de Dios encontrarás acceso a semejante libertad. Todo
esto es Verdad al que puede creer la Palabra de Dios, pues al que cree TODO le
es posible.
La Plenitud de Dios, esta forma de
vivir en paz, con gozo y lleno(a) de amor, es aplicable a todas las áreas de tu
vida: en la salud, las finanzas, las relaciones familiares y personales, el
desempeño profesional, el hogar, etc. Pues, cuando sabes que sabes, que ahora
eres un(a) Hijo(a) del Rey del Universo y que tienes derechos y privilegios
divinos (así como obligaciones), los problemas y circunstancias de tu entorno
no te volverán a engañar para ponerte en la condición de víctima.
Mas vosotros sois linaje
escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que
ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado
misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia (1 P
2.9-10).
Amado(a), aunque tú no lo creas, tú
eres y serás siempre la persona que Dios dice en Su Palabra que tú ahora eres.
Si lo crees o no lo crees, eso no cambia la Verdad; tan sólo cambia el hecho
que tú puedas vivir EN la Verdad o no. Con tu fe [creyéndole a Dios, creyendo
Su Palabra] tú haces posible el vivir esa Vida Plena y Abundante que YA fue
comprada y preparada para ti.
Y muchas veces le echa en el
fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia
de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que
cree todo le es posible (Mar 9.22-23).
¡SI! Jesús ya lo hizo todo por
amor a ti y ahora todo depende de que tú puedas creer.
Así que, Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones
sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas (Isa 54.2).
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en este
momento estoy dispuesto(a) a declarar con todo mi corazón que SI CREO. Creo que
la Biblia es Tu Palabra y creo que lo que Tú hiciste por mí al morir en esa
cruz, Señor Jesús, me establece y afirma en la condición de Hijo(a) Tuyo(a).
Creo que ahora tengo esa Nueva condición: soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a)
de Nuevo. Sé y declararé toda mi vida que soy amado(a) por Ti, oh Dios; que
nunca me has dejado ni me dejarás. No temeré a nada, ni a nadie, porque Tú
estás conmigo; Tú me redimiste; me pusiste nombre, Tuyo yo soy. Tú Palabra es
la Verdad y yo soy la persona totalmente Nueva que Tú dices que ahora soy. No
voy a escuchar, ni a creer, las voces de fracaso y derrota que quieren impedir
que me manifieste en la Plenitud de Vida que voy a vivir. En todas las cosas
soy más que vencedor(a) por medio de
Aquel que me amó, pues TODO lo puedo en Cristo que me fortalece. En Tu Palabra,
Señor, me declaro libre, sano(a), próspero(a) y lleno(a) del gozo, paz y amor
que Tú, y sólo Tú, Señor Jesús, me das. Por lo tanto, no voy a temes, solamente
creeré. Me extiendo hacia la Vida Plena y Abundante que Tú adquiriste para mí. En
el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu
atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo
creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para
pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día
de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre
preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te
invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú
seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre
19 Col
1.24-2.19 / Ez 27-28
/ Isa 54
RV60
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre
19 Col
1.24-2.19 / Ez 27-28
/ Isa 54
Colosenses
1.24-2.19
Ministerio de Pablo a los gentiles
24Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en
mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la
iglesia; 25de la cual fui hecho ministro, según la administración
de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la
palabra de Dios, 26el misterio que había estado oculto desde los
siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27a
quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio
entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, 28a
quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda
sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; 29para
lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa
poderosamente en mí.
2
1Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por
vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto
mi rostro; 2para que sean consolados sus corazones, unidos en
amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de
conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, 3en quien están
escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. 4Y
esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. 5Porque
aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros,
gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
6Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor
Jesucristo, andad en él; 7arraigados y sobreedificados en él, y
confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de
gracias.
Plenitud de vida en Cristo
8Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas
sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del
mundo, y no según Cristo. 9Porque en él habita corporalmente toda
la plenitud de la Deidad, 10y vosotros estáis completos en él, que
es la cabeza de todo principado y potestad. 11En él también
fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros
el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12sepultados
con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante
la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.a 13Y
a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne,
os dio vida juntamente con él,b perdonándoos todos los
pecados, 14anulando el acta de los decretos que había contra
nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la
cruz,c
15y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió
públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
16Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en
cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,d*
17todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de
Cristo. 18Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y
culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado
por su propia mente carnal, 19y no asiéndose de la Cabeza, en
virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y
ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.e[1]
Ezequiel
27-28
27
1Vino a mí palabra de Jehová,
diciendo: 2Tú, hijo de hombre, levanta endechas sobre Tiro.
3Dirás a Tiro, que está asentada a las orillas del mar, la que trafica
con los pueblos de muchas costas: Así ha dicho Jehová el Señor: Tiro, tú has
dicho: Yo soy de perfecta hermosura. 4En el corazón de los mares
están tus confines; los que te edificaron completaron tu belleza. 5De
hayas del monte Senir te fabricaron todo el maderaje; tomaron cedros del Líbano
para hacerte el mástil. 6De encinas de Basán hicieron tus remos;
tus bancos de pino de las costas de Quitim, incrustados de marfil. 7De
lino fino bordado de Egipto era tu cortina, para que te sirviese de vela; de
azul y púrpura de las costas de Elisa era tu pabellón. 8Los
moradores de Sidón y de Arvad fueron tus remeros; tus sabios, oh Tiro, estaban
en ti; ellos fueron tus pilotos. 9Los ancianos de Gebal y sus más
hábiles obreros calafateaban tus junturas; todas las naves del mar y los
remeros de ellas fueron a ti para negociar, para participar de tus negocios.
10Persas y los de Lud y Fut fueron
en tu ejército tus hombres de guerra; escudos y yelmos colgaron en ti; ellos te
dieron tu esplendor. 11Y los hijos de Arvad con tu ejército
estuvieron sobre tus muros alrededor, y los gamadeos en tus torres; sus escudos
colgaron sobre tus muros alrededor; ellos completaron tu hermosura.
12Tarsis comerciaba contigo por la
abundancia de todas tus riquezas; con plata, hierro, estaño y plomo comerciaba
en tus ferias. 13Javán, Tubal y Mesec comerciaban también contigo;
con hombres y con utensilios de bronce comerciaban en tus ferias. 14Los
de la casa de Togarma, con caballos y corceles de guerra y mulos, comerciaban
en tu mercado. 15Los hijos de Dedán traficaban contigo; muchas
costas tomaban mercadería de tu mano; colmillos de marfil y ébano te dieron por
sus pagos. 16Edom traficaba contigo por la multitud de tus
productos; con perlas, púrpura, vestidos bordados, linos finos, corales y
rubíes venía a tus ferias. 17Judá y la tierra de Israel
comerciaban contigo; con trigos de Minit y Panag, miel, aceite y resina
negociaban en tus mercados. 18Damasco comerciaba contigo por tus
muchos productos, por la abundancia de toda riqueza; con vino de Helbón y lana
blanca negociaban. 19Asimismo Dan y el errante Javán vinieron a
tus ferias, para negociar en tu mercado con hierro labrado, mirra destilada y
caña aromática. 20Dedán comerciaba contigo en paños preciosos para
carros. 21Arabia y todos los príncipes de Cedar traficaban contigo
en corderos y carneros y machos cabríos; en estas cosas fueron tus mercaderes.
22Los mercaderes de Sabá y de Raama fueron también tus mercaderes; con
lo principal de toda especiería, y toda piedra preciosa, y oro, vinieron a tus
ferias. 23Harán, Cane, Edén, y los mercaderes de Sabá, de Asiria y
de Quilmad, contrataban contigo. 24Estos mercaderes tuyos
negociaban contigo en varias cosas; en mantos de azul y bordados, y en cajas de
ropas preciosas, enlazadas con cordones, y en madera de cedro.
25Las naves de Tarsis eran como tus
caravanas que traían tus mercancías; así llegaste a ser opulenta, te multiplicaste
en gran manera en medio de los mares. 26En muchas aguas te
engolfaron tus remeros; viento solano te quebrantó en medio de los mares.
27Tus riquezas, tus mercaderías, tu tráfico, tus remeros, tus pilotos,
tus calafateadores y los agentes de tus negocios, y todos tus hombres de guerra
que hay en ti, con toda tu compañía que en medio de ti se halla, caerán en
medio de los mares el día de tu caída. 28Al estrépito de las voces
de tus marineros temblarán las costas. 29Descenderán de sus naves
todos los que toman remo; remeros y todos los pilotos del mar se quedarán en
tierra, 30y harán oír su voz sobre ti, y gritarán amargamente, y
echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en ceniza. 31Se
raerán por ti los cabellos, se ceñirán de cilicio, y endecharán por ti endechas
amargas, con amargura del alma. 32Y levantarán sobre ti endechas
en sus lamentaciones, y endecharán sobre ti, diciendo: ¿Quién como Tiro, como
la destruida en medio del mar? 33Cuando tus mercaderías salían de
las naves, saciabas a muchos pueblos; a los reyes de la tierra enriqueciste con
la multitud de tus riquezas y de tu comercio. 34En el tiempo en
que seas quebrantada por los mares en lo profundo de las aguas, tu comercio y
toda tu compañía caerán en medio de ti. 35Todos los moradores de
las costas se maravillarán sobre ti, y sus reyes temblarán de espanto;
demudarán sus rostros. 36Los mercaderes en los pueblos silbarán
contra ti; vendrás a ser espanto, y para siempre dejarás de ser.a
28
1Vino a mí palabra de Jehová,
diciendo: 2Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho
Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios,
en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares(siendo tú hombre y no
Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios; 3he aquí que
tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto. 4Con
tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y
plata en tus tesoros. 5Con la grandeza de tu sabiduría en tus
contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha
enaltecido tu corazón. 6Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor:
Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, 7por tanto, he
aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones, que
desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu
esplendor. 8Al sepulcro te harán descender, y morirás con la
muerte de los que mueren en medio de los mares. 9¿Hablarás delante
del que te mate, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano
de tu matador. 10De muerte de incircuncisos morirás por mano de
extranjeros; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.
11Vino a mí palabra de Jehová,
diciendo: 12Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro,
y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno
de sabiduría, y acabado de hermosura. 13En Edén, en el huerto de
Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina,
topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y
oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en
el día de tu creación. 14Tú, querubín grande, protector, yo te
puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de
fuego te paseabas. 15Perfecto eras en todos tus caminos desde el
día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16A causa
de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por
lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del
fuego, oh querubín protector. 17Se enalteció tu corazón a causa de
tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré
por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18Con
la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste
tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y
te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
19Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre
ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
Profecía contra Sidón
20Vino a mí palabra de Jehová,
diciendo: 21Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón,a
y profetiza contra ella, 22y dirás: Así ha dicho Jehová el Señor:
He aquí yo estoy contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y
sabrán que yo soy Jehová, cuando haga en ella juicios, y en ella me
santifique. 23Enviaré a ella pestilencia y sangre en sus calles, y
caerán muertos en medio de ella, con espada contra ella por todos lados; y
sabrán que yo soy Jehová.
24Y nunca más será a la casa de
Israel espina desgarradora, ni aguijón que le dé dolor, en medio de cuantos la
rodean y la menosprecian; y sabrán que yo soy Jehová.
25Así ha dicho Jehová el Señor:
Cuando recoja a la casa de Israel de los pueblos entre los cuales está
esparcida, entonces me santificaré en ellos ante los ojos de las naciones, y
habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob. 26Y
habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y vivirán
confiadamente, cuando yo haga juicios en todos los que los despojan en sus
alrededores; y sabrán que yo soy Jehová su Dios.[2]
Isaías 54
El amor eterno de Jehová hacia Israel
54
1Regocíjate, oh estéril, la que no
daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto;
porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada,a
ha dicho Jehová. 2Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas
de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y
refuerza tus estacas. 3Porque te extenderás a la mano derecha y a
la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades
asoladas.
4No temas, pues no serás confundida;
y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la
vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.
5Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y
tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. 6Porque
como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la
esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. 7Por un
breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. 8Con
un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia
eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor.
9Porque esto me será como en los
días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la
tierra;b así he jurado que no me enojaré contra ti, ni
te reñiré. 10Porque los montes se moverán, y los collados
temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se
quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
11Pobrecita, fatigada con
tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo,
y sobre zafiros te fundaré. 12Tus ventanas pondré de piedras
preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras
preciosas.c 13Y todos tus hijos serán
enseñados por Jehová;d y se multiplicará la paz de
tus hijos. 14Con justicia serás adornada; estarás lejos de
opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti. 15Si
alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare,
delante de ti caerá. 16He aquí que yo hice al herrero que sopla
las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado
al destruidor para destruir. 17Ninguna arma forjada contra ti
prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta
es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo
Jehová.[3]
a a 2.12: Ro. 6.4.
b b 2.13: Ef. 2.1–5.
c c 2.14: Ef. 2.15.
d d 2.16: Ro. 14.1–6.
* Aquí equivale a sábado.
e e 2.19: Ef. 4.16.
[1] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Col
1.23-2.19
a a 27.25–36: Ap. 18.11–19.
a a 28.20–26: Jl. 3.4–8; Zac. 9.1–2; Mt.
11.21–22; Lc. 10.13–14.
[2] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Ez
26.21-28.26
a a 54.1: Gá. 4.27.
b b 54.9: Gn. 9.8–17.
c c 54.11–12: Ap. 21.18–21.
d d 54.13: Jn. 6.45.
[3] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Is
53.12-54.17
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