jueves, 26 de noviembre de 2020

¿Cuál es el verdadero Evangelio?

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26 de Noviembre

¿Cuál es el verdadero Evangelio?


¡No hay otro evangelio!

Por Riqui Ricón*

No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo (Gal 1.7).

En la carta a los Gálatas la Escritura nos enseña a tener cuidado de no cambiar de evangelio; de hecho, no existen varios evangelios, solamente hay un evangelio y es el evangelio de Jesucristo: y éste es que Dios te ama de tal manera que entregó a Su único Hijo, Jesús, para que creas en Él y no te pierdas sino tengas Vida Eterna; pues Dios no envió a Su Hijo al mundo para condenarte, sino para que alcanzaras la plenitud de vida por medio de Él (Jn 3.16-17).

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.  Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;  que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación…  Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Co 5.17-19,21).

Si alguien está unido a Cristo, se convierte en un ser nuevo que ha dejado lo viejo atrás ¡y está totalmente renovado! Todo lo nuevo viene de Dios, quien nos ha reconciliado con él a través de Cristo y nos ha dado el trabajo de reconciliar a toda la gente con él. Lo que quiero decir es que a través de Cristo, Dios estaba tratando de reconciliar al mundo con él, sin tener en cuenta los pecados de nadie. Ese es el mensaje de reconciliación que nos encargó anunciar… Aunque Cristo no tenía ningún pecado, Dios lo hizo cargar con los nuestros para que por medio de él fuéramos declarados inocentes ante Dios (2 Co 5.17-19,21 PDT).

El verdadero Evangelio, las buenas noticias de Dios, es que Él te ama de una forma tan especial que, habiendo Jesucristo pagado con su vida, el precio de todos tus pecados, ahora está dispuesto a perdonarte olvidándolo todo. Pero, esto no es todo, apenas es el comienzo, ya que la justificación y el perdón de tus pecados se realizaron con el propósito expreso de que CREAS al Amor de Dios y así aceptes ser ahora Su Hijo(a).

Me dirás, cómo no voy a aceptar ser Hijo(a) de Dios. Bueno, pues hay personas que no lo aceptan, ya sea porque no lo saben o porque no lo creen, ya que a la familia de Dios se ingresa, exclusivamente, por medio de la fe en Jesús:

Para que TODO AQUEL  que en él CREE, no se pierda, mas tenga vida eterna (Jn 3.16b).

TODO AQUEL QUE CREE que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios (1 Jn 5.1a).

para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados (Hch 26.18).

Todo lo que tú tienes como Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO, proviene del Amor tan grande y hermoso que Dios siente por ti, y ahora no solamente has sido justificado(a), hecho(a) justo(a), sino que eres la justicia de Dios en Cristo Jesús.

Por eso, como Hijo(a) y Justicia de Dios tienes entrada segura para conversar con Él (orar), con la certeza de ser escuchado(a) por tu Padre celestial quién tanto te ama.

Con mi voz clamaré a Jehová; Con mi voz pediré a Jehová misericordia. Delante de él expondré mi queja; Delante de él manifestaré mi angustia… Clamé a ti, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes (Sal 142.1-2, 5).

Amado(a), sea cual fuere la situación, problema o necesidad que estés enfrentando el día de hoy, puedes estar seguro(a) de que no estás solo(a); la Biblia, que es la Palabra de Dios, que no puede mentir, te asegura que Él no te ha dejado ni te dejará.

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento (Sal 23.4).

y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mat 28.20).

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Ro 8.31).

Gracias a Jesús puedes hoy acercarte confiadamente al trono de la gracia pues, ya alcanzaste misericordia y hallaste gracia para el oportuno socorro (He 4.16).

Así que, no permitas que las circunstancias u otras voces te aparten del evangelio; Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos (He 13.8).

Tú eres amado(a) y especial tesoro de Dios y de todo problema, angustia o enfermedad vas a salir más que vencedor(a) por medio de Aquel que te ha amado, Cristo Jesús. ¡Escrito está! ¡Es la Palabra de Dios! ¡No hay otro evangelio!

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, este día quiero agradecerte por el Evangelio de Jesucristo, Tu Hijo. Señor Jesús, muchas gracias por lo que hiciste por mí al morir en esa cruz pagando el precio de todos mis pecados; gracias porque venciste a la muerte y, con tu resurrección, ahora yo tengo Vida Eterna. Gracias porque este ha sido el Plan más perfecto y maravilloso que pueda existir: porque Tú moriste, Jesús, mi vieja naturaleza y mi viejo yo murieron en esa cruz; todas mis deudas fueron pagadas y están canceladas, ¡he sido perdonado(a)! Porque Tú vives, ahora yo vivo también. Tengo todo el derecho a vivir una vida plena y abundante que no se limita a este tiempo, ni a este mundo, ¡soy eterno(a)! Amado Dios, por Tu Amor y el puro afecto de Tu Voluntad me has hecho Tu Hijo(a) y con toda confianza puedo llamarte mi Padre, mi Papá. ¡Puedo dejar de temer! ¡No estaré angustiado(a), nunca más! ¡Me deshago del espíritu de temor y duda! ¡Soy un(a) Hijo(a) del Rey! ¡No existe problema, enfermedad o adversidad que yo no pueda vencer! ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Tu Amor, mi Señor Jesús. Gracias, por tan Buenas Noticias. ¡Todo lo puedo! En el nombre de Jesús.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Noviembre 26                                  Gal 1   /  Jer 47-48  /  Sal 142


Cápsula del día.






Puedes escuchar o descargar la lectura de la  Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones: 


RV60 




NVI





Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Noviembre 26                                  Gal 1   /  Jer 47-48  /  Sal 142

 

Gálatas 1

Salutación

1

1Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos), 2y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: 3Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, 4el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

No hay otro evangelio

6Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

10Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

El ministerio de Pablo

11Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; 12pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. 13Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba;a 14y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.b 15Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, 16revelar a su Hijo en mí,c para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, 17ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.

18Después, pasados tres años, subí a Jerusalénd para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; 19pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. 20En esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento. 21Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia, 22y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo; 23solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba. 24Y glorificaban a Dios en mí.[1]

 

   

Jeremías 47-48

Profecía sobre los filisteos

47

1Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías acerca de los filisteos,a antes que Faraón destruyese a Gaza.

2Así ha dicho Jehová: He aquí que suben aguas del norte, y se harán torrente; inundarán la tierra y su plenitud, la ciudad y los moradores de ella; y los hombres clamarán, y lamentará todo morador de la tierra. 3Por el sonido de los cascos de sus caballos, por el alboroto de sus carros, por el estruendo de sus ruedas, los padres no cuidaron a los hijos por la debilidad de sus manos; 4a causa del día que viene para destrucción de todos los filisteos, para destruir a Tiro y a Sidón todo aliado que les queda todavía; porque Jehová destruirá a los filisteos, al resto de la costa de Caftor. 5Gaza fue rapada, Ascalón ha perecido, y el resto de su valle; ¿hasta cuándo te sajarás? 6Oh espada de Jehová, ¿hasta cuándo reposarás? Vuelve a tu vaina, reposa y sosiégate. 7¿Cómo reposarás? pues Jehová te ha enviado contra Ascalón, y contra la costa del mar, allí te puso.

Profecía sobre Moab

48

1Acerca de Moab.a Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ¡Ay de Nebo! porque fue destruida y avergonzada: Quiriataim fue tomada; fue confundida Misgab, y desmayó. 2No se alabará ya más Moab; en Hesbón maquinaron mal contra ella, diciendo: Venid, y quitémosla de entre las naciones. También tú, Madmena, serás cortada; espada irá en pos de ti.

3¡Voz de clamor de Horonaim, destrucción y gran quebrantamiento! 4Moab fue quebrantada; hicieron que se oyese el clamor de sus pequeños. 5Porque a la subida de Luhit con llanto subirá el que llora; porque a la bajada de Horonaim los enemigos oyeron clamor de quebranto. 6Huid, salvad vuestra vida, y sed como retama en el desierto. 7Pues por cuanto confiaste en tus bienes y en tus tesoros, tú también serás tomada; y Quemos será llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente. 8Y vendrá destruidor a cada una de las ciudades, y ninguna ciudad escapará; se arruinará también el valle, y será destruida la llanura, como ha dicho Jehová.

9Dad alas a Moab, para que se vaya volando; pues serán desiertas sus ciudades hasta no quedar en ellas morador.

10Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová, y maldito el que detuviere de la sangre su espada.

11Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre su sedimento ha estado reposado, y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado. 12Por eso vienen días, ha dicho Jehová, en que yo le enviaré trasvasadores que le trasvasarán; y vaciarán sus vasijas, y romperán sus odres. 13Y se avergonzará Moab de Quemos, como la casa de Israel se avergonzó de Bet-el, su confianza.

14¿Cómo, pues, diréis: Somos hombres valientes, y robustos para la guerra? 15Destruido fue Moab, y sus ciudades asoladas, y sus jóvenes escogidos descendieron al degolladero, ha dicho el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos. 16Cercano está el quebrantamiento de Moab para venir, y su mal se apresura mucho. 17Compadeceos de él todos los que estáis alrededor suyo; y todos los que sabéis su nombre, decid: ¡Cómo se quebró la vara fuerte, el báculo hermoso! 18Desciende de la gloria, siéntate en tierra seca, moradora hija de Dibón; porque el destruidor de Moab subió contra ti, destruyó tus fortalezas. 19Párate en el camino, y mira, oh moradora de Aroer; pregunta a la que va huyendo, y a la que escapó; dile: ¿Qué ha acontecido? 20Se avergonzó Moab, porque fue quebrantado; lamentad y clamad; anunciad en Arnón que Moab es destruido.

21Vino juicio sobre la tierra de la llanura; sobre Holón, sobre Jahaza, sobre Mefaat, 22sobre Dibón, sobre Nebo, sobre Bet-diblataim, 23sobre Quiriataim, sobre Bet-gamul, sobre Bet-meón, 24sobre Queriot, sobre Bosra y sobre todas las ciudades de tierra de Moab, las de lejos y las de cerca. 25Cortado es el poder de Moab, y su brazo quebrantado, dice Jehová.

26Embriagadle, porque contra Jehová se engrandeció; y revuélquese Moab sobre su vómito, y sea también él por motivo de escarnio. 27¿Y no te fue a ti Israel por motivo de escarnio, como si lo tomaran entre ladrones? Porque cuando de él hablaste, tú te has burlado.

28Abandonad las ciudades y habitad en peñascos, oh moradores de Moab, y sed como la paloma que hace nido en la boca de la caverna. 29Hemos oído la soberbia de Moab, que es muy soberbio, arrogante, orgulloso, altivo y altanero de corazón. 30Yo conozco, dice Jehová, su cólera, pero no tendrá efecto; sus jactancias no le aprovecharán. 31Por tanto, yo aullaré sobre Moab; sobre todo Moab haré clamor, y sobre los hombres de Kir-hares gemiré. 32Con llanto de Jazer lloraré por ti, oh vid de Sibma; tus sarmientos pasaron el mar, llegaron hasta el mar de Jazer; sobre tu cosecha y sobre tu vendimia vino el destruidor. 33Y será cortada la alegría y el regocijo de los campos fértiles, de la tierra de Moab; y de los lagares haré que falte el vino; no pisarán con canción; la canción no será canción.

34El clamor de Hesbón llega hasta Eleale; hasta Jahaza dieron su voz; desde Zoar hasta Horonaim, becerra de tres años; porque también las aguas de Nimrim serán destruidas. 35Y exterminaré de Moab, dice Jehová, a quien sacrifique sobre los lugares altos, y a quien ofrezca incienso a sus dioses. 36Por tanto, mi corazón resonará como flautas por causa de Moab, asimismo resonará mi corazón a modo de flautas por los hombres de Kir-hares; porque perecieron las riquezas que habían hecho.

37Porque toda cabeza será rapada, y toda barba raída; sobre toda mano habrá rasguños, y cilicio sobre todo lomo. 38Sobre todos los terrados de Moab, y en sus calles, todo él será llanto; porque yo quebranté a Moab como a vasija que no agrada, dice Jehová. 39¡Lamentad! ¡Cómo ha sido quebrantado! ¡Cómo volvió la espalda Moab, y fue avergonzado! Fue Moab objeto de escarnio y de espanto a todos los que están en sus alrededores. 40Porque así ha dicho Jehová: He aquí que como águila volará, y extenderá sus alas contra Moab. 41Tomadas serán las ciudades, y tomadas serán las fortalezas; y será aquel día el corazón de los valientes de Moab como el corazón de mujer en angustias. 42Y Moab será destruido hasta dejar de ser pueblo, porque se engrandeció contra Jehová. 43Miedo y hoyo y lazo contra ti, oh morador de Moab, dice Jehová. 44El que huyere del miedo caerá en el hoyo, y el que saliere del hoyo será preso en el lazo; porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su castigo, dice Jehová.

45A la sombra de Hesbón se pararon sin fuerzas los que huían; mas salió fuego de Hesbón, y llama de en medio de Sehón, y quemó el rincón de Moab, y la coronilla de los hijos revoltosos. 46¡Ay de ti, Moab! pereció el pueblo de Quemos; porque tus hijos fueron puestos presos para cautividad, y tus hijas para cautiverio. 47Pero haré volver a los cautivos de Moab en lo postrero de los tiempos, dice Jehová. Hasta aquí es el juicio de Moab.[2]

 

       

SALMO 142

 

Petición de ayuda en medio de la prueba

Masquil de David. Oración que hizo cuando estaba en la cueva.a

     1     Con mi voz clamaré a Jehová;

Con mi voz pediré a Jehová misericordia.

     2     Delante de él expondré mi queja;

Delante de él manifestaré mi angustia.

     3     Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda.

En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

     4     Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;

No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.

     5     Clamé a ti, oh Jehová;

Dije: Tú eres mi esperanza,

Y mi porción en la tierra de los vivientes.

     6     Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido.

Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

     7     Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;

Me rodearán los justos,

Porque tú me serás propicio.[3]



a a 1.13: Hch. 8.3; 22.4–5; 26.9–11.

b b 1.14: Hch. 22.3.

c c 1.15–16: Hch. 9.3–6; 22.6–10; 26.13–18.

d d 1.18: Hch. 9.26–30.

[1] Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. 2 Co 13.14-Gl 1.24

a a 47.1–7: Is. 14.29–31; Ez. 25.15–17; Jl. 3.4–8; Am. 1.6–8; Sof. 2.4–7; Zac. 9.5–7.

a a 48.1–47: Is. 15.1—16.14; 25.10–12; Ez. 25.8–11; Am. 2.1–3; Sof. 2.8–11.

[2] Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Jr 46.28-48.47

a a 142 tít.: 1 S. 22.1; 24.3.

[3] Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Sal 141.10-142.7

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