¡Cómo ser Perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra!
¡Dios ha hablado a tu favor!
Por Riqui Ricón*
Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra (2 Ti 3.16-17).
El día de hoy, pido a
nuestro Padre celestial y al Espíritu Santo, que está en ti, que te ayuden a
nunca desestimar la importancia del papel que desempeña la Biblia en tu vida.
Pido para que hagas del estudio y meditación de la Palabra de Dios el asunto
más relevante de cada día.
Yo sé que tú trabajas o
estudias; que tus días comienzan muy temprano; que tienes que atender a tu familia,
realizar tus proyectos, proveer para los de tu casa y que apenas tienes tiempo
para terminar todas las cosas que has de hacer cada día.
Sin embargo, para todo
eso necesitas sabiduría y dirección, fortaleza y sanidad, restitución y prosperidad,
además de paz y gozo. Todo esto solamente lo podrás obtener de la Palabra de
Dios.
Por tanto, mi pueblo fue
llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y
su multitud se secó de sed (Isa 5.13).
Muchos Hijos de Dios
Nacidos de Nuevo, honestos y sinceros creyentes, están continuamente tropezando
ante las aflicciones del mundo y no logran manifestar la paz que una vida en
victoria debe traer a sus vidas.
Os he dicho todas estas cosas para que en mí encontréis vuestra paz.
Siempre tendréis en el mundo pruebas que os afligirán, pero confiad en mí,
porque yo he vencido al mundo (Jn 16.33 CST).
Es en la Biblia, la
Palabra de Dios, que están las respuestas a cada una de las necesidades y retos
que vas a enfrentar el día de hoy. En ella están la sabiduría y consejo para
que tomes las decisiones correctas. Sólo de la Biblia fluyen el gozo y la paz
que son tu derecho como un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.
Lámpara es a mis pies tu
palabra, Y lumbrera a mi camino… La exposición de tus palabras alumbra; Hace
entender a los simples… Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para
ellos tropiezo… Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son
el gozo de mi corazón (Sal 119.105, 130, 165, 111).
La lectura y
meditación diaria de la Biblia traerá luz en tu camino; alumbrará tu
entendimiento; traerá paz a tu vida y no tropezarás con nada. La Biblia es tu
verdadera herencia y ella traerá el gozo a tu corazón.
Dijo entonces Jesús a los
judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra,
seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres (Jn 8.31-32).
¡La Biblia es la única Verdad que te puede hacer libre!
Tenemos también la palabra
profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una
antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero
de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero
esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque
nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres
de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 P
1.19-21).
Recuerda siempre que, aunque
Dios quisiera, Él no puede mentir, pues toda palabra que sale de Su boca tiene
el poder para hacerse cumplir en sí misma: ¡es la Palabra de Dios!
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn
3.16-17).
Así que, si la Biblia
dice que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que
perderte a ti, entonces, puedes estar total y absolutamente convencido(a) que
Dios te ama de esa forma.
Como la fe viene por el
oír la Palabra de Dios, puedes tener la certeza que:
1. Por Amor has sido hecha(o) Hija(o) de Dios,
Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado,
¡hasta llega a hacer posible que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que
de verdad somos. Por eso la gente del mundo no nos conoce, pues el mundo no
conoce a Dios (1 Jn 3.1).
2. Has vencido y
vencerás porque Dios está contigo,
Hijitos, vosotros sois de
Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que
está en el mundo (1 Jn 4.4).
3. No hay nada que no
puedas hacer bien,
Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece (Fil 4.13).
4. Sea cual sea la enfermedad,
angustia o tribulación que estés enfrentando el día de hoy, Dios es el que te
guarda y protege en toda adversidad,
Jehová es tu guardador; Jehová
es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, Ni la luna de
noche. Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará
tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre (Sal
121.5-8).
Sabemos que todo aquel que ha
nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios
le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 5.18).
Aunque ande en valle de sombra
de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado
me infundirán aliento (Sal 23.4).
Por esto,
aunque el día de hoy te encuentres enfrentando problemas, enfermedades o
aflicciones, puedes tener gozo y paz. Así es, gozo y paz en medio de la más
tremenda de las aflicciones. ¿Cómo puede ser esto posible? Esto es posible sólo
cuando sabes que sabes que tienes la Palabra de Dios, la Palabra de Honor de tu
Padre celestial, obrando a tu favor.
Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Ro 8.37).
Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados (Ro 8.28).
Así que, ¡no hay forma en que
puedas perder en este mundo!
Entonces, ¿qué sucede con
los que no conocen la Verdad? Son llevados cautivos por el espíritu de temor
hacia una vida llena de dudas y miedos. Pero, esto no será así para ti. Tú eres
escogido(a) de Dios y tu vida ha cambiado totalmente gracias a la Sangre del
Cordero de Dios, Cristo Jesús.
¡Tú eres un(a)
legítimo(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial,
hoy quiero agradecerte por la Verdad de Tu Palabra que es Cristo Jesús mi Señor
y Salvador. Me determino hacer de este día el mejor de mis días pues tengo Tu
Palabra para lograrlo. De todos mis pecados me arrepiento y te pido perdón,
sobre todo por dar lugar a la duda y al temor. De acuerdo a tu Palabra, la
Biblia, hoy me declaro Sano(a) de toda enfermedad; soy Prospero(a) delante de
la pobreza y la escasez; soy Libre para vivir la vida plena y abundante que Tú,
Señor Jesús, ganaste para mí. Voy a leer y meditar Tu Palabra todos los días de
mi vida y la guardaré en mi corazón para hacer todo lo que en ella está escrito
pues entonces haré prosperar mi camino y
todo me saldrá bien. No voy a temer, solamente voy a creer. No existe problema,
angustia o enfermedad de la cual no vaya a salir más que vencedor(a) por medio
de Tu Amor. En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el
Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu
atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo
creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para
pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día
de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre
preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te
invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú
seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Noviembre
7 2 Tim 3
/
Jer 9-10/ Sal 123
RV60
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Noviembre
7 2 Tim 3
/
Jer 9-10/ Sal 123
2
Timoteo 3
Carácter de los hombres en los postreros días
3
1También debes saber esto: que en
los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2Porque habrá
hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3sin afecto natural,
implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
4traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de
Dios, 5que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia
de ella; a éstos evita. 6Porque de éstos son los que se meten en
las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas
por diversas concupiscencias. 7Estas siempre están aprendiendo, y
nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8Y de la manera
que Janes y Jambres resistieron a Moisés,a así también éstos
resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a
la fe. 9Mas no irán más adelante; porque su insensatez será
manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos.
10Pero tú has seguido mi doctrina,
conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11persecuciones,
padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía,b en
Iconio,c
en Listra;d persecuciones que he sufrido, y de todas me
ha librado el Señor. 12Y también todos los que quieren vivir
piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13mas los
malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo
engañados. 14Pero persiste tú en lo que has aprendido y te
persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15y que desde la
niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para
la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16Toda la Escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.[1]
Jeremías
9-10
9
1¡Oh, si mi cabeza se hiciese
aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos
de la hija de mi pueblo! 2¡Oh, quién me diese en el desierto un
albergue de caminantes, para que dejase a mi pueblo, y de ellos me apartase!
Porque todos ellos son adúlteros, congregación de prevaricadores. 3Hicieron
que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se fortalecieron para la
verdad en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido,
dice Jehová.
4Guárdese cada uno de su compañero,
y en ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano engaña con falacia, y
todo compañero anda calumniando. 5Y cada uno engaña a su
compañero, y ninguno habla verdad; acostumbraron su lengua a hablar mentira, se
ocupan de actuar perversamente. 6Su morada está en medio del
engaño; por muy engañadores no quisieron conocerme, dice Jehová.
7Por tanto, así ha dicho Jehová de
los ejércitos: He aquí que yo los refinaré y los probaré; porque ¿qué más he de
hacer por la hija de mi pueblo? 8Saeta afilada es la lengua de
ellos; engaño habla; con su boca dice paz a su amigo, y dentro de sí pone sus
asechanzas. 9¿No los he de castigar por estas cosas? dice Jehová.
De tal nación, ¿no se vengará mi alma?
10Por los montes levantaré lloro y
lamentación, y llanto por los pastizales del desierto; porque fueron desolados
hasta no quedar quien pase, ni oírse bramido de ganado; desde las aves del
cielo hasta las bestias de la tierra huyeron, y se fueron. 11Reduciré
a Jerusalén a un montón de ruinas, morada de chacales; y convertiré las
ciudades de Judá en desolación en que no quede morador.
Amenaza de ruina y exilio
12¿Quién es varón sabio que
entienda esto? ¿y a quién habló la boca de Jehová, para que pueda declararlo?
¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como desierto, hasta no
haber quien pase? 13Dijo Jehová: Porque dejaron mi ley, la cual di
delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella;
14antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los
baales, según les enseñaron sus padres. 15Por tanto, así ha dicho
Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que a este pueblo yo les daré
a comer ajenjo, y les daré a beber aguas de hiel. 16Y los
esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron; y enviaré
espada en pos de ellos, hasta que los acabe.
17Así dice Jehová de los ejércitos:
Considerad, y llamad plañideras que vengan; buscad a las hábiles en su oficio;
18y dense prisa, y levanten llanto por nosotros, y desháganse nuestros
ojos en lágrimas, y nuestros párpados se destilen en aguas. 19Porque
de Sion fue oída voz de endecha: ¡Cómo hemos sido destruidos! En gran manera
hemos sido avergonzados, porque abandonamos la tierra, porque han destruido
nuestras moradas.
20Oíd, pues, oh mujeres, palabra de
Jehová, y vuestro oído reciba la palabra de su boca: Enseñad endechas a
vuestras hijas, y lamentación cada una a su amiga. 21Porque la
muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, para
exterminar a los niños de las calles, a los jóvenes de las plazas. 22Habla:
Así ha dicho Jehová: Los cuerpos de los hombres muertos caerán como estiércol
sobre la faz del campo, y como manojo tras el segador, que no hay quien lo
recoja.
El conocimiento de Dios es la gloria del hombre
23Así dijo Jehová: No se alabe el
sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se
alabe en sus riquezas. 24Mas alábese en esto el que se hubiere de
alabar: en entenderme y conocerme,a que yo soy Jehová, que hago
misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice
Jehová.
25He aquí que vienen días, dice
Jehová, en que castigaré a todo circuncidado, y a todo incircunciso; 26a
Egipto y a Judá, a Edom y a los hijos de Amón y de Moab, y a todos los
arrinconados en el postrer rincón, los que moran en el desierto; porque todas
las naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de
corazón.
Los falsos dioses y el Dios verdadero
10
1Oíd la palabra que Jehová ha
hablado sobre vosotros, oh casa de Israel. 2Así dijo Jehová: No
aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor,
aunque las naciones las teman. 3Porque las costumbres de los
pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice
con buril. 4Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo
afirman para que no se mueva. 5Derechos están como palmera, y no
hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque
ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
6No hay semejante a ti, oh Jehová;
grande eres tú, y grande tu nombre en poderío. 7¿Quién no te
temerá, oh Rey de las naciones?a Porque a ti es debido el
temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no
hay semejante a ti. 8Todos se infatuarán y entontecerán. Enseñanza
de vanidades es el leño. 9Traerán plata batida de Tarsis y oro de
Ufaz, obra del artífice, y de manos del fundidor; los vestirán de azul y de
púrpura, obra de peritos es todo. 10Mas Jehová es el Dios
verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las
naciones no pueden sufrir su indignación.
11Les diréis así: Los dioses que no
hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los
cielos.
12El que hizo la tierra con su
poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su
sabiduría; 13a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo,
y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la
lluvia, y saca el viento de sus depósitos. 14Todo hombre se
embrutece, y le falta ciencia; se avergüenza de su ídolo todo fundidor, porque
mentirosa es su obra de fundición, y no hay espíritu en ella. 15Vanidad
son, obra vana; al tiempo de su castigo perecerán. 16No es así la
porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su
heredad; Jehová de los ejércitos es su nombre.
Asolamiento de Judá
17Recoge de las tierras tus
mercaderías, la que moras en lugar fortificado. 18Porque así ha
dicho Jehová: He aquí que esta vez arrojaré con honda los moradores de la
tierra, y los afligiré, para que lo sientan.
19¡Ay de mí, por mi
quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Pero dije: Ciertamente enfermedad
mía es esta, y debo sufrirla. 20Mi tienda está destruida, y todas
mis cuerdas están rotas; mis hijos me han abandonado y perecieron; no hay ya
más quien levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas. 21Porque
los pastores se infatuaron, y no buscaron a Jehová; por tanto, no prosperaron,
y todo su ganado se esparció.
22He aquí que voz de rumor viene, y
alboroto grande de la tierra del norte, para convertir en soledad todas las
ciudades de Judá, en morada de chacales. 23Conozco, oh Jehová, que
el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus
pasos. 24Castígame, oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor,
para que no me aniquiles.
25Derrama tu enojo sobre los
pueblos que no te conocen, y sobre las naciones que no invocan tu nombre;
porque se comieron a Jacob, lo devoraron, le han consumido, y han asolado su morada.[2]
SALMO 123
Plegaria pidiendo misericordia
Cántico gradual.
1 A ti alcé
mis ojos,
A ti que habitas en los
cielos.
2 He aquí,
como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores,
Y como los ojos de la sierva a
la mano de su señora,
Así nuestros ojos miran a
Jehová nuestro Dios,
Hasta que tenga misericordia
de nosotros.
3 Ten
misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros,
Porque estamos muy hastiados
de menosprecio.
4 Hastiada
está nuestra alma
Del escarnio de los que están
en holgura,
Y del menosprecio de los
soberbios.[3]
a a 3.8: Ex. 7.11.
b b 3.11: Hch. 13.14–52.
c c 3.11: Hch. 14.1–7.
d d 3.11: Hch. 14.8–20.
[1] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. 2 Ti
2.26-3.17
a a 9.24: 1 Co. 1.31; 2 Co. 10.17.
a a 10.7: Ap. 15.4.
[2] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Jr
8.22-10.25
[3] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Sal
122.9-123.4
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