¡Es Su Amor y es Su Palabra!
Por Riqui Ricón*
Porque de la abundancia del corazón habla la boca (Mat 12.34).
Todos los días de nuestra vida, y
hoy no es la excepción, tú y yo podemos gozar de la libertad gloriosa de las Hijas
e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo pues, gracias al Nuevo Pacto establecido en la
Sangre de Jesús, el espíritu que somos fue creado totalmente nuevo, se nos dio
al Espíritu Santo junto con un corazón nuevo.
Y tomando la copa, y habiendo
dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que por
muchos es derramada para remisión de los pecados (Mat
26.27-28).
Este Nuevo
Pacto fue prometido por Dios 600 años antes de que Jesucristo naciera como la respuesta
de Su gran Amor ante el rotundo fracaso, por parte de los seres humanos, en
cumplir con el Antiguo Pacto.
He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto
con la casa
de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con
sus padres el día que
tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido
para ellos, dice Jehová. Pero este es
el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré
en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y
ellos me serán por pueblo. Y no
enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a
Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más
grande, dice Jehová; porque perdonaré
la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado (Jer
31.31-34).
¿Cómo pudo
Dios establecer y cumplir el Nuevo Pacto? Con tres acciones maravillosas y
perfectas de Su gran Amor. Primeramente, declarándote justa/justo al pagar
Jesucristo TODO el precio y castigo por tus pecados. Una vez
justificada/justificado decidió perdonar tus acciones y no acordarse más de
ellas. Por último, te hizo nacer de nuevo como Hija/Hijo Suyo, dándote un
espíritu nuevo (quien tú eres) y corazón nuevo y poniendo al Espíritu Santo
dentro de ti.
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por
los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne,
pero vivificado en espíritu (1 P 3.18).
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no
envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Os daré corazón nuevo, y
pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón
de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré
dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis
mis preceptos, y los pongáis por obra (Ez 36.26-27).
Por lo tanto, de acuerdo a la
biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, podemos ahora, mediante la fe en
Jesucristo, hablar abundantemente de lo que Él puso en este nuevo corazón:
salvación, vida eterna, sanidad, amor, gozo, paz, la libertad gloriosa de
aquellos que reciben la Plenitud de SER HECHOS Hijas e Hijos de Dios nacidos de
Nuevo.
¿Sabes que es lo más hermoso de
este Nuevo Pacto? Que no depende de ti ni de mí sino totalmente de Él.
¡Es Su Amor y es Su Palabra!
Tres Recomendaciones:
Lo que acabas de suceder al reconocer a Jesucristo como el Señor y
Salvador de tu vida, de acuerdo con La Palabra de Dios, es que has Nacido de
Nuevo, ya no más como un ser humano común y corriente, sujeto a la ley del
pecado y de la muerte, sino que ahora eres un(a) legítimo(a) y auténtico(a)
Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, exactamente igual a Jesucristo, quien ahora
es tu Hermano Mayor. Por lo tanto, te hago estas tres importantísimas
recomendaciones:
1.
Orar. Orar es platicar con Dios. Así que, búscate
un lugar tranquilo donde puedas comenzar a platicar todas tus cosas con Él.
Hazlo de forma audible y notarás como Dios siempre responderá a tu corazón.
2.
Leer y meditar la Palabra de Dios. La Biblia es La
Palabra de Dios, así que, consigue una Biblia y comienza a leerla y meditarla.
¿Cómo empezar? Es muy sencillo. Dependiendo del día que sea hoy, busca en el
programa de lectura “La Biblia en un año” y realiza las lecturas
correspondientes. Este programa lo puedes obtener en: A
Través de La Biblia En Un Ano (palabradehonor.org) Notarás que el
programa está arreglado para imprimirlo como un cuadernillo.
3.
En oración con Dios, tu Padre, busca y únete a una
iglesia o congregación cristiana donde enseñen la Palabra de Dios en base a las
Buenas Noticias que son el Evangelio de Jesucristo.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2020
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Marzo 9 Mat 12.22-50 / Lev 15-16 / Pro 27
RV60
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Marzo 9 Mat 12.22-50 / Lev 15-16 / Pro 27
San
Mateo 12.22-50
La blasfemia contra el Espíritu Santo
(Mr. 3.20–30; Lc. 11.14–23)
22Entonces fue traído a él un
endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y
hablaba. 23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste
aquel Hijo de David? 24Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no
echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.i
25Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino
dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí
misma, no permanecerá. 26Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra
sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27Y si
yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos?
Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28Pero si yo por el
Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el
reino de Dios. 29Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del
hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá
saquear su casa. 30El que no es conmigo, contra mí es;j
y el que conmigo no recoge, desparrama. 31Por tanto os digo: Todo
pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el
Espíritu no les será perdonada. 32A cualquiera que dijere alguna
palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra
el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.k
33O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su
fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.l 34¡Generación
de víboras!m ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?
Porque de la abundancia del corazón habla la boca.n 35El
hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo,
del mal tesoro saca malas cosas. 36Mas yo os digo que de toda
palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del
juicio. 37Porque por tus palabras serás justificado, y por tus
palabras serás condenado.
La generación perversa demanda señal
(Lc. 11.29–32)
38Entonces respondieron algunos de
los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.o
39El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal;p
pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40Porque
como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches,q
así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres
noches. 41Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con
esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la
predicación de Jonás,r y he aquí más que Jonás en
este lugar. 42La reina del Sur se levantará en el juicio con esta
generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír
la sabiduría de Salomón,s y he aquí más que Salomón en
este lugar.
El espíritu inmundo que vuelve
(Lc. 11.24–26)
43Cuando el espíritu inmundo sale
del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44Entonces
dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada,
barrida y adornada. 45Entonces va, y toma consigo otros siete
espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel
hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala
generación.
La madre y los hermanos de Jesús
(Mr. 3.31–35; Lc. 8.19–21)
46Mientras él aún hablaba a la
gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar.
47Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te
quieren hablar. 48Respondiendo él al que le decía esto, dijo:
¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? 49Y extendiendo su
mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 50Porque
todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi
hermano, y hermana, y madre.[1]
Levítico
15-16
Impurezas físicas
15
1Habló Jehová a Moisés y a Aarón,
diciendo: 2Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier
varón, cuando tuviere flujo de semen, será inmundo. 3Y esta será
su inmundicia en su flujo: sea que su cuerpo destiló a causa de su flujo, o que
deje de destilar a causa de su flujo, él será inmundo. 4Toda cama
en que se acostare el que tuviere flujo, será inmunda; y toda cosa sobre que se
sentare, inmunda será. 5Y cualquiera que tocare su cama lavará sus
vestidos; se lavará también a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la
noche. 6Y el que se sentare sobre aquello en que se hubiere
sentado el que tiene flujo, lavará sus vestidos, se lavará también a sí mismo
con agua, y será inmundo hasta la noche. 7Asimismo el que tocare
el cuerpo del que tiene flujo, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con
agua, y será inmundo hasta la noche. 8Y si el que tiene flujo
escupiere sobre el limpio, éste lavará sus vestidos, y después de haberse
lavado con agua, será inmundo hasta la noche. 9Y toda montura
sobre que cabalgare el que tuviere flujo será inmunda. 10Cualquiera
que tocare cualquiera cosa que haya estado debajo de él, será inmundo hasta la
noche; y el que la llevare, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua,
será inmundo hasta la noche. 11Y todo aquel a quien tocare el que
tiene flujo, y no lavare con agua sus manos, lavará sus vestidos, y a sí mismo
se lavará con agua, y será inmundo hasta la noche. 12La vasija de
barro que tocare el que tiene flujo será quebrada, y toda vasija de madera será
lavada con agua.
13Cuando se hubiere limpiado de su
flujo el que tiene flujo, contará siete días desde su purificación, y lavará
sus vestidos, y lavará su cuerpo en aguas corrientes, y será limpio. 14Y
el octavo día tomará dos tórtolas o dos palominos, y vendrá delante de Jehová a
la puerta del tabernáculo de reunión, y los dará al sacerdote; 15y
el sacerdote hará del uno ofrenda por el pecado, y del otro holocausto; y el
sacerdote le purificará de su flujo delante de Jehová.
16Cuando el hombre tuviere emisión
de semen, lavará en agua todo su cuerpo, y será inmundo hasta la noche.
17Y toda vestidura, o toda piel sobre la cual cayere la emisión del
semen, se lavará con agua, y será inmunda hasta la noche. 18Y
cuando un hombre yaciere con una mujer y tuviere emisión de semen, ambos se
lavarán con agua, y serán inmundos hasta la noche.
19Cuando la mujer tuviere flujo de
sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada; y cualquiera
que la tocare será inmundo hasta la noche. 20Todo aquello sobre
que ella se acostare mientras estuviere separada, será inmundo; también todo
aquello sobre que se sentare será inmundo. 21Y cualquiera que
tocare su cama, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será
inmundo hasta la noche. 22También cualquiera que tocare cualquier
mueble sobre que ella se hubiere sentado, lavará sus vestidos; se lavará luego
a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la noche. 23Y lo que
estuviere sobre la cama, o sobre la silla en que ella se hubiere sentado, el
que lo tocare será inmundo hasta la noche. 24Si alguno durmiere
con ella, y su menstruo fuere sobre él, será inmundo por siete días; y toda
cama sobre que durmiere, será inmunda.
25Y la mujer, cuando siguiere el
flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando
tuviere flujo de sangre más de su costumbre, todo el tiempo de su flujo será
inmunda como en los días de su costumbre. 26Toda cama en que
durmiere todo el tiempo de su flujo, le será como la cama de su costumbre; y
todo mueble sobre que se sentare, será inmundo, como la impureza de su
costumbre. 27Cualquiera que tocare esas cosas será inmundo; y
lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la
noche. 28Y cuando fuere libre de su flujo, contará siete días, y
después será limpia. 29Y el octavo día tomará consigo dos tórtolas
o dos palominos, y los traerá al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de
reunión; 30y el sacerdote hará del uno ofrenda por el pecado, y
del otro holocausto; y la purificará el sacerdote delante de Jehová del flujo
de su impureza.
31Así apartaréis de sus impurezas a
los hijos de Israel, a fin de que no mueran por sus impurezas por haber
contaminado mi tabernáculo que está entre ellos.
32Esta es la ley para el que tiene
flujo, y para el que tiene emisión de semen, viniendo a ser inmundo a causa de
ello; 33y para la que padece su costumbre, y para el que tuviere
flujo, sea varón o mujer, y para el hombre que durmiere con mujer inmunda.
El día de la expiación
16
1Habló Jehová a Moisés después de
la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y
murieron. 2Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no
en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo,a
delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo
apareceré en la nube sobre el propiciatorio. 3Con esto entrará
Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para
holocausto.b 4Se vestirá la túnica santa de
lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de
lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas
se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua. 5Y de la
congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y
un carnero para holocausto.
6Y hará traer Aarón el becerro de
la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa.
7Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de
Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. 8Y echará suertes
Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por
Azazel. 9Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere
la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. 10Mas el macho
cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de
Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al
desierto.
11Y hará traer Aarón el becerro que
era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y
degollará en expiación el becerro que es suyo. 12Después tomará un
incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños
llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo. 13Y
pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume
cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera.
14Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia
el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo
siete veces de aquella sangre. 15Después degollará el macho cabrío
en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo
adentro,c y hará de la sangre como hizo con la sangre
del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del
propiciatorio. 16Así purificará el santuario, a causa de las
impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de
la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre
ellos en medio de sus impurezas. 17Ningún hombre estará en el
tabernáculo de reunión cuando él entre a hacer la expiación en el santuario,
hasta que él salga, y haya hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la
congregación de Israel. 18Y saldrá al altar que está delante de
Jehová, y lo expiará, y tomará de la sangre del becerro y de la sangre del
macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del altar alrededor. 19Y
esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo
santificará de las inmundicias de los hijos de Israel.
20Cuando hubiere acabado de expiar
el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío
vivo; 21y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho
cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel,
todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del
macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para
esto. 22Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las
iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el
desierto.
23Después vendrá Aarón al
tabernáculo de reunión, y se quitará las vestiduras de lino que había vestido
para entrar en el santuario, y las pondrá allí.d 24Lavará
luego su cuerpo con agua en el lugar del santuario, y después de ponerse sus
vestidos saldrá, y hará su holocausto, y el holocausto del pueblo, y hará la
expiación por sí y por el pueblo. 25Y quemará en el altar la
grosura del sacrificio por el pecado. 26El que hubiere llevado el
macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, lavará también con agua su cuerpo,
y después entrará en el campamento. 27Y sacarán fuera del
campamentoe el becerro y el macho cabrío inmolados por el
pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para hacer la expiación; y
quemarán en el fuego su piel, su carne y su estiércol. 28El que
los quemare lavará sus vestidos, lavará también su cuerpo con agua, y después
podrá entrar en el campamento.
29Y esto tendréis por estatuto
perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras
almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre
vosotros. 30Porque en este día se hará expiación por vosotros,f
y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. 31Día
de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo.
32Hará la expiación el sacerdote que fuere ungido y consagrado para ser
sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá las vestiduras de lino, las
vestiduras sagradas. 33Y hará la expiación por el santuario santo,
y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, por los
sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación. 34Y esto
tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos
los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó.[2]
Proverbios
27
27
1 No te
jactes del día de mañana;
Porque no sabes qué dará de sí
el día.a
2 Alábete el
extraño, y no tu propia boca;
El ajeno, y no los labios
tuyos.
3 Pesada es
la piedra, y la arena pesa;
Mas la ira del necio es más
pesada que ambas.
4 Cruel es la
ira, e impetuoso el furor;
Mas ¿quién podrá sostenerse
delante de la envidia?
5 Mejor es
reprensión manifiesta
Que amor oculto.
6 Fieles son
las heridas del que ama;
Pero importunos los besos del
que aborrece.
7 El hombre
saciado desprecia el panal de miel;
Pero al hambriento todo lo
amargo es dulce.
8 Cual ave
que se va de su nido,
Tal es el hombre que se va de
su lugar.
9 El ungüento
y el perfume alegran el corazón,
Y el cordial consejo del
amigo, al hombre.
10 No dejes a
tu amigo, ni al amigo de tu padre;
Ni vayas a la casa de tu
hermano en el día de tu aflicción.
Mejor es el vecino cerca que
el hermano lejos.
11 Sé sabio,
hijo mío, y alegra mi corazón,
Y tendré qué responder al que
me agravie.
12 El avisado
ve el mal y se esconde;
Mas los simples pasan y llevan
el daño.
13 Quítale su ropa
al que salió fiador por el extraño;
Y al que fía a la extraña,
tómale prenda.
14 El que
bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana,
Por maldición se le contará.
15 Gotera
continua en tiempo de lluvia
Y la mujer rencillosa, son
semejantes;
16 Pretender
contenerla es como refrenar el viento,
O sujetar el aceite en la mano
derecha.
17 Hierro con
hierro se aguza;
Y así el hombre aguza el
rostro de su amigo.
18 Quien cuida
la higuera comerá su fruto,
Y el que mira por los
intereses de su señor, tendrá honra.
19 Como en el
agua el rostro corresponde al rostro,
Así el corazón del hombre al
del hombre.
20 El Seol y
el Abadón nunca se sacian;
Así los ojos del hombre nunca
están satisfechos.
21 El crisol
prueba la plata, y la hornaza el oro,
Y al hombre la boca del que lo
alaba.
22 Aunque
majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón,
No se apartará de él su necedad.
23 Sé
diligente en conocer el estado de tus ovejas,
Y mira con cuidado por tus
rebaños;
24 Porque las
riquezas no duran para siempre;
¿Y será la corona para
perpetuas generaciones?
25 Saldrá la
grama, aparecerá la hierba,
Y se segarán las hierbas de
los montes.
26 Los
corderos son para tus vestidos,
Y los cabritos para el precio
del campo;
27 Y
abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento de
tu casa,
Y para sustento de tus
criadas.[3]
i i 12.24: Mt. 9.34; 10.25.
j j 12.30: Mr. 9.40.
k k 12.32: Lc. 12.10.
l l 12.33: Mt. 7.20; Lc. 6.44.
m m 12.34: Mt. 3.7; 23.33; Lc. 3.7.
n n 12.34: Mt. 15.18; Lc. 6.45.
o o 12.38: Mt. 16.1; Mr. 8.11; Lc. 11.16.
p p 12.39: Mt. 16.4; Mr. 8.12.
q q 12.40: Jon. 1.17.
r
r 12.41: Jon. 3.5.
s
s 12.42: 1 R. 10.1–10; 2 Cr.
9.1–12.
[1]Reina
Valera Revisada (1960). 1998 (Mt 12.21-50). Miami: Sociedades Bı́blicas
Unidas.
a
a 16.2: He. 6.19.
b
b 16.3: He. 9.7.
c
c 16.15: He. 9.12.
d d 16.23: Ez. 44.19.
e e 16.27: He. 13.11.
f f 16.29–34: Lv. 23.26–32; Nm. 29.7–11.
[2]Reina
Valera Revisada (1960). 1998 (Lv 14.57-16.34). Miami: Sociedades Bı́blicas
Unidas.
a a 27.1: Stg. 4.13–16.
[3]Reina
Valera Revisada (1960). 1998 (Pr 26.28-27.27). Miami: Sociedades Bı́blicas
Unidas.
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Marzo 9 Mat 12.22-50 / Lev 15-16 / Pro 27
San
Mateo 12.22-50
La blasfemia contra el Espíritu Santo
(Mr. 3.20–30; Lc. 11.14–23)
22Entonces fue traído a él un
endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y
hablaba. 23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste
aquel Hijo de David? 24Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no
echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.i
25Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino
dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí
misma, no permanecerá. 26Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra
sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27Y si
yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos?
Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28Pero si yo por el
Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el
reino de Dios. 29Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del
hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá
saquear su casa. 30El que no es conmigo, contra mí es;j
y el que conmigo no recoge, desparrama. 31Por tanto os digo: Todo
pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el
Espíritu no les será perdonada. 32A cualquiera que dijere alguna
palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra
el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.k
33O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su
fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.l 34¡Generación
de víboras!m ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?
Porque de la abundancia del corazón habla la boca.n 35El
hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo,
del mal tesoro saca malas cosas. 36Mas yo os digo que de toda
palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del
juicio. 37Porque por tus palabras serás justificado, y por tus
palabras serás condenado.
La generación perversa demanda señal
(Lc. 11.29–32)
38Entonces respondieron algunos de
los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.o
39El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal;p
pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40Porque
como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches,q
así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres
noches. 41Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con
esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la
predicación de Jonás,r y he aquí más que Jonás en
este lugar. 42La reina del Sur se levantará en el juicio con esta
generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír
la sabiduría de Salomón,s y he aquí más que Salomón en
este lugar.
El espíritu inmundo que vuelve
(Lc. 11.24–26)
43Cuando el espíritu inmundo sale
del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44Entonces
dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada,
barrida y adornada. 45Entonces va, y toma consigo otros siete
espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel
hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala
generación.
La madre y los hermanos de Jesús
(Mr. 3.31–35; Lc. 8.19–21)
46Mientras él aún hablaba a la
gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar.
47Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te
quieren hablar. 48Respondiendo él al que le decía esto, dijo:
¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? 49Y extendiendo su
mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 50Porque
todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi
hermano, y hermana, y madre.[1]
Levítico
15-16
Impurezas físicas
15
1Habló Jehová a Moisés y a Aarón,
diciendo: 2Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier
varón, cuando tuviere flujo de semen, será inmundo. 3Y esta será
su inmundicia en su flujo: sea que su cuerpo destiló a causa de su flujo, o que
deje de destilar a causa de su flujo, él será inmundo. 4Toda cama
en que se acostare el que tuviere flujo, será inmunda; y toda cosa sobre que se
sentare, inmunda será. 5Y cualquiera que tocare su cama lavará sus
vestidos; se lavará también a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la
noche. 6Y el que se sentare sobre aquello en que se hubiere
sentado el que tiene flujo, lavará sus vestidos, se lavará también a sí mismo
con agua, y será inmundo hasta la noche. 7Asimismo el que tocare
el cuerpo del que tiene flujo, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con
agua, y será inmundo hasta la noche. 8Y si el que tiene flujo
escupiere sobre el limpio, éste lavará sus vestidos, y después de haberse
lavado con agua, será inmundo hasta la noche. 9Y toda montura
sobre que cabalgare el que tuviere flujo será inmunda. 10Cualquiera
que tocare cualquiera cosa que haya estado debajo de él, será inmundo hasta la
noche; y el que la llevare, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua,
será inmundo hasta la noche. 11Y todo aquel a quien tocare el que
tiene flujo, y no lavare con agua sus manos, lavará sus vestidos, y a sí mismo
se lavará con agua, y será inmundo hasta la noche. 12La vasija de
barro que tocare el que tiene flujo será quebrada, y toda vasija de madera será
lavada con agua.
13Cuando se hubiere limpiado de su
flujo el que tiene flujo, contará siete días desde su purificación, y lavará
sus vestidos, y lavará su cuerpo en aguas corrientes, y será limpio. 14Y
el octavo día tomará dos tórtolas o dos palominos, y vendrá delante de Jehová a
la puerta del tabernáculo de reunión, y los dará al sacerdote; 15y
el sacerdote hará del uno ofrenda por el pecado, y del otro holocausto; y el
sacerdote le purificará de su flujo delante de Jehová.
16Cuando el hombre tuviere emisión
de semen, lavará en agua todo su cuerpo, y será inmundo hasta la noche.
17Y toda vestidura, o toda piel sobre la cual cayere la emisión del
semen, se lavará con agua, y será inmunda hasta la noche. 18Y
cuando un hombre yaciere con una mujer y tuviere emisión de semen, ambos se
lavarán con agua, y serán inmundos hasta la noche.
19Cuando la mujer tuviere flujo de
sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada; y cualquiera
que la tocare será inmundo hasta la noche. 20Todo aquello sobre
que ella se acostare mientras estuviere separada, será inmundo; también todo
aquello sobre que se sentare será inmundo. 21Y cualquiera que
tocare su cama, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será
inmundo hasta la noche. 22También cualquiera que tocare cualquier
mueble sobre que ella se hubiere sentado, lavará sus vestidos; se lavará luego
a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la noche. 23Y lo que
estuviere sobre la cama, o sobre la silla en que ella se hubiere sentado, el
que lo tocare será inmundo hasta la noche. 24Si alguno durmiere
con ella, y su menstruo fuere sobre él, será inmundo por siete días; y toda
cama sobre que durmiere, será inmunda.
25Y la mujer, cuando siguiere el
flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando
tuviere flujo de sangre más de su costumbre, todo el tiempo de su flujo será
inmunda como en los días de su costumbre. 26Toda cama en que
durmiere todo el tiempo de su flujo, le será como la cama de su costumbre; y
todo mueble sobre que se sentare, será inmundo, como la impureza de su
costumbre. 27Cualquiera que tocare esas cosas será inmundo; y
lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la
noche. 28Y cuando fuere libre de su flujo, contará siete días, y
después será limpia. 29Y el octavo día tomará consigo dos tórtolas
o dos palominos, y los traerá al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de
reunión; 30y el sacerdote hará del uno ofrenda por el pecado, y
del otro holocausto; y la purificará el sacerdote delante de Jehová del flujo
de su impureza.
31Así apartaréis de sus impurezas a
los hijos de Israel, a fin de que no mueran por sus impurezas por haber
contaminado mi tabernáculo que está entre ellos.
32Esta es la ley para el que tiene
flujo, y para el que tiene emisión de semen, viniendo a ser inmundo a causa de
ello; 33y para la que padece su costumbre, y para el que tuviere
flujo, sea varón o mujer, y para el hombre que durmiere con mujer inmunda.
El día de la expiación
16
1Habló Jehová a Moisés después de
la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y
murieron. 2Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no
en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo,a
delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo
apareceré en la nube sobre el propiciatorio. 3Con esto entrará
Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para
holocausto.b 4Se vestirá la túnica santa de
lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de
lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas
se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua. 5Y de la
congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y
un carnero para holocausto.
6Y hará traer Aarón el becerro de
la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa.
7Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de
Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. 8Y echará suertes
Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por
Azazel. 9Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere
la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. 10Mas el macho
cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de
Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al
desierto.
11Y hará traer Aarón el becerro que
era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y
degollará en expiación el becerro que es suyo. 12Después tomará un
incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños
llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo. 13Y
pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume
cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera.
14Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia
el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo
siete veces de aquella sangre. 15Después degollará el macho cabrío
en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo
adentro,c y hará de la sangre como hizo con la sangre
del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del
propiciatorio. 16Así purificará el santuario, a causa de las
impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de
la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre
ellos en medio de sus impurezas. 17Ningún hombre estará en el
tabernáculo de reunión cuando él entre a hacer la expiación en el santuario,
hasta que él salga, y haya hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la
congregación de Israel. 18Y saldrá al altar que está delante de
Jehová, y lo expiará, y tomará de la sangre del becerro y de la sangre del
macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del altar alrededor. 19Y
esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo
santificará de las inmundicias de los hijos de Israel.
20Cuando hubiere acabado de expiar
el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío
vivo; 21y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho
cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel,
todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del
macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para
esto. 22Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las
iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el
desierto.
23Después vendrá Aarón al
tabernáculo de reunión, y se quitará las vestiduras de lino que había vestido
para entrar en el santuario, y las pondrá allí.d 24Lavará
luego su cuerpo con agua en el lugar del santuario, y después de ponerse sus
vestidos saldrá, y hará su holocausto, y el holocausto del pueblo, y hará la
expiación por sí y por el pueblo. 25Y quemará en el altar la
grosura del sacrificio por el pecado. 26El que hubiere llevado el
macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, lavará también con agua su cuerpo,
y después entrará en el campamento. 27Y sacarán fuera del
campamentoe el becerro y el macho cabrío inmolados por el
pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para hacer la expiación; y
quemarán en el fuego su piel, su carne y su estiércol. 28El que
los quemare lavará sus vestidos, lavará también su cuerpo con agua, y después
podrá entrar en el campamento.
29Y esto tendréis por estatuto
perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras
almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre
vosotros. 30Porque en este día se hará expiación por vosotros,f
y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. 31Día
de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo.
32Hará la expiación el sacerdote que fuere ungido y consagrado para ser
sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá las vestiduras de lino, las
vestiduras sagradas. 33Y hará la expiación por el santuario santo,
y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, por los
sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación. 34Y esto
tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos
los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó.[2]
Proverbios
27
27
1 No te
jactes del día de mañana;
Porque no sabes qué dará de sí
el día.a
2 Alábete el
extraño, y no tu propia boca;
El ajeno, y no los labios
tuyos.
3 Pesada es
la piedra, y la arena pesa;
Mas la ira del necio es más
pesada que ambas.
4 Cruel es la
ira, e impetuoso el furor;
Mas ¿quién podrá sostenerse
delante de la envidia?
5 Mejor es
reprensión manifiesta
Que amor oculto.
6 Fieles son
las heridas del que ama;
Pero importunos los besos del
que aborrece.
7 El hombre
saciado desprecia el panal de miel;
Pero al hambriento todo lo
amargo es dulce.
8 Cual ave
que se va de su nido,
Tal es el hombre que se va de
su lugar.
9 El ungüento
y el perfume alegran el corazón,
Y el cordial consejo del
amigo, al hombre.
10 No dejes a
tu amigo, ni al amigo de tu padre;
Ni vayas a la casa de tu
hermano en el día de tu aflicción.
Mejor es el vecino cerca que
el hermano lejos.
11 Sé sabio,
hijo mío, y alegra mi corazón,
Y tendré qué responder al que
me agravie.
12 El avisado
ve el mal y se esconde;
Mas los simples pasan y llevan
el daño.
13 Quítale su ropa
al que salió fiador por el extraño;
Y al que fía a la extraña,
tómale prenda.
14 El que
bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana,
Por maldición se le contará.
15 Gotera
continua en tiempo de lluvia
Y la mujer rencillosa, son
semejantes;
16 Pretender
contenerla es como refrenar el viento,
O sujetar el aceite en la mano
derecha.
17 Hierro con
hierro se aguza;
Y así el hombre aguza el
rostro de su amigo.
18 Quien cuida
la higuera comerá su fruto,
Y el que mira por los
intereses de su señor, tendrá honra.
19 Como en el
agua el rostro corresponde al rostro,
Así el corazón del hombre al
del hombre.
20 El Seol y
el Abadón nunca se sacian;
Así los ojos del hombre nunca
están satisfechos.
21 El crisol
prueba la plata, y la hornaza el oro,
Y al hombre la boca del que lo
alaba.
22 Aunque
majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón,
No se apartará de él su necedad.
23 Sé
diligente en conocer el estado de tus ovejas,
Y mira con cuidado por tus
rebaños;
24 Porque las
riquezas no duran para siempre;
¿Y será la corona para
perpetuas generaciones?
25 Saldrá la
grama, aparecerá la hierba,
Y se segarán las hierbas de
los montes.
26 Los
corderos son para tus vestidos,
Y los cabritos para el precio
del campo;
27 Y
abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento de
tu casa,
Y para sustento de tus
criadas.[3]
i i 12.24: Mt. 9.34; 10.25.
j j 12.30: Mr. 9.40.
k k 12.32: Lc. 12.10.
l l 12.33: Mt. 7.20; Lc. 6.44.
m m 12.34: Mt. 3.7; 23.33; Lc. 3.7.
n n 12.34: Mt. 15.18; Lc. 6.45.
o o 12.38: Mt. 16.1; Mr. 8.11; Lc. 11.16.
p p 12.39: Mt. 16.4; Mr. 8.12.
q q 12.40: Jon. 1.17.
r
r 12.41: Jon. 3.5.
s
s 12.42: 1 R. 10.1–10; 2 Cr.
9.1–12.
[1]Reina
Valera Revisada (1960). 1998 (Mt 12.21-50). Miami: Sociedades Bı́blicas
Unidas.
a
a 16.2: He. 6.19.
b
b 16.3: He. 9.7.
c
c 16.15: He. 9.12.
d d 16.23: Ez. 44.19.
e e 16.27: He. 13.11.
f f 16.29–34: Lv. 23.26–32; Nm. 29.7–11.
[2]Reina
Valera Revisada (1960). 1998 (Lv 14.57-16.34). Miami: Sociedades Bı́blicas
Unidas.
a a 27.1: Stg. 4.13–16.
[3]Reina
Valera Revisada (1960). 1998 (Pr 26.28-27.27). Miami: Sociedades Bı́blicas
Unidas.
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