08 de Marzo
¡Plenitud!
Por Riqui Ricón*
Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos.
Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús,
para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? El les
dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en
un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más
vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los
días de reposo. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la
extendió, y le fue restaurada sana como la otra. Y salidos los
fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle (Mat 12.9-14).
El espíritu religioso es el mismo
espíritu de mentira, temor e incredulidad que engañó a Eva y sometió a Adán y a
su descendencia a sus caprichosos designios de pecado, enfermedad y muerte. Se
disfraza de falsa piedad para introducirse en las congregaciones cautivando, a
tal grado, a los necios, a los ingenuos y a los ignorantes que son capaces de
ofenderse y molestarse por la sanidad de un hombre.
¡Qué diferente es el Espíritu de
Cristo Jesús! ¡El Espíritu de Amor! No le importó que se fraguase un consejo en
Su contra para destruirle, Él no podía negarse a realizar la tarea que le fue
encomendada: salvar a los hombres y darles vida eterna.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo
al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
TODO AQUEL que cree que Jesús es
el Cristo, el Mesías Salvador, es hecha/hecho Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido
de Nuevo y, por lo tanto, tiene Vida Eterna y, por esto mismo, recibe salvación
en lugar de condenación.
Pero Dios, que es rico en misericordia, POR SU GRAN AMOR CON QUE NOS
AMÓ, aun estando nosotros muertos
en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente
con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con
Cristo Jesús, para mostrar en los siglos
venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros
en Cristo Jesús (Efe 2.4-7).
Así que, Dios prefirió entregar a
su propio Hijo a que pagara el justo precio de tus pecados antes que perderte a
ti. ¿Por qué motivo? Porque te ama con todo Su corazón pues te predestinó a ser
adoptada/adoptado Hija/Hijo Suya/Suyo por medio de Jesucristo, según el puro
afecto de Su Voluntad (Efe 1.5).
¿Es para este Dios y Padre
Nuestro, descrito en la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, como el Amor
mismo, más importante que se guarden los días y los ritos; las posturas y
tradiciones, que sanar las enfermedades de sus Hijos o suplir todas sus
necesidades? ¡De ninguna manera! ¡La Voluntad de dios es sanarte! ¡La Voluntad
de Dios es levantarte y sostenerte! ¡La Voluntad de tu Padre es sacarte de la
maldición para establecerte en la bendición!
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros
maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los
gentiles (a ti y a mí), a fin de que por la
fe recibiésemos la promesa del Espíritu (Gal 3.13-14).
La promesa del Espíritu es la
garantía, las arras de nuestra herencia establecida por el Nuevo Pacto en la
Sangre de Jesús. Es el Espíritu de Amor que dio Su Vida para que recibiese
salvación y Vida Eterna. Una vida buena y abundante: ¡Plenitud!
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Marzo 8 Mat 12.1-21 / Lev 14 / Pro 26
San
Mateo 12.1-21
Los discípulos recogen espigas
en el día de reposo
(Mr. 2.23–28; Lc. 6.1–5)
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