09 de Marzo
Por Riqui Ricón*
Porque de la abundancia del corazón habla la boca (Mat 12.34).
Todos los días de nuestra vida, y
hoy no es la excepción, tú y yo podemos gozar de la libertad gloriosa de las
Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo pues, gracias al Nuevo Pacto establecido
en la Sangre de Jesús, el espíritu que somos fue creado totalmente nuevo, se
nos dio al Espíritu Santo junto con un corazón nuevo.
Y tomando la copa, y habiendo
dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada
para remisión de los pecados (Mat 26.27-28).
Este Nuevo
Pacto fue prometido por Dios 600 años antes de que Jesucristo naciera como la
respuesta de Su gran Amor ante el rotundo fracaso, por parte de los seres
humanos, en cumplir con el Antiguo Pacto.
He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto
con la casa
de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con
sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos
días, dice Jehová: Daré mi ley en su
mente, y la escribiré en su corazón;
y yo seré a
ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano,
diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de
ellos hasta el más grande, dice Jehová;
porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado (Jer 31.31-34).
¿Cómo pudo
Dios establecer y cumplir el Nuevo Pacto? Con tres acciones maravillosas y
perfectas de Su gran Amor. Primeramente, declarándote justa/justo al pagar
Jesucristo TODO el precio y castigo por tus pecados. Una vez
justificada/justificado decidió perdonar tus acciones y no acordarse más de
ellas. Por último, te hizo nacer de nuevo como Hija/Hijo Suyo, dándote un
espíritu nuevo (quien tú eres) y corazón nuevo y poniendo al Espíritu Santo
dentro de ti.
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por
los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne,
pero vivificado en espíritu (1 P 3.18).
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Os daré corazón nuevo, y
pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón
de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis
estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra (Ez 36.26-27).
Por lo tanto, de acuerdo a la
biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, podemos ahora, mediante la fe en
Jesucristo, hablar abundantemente de lo que Él puso en este nuevo corazón:
salvación, vida eterna, sanidad, amor, gozo, paz, la libertad gloriosa de
aquellos que reciben la Plenitud de SER HECHOS Hijas e Hijos de Dios nacidos de
Nuevo.
¿Sabes que es lo más hermoso de
este Nuevo Pacto? Que no depende de ti ni de mí sino totalmente de Él.
¡Es Su Amor y es Su Palabra!
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Marzo 9 Mat 12.22-50 / Lev 15-16 / Pro 27
San
Mateo 12.22-50
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