6 de Mayo
¡Trastornando al mundo!
Por Riqui Ricón*
Pero no hallándolos, trajeron a
Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos
que trastornan el mundo entero también han venido acá (Hch 17. 6).
En este mundo hay muy pocas cosas que sean más
interesantes que la vida cristiana. ¡Somos los que trastornamos al mundo
entero! Así es, lo trastornamos con el Amor de Dios, el cual, ya ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Ro 5.5)
y a muchos les cuesta trabajo creerlo, pues somos testigos del Amor de Dios,
quien prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar los pecados de toda la
humanidad, antes que perder a un solo ser humano.
Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Los primeros creyentes trastornaron al mundo
entero de la misma forma que debe ser trastornado hoy en día por nosotros, los
Hijos de Dios Nacidos de Nuevo. El mensaje del Evangelio, las Buenas Noticias
de Jesucristo, no ha cambiado:
No predicamos juicio, ni castigo, ni
condenación, los cuales, ciertamente, podríamos esperar de un Dios Justo y
Soberano, sino que hablamos la mismísima Palabra de este Dios Justo y Soberano,
que se revela dispuesto a amarnos de tal forma que nos redime en justicia por
medio de la Sangre de Su Hijo Jesús.
¡Fíjense
qué gran amor nos ha dado el Padre, que
se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo
somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él (1 Jn
3.1).
Dios, no solo te ha justificado y perdonado
todas tus faltas, sino que te justificó y perdonó con el propósito expreso de
adoptarte como Hijo(a) Suyo(a) según el puro afecto de Su Voluntad (Efe 1.5). ¡Todo
por Amor a ti!
¡Es este mensaje de Amor lo que trastorna al
mundo! ¡Es este mensaje de Amor lo que el mundo no puede comprender! Por esto
el mundo no te conoce, porque no han conocido esa clase de Amor.
Porque la palabra de la cruz es
locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es
poder de Dios… pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para
los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas
para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría
de Dios. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres,
y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres (1 Co 1. 18, 23-25).
Tú, que has recibido a Jesús como Rey, Señor
y Salvador de tu vida, has Nacido de Nuevo como un(a) Hijo(a) de Dios y ahora
tienes la misión de ser un(a) testigo de esta Verdad. Es por este Amor que eres
transformado(a) y habilitado(a) para establecer el Reino de Dios sobre la
tierra.
para que andéis como es digno del
Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en
el conocimiento de Dios; fortalecidos
con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda
paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para
participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha
librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado
Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados (Col 1. 10-14).
Así que, si quitas tus ojos y atención de
cualquier problema o adversidad que estés encarando el día de hoy y pones tu
atención y confianza en la Palabra de Dios (la Biblia), entonces podrás
reconocer que has sido fortalecido(a) con todo poder y hecho(a) apto(a) por tu
Dios y Padre, pues, de acuerdo a la Biblia, la Palabra de Dios, que no miente, tú
eres linaje
escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para
anunciar las virtudes de Aquel que te llamó de las tinieblas a Su Luz Admirable (1 P 2.9).
Cuando tienes tus sentidos y emociones
enfocados en tus problemas y adversidades entonces dejas de mirar a Jesús y dejas
de poner atención a Su Palabra; así comienzas a sucumbir ante lo que ves y
percibes, exactamente igual a Pedro cuando ya estaba caminando sobre el agua.
Recuerda que él pudo caminar sobre el agua porque había creído la Palabra de
Jesús cuando éste le dijo: ven.
Entonces
le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las
aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba
sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento,
tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de
poca fe! ¿Por qué dudaste? (Mat 14.28-31).
Como puedes ver, todo
iba maravillosamente bien hasta que Pedro dudó. Pero, ¿por qué dudó si ya había
creído? Porque puso su vista en el fuerte viento y comenzó a sentir miedo. Esta
es precisamente la estrategia que Satanás utiliza, una y otra vez, para tratar
de derrotarte; él desea que tú mires lo difícil y terrible de tus problemas,
enfermedades o circunstancias para que comiences a dudar de la Palabra de Dios:
“bueno, es cierto que aquella vez me sanó
PERO era tan solo un resfriado, o un
dolor de cabeza, ahora esto es más serio, el doctor y los análisis claramente
DICEN que… Bueno, es cierto que hasta hoy nada me ha faltado y muchas veces
Dios me ha ayudado, PERO ahora es
diferente, es muchísimo dinero y los abogados ya me HABLARON y la demanda… Ciertamente
Dios siempre nos había cuidado, PERO
ahora no sé que pasa, mi hijo(a) se ha descarriado y mi esposo(a)…”.
Si dejas de mirar a
Jesús, si dejas de prestar atención a Su Palabra, automáticamente entrará el
miedo a tu vida para intentar anular tu fe.
Si
vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres
(Jn 8.31b-32).
Es esta Verdad la que te da la victoria sobre
todo problema, circunstancia o enfermedad. Sólo creyéndole a Dios, creyendo la
Palabra de Verdad, puedes levantarte de la condición de esclavo(a) temeroso(a) hacia
la libertad gloriosa de un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud
para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción,
por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (Ro 8.15).
La estrategia de tu adversario el diablo es mantenerte
constantemente ocupado(a) escuchando su chillona voz de fracaso y derrota para
hacerte creer, ¡sí! Leíste bien, hacerte creer que no sirves, que no vales, que
no eres digno(a) y mereces todo lo malo que te sucede. Que Dios no está seguro
de tu conversión y por lo tanto te está probando con el fuego de la aflicción,
y que bla, bla, bla. ¡Puras patrañas! ¡Puras mentiras!
El
ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque
no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso,
y padre de mentira (Jn 8.44b).
Satanás pretende, con
todos los recursos disponibles a su mano, que no creas que tú eres la persona
que Dios dice en Su Palabra que ahora tú eres. Pretende, con sus mentiras, mantenerte
revolcándote en el lodo de la depresión, autocompasión, tristeza, soledad,
enfermedad, pobreza, rencor, temor e incredulidad. ¡Esto es lo que el mundo
conoce! ¡Esto es lo que el mundo reconoce!
El
ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia
(Jn 10.10).
Amado,
yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así
como prospera tu alma (3 Jn 2).
¡Qué diferente es lo que
tu Padre desea para ti!
La Escritura es muy
clara acerca de la Voluntad y del Amor de Dios para contigo. ¡Esto es lo que
trastorna al mundo! Que a pesar de tu pasado y de cualquier circunstancia, Dios
te ama tanto que te ha fortalecido con todo poder y te ha hecho apto(a) para
vivir una vida plena y abundante.
¡Tu Padre anhela que tú seas
dichosa(o)!
Ahora bien, ya sabes lo que Dios quiere para
ti, pero ¿cómo se consigue esto?
Jehová
de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía
(Sal 84.12).
¡Sencillo! Créele a Dios. Cree en verdad que
la Biblia es lo que siempre has dicho que es: la Eterna e Infalible Palabra de
Dios. ¡Dios no miente! Todo lo que Él ha hablado lo va hacer, todo lo que Él ha
dicho lo va a ejecutar. ¡Esta es la Verdad! Y…
¡La Verdad te hace libre!
Por esto, estás destinado(a) a trastornar al
mundo. Porque sin la aprobación del mundo, sólo confiando y creyendo en Su Palabra
de Amor, estás habilitado(a) por Dios
para levantarte del lodo cenagoso, como el (la) Hijo(a) de Dios que ahora eres,
y ejercer poder, autoridad y dominio a favor de tus hermanas y hermanos y de aquellos
que aún no le conocen.
Es tu fe, creerle a Dios creyendo Su Palabra,
el Poder trastornador que el sistema del mundo y Satanás no pueden soportar.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, este día quiero
decirte que te amo con todo mi corazón. Quiero que sepas cuanto me asombras con
tu Gran Amor, pues estando yo destinado(a) a la perdición eterna, no sólo me
rescataste pagando todos mis pecados con la Vida de Tu propio Hijo Jesús, sino
que, además, me has hecho Tu Hijo(a), me has fortalecido con todo poder y me
has hecho apto(a) para anunciar éste, Tu Gran Amor. Gracias, Señor Jesús, mi
hermano mayor. Por todo lo que hiciste al morir y resucitar por amor a mí, yo
tengo Vida. Por Ti, Jesucristo, puedo hacer de mi vida una vida plena y abundante.
Llena de propósito y sentido. Gracias, glorioso y hermoso Espíritu Santo que
estás en mí y conmigo para ayudarme a lograrlo. Por todo esto, he decidido ya
no temer, ni dudar más. Tú estás conmigo y si Dios es conmigo, ¿quién contra
mí? No recibo palabras, ni pensamientos, de condenación, fracaso, ni derrota.
En todas, absolutamente todas las cosas soy más que vencedor(a), pues todo lo
puedo en Ti y contigo. Me declaro sano(a), libre, próspero(a) y feliz para
anunciar las virtudes de Aquel que me llamó de las tinieblas a Su Luz
admirable. ¡Voy a trastornar al mundo! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco
una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible
poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de
Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados,
y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí
acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta
la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque
quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente
Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta
simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido
trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo!
¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré
solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2012
Lectura y
Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas
lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Mayo 6 Hch 17.
1-15 /
Jue 6 / Job 36
Hechos
17. 1-15
El alboroto en Tesalónica
17
1Pasando por
Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los
judíos. 2Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días
de reposo
discutió con ellos, 3declarando y exponiendo por medio de las
Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los
muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo. 4Y
algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los
griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas. 5Entonces
los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos,
hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa
de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. 6Pero no hallándolos,
trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad,
gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá; 7a
los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos contravienen los decretos de César,
diciendo que hay otro rey, Jesús. 8Y alborotaron al pueblo y a las
autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas. 9Pero obtenida
fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.
Pablo y Silas en Berea
10Inmediatamente,
los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo
llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. 11Y éstos eran más
nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda
solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran
así. 12Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de
distinción, y no pocos hombres. 13Cuando los judíos de Tesalónica
supieron que también en Berea era anunciada la palabra de Dios por Pablo,
fueron allá, y también alborotaron a las multitudes. 14Pero
inmediatamente los hermanos enviaron a Pablo que fuese hacia el mar; y Silas y
Timoteo se quedaron allí. 15Y los que se habían encargado de
conducir a Pablo le llevaron a Atenas; y habiendo recibido orden para Silas y
Timoteo, de que viniesen a él lo más pronto que pudiesen, salieron.
Jueces
6
Llamamiento de Gedeón
6
1Los hijos de
Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano
de Madián por siete años. 2Y la mano de Madián prevaleció contra
Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas
en los montes, y cavernas, y lugares fortificados. 3Pues sucedía
que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los
hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban. 4Y
acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza;
y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. 5Porque
subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como
langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para
devastarla. 6De este modo empobrecía Israel en gran manera por
causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a Jehová.
7Y cuando los
hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas, 8Jehová
envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho
Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de
servidumbre. 9Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos
los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su
tierra; 10y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los
dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi
voz.
11Y vino el ángel
de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás
abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para
esconderlo de los madianitas. 12Y el ángel de Jehová se le
apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. 13Y
Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos
ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros
padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová
nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. 14Y
mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la
mano de los madianitas. ¿No te envío yo? 15Entonces le respondió:
Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en
Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. 16Jehová le dijo:
Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo
hombre. 17Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia
delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo. 18Te
ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la
ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
19Y entrando
Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la
carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó
debajo de aquella encina. 20Entonces el ángel de Dios le dijo:
Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el
caldo. Y él lo hizo así. 21Y extendiendo el ángel de Jehová el
báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin
levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin
levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista. 22Viendo
entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he
visto al ángel de Jehová cara a cara. 23Pero Jehová le dijo: Paz a
ti; no tengas temor, no morirás. 24Y edificó allí Gedeón altar a
Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy
en Ofra de los abiezeritas.
25Aconteció que
la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo
toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta
también la imagen de Asera que está junto a él; 26y edifica altar
a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando
el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera
que habrás cortado. 27Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus
siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la
familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.
28Por la mañana,
cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba
derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el segundo
toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado. 29Y
se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les
dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad
dijeron a Joás: 30Saca a tu hijo para que muera, porque ha
derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto a
él. 31Y Joás respondió a todos los que estaban junto a él:
¿Contenderéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que
contienda por él, que muera esta mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo
con el que derribó su altar. 32Aquel día Gedeón fue llamado
Jerobaal, esto es: Contienda Baal contra él, por cuanto derribó su altar.
33Pero todos los
madianitas y amalecitas y los del oriente se juntaron a una, y pasando
acamparon en el valle de Jezreel. 34Entonces el Espíritu de Jehová
vino sobre Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron
con él. 35Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos también se
juntaron con él; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los
cuales salieron a encontrarles.
36Y Gedeón dijo a
Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, 37he
aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el
vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que
salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. 38Y aconteció
así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el
rocío, un tazón lleno de agua. 39Mas Gedeón dijo a Dios: No se
encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora
otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío
sobre la tierra. 40Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el
vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.
Job 36
Eliú exalta la grandeza de Dios
36
1Añadió Eliú y dijo:
2 Espérame un poco, y te enseñaré;
Porque
todavía tengo razones en defensa de Dios.
3 Tomaré mi saber desde lejos,
Y atribuiré
justicia a mi Hacedor.
4 Porque de cierto no son mentira mis palabras;
Contigo está el que es íntegro
en sus conceptos.
5 He aquí que Dios es grande, pero no desestima a nadie;
Es poderoso
en fuerza de sabiduría.
6 No otorgará vida al impío,
Pero a los
afligidos dará su derecho.
7 No apartará de los justos sus ojos;
Antes bien
con los reyes los pondrá en trono para siempre,
Y serán
exaltados.
8 Y si estuvieren prendidos en grillos,
Y aprisionados
en las cuerdas de aflicción,
9 El les dará a conocer la obra de ellos,
Y que
prevalecieron sus rebeliones.
10 Despierta además el oído de ellos para la corrección,
Y les dice
que se conviertan de la iniquidad.
11 Si oyeren, y le sirvieren,
Acabarán sus
días en bienestar,
Y sus años
en dicha.
12 Pero si no oyeren, serán pasados a espada,
Y perecerán sin sabiduría.
13 Mas los hipócritas de corazón atesoran para sí la ira,
Y no
clamarán cuando él los atare.
14 Fallecerá el alma de ellos en su juventud,
Y su vida
entre los sodomitas.
15 Al pobre librará de su pobreza,
Y en la
aflicción despertará su oído.
16 Asimismo te apartará de la boca de la angustia
A lugar
espacioso, libre de todo apuro,
Y te
preparará mesa llena de grosura.
17 Mas tú has llenado el juicio del impío,
En vez de
sustentar el juicio y la justicia.
18 Por lo cual teme, no sea que en su ira te quite con golpe,
El cual no puedas
apartar de ti con gran rescate.
19 ¿Hará él estima de tus riquezas, del oro,
O de todas
las fuerzas del poder?
20 No anheles la noche,
En que los
pueblos desaparecen de su lugar.
21 Guárdate, no te vuelvas a la iniquidad;
Pues ésta
escogiste más bien que la aflicción.
22 He aquí que Dios es excelso en su poder;
¿Qué
enseñador semejante a él?
23 ¿Quién le ha prescrito su camino?
¿Y quién le dirá: Has hecho
mal?
24 Acuérdate de engrandecer su obra,
La cual
contemplan los hombres.
25 Los hombres todos la ven;
La mira el
hombre de lejos.
26 He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos,
Ni se puede
seguir la huella de sus años.
27 El atrae las gotas de las aguas,
Al
transformarse el vapor en lluvia,
28 La cual destilan las nubes,
Goteando en
abundancia sobre los hombres.
29 ¿Quién podrá comprender la extensión de las nubes,
Y el sonido
estrepitoso de su morada?
30 He aquí que sobre él extiende su luz,
Y cobija con
ella las profundidades del mar.
31 Bien que por esos medios castiga a los pueblos,
A la
multitud él da sustento.
32 Con las nubes encubre la luz,
Y le manda
no brillar, interponiendo aquéllas.
33 El trueno declara su indignación,
Y la tempestad proclama su ira
contra la iniquidad.
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