¡Cómo brillar con la Luz de Jesucristo!
¡Posiciónate para brillar e
iluminar a los demás!
Por Riqui Ricón*
Tu eres un(a) Hijo(a) de Dios
Nacido(a) de Nuevo y fuiste dejado(a) en este mundo con un propósito muy
especial por parte de tu Padre celestial. Cristo Jesús te lo señala claramente
al afirmar de ti, en Su Palabra:
» Ustedes son como una luz que ilumina a todos. Son como una ciudad
construida en la parte más alta de un cerro y que todos pueden ver. Nadie
enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón. Todo lo contrario: la
pone en un lugar alto para que alumbre a todos los que están en la casa. De la misma manera, la conducta de ustedes
debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan
buenas acciones. Así los demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes
que está en el cielo (Mat 5:14-16 TLA).
Sea cual sea tu situación actual,
debes saber que has sido predestinado por Dios para desarrollar una Vida
extraordinaria, mucho más allá de lo posible. Cuando aceptaste el sacrificio de
Jesús, Su muerte y Su resurrección, como el justo pago por todos tus pecados
recibiste, como un regalo, la Vida Eterna, la cual es un atributo exclusivo de
la deidad de Dios.
Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da
es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor (Rom 6:23
NTV).
Así que ahora eres un(a) legítimo(a)
y auténtico(a) Hijo de Dios Nacido(a) de Nuevo. Antes solamente eras una
criatura más, pero gracias a que el precio ya fue pagado y el regalo aceptado, de
acuerdo con La Biblia, que es La Palabra de Dios y no miente, ahora le
perteneces a Dios y el(la) viejo(a) hombre(mujer) limitado(a) por sus pecados y
por la muerte, que tú antes eras, ¡no existe más!
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2Co 5:17
RV60).
Es por esto por lo que Jesús puede
afirmar en Su Palabra que tú eres “la luz
del mundo”, “una luz que ilumina a todos”. Por lo tanto, porque lo dice
Dios y está escrito en Su Palabra La Biblia, esto es lo que en Verdad tú eres.
Sin importar tus circunstancias o aflicciones que estés enfrentando, tú eres y
seguirás siendo la persona que Dios dice en Su Palabra que ahora eres. Aunque
tú no lo creas, pues tu FE no condiciona a La Palabra de Dios, sino que La
Palabra de Dios le da Vida a tu FE.
Mas la fe nace cuando se presta atención a las Buenas Noticias acerca de
Jesucristo (Rom 10:17 NT BAD).
Ahora bien, dado que tú eres
el(la) amado(a) de Dios, Su especial tesoro, cabe preguntarse aquí, ¿Por qué mi
Padre celestial, quien me ama tanto, quien prefirió entregar a Su Único Hijo
antes que perderme a mí, me dejó en este mundo lleno de maldad, sufrimiento y
obscuridad? ¿Por qué me dejó aquí en lugar de recogerme y llevarme allá con Él,
donde todo es luz, alegría y bondad? ¿Este Dios y Padre que me ama tanto me
habrá dejado en este mundo para ver si yo en verdad creo en Él, para ver si mi FE
es verdadera? Veamos que dice La Biblia.
“Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al
descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas”
(Heb 4:13 NVI).
Dios, mi Padre, ¡TODO lo sabe! ¡TODO
lo conoce!
Entonces, ¿este Dios y Padre que
me ama tanto me habrá dejado en este mundo para que atraviese el valle de
lágrimas? Veamos que dice La Biblia.
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón
están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques (Sal 84.5-6).
¡Efectivamente! Dios te dejó en
este mundo para que atraviese el valle de lágrimas, pero NO para que lo hagas
llorando o sufriendo sino para que lo transformes en una fuente, en un
manantial que brote para ofrecer Vida Eterna a los que ahí padecen.
Tu vida en este mundo no tiene por
qué ser un valle de lágrimas, tristezas y sufrimientos. Puesto que la Biblia,
que es la Palabra de Honor de Dios, y establece que Jesús vino a ti para darte
Vida Eterna (que es la Vida plena y abundante que sólo pueden disfrutar los
Hijos de Dios), entonces, insisto, sin importar los problemas, enfermedades o aflicciones
que hoy estés enfrentando, y sin lugar a dudas, TÚ ERES ese(a) hombre mujer)
bienaventurado(a) quien obtienes de Dios tu fuerza; y Su Palabra y Sus caminos
están en tu corazón. ¡Tú eres ese(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo que,
atravesando el valle de lágrimas lo conviertes en un manantial de Vida , pues
Jesucristo vive en ti y contigo y Su Palabra dentro de ti es esa fuente que
salta para Vida Eterna.
¿Puedes decirlo en voz audible
conmigo? ¡Yo Soy la sal de la tierra! ¡Yo Soy la luz del mundo!
Así has sido llamado(a) por la
Palabra de Dios PARA bendecir a los demás. ¡Tienes propósito en este mundo!
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, PARA que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de
las tinieblas a su luz admirable (1 P 2.9).
Tú has sido dejado por Dios, tu
Padre, en este mundo para anunciar a otros del gran Amor de Aquel que te ha
librado de la potestad de las tinieblas y te ha trasladado al reino de Su Amado
Hijo, Jesús.
Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad
enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia
recibisteis, dad de gracia (Mat 10.7-8).
Ahora, tú eres el representante de
Dios, tu Padre, en este mundo, y por lo tanto, eres un agente de cambio y
bendición, para todos aquellos que están sufriendo las consecuencias de la
esclavitud que producen el pecado y la muerte.
Y les dijo: id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán
fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si
bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus
manos, y sanarán (Mar 16.15-18).
Recuerda que, si Dios lo dijo,
entonces Él lo va a cumplir y si Dios lo hablo, entonces Él lo va a ejecutar.
Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta.
Tú estás aquí como un(a) Hijo(a)
de Dios Nacido(a) de Nuevo para algo mucho más importante que sobrevivir
mediante un empleo o negocio, y adquirir bienes materiales como propiedades,
casas o automóviles o alcanzar un buen nivel de vida. Tú estás aquí para SER
LUZ en medio de las tinieblas y establecer el Reino de tu Padre celestial sobre
este mundo perdido.
Oremos
en voz audible:
Amado Padre celestial, hoy, una vez más, quiero
darte las gracias por tanto y tan gran Amor con que me has amado, pues no
solamente estaba yo muerto(a) en delitos y pecados, cuando entregaste a Tu
Hijo, Cristo Jesús, para que pagara todos mis pecados; sino que además, me has
llamado Tu Hijo(a) y me has adoptado legal y legítimamente, con los mismos
privilegios y obligaciones que tiene Jesús. Precioso Dios, todo esto me permite
posicionarme en la Victoria que ganaste para mí. Por eso creo y declaro que, sin
importar las circunstancias del momento o la forma en que hoy me siento, yo [__________
tu nombre aquí], soy ese(a) Hijo(a) que Tú, mi Dios y Padre, siempre has
deseado, justo(a), santo(a) y perfecto(a). Lo sé porque así está escrito en Tu
Palabra y esa es la Verdad. Estoy dispuesto(a) a dejar atrás todas esas
emociones y pensamientos negativos de fracaso y de derrota. Esa vieja
naturaleza nada tiene en mí, pues yo he sido regenerado(a) en Cristo Jesús para
vivir una vida plena y victoriosa. Lo sé porque lo dice la Biblia, lo creo
porque es Tu Palabra de Honor y me dispongo, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a vivirlo.
Viviré esa vida prospera, en salud, amor, paz y gozo que Tú, oh Dios, deseas
para mí. Yo, _____________ (tu nombre aquí), soy un(a) Hijo(a) de Dios
Nacido(a) de Nuevo. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, pues mayor es el
que está en mí que el que está en el mundo y ese eres Tú, Precioso Espíritu de
Dios. No le daré lugar al diablo y a sus mentiras en mi vida. ¡No voy a temer
más! Echo fuera de mi vida toda ansiedad e inquietud. ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a)
por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús! ¡Ya he sido sanada(o) por las
heridas de Jesús! ¡He sido establecido(a) para reinar en esta vida por la
sangre de Jesús! Tú, mi Dios y Padre, me has dado propósito en este mundo. ¡Soy
la luz del mundo y he de brillar con la luz del Evangelio de la Salvación!
Estoy dispuesto(a) a permitir que Tu Amor fluya en mí y ser Tu instrumento de
bendición. En esta misión, no hay forma que pueda perder, pues Tú, mi Dios y
Padre, estás en mí y conmigo, y si Dios es conmigo, ¿quién contra mí? ¡Soy sano(a)!
¡Soy libre! ¡Soy próspera(a)! ¡Soy feliz! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco
una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible
poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de
Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados,
y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto.
¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada
hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar
porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y
suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues
con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido
trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo!
¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré
solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
Tres Recomendaciones:
Lo que acabas de suceder al reconocer a Jesucristo como el Señor y
Salvador de tu vida, de acuerdo con La Palabra de Dios, es que has Nacido de
Nuevo, ya no más como un ser humano común y corriente, sujeto a la ley del
pecado y de la muerte, sino que ahora eres un(a) legítimo(a) y auténtico(a)
Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, exactamente igual a Jesucristo, quien ahora
es tu Hermano Mayor. Por lo tanto, te hago estas tres importantísimas
recomendaciones:
1.
Orar. Orar es platicar con Dios. Así que, búscate
un lugar tranquilo donde puedas comenzar a platicar todas tus cosas con Él.
Hazlo de forma audible y notarás como Dios siempre responderá a tu corazón.
2.
Leer y meditar la Palabra de Dios. La Biblia es La
Palabra de Dios, así que, consigue una Biblia y comienza a leerla y meditarla.
¿Cómo empezar? Es muy sencillo. Dependiendo del día que sea hoy, busca en el
programa de lectura “La Biblia en un año” y realiza las lecturas
correspondientes. Este programa lo puedes obtener en: A
Través de La Biblia En Un Ano (palabradehonor.org) Notarás que el
programa está arreglado para imprimirlo como un cuadernillo.
3.
En oración con Dios, tu Padre, busca y únete a una
iglesia o congregación cristiana donde enseñen la Palabra de Dios en base a las
Buenas Noticias que son el Evangelio de Jesucristo.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2020
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2011
Lectura y
Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas
lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Febrero 23 Mat 5.1-20 / Ex 28-29 / Pro 13
RV60
Lectura y
Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas
lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Febrero 23 Mat 5.1-20 / Ex 28-29 / Pro 13
San
Mateo 5.1-20
El Sermón del monte: Las bienaventuranzas
(Lc. 6.20–23)
5
1Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose,
vinieron a él sus discípulos. 2Y abriendo su boca les enseñaba,
diciendo:
3Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos
es el reino de los cielos.
4Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán
consolación.
5Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la
tierra por heredad.
6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados.
7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos
alcanzarán misericordia.
8Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán
a Dios.
9Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán
llamados hijos de Dios.
10Bienaventurados los que padecen persecución por causa de
la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y
os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12Gozaos
y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
La sal de la tierra
13Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere,
¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y
hollada por los hombres.
La luz del mundo
14Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre
un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone
debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en
casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos.
Jesús y la ley
17No penséis que he venido para abrogar la ley o los
profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18Porque de
cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una
tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera
que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas
cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de
los cielos. 20Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor
que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Exodo
28-29
Las vestiduras de los sacerdotes
(Ex. 39.1–31)
28
1Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus
hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a
Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. 2Y harás
vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura. 3Y
tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu
de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que
sea mi sacerdote. 4Las vestiduras que harán son estas: el pectoral,
el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan, pues, las
vestiduras sagradas para Aarón tu hermano, y para sus hijos, para que sean mis
sacerdotes.
5Tomarán oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, 6y
harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa.
7Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos, y así se
juntará. 8Y su cinto de obra primorosa que estará sobre él, será de
la misma obra, parte del mismo; de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. 9Y
tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de
Israel; 10seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis
nombres en la otra piedra, conforme al orden de nacimiento de ellos. 11De
obra de grabador en piedra, como grabaduras de sello, harás grabar las dos
piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de
oro. 12Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, para
piedras memoriales a los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos
delante de Jehová sobre sus dos hombros por memorial. 13Harás, pues,
los engastes de oro, 14y dos cordones de oro fino, los cuales harás
en forma de trenza; y fijarás los cordones de forma de trenza en los engastes.
15Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa,
lo harás conforme a la obra del efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino
torcido. 16Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de
ancho; 17y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una
hilera de una piedra sárdica, un topacio y un carbunclo; 18la
segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante; 19la tercera
hilera, un jacinto, una ágata y una amatista; 20la cuarta hilera, un
berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán montadas en engastes de oro. 21Y
las piedras serán según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus
nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce
tribus. 22Harás también en el pectoral cordones de hechura de
trenzas de oro fino. 23Y harás en el pectoral dos anillos de oro,
los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral. 24Y fijarás los
dos cordones de oro en los dos anillos a los dos extremos del pectoral; 25y
pondrás los dos extremos de los dos cordones sobre los dos engastes, y los
fijarás a las hombreras del efod en su parte delantera. 26Harás
también dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral,
en su orilla que está al lado del efod hacia adentro. 27Harás
asimismo los dos anillos de oro, los cuales fijarás en la parte delantera de
las dos hombreras del efod, hacia abajo, delante de su juntura sobre el cinto
del efod. 28Y juntarán el pectoral por sus anillos a los dos anillos
del efod con un cordón de azul, para que esté sobre el cinto del efod, y no se
separe el pectoral del efod. 29Y llevará Aarón los nombres de los
hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entre en el
santuario, por memorial delante de Jehová continuamente. 30Y pondrás
en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de
Aarón cuando entre delante de Jehová; y llevará siempre Aarón el juicio de los
hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová.
31Harás el manto del efod todo de azul; 32y en
medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de
obra tejida, como el cuello de un coselete, para que no se rompa. 33Y
en sus orlas harás granadas de azul, púrpura y carmesí alrededor, y entre ellas
campanillas de oro alrededor. 34Una campanilla de oro y una granada,
otra campanilla de oro y otra granada, en toda la orla del manto alrededor. 35Y
estará sobre Aarón cuando ministre; y se oirá su sonido cuando él entre en el
santuario delante de Jehová y cuando salga, para que no muera.
36Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella
como grabadura de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ. 37Y la pondrás con un
cordón de azul, y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la mitra
estará. 38Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las
faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren
consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará
continuamente, para que obtengan gracia delante de Jehová.
39Y bordarás una túnica de lino, y harás una mitra de lino;
harás también un cinto de obra de recamador.
40Y para los hijos de Aarón harás túnicas; también les
harás cintos, y les harás tiaras para honra y hermosura. 41Y con
ellos vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él; y los ungirás, y los
consagrarás y santificarás, para que sean mis sacerdotes. 42Y les
harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; serán desde los lomos hasta
los muslos. 43Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entren
en el tabernáculo de reunión, o cuando se acerquen al altar para servir en el
santuario, para que no lleven pecado y mueran. Es estatuto perpetuo para él, y
para su descendencia después de él.
Consagración de Aarón y de sus hijos
(Lv. 8.1–36)
29
1Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean
mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto;
2y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y
hojaldres sin levadura untadas con aceite; las harás de flor de harina de
trigo. 3Y las pondrás en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás,
con el becerro y los dos carneros. 4Y llevarás a Aarón y a sus hijos
a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 5Y
tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el
efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod; 6y pondrás
la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa. 7Luego
tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.
8Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas. 9Les
ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el
sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.
10Después llevarás el becerro delante del tabernáculo de
reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro. 11Y
matarás el becerro delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. 12Y
de la sangre del becerro tomarás y pondrás sobre los cuernos del altar con tu
dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar. 13Tomarás
también toda la grosura que cubre los intestinos, la grosura de sobre el
hígado, los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y lo quemarás sobre
el altar. 14Pero la carne del becerro, y su piel y su estiércol, los
quemarás a fuego fuera del campamento; es ofrenda por el pecado.
15Asimismo tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos
pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. 16Y matarás el
carnero, y con su sangre rociarás sobre el altar alrededor. 17Cortarás
el carnero en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás
sobre sus trozos y sobre su cabeza. 18Y quemarás todo el carnero
sobre el altar; es holocausto de olor grato para Jehová, es ofrenda quemada a
Jehová.
19Tomarás luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán
sus manos sobre la cabeza del carnero. 20Y matarás el carnero, y
tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón,
sobre el lóbulo de la oreja de sus hijos, sobre el dedo pulgar de las manos
derechas de ellos, y sobre el dedo pulgar de los pies derechos de ellos, y
rociarás la sangre sobre el altar alrededor. 21Y con la sangre que
estará sobre el altar, y el aceite de la unción, rociarás sobre Aarón, sobre
sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de éstos; y él será
santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con
él.
22Luego tomarás del carnero la grosura, y la cola, y la
grosura que cubre los intestinos, y la grosura del hígado, y los dos riñones, y
la grosura que está sobre ellos, y la espaldilla derecha; porque es carnero de
consagración. 23También una torta grande de pan, y una torta de pan
de aceite, y una hojaldre del canastillo de los panes sin levadura presentado a
Jehová, 24y lo pondrás todo en las manos de Aarón, y en las manos de
sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Jehová. 25Después
lo tomarás de sus manos y lo harás arder en el altar, sobre el holocausto, por
olor grato delante de Jehová. Es ofrenda encendida a Jehová.
26Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, que
es de Aarón, y lo mecerás por ofrenda mecida delante de Jehová; y será porción
tuya. 27Y apartarás el pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla
de la ofrenda elevada, lo que fue mecido y lo que fue elevado del carnero de
las consagraciones de Aarón y de sus hijos, 28y será para Aarón y
para sus hijos como estatuto perpetuo para los hijos de Israel, porque es
ofrenda elevada; y será una ofrenda elevada de los hijos de Israel, de sus
sacrificios de paz, porción de ellos elevada en ofrenda a Jehová.
29Y las vestiduras santas, que son de Aarón, serán de sus
hijos después de él, para ser ungidos en ellas, y para ser en ellas
consagrados. 30Por siete días las vestirá el que de sus hijos tome
su lugar como sacerdote, cuando venga al tabernáculo de reunión para servir en
el santuario.
31Y tomarás el carnero de las consagraciones, y cocerás su
carne en lugar santo. 32Y Aarón y sus hijos comerán la carne del
carnero, y el pan que estará en el canastillo, a la puerta del tabernáculo de
reunión. 33Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo
expiación, para llenar sus manos para consagrarlos; mas el extraño no las
comerá, porque son santas. 34Y si sobrare hasta la mañana algo de la
carne de las consagraciones y del pan, quemarás al fuego lo que hubiere
sobrado; no se comerá, porque es cosa santa.
35Así, pues, harás a Aarón y a sus hijos, conforme a todo
lo que yo te he mandado; por siete días los consagrarás. 36Cada día
ofrecerás el becerro del sacrificio por el pecado, para las expiaciones; y
purificarás el altar cuando hagas expiación por él, y lo ungirás para
santificarlo. 37Por siete días harás expiación por el altar, y lo
santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare el altar,
será santificada.
Las ofrendas diarias
(Nm. 28.1–8)
38Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de
un año cada día, continuamente. 39Ofrecerás uno de los corderos por
la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde. 40Además,
con cada cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la
cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas; y para la libación, la
cuarta parte de un hin de vino. 41Y ofrecerás el otro cordero a la
caída de la tarde, haciendo conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su
libación, en olor grato; ofrenda encendida a Jehová. 42Esto será el
holocausto continuo por vuestras generaciones, a la puerta del tabernáculo de
reunión, delante de Jehová, en el cual me reuniré con vosotros, para hablaros
allí. 43Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será
santificado con mi gloria. 44Y santificaré el tabernáculo de reunión
y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis
sacerdotes. 45Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. 46Y
conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para
habitar en medio de ellos. Yo Jehová su Dios.
Proverbios 13
13
1 El hijo sabio recibe el consejo del padre;
Mas el burlador no escucha las reprensiones.
2 Del fruto de su boca el hombre comerá
el bien;
Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.
3 El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
4 El alma del perezoso desea, y nada
alcanza;
Mas el alma de los diligentes será prosperada.
5 El justo aborrece la palabra de
mentira;
Mas el impío se hace odioso e infame.
6 La justicia guarda al de perfecto
camino;
Mas la impiedad trastornará al pecador.
7 Hay quienes pretenden ser ricos, y no
tienen nada;
Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas.
8 El rescate de la vida del hombre está
en sus riquezas;
Pero el pobre no oye censuras.
9 La luz de los justos se alegrará;
Mas se apagará la lámpara de los impíos.
10 Ciertamente la soberbia concebirá
contienda;
Mas con los avisados está la sabiduría.
11 Las riquezas de vanidad disminuirán;
Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.
12 La esperanza que se demora es
tormento del corazón;
Pero árbol de vida es el deseo cumplido.
13 El que menosprecia el precepto
perecerá por ello;
Mas el que teme el mandamiento será recompensado.
14 La ley del sabio es manantial de vida
Para apartarse de los lazos de la muerte.
15 El buen entendimiento da gracia;
Mas el camino de los transgresores es duro.
16 Todo hombre prudente procede con
sabiduría;
Mas el necio manifestará necedad.
17 El mal mensajero acarrea desgracia;
Mas el mensajero fiel acarrea salud.
18 Pobreza y vergüenza tendrá el que
menosprecia el consejo;
Mas el que guarda la corrección recibirá honra.
19 El deseo cumplido regocija el alma;
Pero apartarse del mal es abominación a los necios.
20 El que anda con sabios, sabio será;
Mas el que se junta con necios será quebrantado.
21 El mal perseguirá a los pecadores,
Mas los justos serán premiados con el bien.
22 El bueno dejará herederos a los hijos
de sus hijos;
Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.
23 En el barbecho de los pobres hay
mucho pan;
Mas se pierde por falta de juicio.
24 El que detiene el castigo, a su hijo
aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
25 El justo come hasta saciar su alma;
Mas el vientre de los impíos tendrá necesidad.
Lectura y
Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas
lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Febrero 23 Mat 5.1-20 / Ex 28-29 / Pro 13
San
Mateo 5.1-20
El Sermón del monte: Las bienaventuranzas
(Lc. 6.20–23)
5
1Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose,
vinieron a él sus discípulos. 2Y abriendo su boca les enseñaba,
diciendo:
3Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos
es el reino de los cielos.
4Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán
consolación.
5Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la
tierra por heredad.
6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados.
7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos
alcanzarán misericordia.
8Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán
a Dios.
9Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán
llamados hijos de Dios.
10Bienaventurados los que padecen persecución por causa de
la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y
os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12Gozaos
y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
La sal de la tierra
13Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere,
¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y
hollada por los hombres.
La luz del mundo
14Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre
un monte no se puede esconder. 15Ni se enciende una luz y se pone
debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en
casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos.
Jesús y la ley
17No penséis que he venido para abrogar la ley o los
profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18Porque de
cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una
tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera
que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas
cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de
los cielos. 20Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor
que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Exodo
28-29
Las vestiduras de los sacerdotes
(Ex. 39.1–31)
28
1Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus
hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a
Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. 2Y harás
vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura. 3Y
tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu
de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que
sea mi sacerdote. 4Las vestiduras que harán son estas: el pectoral,
el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan, pues, las
vestiduras sagradas para Aarón tu hermano, y para sus hijos, para que sean mis
sacerdotes.
5Tomarán oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, 6y
harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa.
7Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos, y así se
juntará. 8Y su cinto de obra primorosa que estará sobre él, será de
la misma obra, parte del mismo; de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. 9Y
tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de
Israel; 10seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis
nombres en la otra piedra, conforme al orden de nacimiento de ellos. 11De
obra de grabador en piedra, como grabaduras de sello, harás grabar las dos
piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de
oro. 12Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, para
piedras memoriales a los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos
delante de Jehová sobre sus dos hombros por memorial. 13Harás, pues,
los engastes de oro, 14y dos cordones de oro fino, los cuales harás
en forma de trenza; y fijarás los cordones de forma de trenza en los engastes.
15Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa,
lo harás conforme a la obra del efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino
torcido. 16Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de
ancho; 17y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una
hilera de una piedra sárdica, un topacio y un carbunclo; 18la
segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante; 19la tercera
hilera, un jacinto, una ágata y una amatista; 20la cuarta hilera, un
berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán montadas en engastes de oro. 21Y
las piedras serán según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus
nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce
tribus. 22Harás también en el pectoral cordones de hechura de
trenzas de oro fino. 23Y harás en el pectoral dos anillos de oro,
los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral. 24Y fijarás los
dos cordones de oro en los dos anillos a los dos extremos del pectoral; 25y
pondrás los dos extremos de los dos cordones sobre los dos engastes, y los
fijarás a las hombreras del efod en su parte delantera. 26Harás
también dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral,
en su orilla que está al lado del efod hacia adentro. 27Harás
asimismo los dos anillos de oro, los cuales fijarás en la parte delantera de
las dos hombreras del efod, hacia abajo, delante de su juntura sobre el cinto
del efod. 28Y juntarán el pectoral por sus anillos a los dos anillos
del efod con un cordón de azul, para que esté sobre el cinto del efod, y no se
separe el pectoral del efod. 29Y llevará Aarón los nombres de los
hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entre en el
santuario, por memorial delante de Jehová continuamente. 30Y pondrás
en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de
Aarón cuando entre delante de Jehová; y llevará siempre Aarón el juicio de los
hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová.
31Harás el manto del efod todo de azul; 32y en
medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de
obra tejida, como el cuello de un coselete, para que no se rompa. 33Y
en sus orlas harás granadas de azul, púrpura y carmesí alrededor, y entre ellas
campanillas de oro alrededor. 34Una campanilla de oro y una granada,
otra campanilla de oro y otra granada, en toda la orla del manto alrededor. 35Y
estará sobre Aarón cuando ministre; y se oirá su sonido cuando él entre en el
santuario delante de Jehová y cuando salga, para que no muera.
36Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella
como grabadura de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ. 37Y la pondrás con un
cordón de azul, y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la mitra
estará. 38Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las
faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren
consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará
continuamente, para que obtengan gracia delante de Jehová.
39Y bordarás una túnica de lino, y harás una mitra de lino;
harás también un cinto de obra de recamador.
40Y para los hijos de Aarón harás túnicas; también les
harás cintos, y les harás tiaras para honra y hermosura. 41Y con
ellos vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él; y los ungirás, y los
consagrarás y santificarás, para que sean mis sacerdotes. 42Y les
harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; serán desde los lomos hasta
los muslos. 43Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entren
en el tabernáculo de reunión, o cuando se acerquen al altar para servir en el
santuario, para que no lleven pecado y mueran. Es estatuto perpetuo para él, y
para su descendencia después de él.
Consagración de Aarón y de sus hijos
(Lv. 8.1–36)
29
1Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean
mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto;
2y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y
hojaldres sin levadura untadas con aceite; las harás de flor de harina de
trigo. 3Y las pondrás en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás,
con el becerro y los dos carneros. 4Y llevarás a Aarón y a sus hijos
a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. 5Y
tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el
efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod; 6y pondrás
la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa. 7Luego
tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.
8Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas. 9Les
ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el
sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.
10Después llevarás el becerro delante del tabernáculo de
reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro. 11Y
matarás el becerro delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. 12Y
de la sangre del becerro tomarás y pondrás sobre los cuernos del altar con tu
dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar. 13Tomarás
también toda la grosura que cubre los intestinos, la grosura de sobre el
hígado, los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y lo quemarás sobre
el altar. 14Pero la carne del becerro, y su piel y su estiércol, los
quemarás a fuego fuera del campamento; es ofrenda por el pecado.
15Asimismo tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos
pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. 16Y matarás el
carnero, y con su sangre rociarás sobre el altar alrededor. 17Cortarás
el carnero en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás
sobre sus trozos y sobre su cabeza. 18Y quemarás todo el carnero
sobre el altar; es holocausto de olor grato para Jehová, es ofrenda quemada a
Jehová.
19Tomarás luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán
sus manos sobre la cabeza del carnero. 20Y matarás el carnero, y
tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón,
sobre el lóbulo de la oreja de sus hijos, sobre el dedo pulgar de las manos
derechas de ellos, y sobre el dedo pulgar de los pies derechos de ellos, y
rociarás la sangre sobre el altar alrededor. 21Y con la sangre que
estará sobre el altar, y el aceite de la unción, rociarás sobre Aarón, sobre
sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de éstos; y él será
santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con
él.
22Luego tomarás del carnero la grosura, y la cola, y la
grosura que cubre los intestinos, y la grosura del hígado, y los dos riñones, y
la grosura que está sobre ellos, y la espaldilla derecha; porque es carnero de
consagración. 23También una torta grande de pan, y una torta de pan
de aceite, y una hojaldre del canastillo de los panes sin levadura presentado a
Jehová, 24y lo pondrás todo en las manos de Aarón, y en las manos de
sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Jehová. 25Después
lo tomarás de sus manos y lo harás arder en el altar, sobre el holocausto, por
olor grato delante de Jehová. Es ofrenda encendida a Jehová.
26Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, que
es de Aarón, y lo mecerás por ofrenda mecida delante de Jehová; y será porción
tuya. 27Y apartarás el pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla
de la ofrenda elevada, lo que fue mecido y lo que fue elevado del carnero de
las consagraciones de Aarón y de sus hijos, 28y será para Aarón y
para sus hijos como estatuto perpetuo para los hijos de Israel, porque es
ofrenda elevada; y será una ofrenda elevada de los hijos de Israel, de sus
sacrificios de paz, porción de ellos elevada en ofrenda a Jehová.
29Y las vestiduras santas, que son de Aarón, serán de sus
hijos después de él, para ser ungidos en ellas, y para ser en ellas
consagrados. 30Por siete días las vestirá el que de sus hijos tome
su lugar como sacerdote, cuando venga al tabernáculo de reunión para servir en
el santuario.
31Y tomarás el carnero de las consagraciones, y cocerás su
carne en lugar santo. 32Y Aarón y sus hijos comerán la carne del
carnero, y el pan que estará en el canastillo, a la puerta del tabernáculo de
reunión. 33Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo
expiación, para llenar sus manos para consagrarlos; mas el extraño no las
comerá, porque son santas. 34Y si sobrare hasta la mañana algo de la
carne de las consagraciones y del pan, quemarás al fuego lo que hubiere
sobrado; no se comerá, porque es cosa santa.
35Así, pues, harás a Aarón y a sus hijos, conforme a todo
lo que yo te he mandado; por siete días los consagrarás. 36Cada día
ofrecerás el becerro del sacrificio por el pecado, para las expiaciones; y
purificarás el altar cuando hagas expiación por él, y lo ungirás para
santificarlo. 37Por siete días harás expiación por el altar, y lo
santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare el altar,
será santificada.
Las ofrendas diarias
(Nm. 28.1–8)
38Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de
un año cada día, continuamente. 39Ofrecerás uno de los corderos por
la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde. 40Además,
con cada cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la
cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas; y para la libación, la
cuarta parte de un hin de vino. 41Y ofrecerás el otro cordero a la
caída de la tarde, haciendo conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su
libación, en olor grato; ofrenda encendida a Jehová. 42Esto será el
holocausto continuo por vuestras generaciones, a la puerta del tabernáculo de
reunión, delante de Jehová, en el cual me reuniré con vosotros, para hablaros
allí. 43Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será
santificado con mi gloria. 44Y santificaré el tabernáculo de reunión
y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis
sacerdotes. 45Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. 46Y
conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para
habitar en medio de ellos. Yo Jehová su Dios.
Proverbios 13
13
1 El hijo sabio recibe el consejo del padre;
Mas el burlador no escucha las reprensiones.
2 Del fruto de su boca el hombre comerá
el bien;
Mas el alma de los prevaricadores hallará el mal.
3 El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
4 El alma del perezoso desea, y nada
alcanza;
Mas el alma de los diligentes será prosperada.
5 El justo aborrece la palabra de
mentira;
Mas el impío se hace odioso e infame.
6 La justicia guarda al de perfecto
camino;
Mas la impiedad trastornará al pecador.
7 Hay quienes pretenden ser ricos, y no
tienen nada;
Y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas.
8 El rescate de la vida del hombre está
en sus riquezas;
Pero el pobre no oye censuras.
9 La luz de los justos se alegrará;
Mas se apagará la lámpara de los impíos.
10 Ciertamente la soberbia concebirá
contienda;
Mas con los avisados está la sabiduría.
11 Las riquezas de vanidad disminuirán;
Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.
12 La esperanza que se demora es
tormento del corazón;
Pero árbol de vida es el deseo cumplido.
13 El que menosprecia el precepto
perecerá por ello;
Mas el que teme el mandamiento será recompensado.
14 La ley del sabio es manantial de vida
Para apartarse de los lazos de la muerte.
15 El buen entendimiento da gracia;
Mas el camino de los transgresores es duro.
16 Todo hombre prudente procede con
sabiduría;
Mas el necio manifestará necedad.
17 El mal mensajero acarrea desgracia;
Mas el mensajero fiel acarrea salud.
18 Pobreza y vergüenza tendrá el que
menosprecia el consejo;
Mas el que guarda la corrección recibirá honra.
19 El deseo cumplido regocija el alma;
Pero apartarse del mal es abominación a los necios.
20 El que anda con sabios, sabio será;
Mas el que se junta con necios será quebrantado.
21 El mal perseguirá a los pecadores,
Mas los justos serán premiados con el bien.
22 El bueno dejará herederos a los hijos
de sus hijos;
Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.
23 En el barbecho de los pobres hay
mucho pan;
Mas se pierde por falta de juicio.
24 El que detiene el castigo, a su hijo
aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
25 El justo come hasta saciar su alma;
Mas el vientre de los impíos tendrá necesidad.
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