20 de Abril
¡Teniendo la certeza de que son Buenas
Noticias!
Por Riqui Ricón*
Pero los que fueron
esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio
(Hch 8.4).
Evangelio es una palabra griega, euangelízo, que significa anunciar
buenas nuevas o el buen mensaje. Proviene de las palabras, eus, bien, bueno; y ángelos,
ángel, mensajero. Así que, evangelio es sinónimo de ¡Buenas noticias!
Entonces
Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime,
escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales
que hacía. Porque de muchos que
tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos
paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo
en aquella ciudad (Hch 8. 5-8).
Jesús es el mismo ayer, hoy y por los siglos,
por lo tanto, siempre que escuches, medites y actúes en Su Palabra, la Biblia,
con FE, creyéndole lo que dice, entonces, las señales te seguirán y, como con
toda buena noticia, la alegría y el gozo se manifestarán.
Y ahora, Señor, mira sus
amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano
para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu
santo Hijo Jesús (Hch 4. 29-30).
Sin importar el tipo de
amenaza que el día de hoy estés enfrentando, tú puedes confiar plenamente en Tu
Padre celestial, que mientras tú compartas esta Buena Noticia (el Evangelio),
Él extenderá Su mano para que se hagan
sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de Su santo Hijo Jesús.
Y
estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán (Mar 16. 17-18).
Ser un creyente significa ser un portador de
buenas noticias. Ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo significa ser
embajador(a) de Jesucristo en este mundo caído y agobiado por el pecado y la
muerte.
Mat 10:7-8 RV60 Y
yendo, predicad, diciendo:
El reino de los cielos se ha acercado.
(8) Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
¡Ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo
significa ser hacedor de esas Buenas Noticias!
Si tú no te miras o sientes como un(a)
portador(a) de buenas noticias, entonces, estás permitiendo que las
circunstancias te roben tu Identidad como Hijo(a) del Reino, pues en lugar de
escuchar y creer lo que te dice Dios en Su Palabra, estás escuchando y creyendo
otras voces que te dicen: no puedes, no sirves, no vales, es imposible, ¿cómo
tú?, estás muy grave, nunca va a cambiar, etc., etc.
¡Palabras de fracaso y de derrota que son una
total y rotunda mentira!
El
ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn
10.10).
La Vida que Jesucristo
adquirió para ti, es una buena vida, plena y abundante, se llama, ¡Vida Eterna!
Jua 3:16 RV60
Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¡Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su
propio Hijo antes que perderte a ti!
1Jn 3:1 NT BAD MIREN
CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de
Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la
mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos.
Así que, el Poder y el Amor de Dios para
contigo no se encuentran limitados ni por las circunstancias, ni por tus
emociones y sentimientos. Si Dios dice que en el nombre de Jesús echarás fuera
demonios; hablarás nuevas lenguas; tomarás en las manos serpientes; beberás
cosa mortífera sin sufrir daño; y que pondrás las manos sobre los enfermos y
estos sanarán, entonces, si tu lo CREES y vas y lo haces, inevitablemente, todo
eso sucederá. ¡Es Palabra de Dios!
Porque
como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que
riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y
pan al que come, así será mi palabra que
sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será
prosperada en aquello para que la envié (Isa
55.10-11).
Cuando basas tu Vida en La Palabra de Dios
(en lugar de tus cinco sentidos con sus emociones y sentimientos), ésta llevará
a cabo todo aquello para lo que fue enviada. ¡Es Palabra de Dios! ¡Es Palabra
de Honor!
Quizá ahora puedas comprender porque Jesús le
dijo a ese padre de familia tan necesitado de un milagro, lo mismo que te está
diciendo hoy a ti:
¡Si puedes creer, al que cree todo le es
posible! (Mar 9.23).
¡Buenas Noticias! No eres la misma persona
fracasada, frustrada y pecadora que solías ser. Eres un(a) auténtico(a) y
legítimo(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo; eres nueva creación, un(a) embajador(a)
del Reino y estás sobre la tierra para vencer sobre toda adversidad pues TIENES
DENTRO DE TI esa Vida llena de la Plenitud de Dios que Él ya destino en Su
Palabra para ti.
De
manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun
si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de
Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de
la reconciliación; que Dios estaba en
Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres
sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así
que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase
por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció
pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia
de Dios en él (2 Co 5. 16-21).
Tú eres un(a)
embajador(a) apto y habilitado por Dios para anunciar las virtudes de Aquel que
te llamó de las tinieblas a Su Luz admirable.
¡Y éstas, mi amado(a),
son muy Buenas Noticias!
Oremos en voz audible:
Muchas gracias Señor Jesús, porque con tu sacrificio
en esa cruz no solamente pagaste todos mis pecados haciéndome justo(a) delante
del Padre sino que, efectivamente, me diste Vida y una Vida Buena y Abundante.
¡Me diste Vida Eterna! Ahora soy nueva creatura ya que la ley del Espíritu de
vida en Cristo Jesús me ha hecho libre de la ley del pecado y de la muerte.
Amado Padre celestial, en Tu Hijo Jesús, yo, __________ (tu nombre aquí), tengo
Identidad; soy Tu Hijo(a) y puedo hacer las cosas que Jesús hizo y aún mayores
pues yo creo Tu Palabra. Te creo a Ti, Señor. No miro, ni miraré, a las
circunstancias de mi vida sino a lo que Tú; Dios, dices en Tu Palabra, pues yo
soy, ni más ni menos, quién Tú dices que soy. ¡Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece! ¡Mayor es el que está en mí, que el que está en el mundo! ¡De todo
problema, enfermedad o aflicción saldré más que vencedor(a) por medio de Tu
Amor, Señor Jesús! ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)!
En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco
una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible
poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de
Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados,
y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto.
¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada
hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar
porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y
suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues
con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido
trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo!
¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré
solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime © 2011
Lectura y Meditación
de la Palabra de Dios
Haz estas
lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Abril 20 Hch 8. 1-25
/ Deu 33-34 /
Job 20
Hechos
8. 1-25
Saulo persigue a la iglesia
8
1Y Saulo
consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la
iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de
Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. 2Y hombres piadosos
llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. 3Y
Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a
mujeres, y los entregaba en la cárcel.
Predicación del evangelio en Samaria
4Pero los que
fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. 5Entonces
Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. 6Y
la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y
viendo las señales que hacía. 7Porque de muchos que tenían
espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y
cojos eran sanados; 8así que había gran gozo en aquella ciudad.
9Pero había un
hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había
engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. 10A
éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande,
diciendo: Este es el gran poder de Dios. 11Y le estaban atentos,
porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo. 12Pero
cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el
nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. 13También
creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo
las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
14Cuando los
apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra
de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; 15los cuales, habiendo
venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 16porque
aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido
bautizados en el nombre de Jesús. 17Entonces les imponían las
manos, y recibían el Espíritu Santo. 18Cuando vio Simón que por la
imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció
dinero, 19diciendo: Dadme también a mí este poder, para que
cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. 20Entonces
Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios
se obtiene con dinero. 21No tienes tú parte ni suerte en este
asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. 22Arrepiéntete,
pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el
pensamiento de tu corazón; 23porque en hiel de amargura y en
prisión de maldad veo que estás. 24Respondiendo entonces Simón,
dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho
venga sobre mí.
25Y ellos,
habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y
en muchas poblaciones de los samaritanos anunciaron el evangelio.
Deuteronomio
33-34
Moisés bendice a las doce tribus de Israel
33
1Esta es la
bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes
que muriese. 2Dijo:
Jehová vino de Sinaí,
Y de Seir les esclareció;
Resplandeció desde el monte de Parán,
Y vino de entre diez millares de santos,
Con la ley de fuego a su mano derecha.
3 Aun amó a su pueblo;
Todos los consagrados a él estaban en su mano;
Por tanto, ellos siguieron en tus pasos,
Recibiendo dirección de ti,
4 Cuando Moisés nos ordenó una ley,
Como heredad a la congregación de Jacob.
5 Y fue rey en Jesurún,
Cuando se congregaron los jefes del pueblo
Con las tribus de Israel.
6 Viva Rubén, y no muera;
Y no sean pocos sus varones.
7Y esta bendición profirió para
Judá. Dijo así:
Oye, oh Jehová, la voz de Judá,
Y llévalo a su pueblo;
Sus manos le basten,
Y tú seas su ayuda contra sus enemigos.
8A Leví dijo:
Tu Tumim y tu Urim sean para
tu varón piadoso,
A quien probaste en Masah,
Con quien contendiste en las aguas de Meriba,
9 Quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto;
Y no reconoció a sus hermanos,
Ni a sus hijos conoció;
Pues ellos guardaron tus palabras,
Y cumplieron tu pacto.
10 Ellos enseñarán tus juicios a Jacob,
Y tu ley a Israel;
Pondrán el incienso delante de ti,
Y el holocausto sobre tu altar.
11 Bendice, oh Jehová, lo que hicieren,
Y recibe con agrado la obra de sus manos;
Hiere los lomos de sus enemigos,
Y de los que lo aborrecieren, para que nunca se
levanten.
12A Benjamín dijo:
El amado de Jehová habitará confiado cerca de
él;
Lo cubrirá siempre,
Y entre sus hombros morará.
13A José dijo:
Bendita de Jehová sea tu tierra,
Con lo mejor de los cielos, con el rocío,
Y con el abismo que está abajo.
14 Con los más escogidos frutos del sol,
Con el rico producto de la luna,
15 Con el fruto más fino de los montes antiguos,
Con la abundancia de los collados eternos,
16 Y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud;
Y la gracia del que habitó en la zarza
Venga sobre la cabeza de José,
Y sobre la frente de aquel que es príncipe entre
sus hermanos.
17 Como el primogénito de su toro es su gloria,
Y sus astas como astas de búfalo;
Con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta
los fines de la tierra;
Ellos son los diez millares de Efraín,
Y ellos son los millares de Manasés.
18A Zabulón dijo:
Alégrate, Zabulón, cuando salieres;
Y tú, Isacar, en tus tiendas.
19 Llamarán a los pueblos a su monte;
Allí sacrificarán sacrificios de justicia,
Por lo cual chuparán la abundancia de los mares,
Y los tesoros escondidos de la arena.
20A Gad dijo:
Bendito el que hizo ensanchar a Gad;
Como león reposa,
Y arrebata brazo y testa.
21 Escoge lo mejor de la tierra para sí,
Porque allí le fue reservada la porción del
legislador.
Y vino en la delantera del pueblo;
Con Israel ejecutó los mandatos y los justos
decretos de Jehová.
22A Dan dijo:
Dan es cachorro de león
Que salta desde Basán.
23A Neftalí dijo:
Neftalí, saciado de favores,
Y lleno de la bendición de Jehová,
Posee el occidente y el sur.
24A Aser dijo:
Bendito sobre los hijos sea Aser;
Sea el amado de sus hermanos,
Y moje en aceite su pie.
25 Hierro y bronce serán tus cerrojos,
Y como tus días serán tus fuerzas.
26 No hay como el Dios de Jesurún,
Quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda,
Y sobre las nubes con su grandeza.
27 El eterno Dios es tu refugio,
Y acá abajo los brazos eternos;
El echó de delante de ti al enemigo,
Y dijo: Destruye.
28 E Israel habitará confiado, la fuente de Jacob habitará sola
En tierra de grano y de vino;
También sus cielos destilarán rocío.
29 Bienaventurado tú, oh Israel.
¿Quién como tú,
Pueblo salvo por Jehová,
Escudo de tu socorro,
Y espada de tu triunfo?
Así que tus enemigos serán humillados,
Y tú hollarás sobre sus alturas.
Muerte y sepultura de Moisés
34
1Subió Moisés de
los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de
Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan, 2todo
Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el
mar occidental; 3el Neguev, y la llanura, la vega de Jericó,
ciudad de las palmeras, hasta Zoar. 4Y le dijo Jehová: Esta es la
tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a
Jacob,
diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no
pasarás allá. 5Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra
de Moab, conforme al dicho de Jehová. 6Y lo enterró en el valle,
en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su
sepultura hasta hoy. 7Era Moisés de edad de ciento veinte años
cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor. 8Y
lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; y así
se cumplieron los días del lloro y del luto de Moisés.
9Y Josué hijo de
Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos
sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a
Moisés. 10Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a
quien haya conocido Jehová cara a cara; 11nadie
como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra
de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, 12y
en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la
vista de todo Israel.
Job 20
Zofar describe las calamidades de los malos
20
1Respondió Zofar
naamatita, y dijo:
2 Por cierto mis pensamientos me hacen responder,
Y por tanto
me apresuro.
3 La reprensión de mi censura he oído,
Y me hace
responder el espíritu de mi inteligencia.
4 ¿No sabes esto, que así fue siempre,
Desde el
tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra,
5 Que la alegría de los malos es breve,
Y el gozo
del impío por un momento?
6 Aunque subiere su altivez hasta el cielo,
Y su cabeza
tocare en las nubes,
7 Como su estiércol, perecerá para siempre;
Los que le
hubieren visto dirán: ¿Qué hay de él?
8 Como sueño volará, y no será hallado,
Y se
disipará como visión nocturna.
9 El ojo que le veía, nunca más le verá,
Ni su lugar
le conocerá más.
10 Sus hijos solicitarán el favor de los pobres,
Y sus manos
devolverán lo que él robó.
11 Sus huesos están llenos de su juventud,
Mas con él
en el polvo yacerán.
12 Si el mal se endulzó en su boca,
Si lo
ocultaba debajo de su lengua,
13 Si le parecía bien, y no lo dejaba,
Sino que lo
detenía en su paladar;
14 Su comida se mudará en sus entrañas;
Hiel de
áspides será dentro de él.
15 Devoró riquezas, pero las vomitará;
De su
vientre las sacará Dios.
16 Veneno de áspides chupará;
Lo matará
lengua de víbora.
17 No verá los arroyos, los ríos,
Los torrentes de miel y de
leche.
18 Restituirá el trabajo conforme a los bienes que tomó,
Y no los
tragará ni gozará.
19 Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres,
Robó casas,
y no las edificó;
20 Por tanto, no tendrá sosiego en su vientre,
Ni salvará
nada de lo que codiciaba.
21 No quedó nada que no comiese;
Por tanto,
su bienestar no será duradero.
22 En el colmo de su abundancia padecerá estrechez;
La mano de
todos los malvados vendrá sobre él.
23 Cuando se pusiere a llenar su vientre,
Dios enviará
sobre él el ardor de su ira,
Y la hará
llover sobre él y sobre su comida.
24 Huirá de las armas de hierro,
Y el arco de
bronce le atravesará.
25 La saeta le traspasará y saldrá de su cuerpo,
Y la punta
relumbrante saldrá por su hiel;
Sobre él
vendrán terrores.
26 Todas las tinieblas están reservadas para sus tesoros;
Fuego no
atizado los consumirá;
Devorará lo
que quede en su tienda.
27 Los cielos descubrirán su iniquidad,
Y la tierra
se levantará contra él.
28 Los renuevos de su casa serán transportados;
Serán
esparcidos en el día de su furor.
29 Esta es la porción que Dios prepara al hombre impío,
Y la heredad
que Dios le señala por su palabra.
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