viernes, 11 de octubre de 2019

¡666! ¡Cómo evitar la marca de la bestia!




13 de Octubre
¡666!
Por Riqui Ricón*

Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis (Apo 13. 16-18).

¡666! Algunas veces me parece que algunas personas están tan preocupadas por las actividades del diablo que llegan a olvidar LA GRACIA de nuestro Señor Jesucristo y la obra de la CRUZ.
Aleluya. Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia… Pecamos nosotros, como nuestros padres; Hicimos iniquidad, hicimos impiedad… Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias, Sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo. Pero él los salvó por amor de su nombre, Para hacer notorio su poder… Los salvó de mano del enemigo, Y los rescató de mano del adversario. Cubrieron las aguas a sus enemigos; No quedó ni uno de ellos. Entonces creyeron a sus palabras Y cantaron su alabanza (Sal 106.1, 6-8, 10-12).
El Evangelio es la Buena Noticia y esta Buena Noticia es que Dios NO MIENTE. Todo lo que Él ha dicho es la Verdad y se va a cumplir. Sólo en esta certeza puede radicar la felicidad del ser humano,

Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).

Sólo aquellos(as) que confían en Dios, aquellos(as) que le CREEN a Su Palabra pueden realmente aspirar a vivir una Vida Plena de gozo y de Paz.

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera;  porque en ti ha confiado (Isa 26.3).

La Biblia es la Palabra de Dios. La Biblia es la Palabra de Honor de Dios y dice clara y enfáticamente que,

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Jn 3. 16).

Es por Su gran Amor con que te ama que ofreció a Su propio Hijo en expiación por tus pecados. Jesús fue el precio que se pagó para que tú no te perdieras para Dios sino que, al contrario de lo que muchos piensan, recibieras la VIDA ETERNA que Dios siempre ha querido para ti.

¡Dios es bueno y para siempre es Su misericordia!

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.17).

Amado(a), Jesús no viene a tu vida para acusarte y condenarte sino para que sepas y CREAS que por lo que Él hizo en la Cruz, tú has Nacido de Nuevo y ahora ERES CAPAZ de llevar una vida plena y abundante.

Esto es lo que significa ser salvo. Jesús mismo te lo afirma al decirte que,

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).

 El Anticristo y la marca de la bestia son Verdad y todo lo que a ellos se refiere va a suceder de la forma en que está escrito en la Biblia; pero por favor, lee el final del libro: ¡Nosotros ganamos! ¡Sí! ¡Estás destinado(a) a Vencer!

Así que, no temas, cree solamente. Tu Padre celestial no te ha dejado ni te piensa dejar y mucho menos en las manos de un enemigo 666 que ya ha sido derrotado.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Jn 1.9).
Quizás, tú como muchos, quisieras señalarme: pero ¿qué con el pecado? ¿Qué pasa si pecamos? Pues, sólo tienes que creer lo que Dios dice acerca de ti. Los pecadores pecan, es lo que saben y les gusta hacer. Tú, de acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente, eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y NO practicas el pecado.

Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios… Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 51a, 18).

Esto NO quiere decir que no peques sino que ya NO ERES la persona que antes eras: un(a) pecador(a) empedernido(a) que practicaba el pecado constantemente, como un estilo de vida o como un(a) adicto(a) a él. Así que ahora, cuando caigas, NO huyas de Dios, mejor arrepiéntete y corre hacia tu Padre celestial  y confiésale que has pecado, pues él es fiel y justo para perdonarte tus pecados, y limpiarte de toda maldad.

¡Es la Palabra de Dios!

Esto es todo lo opuesto a los deseos de tu adversario, el diablo, quien pretende alejarte de Dios, quedándote todo(a) avergonzado(a), condenado(a), engañado(a) y convencido(a) por sus mentiras de que eres un(a) hipócrita, que no vales nada pues (dice él, el diablo), no cambiarás ni podrás cambiar, y que por lo tanto, estás destinado(a) a la condenación eterna.

¡Ja! ¡Nada de eso! La Biblia dice que tú eres un(a) Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO, y no por lo que hayas hecho, estés haciendo o puedas hacer, sino por lo que Cristo Jesús YA HIZO al morir y resucitar por Amor a ti; y esto mi amado(a), ¡ES la Única Verdad!

¿Has escuchado bien lo que la Biblia, la Palabra de Dios, que no miente, dice acerca de ti, un(a) Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO?

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 5.18).

No me estoy repitiendo en esta reflexión, sino que te estoy asegurando que la Verdad es que después de haber aceptado a Jesucristo como tu Salvador y haber Nacido de Nuevo, ya no vives CONFORME a la carne (de acuerdo con ella) sino que ahora vives CONFORME (de acuerdo con) al Espíritu.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Co 5.17).

Por lo que Jesús hizo en la cruz por Amor a ti, tú estás en Cristo y de acuerdo a la Biblia, tu vieja forma de ser quedó atrás. Por la Sangre de Jesús has sido hecho(a) totalmente Nuevo(a).

Digo, si puedes creerle a Dios, pues al que cree a Dios todo le es posible.

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Ro 8.1-2).
¡Buenas Noticias! ¡Todo ese rollo del 666 no se aplica a ti! ¡En Cristo Jesús tienes la Victoria sobre el pecado y sobre la muerte!
¡No temas, CREE solamente!


Oremos en voz audible:

Gracias Padre celestial porque eres bueno y para siempre es tu misericordia, por tu grande e infinito Amor con que me has amado. Tengo paz en mi corazón pues sé que estás aquí conmigo; que mayor eres Tú, que estás en mí, que el que está en el mundo y que Tú, Cristo Jesús, mi Rey, Señor y Salvador, eres el que me guarda y el maligno no me toca. Me has destinado a la Vida Eterna y puedo vivirla: una Vida Plena y abundante. Así que, ante las circunstancias actuales no voy a temer a las voces de condenación, engaño y mentira, sino que voy a CREER lo que dices en Tu Palabra, la Biblia. Espíritu Santo, con Tu ayuda voy a vivir esta Vida Plena y abundante, estando bien consciente de que YO SOY ese(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo que Tú dices en Tu Palabra que YO SOY. Padre, te alabo porque eres bueno, porque para siempre es tu misericordia. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. ¡Soy libre! ¡La Vida Eterna es mi derecho! Por todo esto, creo, tomo y declaro cada una de Tus Promesas para mi Vida. De todo problema, enfermedad o angustia, yo, ____________ (tu nombre aquí), voy a salir más que vencedor pues todo lo puedo en Cristo Jesús. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! Muchas gracias, mi Dios, y Señor, te amo con todo mi corazón.  En el nombre de Jesús. ¡Amén!

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso? 
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios: 
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Octubre 13                         Apo 13 /  Est 3-4 / Sal 106.1-23


Apocalipsis 13
Las dos bestias
13
1Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. 2Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. 3Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, 4y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?
5También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. 6Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. 7Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. 8Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. 9Si alguno tiene oído, oiga. 10Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.
11Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. 12Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. 13También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. 14Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. 15Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. 16Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. 18Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

Ester
Amán trama la destrucción de los judíos
3
1Después de estas cosas el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de Hamedata agagueo, y lo honró, y puso su silla sobre todos los príncipes que estaban con él. 2Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban y se inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba. 3Y los siervos del rey que estaban a la puerta preguntaron a Mardoqueo: ¿Por qué traspasas el mandamiento del rey? 4Aconteció que hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos él, lo denunciaron a Amán, para ver si Mardoqueo se mantendría firme en su dicho; porque ya él les había declarado que era judío. 5Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira. 6Pero tuvo en poco poner mano en Mardoqueo solamente, pues ya le habían declarado cuál era el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero, al pueblo de Mardoqueo.
7En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de Amán, suerte para cada día y cada mes del año; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar.
8Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir. 9Si place al rey, decrete que sean destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de plata a los que manejan la hacienda, para que sean traídos a los tesoros del rey. 10Entonces el rey quitó el anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los judíos, 11y le dijo: La plata que ofreces sea para ti, y asimismo el pueblo, para que hagas de él lo que bien te pareciere. 12Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, al día trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los sátrapas del rey, a los capitanes que estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey. 13Y fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, con la orden de destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y de apoderarse de sus bienes. 14La copia del escrito que se dio por mandamiento en cada provincia fue publicada a todos los pueblos, a fin de que estuviesen listos para aquel día. 15Y salieron los correos prontamente por mandato del rey, y el edicto fue dado en Susa capital del reino. Y el rey y Amán se sentaron a beber; pero la ciudad de Susa estaba conmovida.

Ester promete interceder por su pueblo
4
1Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor. 2Y vino hasta delante de la puerta del rey; pues no era lícito pasar adentro de la puerta del rey con vestido de cilicio. 3Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos.
4Y vinieron las doncellas de Ester, y sus eunucos, y se lo dijeron. Entonces la reina tuvo gran dolor, y envió vestidos para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el cilicio; mas él no los aceptó. 5Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, que él había puesto al servicio de ella, y lo mandó a Mardoqueo, con orden de saber qué sucedía, y por qué estaba así. 6Salió, pues, Hatac a ver a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad, que estaba delante de la puerta del rey. 7Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dio noticia de la plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos. 8Le dio también la copia del decreto que había sido dado en Susa para que fuesen destruidos, a fin de que la mostrase a Ester y se lo declarase, y le encargara que fuese ante el rey a suplicarle y a interceder delante de él por su pueblo. 9Vino Hatac y contó a Ester las palabras de Mardoqueo.
10Entonces Ester dijo a Hatac que le dijese a Mardoqueo: 11Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para ver al rey estos treinta días. 12Y dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester. 13Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. 14Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
15Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: 16Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca. 17Entonces Mardoqueo fue, e hizo conforme a todo lo que le mandó Ester. 


SALMO 106.1-23
La rebeldía de Israel

     1     Aleluya.
Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.
     2     ¿Quién expresará las poderosas obras de Jehová?
¿Quién contará sus alabanzas?
     3     Dichosos los que guardan juicio,
Los que hacen justicia en todo tiempo.
     4     Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo;
Visítame con tu salvación,
     5     Para que yo vea el bien de tus escogidos,
Para que me goce en la alegría de tu nación,
Y me gloríe con tu heredad.
     6     Pecamos nosotros, como nuestros padres;
Hicimos iniquidad, hicimos impiedad.
     7     Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas;
No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias,
Sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.
     8     Pero él los salvó por amor de su nombre,
Para hacer notorio su poder.
     9     Reprendió al Mar Rojo y lo secó,
Y les hizo ir por el abismo como por un desierto.
     10     Los salvó de mano del enemigo,
Y los rescató de mano del adversario.
     11     Cubrieron las aguas a sus enemigos;
No quedó ni uno de ellos.
     12     Entonces creyeron a sus palabras
Y cantaron su alabanza.
     13     Bien pronto olvidaron sus obras;
No esperaron su consejo.
     14     Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto;
Y tentaron a Dios en la soledad.
     15     Y él les dio lo que pidieron;
Mas envió mortandad sobre ellos.
     16     Tuvieron envidia de Moisés en el campamento,
Y contra Aarón, el santo de Jehová.
     17     Entonces se abrió la tierra y tragó a Datán,
Y cubrió la compañía de Abiram.
     18     Y se encendió fuego en su junta;
La llama quemó a los impíos.
     19     Hicieron becerro en Horeb,
Se postraron ante una imagen de fundición.
     20     Así cambiaron su gloria
Por la imagen de un buey que come hierba.
     21     Olvidaron al Dios de su salvación,
Que había hecho grandezas en Egipto,
     22     Maravillas en la tierra de Cam,
Cosas formidables sobre el Mar Rojo.
     23     Y trató de destruirlos,
De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de él,
A fin de apartar su indignación para que no los destruyese.

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