¡Cómo recibir todo el bien que Dios ha hecho contigo!
¡Solo tienes que creerlo!
¡Escrito está!
Por Riqui Ricón*
Bien
has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme a tu palabra (Sal
119.65).
Entre más leas la Biblia más te maravillarás
del Amor que el Todopoderoso Dios tiene para contigo, pues, como si fuera poco
el haberte rescatado a precio de la Vida de Su propio Hijo, Jesús, además ha
puesto por escrito Su Voluntad, y esto para hacerte bien y no mal.
Pues yo sé los planes que tengo
para ustedes —dice el SEÑOR—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para
darles un futuro y una esperanza (Jer 29.11 NTV).
En Verdad que no comprendo las
palabras de aquellos que predican a un Dios de juicio y venganza; un Dios que
sólo está pendiente de tus errores para corregirte y enseñarte el camino de la
santidad mediante las terribles e inevitables consecuencias de tus pecados.
Porque esto es bueno y
agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los
hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un
solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en
rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo (1 Tim
2.3-6).
La voluntad de Dios es que TODOS
los hombres alcancen la plenitud de Vida por medio del conocimiento de la Verdad.
Y esto solo es posible a través del sacrificio de Amor que Jesús realizó por
TODOS nosotros al dar Su Vida como el pago del rescate nuestro. Él pagó con Su
sangre y con Su Vida todas esas terribles e inevitables consecuencias de tus
pecados.
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo
al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn
3.16-17).
¡Dios te Ama
tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti!
Pero Dios, que es rico en misericordia, por
su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo (por gracia sois salvos) (Efe 2.4-5).
Esta salvación (plenitud) tan
grande no es algo que puedas alcanzar por méritos propios, por lo que es
necesario que estés dispuesto(a) a transformarte mediante la renovación de tu
entendimiento y puedas COMPROBAR que la voluntad del Señor para tu vida es
buena, agradable y perfecta.
No imiten las conductas ni las costumbres
de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en
personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a
conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y
perfecta (Ro 12.2 NTV).
En otras palabras, cambia tu
forma de pensar respecto a Dios. ¡Dios es bueno y para siempre es Su
misericordia!
En cuanto a la pasada manera de vivir,
despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a
los deseos engañosos, y
renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efe 4.22-24).
Sea cual sea la situación que
estés experimentando el día de hoy, la Biblia, que es la Palabra de Dios, quien
no miente, afirma que si ya aceptaste a Jesús como Señor y Salvador de tu vida,
entonces tú le perteneces a Él y YA HAS VENCIDO porque mayor es el que está en
ti que el que está en el mundo.
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis
vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo (1 Jn 4.4).
Recuerda siempre que, ¡Dios ha
decretado en Su Palabra hacerte bien! ¡Dios ha decretado en Su Palabra que TÚ
ERES MÁS QUE VENCEDOR(A)!
Y habrá allí calzada y camino,
y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo
estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera
subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y
los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo
será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el
gemido (Isa 35.8-10).
Y yo me pregunto,
si la salvación es por gracia, o sea, un regalo de Dios ¿cómo es que algunos
quieren que paguemos por ella?
Dios los salvó
por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un
regalo de Dios. La
salvación no es un premio por las cosas buenas que
hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. Pues somos la obra maestra de Dios. Él
nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que
preparó para nosotros tiempo atrás (Efe 2.8-10 NTV).
Puedes estar
seguro(a), Cristo Jesús ya pagó y tú no tienes por qué volver a pagar, así que
venga la alegría a tu vida, deja que el gozo perpetuo sea sobre tu cabeza y ten
gozo y alegría para que huyan para siempre la tristeza y el gemido.
¿Qué,
pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su
propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también
con él todas las cosas? (Ro 8.31-32).
¡Solo tienes que creerlo!
¡Escrito está! ¡Es Palabra de Dios!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en este
día, como en todos, quiero ser especialmente consciente de Tu gran Amor con que
me has amado pues estando yo muerto(a) en delitos y pecados Tú me diste Vida
juntamente con Cristo. ¡Por gracia soy salvo(a)! Señor Jesús, sé que al morir
por mí en esa cruz pagaste TODOS mis pecados y por eso me has hecho justo delante
del Padre para ser adoptado(a) Hijo(a) Suyo(a) según el puro afecto de Su
Voluntad. ¡Mil gracias por eso! Ahora sé quién soy: un(a) Hijo(a) de Dios
Nacido(a) de Nuevo; Nacido(a) de Nuevo para triunfar. Ningún problema,
enfermedad o circunstancia podrán jamás hablar más fuerte que la Verdad. ¡Tú
Palabra es la Verdad! No permitiré al temor, ni a la duda, ni al desánimo, ni a
la condenación, ni a la vergüenza que me lleven por el camino del error. ¡Yo
soy Tu Hijo(a), oh Dios y Tú eres mi Padre! Nada ni nadie puede deshacer esto:
¡Todo lo puedo en Cristo Jesús que me fortalece! ¡En TODAS las cosas soy más
que vencedor(a) por medio de Aquel que
me amó, Cristo Jesús! ¡Mayor es Él, que está en mí, que el que está en el
mundo! ¡Mi Dios pues, suplirá TODO lo que me falta conforme Sus riquezas en
gloria! Esto es todo el bien que has hecho conmigo, conforme a Tu Palabra. En
el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este
mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a)
pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu
sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última
gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero,
Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente
Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta
simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido
trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo!
¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré
solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2010
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Octubre
31 1 Tim
2 /
Isa 34-35/ Sal 119.65-96
RV60
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Octubre
31 1 Tim
2 /
Isa 34-35/ Sal 119.65-96
1
Timoteo
Instrucciones
sobre la oración
2
1Exhorto ante
todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias,
por todos los hombres; 2por los reyes y por todos los que están en
eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y
honestidad. 3Porque esto es bueno y agradable delante de Dios
nuestro Salvador, 4el cual quiere que todos los hombres sean
salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 5Porque hay un solo
Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6el
cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su
debido tiempo. 7Para esto yo fui constituido predicador y apóstol
(digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.a
8Quiero, pues,
que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni
contienda. 9Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa,
con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos
costosos,b
10sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan
piedad. 11La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
12Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el
hombre, sino estar en silencio. 13Porque Adán fue formado
primero,c
después Eva;d 14y Adán no fue engañado, sino
que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.e 15Pero
se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con
modestia.[1]
Isaías
La ira de Jehová contra las naciones
34
1Acercaos,
naciones, juntaos para oír; y vosotros, pueblos, escuchad. Oiga la tierra y
cuanto hay en ella, el mundo y todo lo que produce. 2Porque Jehová
está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de
ellas; las destruirá y las entregará al matadero. 3Y los muertos
de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes
se disolverán por la sangre de ellos. 4Y todo el ejército de los
cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su
ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera.a
5Porque en los
cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá sobre Edomb
en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema. 6Llena está de sangre
la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de
machos cabríos, de grosura de riñones de carneros; porque Jehová tiene
sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom. 7Y con
ellos caerán búfalos, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de
sangre, y su polvo se engrasará de grosura.
8Porque es día de
venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sion. 9Y
sus arroyos se convertirán en brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea
ardiente. 10No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá
su humo;c
de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella.
11Se adueñarán de ella el pelícano y el erizo, la lechuza y el cuervo
morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de destrucción, y niveles de
asolamiento. 12Llamarán a sus príncipes, príncipes sin reino; y
todos sus grandes serán nada.
13En sus
alcázares crecerán espinos, y ortigas y cardos en sus fortalezas; y serán
morada de chacales, y patio para los pollos de los avestruces. 14Las
fieras del desierto se encontrarán con las hienas, y la cabra salvaje gritará a
su compañero; la lechuza también tendrá allí morada, y hallará para sí reposo.
15Allí anidará el
búho, pondrá sus huevos, y sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus alas;
también se juntarán allí buitres, cada uno con su compañera. 16Inquirid
en el libro de Jehová, y leed si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su
compañera; porque su boca mandó, y los reunió su mismo Espíritu. 17Y
él les echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán
por heredad; de generación en generación morarán allí.
Futuro glorioso de Sion
35
1Se alegrarán el
desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. 2Florecerá
profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano
le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de
Jehová, la hermosura del Dios nuestro. 3Fortaleced las manos
cansadas, afirmad las rodillas endebles.a 4Decid
a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene
con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
5Entonces los
ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.
6Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo;b
porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. 7El
lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en
la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.
8Y habrá allí
calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él,
sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe
que sea, no se extraviará. 9No habrá allí león, ni fiera subirá
por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. 10Y
los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo
será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el
gemido.[2]
SALMO 119.65-96
Excelencias de la ley de Dios
Tet
65 Bien has
hecho con tu siervo,
Oh Jehová,
conforme a tu palabra.
66 Enséñame
buen sentido y sabiduría,
Porque tus
mandamientos he creído.
67 Antes que
fuera yo humillado, descarriado andaba;
Mas ahora guardo
tu palabra.
68 Bueno eres
tú, y bienhechor;
Enséñame tus
estatutos.
69 Contra mí
forjaron mentira los soberbios,
Mas yo
guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70 Se engrosó
el corazón de ellos como sebo,
Mas yo en tu
ley me he regocijado.
71 Bueno me es
haber sido humillado,
Para que
aprenda tus estatutos.
72 Mejor me es
la ley de tu boca
Que millares
de oro y plata.
Yod
73 Tus manos
me hicieron y me formaron;
Hazme
entender, y aprenderé tus mandamientos.
74 Los que te
temen me verán, y se alegrarán,
Porque en tu
palabra he esperado.
75 Conozco, oh
Jehová, que tus juicios son justos,
Y que
conforme a tu fidelidad me afligiste.
76 Sea ahora
tu misericordia para consolarme,
Conforme a
lo que has dicho a tu siervo.
77 Vengan a mí
tus misericordias, para que viva,
Porque tu
ley es mi delicia.
78 Sean
avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado;
Pero yo meditaré
en tus mandamientos.
79 Vuélvanse a
mí los que te temen
Y conocen
tus testimonios.
80 Sea mi
corazón íntegro en tus estatutos,
Para que no
sea yo avergonzado.
Caf
81 Desfallece
mi alma por tu salvación,
Mas espero
en tu palabra.
82 Desfallecieron
mis ojos por tu palabra,
Diciendo:
¿Cuándo me consolarás?
83 Porque
estoy como el odre al humo;
Pero no he
olvidado tus estatutos.
84 ¿Cuántos
son los días de tu siervo?
¿Cuándo
harás juicio contra los que me persiguen?
85 Los
soberbios me han cavado hoyos;
Mas no
proceden según tu ley.
86 Todos tus
mandamientos son verdad;
Sin causa me
persiguen; ayúdame.
87 Casi me han
echado por tierra,
Pero no he dejado
tus mandamientos.
88 Vivifícame
conforme a tu misericordia,
Y guardaré
los testimonios de tu boca.
Lámed
89 Para
siempre, oh Jehová,
Permanece tu
palabra en los cielos.
90 De
generación en generación es tu fidelidad;
Tú afirmaste
la tierra, y subsiste.
91 Por tu
ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
Pues todas
ellas te sirven.
92 Si tu ley
no hubiese sido mi delicia,
Ya en mi
aflicción hubiera perecido.
93 Nunca jamás
me olvidaré de tus mandamientos,
Porque con
ellos me has vivificado.
94 Tuyo soy
yo, sálvame,
Porque he
buscado tus mandamientos.
95 Los impíos
me han aguardado para destruirme;
Mas yo
consideraré tus testimonios.
96 A toda
perfección he visto fin;
Amplio
sobremanera es tu mandamiento.[3]
a a 2.7: 2 Ti. 1.11.
b b 2.9: 1 P. 3.3.
c c 2.13: Gn. 2.7.
d d 2.13: Gn. 2.21–22.
e e 2.14: Gn. 3.1–6.
[1] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. 1 Ti
1.20-2.15
a a 34.4: Ap. 6.13–14.
b b 34.5–17: Is. 63.1–6; Jer. 49.7–22; Ez.
25.12–14; 35.1–15; Am. 1.11–12; Abd. 1–14; Mal. 1.2–5.
c c 34.10: Ap. 14.11; 19.3.
a
a 35.3: He. 12.12.
b
b 35.5–6: Mt. 11.5; Lc. 7.22.
[2] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Is
33.24-35.10
[3] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Sal
119.64-96
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