¡Tú eres alguien especial!
¡Escogido(a) por Dios!
Por Riqui Ricón*
Pero nosotros debemos dar
siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de
que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os
llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor
Jesucristo (2 Tes 2.13-14).
La palabra evangelio significa
buenas noticias y éstas son, efectivamente, las buenas noticias que la Biblia,
la Palabra de Dios que nunca miente, establece en nuestras vidas, pues tú fuiste
escogido(a) desde el principio para
salvación, esto es, para recibir la Vida abundante y plena que Jesucristo
ganó para ti, y que es, ni más ni menos que la Vida Eterna.
El ladrón no viene sino
para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que
la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Ahora bien, no fuiste escogido(a)
por Dios gracias a tus dones o talentos, ni por tu buen comportamiento, sino
que fuiste escogido(a) por el Amor que Dios siente por ti. Fuiste escogido(a), al
ser apartado(a) por el Espíritu Santo, cuando creíste a la Palabra de Dios, que
es la Verdad, y la cual dice:
De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y
este será todo el fruto, la remoción de
su pecado (Isa 27.9a).
Desde
Génesis hasta Apocalipsis el mensaje de Amor de la Palabra de Dios es constante
y consistente: La redención de tu Vida. Lo cual significa que tú fuiste comprado(a)
mediante la muerte y resurrección de Jesucristo para que, al pagar Él TODOS tus
pecados, se te concediera el derecho a la libertad y a la vida plena que
solamente un(a) HIJO(A) DE DIOS NACIDO(A) DE NUEVO puede experimentar y que ahora es tu Herencia: La Vida Eterna, la
Vida de Dios.
Porque la paga del pecado
es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6.23).
Ahora bien, demasiados creyentes
piensan que la santidad se consigue mediante el arrepentimiento y las obras que
deben realizar para agradar a Dios y así poder mantener su relación con Él. El
problema con esta posición es que olvidan que YA fueron escogidos para salvación
mediante la santificación por el Espíritu y por la fe, que es creerle a Dios,
creyendo Su Palabra.
Pero
sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan (Heb 11.6).
Así que, a Dios no se le agrada
con obras de justicia sino creyendo lo que Él YA te proveyó por medio de la
muerte y resurrección de Su Hijo, Jesús.
Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a
Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha
dicho Jehová de los ejércitos (Zac 4.6).
Amado(a), Dios no está tan
interesado en tus fracasos y derrotas, como en las acciones llenas de fe
[creyéndole a Él, creyendo Su Palabra], que realizas para cumplir el propósito
por el cual sigues aún aquí en la tierra. Para eso te CREÓ DE NUEVO por medio
de la fe en Jesucristo.
Y él os dio vida a
vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro
tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la
potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de
la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo
que los demás. Pero Dios,
que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en
pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y
juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros
las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo
Jesús. Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque
somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efe 2.1-10).
Este es Su plan, y es tan
perfecto que hasta la fe está incluida como un regalo de Dios para ti. Y todo con
el propósito de que no exista la más remota posibilidad de que falles, pues Él
es el que te santifica.
Porque
cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero
qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque
el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados
del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación,
y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte,
mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro
6.20-23).
Así que, no temas cree solamente y comienza a
pensar, hablar y vivir como lo que realmente eres: ¡Un(a) Hijo(a) Amado(a) y
Escogido(a) de Dios!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, te alabo y
te bendigo por lo que has hecho conmigo al adoptarme como Hija(o) Tuya(o)
pagando con la Vida de Jesús el precio de mi adopción, el perdón de todos mis
pecados. Gracias porque cuando he estado en angustia te he invocado y siempre
me respondes, poniéndome en lugar espacioso. Tú estás conmigo; no temeré lo que
me pueda hacer el hombre. Tú estás conmigo entre los que me ayudan; Por tanto,
yo veré mi deseo en los que me aborrecen. Mejor es confiar en Ti que confiar
en el hombre. Mejor es confiar en Ti que confiar en príncipes. Sé que toda
enfermedad, problema o circunstancia yo la destruiré en Tu nombre, Jesús.
Aunque el día de hoy me sienta rodeado como por abejas; o las circunstancias se
enardezcan contra mí como fuego de
espinos; Sé que, en Tu nombre Jesús, yo les venceré. Tú eres mi ayudador. Tú
eres mi cántico y mi fortaleza. Tú eres Jesús, mi Señor y Salvador. Por lo
tanto, creo y declaro que yo, ________ (tu nombre aquí), ¡Soy sano(a)! ¡Soy
libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a)
de Nuevo! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este
mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a)
pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu
sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última
gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero,
Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente
Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta
simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido
trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo!
¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré
solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Octubre
28 2 Tes 2
/
Isa 27-28/ Sal 118
RV60
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Octubre
28 2 Tes 2
/
Isa 27-28/ Sal 118
2
de Tesalonicenses
Manifestación
del hombre de pecado
2
1Pero con
respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él,a
os rogamos, hermanos, 2que no os dejéis mover fácilmente de
vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni
por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está
cerca. 3Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin
que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de
perdición, 4el cual se opone y se levanta contra todo lo que se
llama Dios o es objeto de culto;b tanto que se sienta en el
templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. 5¿No os
acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? 6Y
ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se
manifieste. 7Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad;
sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de
en medio. 8Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el
Señor matará con el espíritu de su boca,c y destruirá con
el resplandor de su venida; 9inicuo cuyo advenimiento es por obra
de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,d
10y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no
recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11Por esto Dios
les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12a fin de
que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se
complacieron en la injusticia.
Escogidos para salvación
13Pero nosotros
debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el
Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante
la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14a lo cual
os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor
Jesucristo. 15Así que, hermanos, estad firmes, y retened la
doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
16Y el mismo
Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio
consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17conforte
vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.[1]
Isaías
Liberación y regreso de Israel
27
1En aquel día
Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatána
serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está
en el mar.
2En aquel día
cantad acerca de la viña del vino rojo. 3Yo Jehová la guardo, cada
momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe.
4No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y
cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una. 5¿O forzará alguien mi
fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo.
6Días vendrán
cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del
mundo llenará de fruto. 7¿Acaso ha sido herido como quien lo
hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron? 8Con medida lo
castigarás en sus vástagos. El los remueve con su recio viento en el día del
aire solano. 9De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de
Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando haga todas
las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los
símbolos de Asera ni las imágenes del sol. 10Porque la ciudad
fortificada será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un
desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas.
11Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a
encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor
no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó.
12Acontecerá en
aquel día, que trillará Jehová desde el río Eufrates hasta el torrente de
Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno. 13Acontecerá
también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían
sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a
Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.
Condenación de Efraín
28
1¡Ay de la corona
de soberbia de los ebrios de Efraín, y de la flor caduca de la hermosura de su
gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos del vino!
2He aquí, Jehová tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbión de
granizo y como torbellino trastornador, como ímpetu de recias aguas que
inundan, con fuerza derriba a tierra. 3Con los pies será pisoteada
la corona de soberbia de los ebrios de Efraín. 4Y será la flor
caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil,
como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la
mira, se la traga tan luego como la tiene a mano.
5En aquel día
Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al
remanente de su pueblo; 6y por espíritu de juicio al que se sienta
en juicio, y por fuerzas a los que rechacen la batalla en la puerta.
7Pero también
éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el
profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con
la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio. 8Porque
toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio. 9¿A
quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los
destetados? ¿a los arrancados de los pechos? 10Porque mandamiento
tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre
línea, un poquito allí, otro poquito allá; 11porque en lengua de
tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, 12a los
cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el
refrigerio; mas no quisieron oír.a 13La palabra,
pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato,
renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá;
hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.
Amonestación a Jerusalén
14Por tanto,
varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la
palabra de Jehová. 15Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho
con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del
azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la
mentira, y en la falsedad nos esconderemos; 16por tanto, Jehová el
Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra,
piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se
apresure.b
17Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo
barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo. 18Y
será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no
será firme; cuando pase el turbión del azote, seréis de él pisoteados. 19Luego
que comience a pasar, él os arrebatará; porque de mañana en mañana pasará, de
día y de noche; y será ciertamente espanto el entender lo oído. 20La
cama será corta para poder estirarse, y la manta estrecha para poder
envolverse. 21Porque Jehová se levantará como en el monte
Perazim,c
como en el valle de Gabaónd se enojará; para hacer su
obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación.
22Ahora, pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras
ataduras; porque destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del
Señor, Jehová de los ejércitos.
23Estad atentos,
y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho. 24El que ara para sembrar,
¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra? 25Cuando
ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el
trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde
apropiado? 26Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto;
27que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa
rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una
vara. 28El grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni
lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su
trillo. 29También esto salió de Jehová de los ejércitos, para
hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.[2]
SALMO 118
Acción de gracias por la salvación recibida de Jehová
1 Alabad a
Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su
misericordia.a
2 Diga ahora
Israel,
Que para
siempre es su misericordia.
3 Diga ahora
la casa de Aarón,
Que para siempre
es su misericordia.
4 Digan ahora
los que temen a Jehová,
Que para siempre es su
misericordia.
5 Desde la
angustia invoqué a JAH,
Y me
respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.
6 Jehová está
conmigo; no temeré
Lo que me
pueda hacer el hombre.b
7 Jehová está
conmigo entre los que me ayudan;
Por tanto,
yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
8 Mejor es
confiar en Jehová
Que confiar
en el hombre.
9 Mejor es
confiar en Jehová
Que confiar en príncipes.
10 Todas las
naciones me rodearon;
Mas en el
nombre de Jehová yo las destruiré.
11 Me rodearon
y me asediaron;
Mas en el
nombre de Jehová yo las destruiré.
12 Me rodearon
como abejas; se enardecieron como fuego de espinos;
Mas en el
nombre de Jehová yo las destruiré.
13 Me
empujaste con violencia para que cayese,
Pero me
ayudó Jehová.
14 Mi
fortaleza y mi cántico es JAH,
Y él me ha sido por
salvación.c
15 Voz de júbilo
y de salvación hay en las tiendas de los justos;
La diestra
de Jehová hace proezas.
16 La diestra
de Jehová es sublime;
La diestra
de Jehová hace valentías.
17 No moriré,
sino que viviré,
Y contaré
las obras de JAH.
18 Me castigó
gravemente JAH,
Mas no me entregó a la muerte.
19 Abridme las
puertas de la justicia;
Entraré por
ellas, alabaré a JAH.
20 Esta es
puerta de Jehová;
Por ella entrarán los justos.
21 Te alabaré
porque me has oído,
Y me fuiste
por salvación.
22 La piedra
que desecharon los edificadores
Ha venido a
ser cabeza del ángulo.d
23 De parte de
Jehová es esto,
Y es cosa
maravillosa a nuestros ojos.e
24 Este es el
día que hizo Jehová;
Nos
gozaremos y alegraremos en él.
25 Oh Jehová,
sálvanosf ahora, te ruego;
Te ruego, oh
Jehová, que nos hagas prosperar ahora.
26 Bendito el
que viene en el nombre de Jehová;g
Desde la
casa de Jehová os bendecimos.
27 Jehová es
Dios, y nos ha dado luz;
Atad víctimas con cuerdas a
los cuernos del altar.
28 Mi Dios
eres tú, y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.
29 Alabad a
Jehová, porque él es bueno;
Porque para
siempre es su misericordia.[3]
a a 2.1: 1 Ts. 4.15–17.
b b 2.4: Dn. 11.36.
c c 2.8: Is. 11.4.
d d 2.9: Mt. 24.24.
[1] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. 2 Tes
1.12-2.17
a a 27.1: Job 41.1; Sal. 74.14; 104.26.
a a 28.11–12: 1 Co. 14.21.
b b 28.16: Ro. 9.33; 10.11; 1 P. 2.6.
c c 28.21: 2 S. 5.20; 1 Cr. 14.11.
d d 28.21: Jos. 10.10–12.
[2] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Is 26.21-28.29
a a 118.1: 1 Cr. 16.34; 2 Cr. 5.13; 7.3; Esd.
3.11; Sal. 100.5; 106.1; 107.1; 136.1; Jer. 33.11.
b
b 118.6: He. 13.6.
c
c 118.14: Ex. 15.2; Is. 12.2.
d d 118.22: Lc. 20.17; Hch. 4.11; 1 P. 2.7.
e e 118.22–23: Mt. 21.42; Mr. 12.10–11.
f
f 118.25: Mt. 21.9; Mr. 11.9;
Jn. 12.13.
g
g 118.26: Mt. 21.9; 23.39; Mr.
11.10; Lc. 13.35; 19.38; Jn. 12.13.
[3] Reina
Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Sal
117.2-118.29
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