lunes, 11 de mayo de 2020

¡Por Tu Palabra, Señor!








11  de MAYO



¡Por Tu Palabra, Señor! 


Riqui Ricón*
Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la
manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él? (Jue 13. 12).
¡Cómo me gusta encontrar en la Biblia la enseñanza y revelación que lo único que tienes que hacer para vivir una buena Vida es creer que la Palabra de Dios es la Verdad!
Manoa, el padre de Sansón, no le cabía la más mínima duda que lo que Dios le había dicho a su esposa por medio del ángel se cumpliría, por eso pudo afirmar, Cuando tus palabras se cumplan
Por este mismo conocimiento y revelación fue que Jesús te enseña,
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí (Jn 14. 1).

Amado(a), este día es tiempo de poner mucha atención, pues creer en Dios o creer en Jesús, NO SIGNIFICA creer que ellos existen. Tampoco se trata de tener la certeza de que Jesús caminó por este mundo enseñando, predicando y sanando. Creer en Dios no es estar convencido que Dios fue el creador del universo. Lo que realmente significa creer en Dios es creerle a Dios; es creerle a Su Palabra.

Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).

Lo realmente significativo para tu vida comenzará en el momento que comiences a creer que la Biblia REALMENTE es la Palabra de Honor del único Dios verdadero. Tu vida comenzará a tener verdadero significado en el momento que veas la Biblia como las Palabras que han salido de la boca de Dios y que, por lo tanto, se van a cumplir todas, sin faltar alguna de ellas.

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Mar 13.31).

Sin importar cuales sean los problemas, las enfermedades o los retos que estés enfrentando el día de hoy, de todos ellos podrás salir más que vencedor(a) si comienzas a creer la Palabra de Dios.

Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié (Isa 55.10-11).

La Biblia no es un libro de fábulas o de consejos religiosos. La Biblia es la Eterna, Inmutable e Infalible Palabra de Dios. Es más seguro confiar en la Biblia que confiar en el mismísimo piso que estás pisando.

Dios no es un hombre, por lo tanto no miente. Él no es humano, por lo tanto no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir? Escucha, yo recibí la orden de bendecir; ¡Dios ha bendecido, y yo no puedo revertirlo! (Num 23.19-20 Nueva Traducción Viviente NTV).

Puesto que Dios no puede mentir, poner toda tu confianza en la Palabra de Honor del Todopoderoso Dios es lo más seguro y certero que puedas hacer tú, con tu vida.

y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo. Después de haber subido, y partido el pan y comido, habló largamente hasta el alba; y así salió. Y llevaron al joven vivo, y fueron grandemente consolados (Hch 20. 9-12).

¿Cómo puede alguien utilizar su fe para resucitar un muerto, sanar un enfermo, restaurar un matrimonio, salir de la pobreza o sanar su corazón? Si lo piensas bien, esto realmente es sencillo. Sólo tienes que encontrar dónde en la Biblia Dios dice que lo puedes hacer, pues si Dios lo dice, entonces, es la Verdad e inevitablemente tiene que suceder. ¡Es Palabra de Dios!

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre (Jn 14. 12).

El Padre de Jesús es Dios y resulta que, por la muerte y resurrección de Jesús, y tu Nuevo Nacimiento, Dios también es tu Padre. Así que, las condiciones están listas para que comiences hacer las mismas cosas que Él hizo y aún mayores. Digo, si le puedes creer a Dios, pues para el (la) que le cree a Dios, TODAS las cosas le son posibles.

Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él (1 Jn 3.1 NTV).

Es el Amor que Dios siente por ti, expresado en la muerte y resurrección de Jesucristo, lo que hace de ti un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Es este gran Amor lo que te levanta el día de hoy de cualquier condición de pobreza, enfermedad, angustia o soledad, para establecerte en la posición de victoria que ahora te pertenece.

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo (1 Jn 4.4).

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Ro 8.31-32).

¡La Biblia es la Palabra de Honor de Dios! ¡Ten ánimo! Sin importar cuál sea la condición en la que hoy te encuentras, tu Padre, el Todopoderoso, jamás dejará de cumplir todo lo que ha dicho acerca de ti. ¡El cielo y la tierra pasarán, mas su Palabra nunca faltará!

Oremos en voz audible.

Amado Padre celestial, que hermoso es saberse Tu Hijo(a). Que por medio del precio que Jesús pagó por mí, ahora soy Tu heredero(a) y coheredero(a) junto con Jesús. Gracias, Señor, porque tengo fe. La fe que me has dado, de la cual Tú, Jesucristo, eres autor y consumador. Gracias por Tu Palabra, la Biblia. Es Tu Palabra de Honor y alumbra mi vida y mi camino pues vivo confiado siempre y asegurado pues sé, que sé, que todo lo que has dicho se va a cumplir y que no faltaras a ninguna de todas Tus palabras. Gracias porque Tu Palabra es la certeza de todo lo que estoy esperando, de todo lo que aún no veo. Sin importar mi circunstancias o situación, hoy puedo afirmar que, ¿Quién me acusará si soy escogido(a) de Dios? Dios, Tú eres el que me justifica. ¿Quién es el que me condenará? Cristo es el que murió por mí; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por mí. ¿Quién me separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti soy muerto(a) todo el tiempo; Soy contado(a) como oveja de matadero. Antes, en todas estas cosas, yo,                                                                                  (tu nombre aquí), soy más que vencedor(a) por medio de aquel que me amó. Por lo cual estoy seguro(a) de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada me podrá separar del amor de Dios, que es en Ti, Cristo Jesús, mi Señor, Rey y Salvador. Por lo cual, me declaro arriba y no más abajo; adelante y ya no detrás; ¡Soy sano(a)! ¡Soy Libre! ¡Soy próspero(a)! Creo y recibo el Amor, el gozo y la paz que sólo yo, un(a) Hijo(a) del Rey, puedo experimentar para vivir una vida en la Plenitud de Dios, mi Padre. ¡No voy a temer! Solamente creeré lo que la Biblia, la Palabra de Dios, que no miente, dice acerca de mí. ¡Te amo mi Señor, Dios y Padre! En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe

he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime © 2011



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Mayo         11                        Hch 20. 1-16 / Jue 13 / Job 41












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