martes, 5 de junio de 2012

¡Cómo encarar cualquier problema o circunstancia adversa!


Martes 5 de Junio de 2012.
¡Eres escogida(o) de Dios!
Por Riqui Ricón*
No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos (Ro 11.2-7).
Tú has sido escogida(o), por la Gracia de Dios, para alcanzar la salvación y la Vida Eterna que Dios, tu Padre, tenía reservadas para ti.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efe 2.4-10).
Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar todos tus pecados, antes que perderte a ti. Aun estando tú muerta(o) en delitos y pecados, Él te dio vida juntamente con Cristo. ¡Por Gracia eres salva(o)! Juntamente con Él te resucitó, y asimismo te hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús. ¡Asombroso! Esto es el Evangelio. ¡Buenas Noticias! ¡Tú eres escogida(o) de Dios!
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos (Ro 8.28-29).
Por el gran Amor con que Dios te ha amado has sido justificada(o) en la Sangre de Jesús. Por ese mismo Amor has sido perdonada(o) de todos tus pecados y has resucitado juntamente con Cristo para recibir el regalo de la Vida Eterna. Ahora posees una Nueva Naturaleza, eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo; siendo renacida(o), no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Has sido escogida(o) con un propósito divino y, hoy, debes comprender que no es cualquier cosa la que Jesús hizo al morir en esa cruz por Amor a ti. ¡Jesús no fue a la cruz sólo para pagar tus pecados! No se trata de un borrón y cuenta nueva, de un volver a empezar. ¡No, nada de eso! La justificación de tus pecados con Su muerte apenas fue el requisito necesario para algo mucho mayor: ¡que seas hecha(o) conforme a la imagen de Jesús para que tú y Él sean hermanos!
Dios no te ha dejado ni te dejará jamás. Su buena voluntad para contigo es agradable y perfecta. Él se ha comprometido, en un Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, a hacerte Nueva creatura, espíritu nuevo; a darte un corazón nuevo y a poner dentro de ti, ¡Su Santo Espíritu!
Mirad qué gran amor  nos ha dado el Padre al  hacer que nos llamemos  hijos de Dios y lo seamos  de verdad. Si el mundo no  nos conoce, es porque no  le ha conocido a él (1 Jn 3.1 SB-MN).
Nada en tu vida es casualidad y aunque en este mundo tendrás aflicciones, puedes confiar en Jesús, Él ha vencido al mundo. Así que, ten paz en Cristo, pues Dios, tu Padre, ha comprometido Su Palabra en que todas las cosas te ayudan a bien, pues conforme a Su propósito has sido llamada(o) Hija(o) de Dios.
Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo. Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines del mar (Sal 65.4-5).
Dios te escogió y te atrajo hacia Si para que habites en Su Presencia. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila (Sal 103.3-5).
Sea cual sea la situación que estés enfrentando el día de hoy, puedes confiar en Dios, puedes creerle a Su Palabra, pues Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? He aquí, ha dado orden de bendecirte; El dio bendición, y nada, ni nadie podrá revocarla (Num 23.19-20).
No pongas tus ojos, ni pensamientos, ni emociones en lo grande de tus problemas, Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía (Sal 36.3-6).
Pues, al fin de cuentas, tú eres lo mejor que Dios tiene en esta tierra, Su Hija(o) Amada(o).
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, hoy quiero agradecerte por el maravilloso regalo de saber que no tengo que esperar a ir al cielo para vivir como un(a) Hija(o) del Rey. Gracias. Señor Jesús, por lo que hiciste por mí al morir en la cruz y resucitar, venciendo a la muerte, para darme Vida Nueva; no puedo dejar de recordarlo cada día, pues por tu Gran Amor con que me has amado tengo derecho a la Vida Eterna, Vida Nueva, plena y abundante. Gracias porque, de acuerdo a Tu Palabra, la Biblia, ya la puedo comenzar a experimentar y vivir, hoy, aquí y ahora. Así que, con Tu ayuda, Espíritu Santo, no voy a permitir que pensamientos de fracaso, derrota, desanimo, temor, amargura y ninguna otra mentira me vengan a robar, a despojar de lo que legítimamente es mío: mi herencia y mi identidad de Hija(o) Tuya(o), oh Dios. Tu Palabra es la verdad: ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Tu Amor, Señor Jesús! ¡Tú suplirás todo lo que me falta conforme a Tus riquezas en gloria! Así que, Satanás, tú vienes a mí con problemas y enfermedades y aflicciones; mas yo vengo a ti en el nombre de Jesús, el Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Dios, mi Padre, te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza. ¡Soy sana(o)! ¡Soy libre! ¡Soy próspera(o)! ¡Soy feliz! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Jun   5                          Ro 11.1-24  /  1 Sam 20  /  Sal 65



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