sábado, 10 de diciembre de 2011

¡Tú eres luz! ¡Tú eres amor! ¡Tú eres un(a) Hija(o) del Rey!


Viernes 9 de Diciembre de 2011.

¡Este es otro tiempo, tiempo de brillar!

Por Riqui Ricón*

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante… Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (Efe 5.1-2, 8).

Toda(o) hija(o) amada(o) de su padre, que se sabe amada(o), será un imitador(a) de su padre: hará lo que mira a su padre hacer y hablará lo que escucha a su padre hablar. Lo hermoso del Evangelio, las Buenas Noticias de Jesucristo, es que, sin importar como sea o haya sido tu relación con tu padre natural, de acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, ahora eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y tu Padre es el Todopoderoso que te ama con todo Su Corazón.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

Así es, Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar todos tus pecados, antes que perderte a ti. Jesús no vino a este mundo para señalar tus fracasos y pecados y condenarte, sino a pagar por ellos, para que tú ya no tengas que pagar y puedas recibir la Vida plena y abundante que Él te ofrece.

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él (1 Jn 3.1).

A este mundo le cuesta mucho trabajo aceptar un Dios así, lleno de Amor por ti. Un Dios que no mira tus pecados, ni fracasos, sino te mira a ti. Un Dios que ideo un Plan perfecto para que, cumpliendo toda justicia, tú fueras hecha(o) parte de Su familia como Hija(o) y Heredera(o). Para el mundo es impensable que ahora te llames del nombre de Dios; unos piden señales para creer; otros piensan que estamos locos. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1 Co 2.14).

Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador (Isa 43.1-3a).

Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas. Este dirá: Yo soy de Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob, y otro escribirá con su mano: A Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel (Isa 44.1-5).

La única Verdad es la que sale de la boca de Dios y Él ha establecido en Su Palabra que tú eres Su Hija(o) amada(o) por creer y recibir el precio que Jesús pagó por Amor a ti.

Entonces, efectivamente, puedes andar como Hija(o) de luz y amar a tu próximo como a ti misma(o), pues tú eres lo que Dios dice que eres, ni más, ni menos. La luz no se esfuerza por alumbrar, simplemente ES luz y alumbra. El Amor no intenta amar, ES Amor y, por lo tanto, ama. Tú eres como tu Padre es: llena(o) de Amor y de luz. Recuerda que no se trata de algo que tienes que hacer o alcanzar, sino de alguien que tú ya eres.

Así que, sábete amada(o), pues esa luz y ese Amor ya están en ti, en tu Nueva naturaleza. Y si estás enfrentando algún tipo de enfermedad, problema o aflicción, puedes confiar que el mismo Dios y Padre que te ha dado la identidad de Hija(o) ha prometido guardarte y darte la victoria dondequiera que vayas.

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas (Jos 1.9).

y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mat 28.20b).

Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 5.18).

¡Si puedes creer, al que cree todo le es posible!

Oremos en voz audible:

Amado padre celestial, muchas gracias porque, en Cristo Jesús, me has constituido Tu Hija(o) y puedo vivir mi vida con Tu Luz y con Tu Amor. Me determino, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a andar en luz y amor. Me despojo de todo engaño y mentira, así como del pecado que me asedia, y corro con constancia y persistencia la carrera que tengo delante poniendo mis ojos en Ti, Señor Jesús, el autor y consumador de mi fe. No temeré a nada, ni a nadie, porque Tú estás conmigo; Tú me redimiste; me pusiste nombre, Tuyo yo soy. Cuando pase por las aguas, Tú estarás conmigo; y si por los ríos, no me anegarán. Cuando pase por el fuego, no me quemará, ni la llama arderá en mí, porque Tú, Señor Jesús, eres mi Salvador. Creo y recibo éste Tu Gran Amor por mí que me hace libre, sana(o), prospera(o) y feliz, pues en todos mis problemas soy más que vencedor(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011




Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

                                                                                   

Diciembre 9                                       Efesios 5.1-20   /  Ez 14-15  /  Isa 44

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