martes, 6 de diciembre de 2011

¡Aquí el secreto para que no te vuelvan a engañar!

Sábado 3 de Diciembre de 2011.
¡No te pueden engañar!
Por Riqui Ricón*
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna (Ga 6.7-8).
Hay quienes piensan que la única forma de vencer al pecado es resistiendo las obras de la carne, pues de no hacerlo así significaría perder la salvación y, por consiguiente, perder la nueva naturaleza que Dios nos obsequió con la muerte y resurrección de Su Hijo Jesús.
Piensan que no es suficiente con CREER que el precio que se pagó en esa cruz fue suficiente y completo; que no es suficiente con CREER que la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús YA nos HA HECHO libres de la ley del pecado y de la muerte y que es necesario, a toda costa, resistir al pecado y no darle lugar a la carne.
Aunque esta forma de pensar parece la correcta y hasta teológicamente bien orientada, pensar así es, precisamente lo opuesto; es darle lugar a la carne y darle lugar permanente al pecado en tu vida. El engaño estriba en luchar contra la carne y contra el pecado con tus fuerzas y voluntad y no con tu fe.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan (He 11.6).
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá  (Ro 1.16-17).
Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado (Ro 14.23).
Por lo tanto, cualquier cosa que hagas y que no la puedas respaldar con la Palabra de Dios, la Biblia, es pecado, ya que no puedes hacerla por fe.
El pecado y la carne tendrán lugar en tu vida mientras sigas luchando en su contra en lugar de creer la Palabra de Dios. Creerle a Dios que Jesús ya venció al pecado y a la muerte y te hizo libre de ello y, por lo tanto, no forman más parte de tu NUEVA NATURALEZA.
Desde luego afirmo que no se trata, como algunos piensan, de una super gracia o super fe que te permita pecar y salir impune. ¡No! ¡Nada de eso! Se trata de creer quién ahora tú eres en cristo Jesús: un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo, Nacida(o) del Espíritu y, por lo tanto, ERES ESPÍRITU y no carne.
Por haber creído en Jesús y en la Palabra de Dios, tienes esa semilla espiritual que es tu fe. Como dice la escritura: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;  no por obras, para que nadie se gloríe.  Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Ef 2.8-10).
Así que, no te engañes a ti misma(o), Dios no puede ser burlado, CUALQUIERA que siembre para la carne, de la carne va a cosechar corrupción. Sin embargo, CUALQUIERA que siembra para el Espíritu, en fe, creyéndole a Dios y a Su Palabra, recibirá vida eterna y vida abundante.
Los Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, cuando caemos nos levantamos, pues si pecamos, en lugar de alejarnos de Dios, corremos hacia Él; NOS ARREPENTIMOS, confesamos nuestros pecados y fiel y JUSTO es Él para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad (1 Jn 1.9).
Tú no eres un(a) pecador(a) salva(o) por gracia; o eres salva(o) o eres pecador(a). Los pecadores pecan, eso es lo que saben, y les gusta, hacer. No te dejes engañar, usa tu fe y decídete a vivir creyendo que eres esa/ese Hija(o) de Dios que la Biblia dice que eres y, entonces, seguro que estarás sembrando para el Espíritu.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, muchas gracias porque en Tu Palabra, las Palabras que han salido de Tu boca, me ha declarado Hija(o) Tuya(o) por medio de la fe en Cristo Jesús. Gracias, Señor Jesús, porque Tu sacrificio fue completo y acabado. No quedó nada pendiente. He sido justificada(o) en Tu Sangre y por Tu Vida yo he recibido la Vida Eterna, la Vida plena y abundante que sólo pueden disfrutar los Hijos de Dios. Gracias porque Tu Palabra, la Biblia, me da la facultad para que, en cuanto a la pasada manera de vivir, despojarme del viejo(a) hombre(mujer),  que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovarme en el espíritu de mi mente, y vestirme del nuevo hombre(mujer),  creado según Dios  en la justicia y santidad de la verdad. Así que, hoy vengo a Ti, Abba, Padre; de todos mis pecados me arrepiento y te pido perdón, he fallado y esto es algo que no quiero hacer más. Espíritu Santo, límpiame de toda maldad; ayúdame a creer que soy ese(a) Hija(o) Tuya(o) creado en justicia y santidad de la verdad, pues con mi fe, nada de ese(a) viejo(a) hombre(mujer) se volverá a manifestar en mi vida. La Ley del espíritu de Vida en Cristo Jesús me ha hecho libre de la ley del pecado y de la muerte. Dios, yo soy lo que Tú dices en Tu Palabra que soy: Tu Hija(o) amada(o); más que vencedor(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2010


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Diciembre 3                                       Gal 6   /  Ez 2-3  /  Sal 149

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