27 de Febrero
¡Cómo lograr que Dios me escuche!
¡Dos condiciones!
Por Riqui Ricón*
Sin
importar cuán sólo(a) y abandonado(a) tú te sientas, ¡Dios siempre te escucha!
“Y le dijo Jehová: Yo he oído tu
oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa
que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella
estarán mis ojos y mi corazón todos los días” (1Re 9:3
RV1960).
Si
Dios se comprometió a hacer esto con un templo construido con piedras, ¿cuánto
más hará Dios por ti, un(a) Hijo(a) Suyo(a)? Sin importar cuán sólo(a) y
abandonado(a) tú te sientas, sábete muy bien que ¡Sus ojos y corazón los tiene
siempre sobre de ti!
Dios
está comprometido a responderte cuando tú lo busques a Él.
“Clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jer 33:3 RV1960).
Además,
Él siempre te responde, sólo tienes que pedir, utilizando con FE, creyéndole a
Dios, creyendo Su Palabra, ¡en el nombre de Jesús!
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (14) Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”
(Jua_14:13-14 RV1960).
Si
yo algún día pienso o me descubro diciendo que Dios no me está escuchando, entonces
quiere decir que de alguna forma fui engañado y estoy creyendo una mentira,
pues Dios siempre me escucha y me responde.
Job
cayó en ese engaño y creyó esa mentira.
“Clamo a ti, y no me oyes; Me presento, y no me
atiendes” (Job_30:20 RV60).
Sin
embargo, por La Gracia y El Amor de Dios, pudo darse cuenta de su error y se
arrepintió ante Dios mismo.
“Respondió Job a Jehová, y dijo: 2 Yo conozco
que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. 3 ¿Quién es
el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no
entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. 4 Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y
tú me enseñarás. 5 De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 6 Por
tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:1-6 RV60).
A
este respecto La Palabra de Dios es clara en cuanto a que si le pido a mi
Padre, Él me dará buenas cosas.
“Pedid,
y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá. (8)
Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla;
y al que llama, se le
abrirá. (9) ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? (10)
¿O si le pide un pescado, le dará
una serpiente? (11) Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los
cielos dará buenas cosas a los que le pidan?“ (Mat_7:7-11 RV60).
Al
estar peleando la buena batalla de la FE, el estar consciente de que Dios
siempre escucha mi oración, me posicionará (Yarésh) en el inicio de la Victoria
sobre mis enemigos.
“El SEÑOR ha escuchado mis ruegos; el SEÑOR
ha tomado en cuenta mi oración.
(10) Todos mis enemigos quedarán
avergonzados y confundidos; ¡su repentina vergüenza los hará retroceder!“ (Sal_6:9-10
NVI).
Dios
me responderá. ¡Es un hecho! Y debe ser una certeza tan segura como la que
tengo acerca de que los dedos de mis manos son míos y no de alguien más.
“El SEÑOR ha escuchado mi ruego; el SEÑOR
responderá a mi oración” (Sal 6:9 NTV).
Lo
más maravilloso de ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo es que ¡Puedo
estar seguro(a) de que YA tengo lo que he pedido! Así lo estableció Dios en Su
Palabra, La Biblia.
“Ésta es la confianza que tenemos al
acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. (15) Y
si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que
ya tenemos lo que le hemos pedido” (1Jn_5:14-15 NVI).
Se
muy bien que Dios no hace acepción de personas y mucho menos lo hará con Sus
Hijos(as), entonces, si Dios siempre escucha a Jesucristo, entonces también me
escucha a mí.
“Entonces quitaron la piedra de donde había
sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo:
Padre, gracias te doy por haberme
oído. (42) Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que
está alrededor, para que crean que tú me
has enviado” (Jua_11:41-42 RV60).
Así
es, sin importar cuán sólo(a) y abandonado(a) tú te sientas o lo difícil y
complicado de mi situación, Dios siempre me oye.
“Pues aún no está la palabra en mi
lengua, Y he aquí, oh Jehová,
tú la sabes toda” (Sal_139:4 RV60).
Además,
¡Dios ya sabe lo que voy a pedir!
“Si permanecen en mí y mis palabras permanecen
en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá” (Jua_15:7 NVI).
¿Es
verdad esto? ¿Puedo pedir lo que quiera? Bueno, existen DOS condiciones para
que Dios me de lo que le pido.
1.
Pedir con confianza, pedir con certeza, pedir con FE.
“Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en
quien confiaré” (Sal_91:2 RV60).
“Pero que pida con fe, sin dudar, porque
quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por
el viento. 7 Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; 8
es indeciso e inconstante en todo lo que hace” (Stg_1:6-8 NVI).
2.
Para pedir con FE hay que Pedir de acuerdo a la Palabra de Dios.
“Y cuando piden, no reciben porque piden con
malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones” (Stg_4:3 NVI).
“Si permanecen en mí y mis palabras
permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá” (Jua_15:7
NVI).
“Ésta es la confianza que tenemos al
acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. (15) Y
si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que
ya tenemos lo que le hemos pedido” (1Jn_5:14-15 NVI).
Así
que, busca en tu Biblia las promesas que Dios te hace respecto a cualquiera de
tus problemas y comienza a declarar el cumplimiento de esas promesas. Mientras
lo haces, ten por seguro que Dios, tu Padre celestial, cumplirá Su Palabra,
pues todo lo que Él te a dicho lo hará y todo lo que Él te ha hablado lo
ejecutará. ¡Dios no puede mentir!
Oremos
en voz audible:
Amado
Padre celestial, quiero agradecerte por tanto y tan grande Amor, que estando yo
muerto(a) en delitos y pecados Tú me diste Vida juntamente con Cristo. Señor
Jesús, sé que el ladrón sólo viene a hurtar, matar y destruir, pero Tú has
venido a mí para darme Vida, y Vida Abundante. Por lo que hiciste por mí al
morir en esa cruz y resucitar venciendo a la muerte, ahora yo tengo Vida
Eterna. ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! Por lo tanto, puedo
estar seguro(a) de que me escuchas y atiendes mis oraciones; yo también voy a
atender a Tu Palabra y hacer de La Biblia la norma máxima de mi existencia; yo
sí creo a Tu indicación y la voy a leer y meditar de día y de noche para
guardarla en mi corazón y poner en práctica todo lo que en ella está escrito. Voy
a buscar y establecer primeramente Tu reino, Señor, y sé que todas mis
necesidades serán suplidas, pues de acuerdo a Tu Palabra, yo, _________ (tu
nombre aquí), haré prosperar mi camino y todo me saldrá bien. Por lo tanto,
creo y declaro que de todo problema, angustia o enfermedad voy a salir más que
vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús. ¡Soy sano(a)! ¡Soy
libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy más que vencedor(a)! Y, por la Palabra de Dios,
soy dichoso(a) para vivir una vida plena y abundante. Muchas gracias, Señor
Jesús. Gracias por esta Nueva Vida en Plenitud que ahora tengo. Gracias por mi
sanidad. Gracias por mi salud. Gracias por mi prosperidad. Gracias por el Amor,
la paz y el gozo que ahora disfruto. En el nombre de Jesús. Amén
Nota Importante:
¿Cómo me
hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la
siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que
le estás diciendo a Dios:
Señor
Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen
María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te
digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí
acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro
mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y
para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi
Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe
he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz
admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú
eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el
nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo
C. Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Febrero 27 Mat 7 /
Ex 37-38 / Pro 17
Puedes escuchar o descargar la lectura de la Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones:
RV60
NVI
Gracias Ricky Ricon, excelente enseñanza...
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