23 de Febrero
¡Cómo brillar con la Luz de Jesucristo!
¡Posiciónate para brillar e
iluminar a los demás!
Por Riqui Ricón*
Tu eres un(a) Hijo(a) de Dios
Nacido(a) de Nuevo y fuiste dejado(a) en este mundo con un propósito muy
especial por parte de tu Padre celestial. Cristo Jesús te lo señala claramente
al afirmar de ti, en Su Palabra:
» Ustedes son como una luz que ilumina a todos. Son como una ciudad
construida en la parte más alta de un cerro y que todos pueden ver. Nadie
enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón. Todo lo contrario: la
pone en un lugar alto para que alumbre a todos los que están en la casa. De la misma manera, la conducta de ustedes
debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan
buenas acciones. Así los demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes
que está en el cielo (Mat 5:14-16 TLA).
Sea cual sea tu situación actual,
debes saber que has sido predestinado por Dios para desarrollar una Vida
extraordinaria, mucho más allá de lo posible. Cuando aceptaste el sacrificio de
Jesús, Su muerte y Su resurrección, como el justo pago por todos tus pecados
recibiste, como un regalo, la Vida Eterna, la cual es un atributo exclusivo de
la deidad de Dios.
Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da
es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor (Rom 6:23
NTV).
Así que ahora eres un(a) legítimo(a)
y auténtico(a) Hijo de Dios Nacido(a) de Nuevo. Antes solamente eras una
criatura más, pero gracias a que el precio ya fue pagado y el regalo aceptado, de
acuerdo con La Biblia, que es La Palabra de Dios y no miente, ahora le
perteneces a Dios y el(la) viejo(a) hombre(mujer) limitado(a) por sus pecados y
por la muerte, que tú antes eras, ¡no existe más!
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2Co 5:17
RV60).
Es por esto por lo que Jesús puede
afirmar en Su Palabra que tú eres “la luz
del mundo”, “una luz que ilumina a todos”. Por lo tanto, porque lo dice
Dios y está escrito en Su Palabra La Biblia, esto es lo que en Verdad tú eres.
Sin importar tus circunstancias o aflicciones que estés enfrentando, tú eres y
seguirás siendo la persona que Dios dice en Su Palabra que ahora eres. Aunque
tú no lo creas, pues tu FE no condiciona a La Palabra de Dios, sino que La
Palabra de Dios le da Vida a tu FE.
Mas la fe nace cuando se presta atención a las Buenas Noticias acerca de
Jesucristo (Rom 10:17 NT BAD).
Ahora bien, dado que tú eres
el(la) amado(a) de Dios, Su especial tesoro, cabe preguntarse aquí, ¿Por qué mi
Padre celestial, quien me ama tanto, quien prefirió entregar a Su Único Hijo
antes que perderme a mí, me dejó en este mundo lleno de maldad, sufrimiento y
obscuridad? ¿Por qué me dejó aquí en lugar de recogerme y llevarme allá con Él,
donde todo es luz, alegría y bondad? ¿Este Dios y Padre que me ama tanto me
habrá dejado en este mundo para ver si yo en verdad creo en Él, para ver si mi FE
es verdadera? Veamos que dice La Biblia.
“Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al
descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas”
(Heb 4:13 NVI).
Dios, mi Padre, ¡TODO lo sabe! ¡TODO
lo conoce!
Entonces, ¿este Dios y Padre que
me ama tanto me habrá dejado en este mundo para que atraviese el valle de
lágrimas? Veamos que dice La Biblia.
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón
están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques (Sal 84.5-6).
¡Efectivamente! Dios te dejó en
este mundo para que atraviese el valle de lágrimas, pero NO para que lo hagas
llorando o sufriendo sino para que lo transformes en una fuente, en un
manantial que brote para ofrecer Vida Eterna a los que ahí padecen.
Tu vida en este mundo no tiene por
qué ser un valle de lágrimas, tristezas y sufrimientos. Puesto que la Biblia,
que es la Palabra de Honor de Dios, y establece que Jesús vino a ti para darte
Vida Eterna (que es la Vida plena y abundante que sólo pueden disfrutar los
Hijos de Dios), entonces, insisto, sin importar los problemas, enfermedades o aflicciones
que hoy estés enfrentando, y sin lugar a dudas, TÚ ERES ese(a) hombre mujer)
bienaventurado(a) quien obtienes de Dios tu fuerza; y Su Palabra y Sus caminos
están en tu corazón. ¡Tú eres ese(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo que,
atravesando el valle de lágrimas lo conviertes en un manantial de Vida , pues
Jesucristo vive en ti y contigo y Su Palabra dentro de ti es esa fuente que
salta para Vida Eterna.
¿Puedes decirlo en voz audible
conmigo? ¡Yo Soy la sal de la tierra! ¡Yo Soy la luz del mundo!
Así has sido llamado(a) por la
Palabra de Dios PARA bendecir a los demás. ¡Tienes propósito en este mundo!
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, PARA que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de
las tinieblas a su luz admirable (1 P 2.9).
Tú has sido dejado por Dios, tu
Padre, en este mundo para anunciar a otros del gran Amor de Aquel que te ha
librado de la potestad de las tinieblas y te ha trasladado al reino de Su Amado
Hijo, Jesús.
Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad
enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia
recibisteis, dad de gracia (Mat 10.7-8).
Ahora, tú eres el representante de
Dios, tu Padre, en este mundo, y por lo tanto, eres un agente de cambio y
bendición, para todos aquellos que están sufriendo las consecuencias de la
esclavitud que producen el pecado y la muerte.
Y les dijo: id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán
fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si
bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus
manos, y sanarán (Mar 16.15-18).
Recuerda que, si Dios lo dijo,
entonces Él lo va a cumplir y si Dios lo hablo, entonces Él lo va a ejecutar.
Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta.
Tú estás aquí como un(a) Hijo(a)
de Dios Nacido(a) de Nuevo para algo mucho más importante que sobrevivir
mediante un empleo o negocio, y adquirir bienes materiales como propiedades,
casas o automóviles o alcanzar un buen nivel de vida. Tú estás aquí para SER
LUZ en medio de las tinieblas y establecer el Reino de tu Padre celestial sobre
este mundo perdido.
Oremos
en voz audible:
Amado Padre celestial, hoy, una vez más, quiero
darte las gracias por tanto y tan gran Amor con que me has amado, pues no
solamente estaba yo muerto(a) en delitos y pecados, cuando entregaste a Tu
Hijo, Cristo Jesús, para que pagara todos mis pecados; sino que además, me has
llamado Tu Hijo(a) y me has adoptado legal y legítimamente, con los mismos
privilegios y obligaciones que tiene Jesús. Precioso Dios, todo esto me permite
posicionarme en la Victoria que ganaste para mí. Por eso creo y declaro que, sin
importar las circunstancias del momento o la forma en que hoy me siento, yo [__________
tu nombre aquí], soy ese(a) Hijo(a) que Tú, mi Dios y Padre, siempre has
deseado, justo(a), santo(a) y perfecto(a). Lo sé porque así está escrito en Tu
Palabra y esa es la Verdad. Estoy dispuesto(a) a dejar atrás todas esas
emociones y pensamientos negativos de fracaso y de derrota. Esa vieja
naturaleza nada tiene en mí, pues yo he sido regenerado(a) en Cristo Jesús para
vivir una vida plena y victoriosa. Lo sé porque lo dice la Biblia, lo creo
porque es Tu Palabra de Honor y me dispongo, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a vivirlo.
Viviré esa vida prospera, en salud, amor, paz y gozo que Tú, oh Dios, deseas
para mí. Yo, _____________ (tu nombre aquí), soy un(a) Hijo(a) de Dios
Nacido(a) de Nuevo. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, pues mayor es el
que está en mí que el que está en el mundo y ese eres Tú, Precioso Espíritu de
Dios. No le daré lugar al diablo y a sus mentiras en mi vida. ¡No voy a temer
más! Echo fuera de mi vida toda ansiedad e inquietud. ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a)
por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús! ¡Ya he sido sanada(o) por las
heridas de Jesús! ¡He sido establecido(a) para reinar en esta vida por la
sangre de Jesús! Tú, mi Dios y Padre, me has dado propósito en este mundo. ¡Soy
la luz del mundo y he de brillar con la luz del Evangelio de la Salvación!
Estoy dispuesto(a) a permitir que Tu Amor fluya en mí y ser Tu instrumento de
bendición. En esta misión, no hay forma que pueda perder, pues Tú, mi Dios y
Padre, estás en mí y conmigo, y si Dios es conmigo, ¿quién contra mí? ¡Soy sano(a)!
¡Soy libre! ¡Soy próspera(a)! ¡Soy feliz! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco
una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible
poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de
Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados,
y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto.
¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada
hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar
porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y
suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues
con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido
trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo!
¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré
solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2011
Lectura y
Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas
lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Febrero 23 Mat 5.1-20
/ Ex 28-29 /
Pro 13
Puedes escuchar o descargar la lectura de la Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones:
RV60
NVI
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