lunes, 9 de enero de 2012

¡Cómo vivir con la conciencia tranquila y disfrutar del 2012!

Lunes 9 de Enero de 2012.
¡Lo que es justo!
Por Riqui Ricón*
Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo. Mis enemigos volvieron atrás; Cayeron y perecieron delante de ti. Porque has mantenido mi derecho y mi causa; Te has sentado en el trono juzgando con justicia (Sal 9.1-4).
Uno de los atributos más grande, asombroso y hermoso de Dios es Su justicia. Él es Dios y, por lo tanto, Él es justo. Dios es el Juez Supremo de toda la creación y le alabamos y le adoramos no para adularle, sino para agradecer y corresponder a esa justicia que se ve magnificada por Su Gran Amor para con nosotros.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
La Biblia, que es la Palabra de Dios y no puede mentir, enseña que tú estabas muerta(o) a causa de tus delitos y pecados, sin embargo, Dios te dio vida al hacer cumplir la sentencia de muerte, que pesaba sobre ti, en la propia vida y persona de Su Hijo Jesucristo.
¡Amor! Amor es y será siempre la palabra clave y el adjetivo calificativo de todo lo que Dios tiene y quiere para contigo. Jamás ha sido Su deseo condenarte para enviarte al infierno sino, todo lo contrario, Él quiere que seas salva(o) por medio de Jesús.
porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea (Luc 9.56).
La palabra salvo tiene muchos y hermosos significados: salvar, rescatar, librar, proteger, ensanchar, sanar, poner en victoria aquel que estaba en derrota.
Así que, hoy puedes reflexionar en estos cuatro puntos:
1.      Dios es Justo.
2.      La justicia fue satisfecha en el momento que se pagó el justo castigo por mis pecados: la muerte, en la persona de Jesús.
3.      Soy salva(o) en el momento que, por medio de la fe, por medio de creerle a Dios y a Su Palabra, acepto este sacrificio y reconozco a Jesús como mi Señor y Salvador.
4.      Ser salva(o) significa TENER PLENO DERECHO a vivir una vida totalmente diferente a la que antes tenía, una vida victoriosa en total prosperidad, salud y paz.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma (3 Jn 2).
en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Efe 1.5).
Esta es la Palabra de Dios y, como puedes ver, sin importar lo que hayas hecho de tu vida o lo que estés padeciendo en este día, en Cristo Jesús, ahora ES JUSTO PARA DIOS, que tengas una vida plena y abundante.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios (1 Jn 5.1a).
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él (1 Jn 3.1).
Y no sólo eres justa(o), sino que, precisamente por esto, ahora eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
Dios no te ha dejado, ni te dejará. Mucho menos ahora que eres suya(o) para siempre.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, Tu Palabra, la Biblia, dice claramente que, al que no conoció pecado, Cristo Jesús, por mí lo hiciste pecado, para que yo fuese hecha(o) justicia de Dios en Él. Dios, yo sé que Tú eres el único Juez justo y que Tus sentencias son eternas. Así que, ¡me has declarado justa(o)! ¡Gracias, mi Dios! Señor Jesús, por lo que hiciste por mí en la cruz, ahora tengo pleno derecho a ser llamada(o) Hija(o) de Dios. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Tomo la determinación de creer; de creerte a Ti y de creer Tu Palabra, la Biblia. Sin importar cuál sea mi condición actual, por Cristo Jesús, que tengo derecho a vivir una vida plena y abundante. De acuerdo a Tu Voluntad, expresada en Tu Palabra, ¡yo soy sana(o)! ¡Soy libre! ¡Creo, llamo y recibo a la prosperidad en todas las cosas, a la salud de mi cuerpo, y al gozo, la paz y el amor para vivir en Tu Plenitud, mi Dios! ¡No voy a temer, sólo voy a creer! Este año caerán a mi lado mil y diez mil a mi diestra, mas a mí no llegará, pues aunque ande en valle de sombre y de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú, Señor Jesús, estás conmigo. Amén, amén y amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2010


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Enero 9                                              Luc 9.28-62   /  Gen 16  /  Sal 9

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