jueves, 28 de octubre de 2021

¡Tú eres alguien especial!

                                                                                                                                                                                                                                                                                          <ENGLISH>




 28 Octubre  

¡Tú eres alguien especial!

 

¡Escogido(a) por Dios!

Por Riqui Ricón*

Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo (2 Tes 2.13-14).

La palabra evangelio significa buenas noticias y éstas son, efectivamente, las buenas noticias que la Biblia, la Palabra de Dios que nunca miente, establece en nuestras vidas, pues tú fuiste escogido(a) desde el principio para salvación, esto es, para recibir la Vida abundante y plena que Jesucristo ganó para ti, y que es, ni más ni menos que la Vida Eterna.

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).

Ahora bien, no fuiste escogido(a) por Dios gracias a tus dones o talentos, ni por tu buen comportamiento, sino que fuiste escogido(a) por el Amor que Dios siente por ti. Fuiste escogido(a), al ser apartado(a) por el Espíritu Santo, cuando creíste a la Palabra de Dios, que es la Verdad, y la cual dice:

De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado (Isa 27.9a).

Desde Génesis hasta Apocalipsis el mensaje de Amor de la Palabra de Dios es constante y consistente: La redención de tu Vida. Lo cual significa que tú fuiste comprado(a) mediante la muerte y resurrección de Jesucristo para que, al pagar Él TODOS tus pecados, se te concediera el derecho a la libertad y a la vida plena que solamente un(a) HIJO(A) DE DIOS NACIDO(A) DE NUEVO puede experimentar  y que ahora es tu Herencia: La Vida Eterna, la Vida de Dios.

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6.23).

Ahora bien, demasiados creyentes piensan que la santidad se consigue mediante el arrepentimiento y las obras que deben realizar para agradar a Dios y así poder mantener su relación con Él. El problema con esta posición es que olvidan que YA fueron escogidos para salvación mediante la santificación por el Espíritu y por la fe, que es creerle a Dios, creyendo Su Palabra.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan (Heb 11.6).

Así que, a Dios no se le agrada con obras de justicia sino creyendo lo que Él YA te proveyó por medio de la muerte y resurrección de Su Hijo, Jesús.

Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos (Zac 4.6).

Amado(a), Dios no está tan interesado en tus fracasos y derrotas, como en las acciones llenas de fe [creyéndole a Él, creyendo Su Palabra], que realizas para cumplir el propósito por el cual sigues aún aquí en la tierra. Para eso te CREÓ DE NUEVO por medio de la fe en Jesucristo.

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,  en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,  entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.  Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,  aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efe 2.1-10).

Este es Su plan, y es tan perfecto que hasta la fe está incluida como un regalo de Dios para ti. Y todo con el propósito de que no exista la más remota posibilidad de que falles, pues Él es el que te santifica.

Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6.20-23).

Así que, no temas cree solamente y comienza a pensar, hablar y vivir como lo que realmente eres: ¡Un(a) Hijo(a) Amado(a) y Escogido(a) de Dios!

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, te alabo y te bendigo por lo que has hecho conmigo al adoptarme como Hija(o) Tuya(o) pagando con la Vida de Jesús el precio de mi adopción, el perdón de todos mis pecados. Gracias porque cuando he estado en angustia te he invocado y siempre me respondes, poniéndome en lugar espacioso. Tú estás conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Tú estás conmigo entre los que me ayudan; Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen. Mejor es confiar en Ti que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Ti que confiar en príncipes. Sé que toda enfermedad, problema o circunstancia yo la destruiré en Tu nombre, Jesús. Aunque el día de hoy me sienta rodeado como por abejas; o las circunstancias se enardezcan contra mí  como fuego de espinos; Sé que, en Tu nombre Jesús, yo les venceré. Tú eres mi ayudador. Tú eres mi cántico y mi fortaleza. Tú eres Jesús, mi Señor y Salvador. Por lo tanto, creo y declaro que yo, ________ (tu nombre aquí), ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 

Tres Recomendaciones:

Lo que acabas de suceder al reconocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu vida, de acuerdo con La Palabra de Dios, es que has Nacido de Nuevo, ya no más como un ser humano común y corriente, sujeto a la ley del pecado y de la muerte, sino que ahora eres un(a) legítimo(a) y auténtico(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, exactamente igual a Jesucristo, quien ahora es tu Hermano Mayor. Por lo tanto, te hago estas tres importantísimas recomendaciones:

1.     Orar. Orar es platicar con Dios. Así que, búscate un lugar tranquilo donde puedas comenzar a platicar todas tus cosas con Él. Hazlo de forma audible y notarás como Dios siempre responderá a tu corazón.

2.     Leer y meditar la Palabra de Dios. La Biblia es La Palabra de Dios, así que, consigue una Biblia y comienza a leerla y meditarla. ¿Cómo empezar? Es muy sencillo. Dependiendo del día que sea hoy, busca en el programa de lectura “La Biblia en un año” y realiza las lecturas correspondientes. Este programa lo puedes obtener en: A Través de La Biblia En Un Ano (palabradehonor.org) Notarás que el programa está arreglado para imprimirlo como un cuadernillo.

3.     En oración con Dios, tu Padre, busca y únete a una iglesia o congregación cristiana donde enseñen la Palabra de Dios en base a las Buenas Noticias que son el Evangelio de Jesucristo.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2020

 

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Octubre 28                             2 Tes 2  /  Isa 27-28/ Sal 118

 


Cápsula del día.





Puedes escuchar o descargar la lectura de la  Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones: 


RV60 




NVI 



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Octubre 28                             2 Tes 2  /  Isa 27-28/ Sal 118

 

2 de Tesalonicenses

 Manifestación del hombre de pecado

2

1Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él,a os rogamos, hermanos, 2que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. 3Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto;b tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. 5¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? 6Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca,c y destruirá con el resplandor de su venida; 9inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,d 10y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

Escogidos para salvación

13Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, 14a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. 15Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.

16Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.[1]

 

Isaías

Liberación y regreso de Israel

27

1En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte al leviatána serpiente veloz, y al leviatán serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.

2En aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo. 3Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe. 4No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una. 5¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo.

6Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto. 7¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron? 8Con medida lo castigarás en sus vástagos. El los remueve con su recio viento en el día del aire solano. 9De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los símbolos de Asera ni las imágenes del sol. 10Porque la ciudad fortificada será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas. 11Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó.

12Acontecerá en aquel día, que trillará Jehová desde el río Eufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno. 13Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.

Condenación de Efraín

28

1¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín, y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos del vino! 2He aquí, Jehová tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbión de granizo y como torbellino trastornador, como ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra. 3Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín. 4Y será la flor caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan luego como la tiene a mano.

5En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo; 6y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen la batalla en la puerta.

7Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio. 8Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio. 9¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿a los arrancados de los pechos? 10Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; 11porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, 12a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír.a 13La palabra, pues, de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.

Amonestación a Jerusalén

14Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová. 15Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos; 16por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.b 17Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo. 18Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión del azote, seréis de él pisoteados. 19Luego que comience a pasar, él os arrebatará; porque de mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será ciertamente espanto el entender lo oído. 20La cama será corta para poder estirarse, y la manta estrecha para poder envolverse. 21Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim,c como en el valle de Gabaónd se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación. 22Ahora, pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jehová de los ejércitos.

23Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi dicho. 24El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra? 25Cuando ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado? 26Porque su Dios le instruye, y le enseña lo recto; 27que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara. 28El grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo. 29También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.[2]

  

 

SALMO 118

 

Acción de gracias por la salvación recibida de Jehová

     1     Alabad a Jehová, porque él es bueno;

Porque para siempre es su misericordia.a

     2     Diga ahora Israel,

Que para siempre es su misericordia.

     3     Diga ahora la casa de Aarón,

Que para siempre es su misericordia.

     4     Digan ahora los que temen a Jehová,

Que para siempre es su misericordia.

     5     Desde la angustia invoqué a JAH,

Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.

     6     Jehová está conmigo; no temeré

Lo que me pueda hacer el hombre.b

     7     Jehová está conmigo entre los que me ayudan;

Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

     8     Mejor es confiar en Jehová

Que confiar en el hombre.

     9     Mejor es confiar en Jehová

Que confiar en príncipes.

     10     Todas las naciones me rodearon;

Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

     11     Me rodearon y me asediaron;

Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

     12     Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego de espinos;

Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

     13     Me empujaste con violencia para que cayese,

Pero me ayudó Jehová.

     14     Mi fortaleza y mi cántico es JAH,

Y él me ha sido por salvación.c

     15     Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos;

La diestra de Jehová hace proezas.

     16     La diestra de Jehová es sublime;

La diestra de Jehová hace valentías.

     17     No moriré, sino que viviré,

Y contaré las obras de JAH.

     18     Me castigó gravemente JAH,

Mas no me entregó a la muerte.

     19     Abridme las puertas de la justicia;

Entraré por ellas, alabaré a JAH.

     20     Esta es puerta de Jehová;

Por ella entrarán los justos.

     21     Te alabaré porque me has oído,

Y me fuiste por salvación.

     22     La piedra que desecharon los edificadores

Ha venido a ser cabeza del ángulo.d

     23     De parte de Jehová es esto,

Y es cosa maravillosa a nuestros ojos.e

     24     Este es el día que hizo Jehová;

Nos gozaremos y alegraremos en él.

     25     Oh Jehová, sálvanosf ahora, te ruego;

Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora.

     26     Bendito el que viene en el nombre de Jehová;g

Desde la casa de Jehová os bendecimos.

     27     Jehová es Dios, y nos ha dado luz;

Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar.

     28     Mi Dios eres tú, y te alabaré;

Dios mío, te exaltaré.

     29     Alabad a Jehová, porque él es bueno;

Porque para siempre es su mise


a a 2.1: 1 Ts. 4.15–17.

b b 2.4: Dn. 11.36.

c c 2.8: Is. 11.4.

d d 2.9: Mt. 24.24.

[1] Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. 2 Tes 1.12-2.17

a a 27.1: Job 41.1; Sal. 74.14; 104.26.

a a 28.11–12: 1 Co. 14.21.

b b 28.16: Ro. 9.33; 10.11; 1 P. 2.6.

c c 28.21: 2 S. 5.20; 1 Cr. 14.11.

d d 28.21: Jos. 10.10–12.

[2] Reina Valera Revisada (1960). Miami : Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998, S. Is 26.21-28.29

a a 118.1: 1 Cr. 16.34; 2 Cr. 5.13; 7.3; Esd. 3.11; Sal. 100.5; 106.1; 107.1; 136.1; Jer. 33.11.

b b 118.6: He. 13.6.

c c 118.14: Ex. 15.2; Is. 12.2.

d d 118.22: Lc. 20.17; Hch. 4.11; 1 P. 2.7.

e e 118.22–23: Mt. 21.42; Mr. 12.10–11.

f f 118.25: Mt. 21.9; Mr. 11.9; Jn. 12.13.

g g 118.26: Mt. 21.9; 23.39; Mr. 11.10; Lc. 13.35; 19.38; Jn. 12.13.


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