sábado, 9 de abril de 2011

¿Cuándo Podré Comenzar a Vivir?


¡Ya puedo comenzar!
Por Riqui Ricón*
Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto. Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones (Deu 7. 6-9).
Cuando comienzas a estudiar y meditar en la Palabra de Dios te das cuenta, cada vez más, lo importante y especial que eres para Él. Es Él quien te ha escogido a ti y por Su gran Amor con que te ama pretende llenar tu vida de propósito y significado. Por Cristo Jesús, ya no eres más la/el misma/mismo pecadora/pecador que antes eras. Por Su muerte en la cruz y Su Sangre derramada hasta la última gota como precio de tu justificación, ahora eres una/un Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido de Nuevo no de simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es la Palabra de Dios, que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia (2 P 2. 9-10).
Si alguna vez te has preguntado qué significa ser una/un Hija/Hijo de Dios Nacido de Nuevo o por qué Jesús le dijo a Nicodemo que si no Nacía de Nuevo no podría ver ni entrar al Reino de Dios, la respuesta a ambas preguntas es simple y sencillamente la misma: ser una/un Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido de Nuevo significa ser linaje escogido, real sacerdocio, nación santa y pueblo adquirido, comprado, por Dios y, por consiguiente, la vida en el reino de Dios está llena de propósito y significado, anunciar las virtudes de Aquel que nos sacó de las tinieblas a Su luz admirable.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,  y reinaremos sobre la tierra (Apo 5. 8-10).
Al aceptar y creer que a través de la fe en Jesucristo has Nacido de Nuevo recibes tu identidad, tu linaje como Hija/Hijo del Rey, dejas las cosas viejas en el pasado y te extiendes a una vida nueva donde debes reinar y establecer el reino de tu Padre. Insisto, no eres más un ser humano sin ton ni son, aventado por ahí, olvidado y arrumbado en algún lugar del planeta. ¡No, nada de eso!
Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia (Mat 10. 7-8).
No temas, ni dudes de la Palabra de Dios, Él no miente ni se arrepiente, lo que Dios ha dicho lo va hacer, si Él lo ha hablado, entonces, lo va a ejecutar. Recuerda que el diablo es homicida y padre de mentira desde el principio (Jn 8. 44). El querrá confrontar tu realidad contra la Palabra de Dios para hacerte dudar y así, con la duda, pierdas tu identidad.
Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios (Mat 15. 39-43).
De la misma forma que Satanás lo intento en el desierto y en la cruz contra Jesús, lo hace hoy en día: si en verdad la Biblia es… si en verdad tú eres… si en verdad ya sanaste… si en verdad fueras una/un Hija/Hijo de Dios, etc., etc.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10. 10).
Amado Padre celestial, yo sé en quien he confiado. En Ti, Señor, en Tu Palabra, la Biblia. No voy a temer ni a dudar de quién soy yo ahora, en Cristo Jesús. Soy una/un Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido de Nuevo con propósito y destino. Voy a reinar en esta tierra y no voy a permitirles a la enfermedad, los problemas, la pobreza, la tristeza, el resentimiento, la depresión, ni a nada ni a nadie, robarme lo que legítimamente es mío por la Sangre de Jesús: mi identidad. Gracias Señor porque Tú me hiciste de nuevo y eso ya nadie me lo puede quitar. En el nombre de Jesús. Amén.
¡Puedo comenzar a reinar!
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Abril 7                                               Mat 27. 32-66 /  Deu 7-8 /  Job 7

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