viernes, 16 de noviembre de 2018

¿Alguien sabe cómo vencer la depresión?

 


14 de Noviembre

¡Activate!

Por Riqui Ricón*

Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta (Sgo 2.26).

El espíritu de la fe es la acción. Lo que le da vida a tu cuerpo es tu espíritu y lo que le da vida a tu fe es actuar conforme a la Palabra de Dios. Así que, la verdadera fe no es pasiva sino activa.

¿Cómo activamos nuestra fe? Pasando del mero creer en Dios a creerle a Él, que no es lo mismo. La Escritura enseña que los demonios creen en Dios y tiemblan, pero no le creen a Él, si no, ya se hubiesen arrepentido. Ellos piensan que se van a salir con la suya y por más que nos escuchan declarar que ya han sido vencidos, no lo creen así.

Así que creer en Dios no es la gran cosa, apenas y nos coloca al nivel de los demonios. Lo realmente importante y valioso es creerle a Él, creerle a Su Palabra y actuar en consecuencia. Por ejemplo, si la Biblia dice que Él no te ha dejado ni te dejará (Sal 27.10 Sal 23.4), entonces créele, confiésalo y no permitas que ningún sentimiento de soledad ni depresión entre a tu corazón.

Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá (Sal 27.10).

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento (Sal 23.4).

La Biblia, que es la Palabra de Dios, quien no miente, declara que tú eres más que vencedor(a) y que todo lo puedes; entonces no permitas que ningún pensamiento ni palabras de fracaso, ni de derrota vengan a tu mente, ni a tu boca; ¡al contrario! Levántate y declara la verdad de la Palabra sobre tus sentimientos y emociones: ¡En Cristo Jesús soy más que vencedor(a) y TODO lo puedo por medio de Jesús que me ama!

Así que, primero créele a Dios; segundo, declara la Verdad sobre tus circunstancias y, tercero, comienza actuar de acuerdo a lo que estás confesando. Si estás declarando tu sanidad y ya has dejado de hablar de lo mal que dicen los médicos que estás y lo mal que te sientes, entonces, mantén tu confesión, levántate de esa cama y reanuda tus actividades.

Fe no es orar y esperar, fe es orar y actuar.

Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?... Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras (Jer 23.18,22).

Aún la oración, el estar en comunión, en lo secreto con Dios, tiene que dar como resultado el actuar de nuestra fe para establecer el Reino de Dios en esta tierra y llevar la Bendición a las demás personas.

Activa tu fe, tú eres esa Hija(o), Nacida(o) de Nuevo, que Dios está necesitando en este tiempo, así que, métete a la oración, lee y medita la Biblia todos los días, créele a Él y sal a ser y vivir la bendición que tú ahora eres para los demás.

No des lugar a la depresión, ni al desánimo, ni a ningún otro engaño que Satanás quiera sembrar en tu mente y corazón con pensamientos y emociones como: nada cambia, todo sigue igual, soy un(a) fracasada(o), estoy derrotada(o), lo eché a perder todo y ya nada se puede hacer, etc.

¡Nada de eso! ¡Tú eres la persona que Dios dice en Su Palabra que eres! ¡Ni más, ni menos!

Oremos:

Amado Padre celestial, muchas gracias por Tu Hijo Jesús. Por Ti, Jesús, yo he recibí la justificación, el perdón de todos mis pecados, la santificación   y la perfección con lo cual Tú, Padre, me has hecho Nueva creatura. No soy ningún(a) perdida(o), ni fracasada(o), ni abandonada(o). Soy un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y no de una simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es Tú Palabra, Señor, que vive y permanece para siempre. Hoy me dispongo, con Tu ayuda Espíritu Santo, a creer y vivir actuando en esta Verdad. ¡Tu Palabra, la Biblia, es la Verdad! Gracias, Jesús, ahora sé que nada, ni nadie en este mundo me pueden derrotar. Resisto a la enfermedad, la pobreza, la derrota y al desánimo. Me declaro sana(o), libre y próspera(o) para vivir esa vida plena y abundante que Tú, Jesucristo, compraste para mí. En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2010



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.



Noviembre 14                                    Sgo 2   /  Jer 23-24   Sal 130

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