viernes, 13 de mayo de 2011

¿Qué significa tener identidad?

Jueves 12 de Mayo de 2011.
¡Sin miedo y sin lugar a dudas!
Por Riqui Ricón*
Respondió Job a Jehová, y dijo: Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza (Job 42. 1-6).
Para salir de una crisis, al fin y al cabo, como Job, hemos de reconocer que la Palabra de Dios es la Verdad (no una verdad sino la Verdad), para así, comenzar a comprender la grandeza de Su Amor, aceptando, con humildad y gratitud, que Él es Bueno y Justo. Entonces, dejas de enfocarte en ti mismo y, olvidando tus problemas, lo miras a Él, tal y como Es.
Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job (Job 42. 10)..
Una vez que Job tuvo un encuentro personal con Dios, algo asombroso comenzó a suceder en su vida: ¡dejó de quejarse y preocuparse por sí mismo para comenzar a orar por los demás! Entonces, él fue restaurado recibiendo sanidad y el doble de prosperidad que antes tenía.
Lo que a Job le sucedió es un tipo del Nuevo Nacimiento. Una vez que miró a Dios cara a cara, pudo verse a sí mismo y comprender que sin Dios él nada era que todas sus justicias eran como trapo de inmundicia (Isa 64. 6), pero, y sobre todo, entendió que con Dios estaba su vida, identidad, propósito y destino. ¡Adquirió conciencia de Justicia en Dios!
Por este motivo pudo poner toda su confianza en Dios y abandonarse así mismo dentro de Su Palabra para, a pesar de aún estar enfermo y abatido, orar y bendecir a sus amigos. ¡Ya no tenía temor, ni duda! ¡Ahora tenía fe! ¡Ahora tenía identidad en Dios!
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios (1 Jn 3. 1a).
Pienso que el principal propósito de Dios para pagar todos nuestros pecados con la Sangre de Su Hijo Jesús, no fue justificarnos, ni perdonarnos, sino que éstos eran los requisitos que necesitábamos tener para que así, con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados (He 10. 14), y ser  creados, por Su Palabra, espíritus nuevos, incorruptibles, con el verdadero propósito de ser adoptados Hijos Suyos y recibir Su propia Identidad.
Fue por esa identidad de Hijo de Dios nacido de Nuevo que Pablo se despide sin drama, ni dolor alguno de las iglesias que había edificado, diciendo:
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios (Hch 20. 24).
Mientras todos los demás lloraban y trataban de persuadirle, tal y como Pedro intentó hacerlo con Jesucristo, él se mantuvo firme sabiendo en Quién había confiado y a Quién le pertenecía su vida. Él sabía perfectamente que era un Hijo de Dios Nacido de Nuevo no de una simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es la Palabra de Dios (1 P 1. 23).
¡Sin miedo y sin lugar a dudas!
Precioso Padre celestial, ¡cómo no agradecerte! ¡Cómo no amarte! Siendo que yo estaba perdida/perdido y sin rumbo en esta vida y Tú me has amado de tal manera que preferiste entregar a Tu propio Hijo, Jesús, para pagar el precio de mis pecados, antes que perderme a mí; para justificarme, santificarme, perfeccionarme y perdonarme y adoptarme como Hija/Hijo legítimo Tuyo. Hoy, por Tu Gran Amor con que me has amado, puedo decir, puedo gritar, que soy una/un Hija/Hijo de Dios Nacida/Nacido de Nuevo y no de una simiente que se corrompe sino de la incorruptible semilla que es Tu Palabra, Señor. ¡Gracias Jesús! ¡Gracias Espíritu Santo! ¡Tengo Identidad! Me determino a vivir de acuerdo a quién soy, de acuerdo a Tu Palabra, la Biblia, Señor. En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Mayo 12                               Hch 20. 17-38  /  Jue 14-15  /  Job 42

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué piensas al respecto?