miércoles, 9 de marzo de 2022

¡Es Su Amor y es Su Palabra!

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             <ENGLISH>




 09 Marzo  

¡Es Su Amor y es Su Palabra!

Por Riqui Ricón*

Porque de la abundancia del corazón habla la boca (Mat 12.34).

Todos los días de nuestra vida, y hoy no es la excepción, tú y yo podemos gozar de la libertad gloriosa de las Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo pues, gracias al Nuevo Pacto establecido en la Sangre de Jesús, el espíritu que somos fue creado totalmente nuevo, se nos dio al Espíritu Santo junto con un corazón nuevo.

Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre  del nuevo pacto,  que por muchos es derramada para remisión de los pecados (Mat 26.27-28).

Este Nuevo Pacto fue prometido por Dios 600 años antes de que Jesucristo naciera como la respuesta de Su gran Amor ante el rotundo fracaso, por parte de los seres humanos, en cumplir con el Antiguo Pacto.

He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto  con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón;  y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado (Jer 31.31-34).

¿Cómo pudo Dios establecer y cumplir el Nuevo Pacto? Con tres acciones maravillosas y perfectas de Su gran Amor. Primeramente, declarándote justa/justo al pagar Jesucristo TODO el precio y castigo por tus pecados. Una vez justificada/justificado decidió perdonar tus acciones y no acordarse más de ellas. Por último, te hizo nacer de nuevo como Hija/Hijo Suyo, dándote un espíritu nuevo (quien tú eres) y corazón nuevo y poniendo al Espíritu Santo dentro de ti.

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu (1 P 3.18).

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra (Ez 36.26-27).

Por lo tanto, de acuerdo a la biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, podemos ahora, mediante la fe en Jesucristo, hablar abundantemente de lo que Él puso en este nuevo corazón: salvación, vida eterna, sanidad, amor, gozo, paz, la libertad gloriosa de aquellos que reciben la Plenitud de SER HECHOS Hijas e Hijos de Dios nacidos de Nuevo.

¿Sabes que es lo más hermoso de este Nuevo Pacto? Que no depende de ti ni de mí sino totalmente de Él.

¡Es Su Amor y es Su Palabra!

Tres Recomendaciones:

Lo que acabas de suceder al reconocer a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu vida, de acuerdo con La Palabra de Dios, es que has Nacido de Nuevo, ya no más como un ser humano común y corriente, sujeto a la ley del pecado y de la muerte, sino que ahora eres un(a) legítimo(a) y auténtico(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, exactamente igual a Jesucristo, quien ahora es tu Hermano Mayor. Por lo tanto, te hago estas tres importantísimas recomendaciones:

1.     Orar. Orar es platicar con Dios. Así que, búscate un lugar tranquilo donde puedas comenzar a platicar todas tus cosas con Él. Hazlo de forma audible y notarás como Dios siempre responderá a tu corazón.

2.     Leer y meditar la Palabra de Dios. La Biblia es La Palabra de Dios, así que, consigue una Biblia y comienza a leerla y meditarla. ¿Cómo empezar? Es muy sencillo. Dependiendo del día que sea hoy, busca en el programa de lectura “La Biblia en un año” y realiza las lecturas correspondientes. Este programa lo puedes obtener en: A Través de La Biblia En Un Ano (palabradehonor.org) Notarás que el programa está arreglado para imprimirlo como un cuadernillo.

3.     En oración con Dios, tu Padre, busca y únete a una iglesia o congregación cristiana donde enseñen la Palabra de Dios en base a las Buenas Noticias que son el Evangelio de Jesucristo.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2020

 



*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

                                                                                               

Marzo 9                                                     Mat 12.22-50 /  Lev 15-16 /  Pro 27

 

  

Cápsula del día.





Puedes escuchar o descargar la lectura de la  Biblia en audio del día de hoy, la tenemos para ti en dos versiones: 


RV60 


NVI 



Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

                                                                                               

Marzo 9                                                     Mat 12.22-50 /  Lev 15-16 /  Pro 27

San Mateo 12.22-50

La blasfemia contra el Espíritu Santo

(Mr. 3.20–30; Lc. 11.14–23)

22Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. 23Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? 24Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.i 25Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. 30El que no es conmigo, contra mí es;j y el que conmigo no recoge, desparrama. 31Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. 32A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.k 33O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.l 34¡Generación de víboras!m ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.n 35El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. 36Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

La generación perversa demanda señal

(Lc. 11.29–32)

38Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.o 39El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal;p pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches,q así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. 41Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás,r y he aquí más que Jonás en este lugar. 42La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón,s y he aquí más que Salomón en este lugar.

El espíritu inmundo que vuelve

(Lc. 11.24–26)

43Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. 45Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.

La madre y los hermanos de Jesús

(Mr. 3.31–35; Lc. 8.19–21)

46Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. 47Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 48Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? 49Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 50Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.[1]

 

Levítico 15-16

Impurezas físicas

15

1Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: 2Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier varón, cuando tuviere flujo de semen, será inmundo. 3Y esta será su inmundicia en su flujo: sea que su cuerpo destiló a causa de su flujo, o que deje de destilar a causa de su flujo, él será inmundo. 4Toda cama en que se acostare el que tuviere flujo, será inmunda; y toda cosa sobre que se sentare, inmunda será. 5Y cualquiera que tocare su cama lavará sus vestidos; se lavará también a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la noche. 6Y el que se sentare sobre aquello en que se hubiere sentado el que tiene flujo, lavará sus vestidos, se lavará también a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la noche. 7Asimismo el que tocare el cuerpo del que tiene flujo, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la noche. 8Y si el que tiene flujo escupiere sobre el limpio, éste lavará sus vestidos, y después de haberse lavado con agua, será inmundo hasta la noche. 9Y toda montura sobre que cabalgare el que tuviere flujo será inmunda. 10Cualquiera que tocare cualquiera cosa que haya estado debajo de él, será inmundo hasta la noche; y el que la llevare, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la noche. 11Y todo aquel a quien tocare el que tiene flujo, y no lavare con agua sus manos, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la noche. 12La vasija de barro que tocare el que tiene flujo será quebrada, y toda vasija de madera será lavada con agua.

13Cuando se hubiere limpiado de su flujo el que tiene flujo, contará siete días desde su purificación, y lavará sus vestidos, y lavará su cuerpo en aguas corrientes, y será limpio. 14Y el octavo día tomará dos tórtolas o dos palominos, y vendrá delante de Jehová a la puerta del tabernáculo de reunión, y los dará al sacerdote; 15y el sacerdote hará del uno ofrenda por el pecado, y del otro holocausto; y el sacerdote le purificará de su flujo delante de Jehová.

16Cuando el hombre tuviere emisión de semen, lavará en agua todo su cuerpo, y será inmundo hasta la noche. 17Y toda vestidura, o toda piel sobre la cual cayere la emisión del semen, se lavará con agua, y será inmunda hasta la noche. 18Y cuando un hombre yaciere con una mujer y tuviere emisión de semen, ambos se lavarán con agua, y serán inmundos hasta la noche.

19Cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare será inmundo hasta la noche. 20Todo aquello sobre que ella se acostare mientras estuviere separada, será inmundo; también todo aquello sobre que se sentare será inmundo. 21Y cualquiera que tocare su cama, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la noche. 22También cualquiera que tocare cualquier mueble sobre que ella se hubiere sentado, lavará sus vestidos; se lavará luego a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la noche. 23Y lo que estuviere sobre la cama, o sobre la silla en que ella se hubiere sentado, el que lo tocare será inmundo hasta la noche. 24Si alguno durmiere con ella, y su menstruo fuere sobre él, será inmundo por siete días; y toda cama sobre que durmiere, será inmunda.

25Y la mujer, cuando siguiere el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre, todo el tiempo de su flujo será inmunda como en los días de su costumbre. 26Toda cama en que durmiere todo el tiempo de su flujo, le será como la cama de su costumbre; y todo mueble sobre que se sentare, será inmundo, como la impureza de su costumbre. 27Cualquiera que tocare esas cosas será inmundo; y lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la noche. 28Y cuando fuere libre de su flujo, contará siete días, y después será limpia. 29Y el octavo día tomará consigo dos tórtolas o dos palominos, y los traerá al sacerdote, a la puerta del tabernáculo de reunión; 30y el sacerdote hará del uno ofrenda por el pecado, y del otro holocausto; y la purificará el sacerdote delante de Jehová del flujo de su impureza.

31Así apartaréis de sus impurezas a los hijos de Israel, a fin de que no mueran por sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que está entre ellos.

32Esta es la ley para el que tiene flujo, y para el que tiene emisión de semen, viniendo a ser inmundo a causa de ello; 33y para la que padece su costumbre, y para el que tuviere flujo, sea varón o mujer, y para el hombre que durmiere con mujer inmunda.

El día de la expiación

16

1Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron. 2Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo,a delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. 3Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto.b 4Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua. 5Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto.

6Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. 7Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. 8Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel. 9Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. 10Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto.

11Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo. 12Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo. 13Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera. 14Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre. 15Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro,c y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio. 16Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas. 17Ningún hombre estará en el tabernáculo de reunión cuando él entre a hacer la expiación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la congregación de Israel. 18Y saldrá al altar que está delante de Jehová, y lo expiará, y tomará de la sangre del becerro y de la sangre del macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del altar alrededor. 19Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel.

20Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo; 21y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. 22Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto.

23Después vendrá Aarón al tabernáculo de reunión, y se quitará las vestiduras de lino que había vestido para entrar en el santuario, y las pondrá allí.d 24Lavará luego su cuerpo con agua en el lugar del santuario, y después de ponerse sus vestidos saldrá, y hará su holocausto, y el holocausto del pueblo, y hará la expiación por sí y por el pueblo. 25Y quemará en el altar la grosura del sacrificio por el pecado. 26El que hubiere llevado el macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, lavará también con agua su cuerpo, y después entrará en el campamento. 27Y sacarán fuera del campamentoe el becerro y el macho cabrío inmolados por el pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para hacer la expiación; y quemarán en el fuego su piel, su carne y su estiércol. 28El que los quemare lavará sus vestidos, lavará también su cuerpo con agua, y después podrá entrar en el campamento.

29Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros. 30Porque en este día se hará expiación por vosotros,f y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. 31Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo. 32Hará la expiación el sacerdote que fuere ungido y consagrado para ser sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas. 33Y hará la expiación por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación. 34Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó.[2]

       

Proverbios 27

 

27

     1     No te jactes del día de mañana;

Porque no sabes qué dará de sí el día.a

     2     Alábete el extraño, y no tu propia boca;

El ajeno, y no los labios tuyos.

     3     Pesada es la piedra, y la arena pesa;

Mas la ira del necio es más pesada que ambas.

     4     Cruel es la ira, e impetuoso el furor;

Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?

     5     Mejor es reprensión manifiesta

Que amor oculto.

     6     Fieles son las heridas del que ama;

Pero importunos los besos del que aborrece.

     7     El hombre saciado desprecia el panal de miel;

Pero al hambriento todo lo amargo es dulce.

     8     Cual ave que se va de su nido,

Tal es el hombre que se va de su lugar.

     9     El ungüento y el perfume alegran el corazón,

Y el cordial consejo del amigo, al hombre.

     10     No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre;

Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción.

Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos.

     11     Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón,

Y tendré qué responder al que me agravie.

     12     El avisado ve el mal y se esconde;

Mas los simples pasan y llevan el daño.

     13     Quítale su ropa al que salió fiador por el extraño;

Y al que fía a la extraña, tómale prenda.

     14     El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana,

Por maldición se le contará.

     15     Gotera continua en tiempo de lluvia

Y la mujer rencillosa, son semejantes;

     16     Pretender contenerla es como refrenar el viento,

O sujetar el aceite en la mano derecha.

     17     Hierro con hierro se aguza;

Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.

     18     Quien cuida la higuera comerá su fruto,

Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.

     19     Como en el agua el rostro corresponde al rostro,

Así el corazón del hombre al del hombre.

     20     El Seol y el Abadón nunca se sacian;

Así los ojos del hombre nunca están satisfechos.

     21     El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro,

Y al hombre la boca del que lo alaba.

     22     Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón,

No se apartará de él su necedad.

     23     Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas,

Y mira con cuidado por tus rebaños;

     24     Porque las riquezas no duran para siempre;

¿Y será la corona para perpetuas generaciones?

     25     Saldrá la grama, aparecerá la hierba,

Y se segarán las hierbas de los montes.

     26     Los corderos son para tus vestidos,

Y los cabritos para el precio del campo;

     27     Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento de tu casa,

Y para sustento de tus criadas.[3]

 



i i 12.24: Mt. 9.34; 10.25.

j j 12.30: Mr. 9.40.

k k 12.32: Lc. 12.10.

l l 12.33: Mt. 7.20; Lc. 6.44.

m m 12.34: Mt. 3.7; 23.33; Lc. 3.7.

n n 12.34: Mt. 15.18; Lc. 6.45.

o o 12.38: Mt. 16.1; Mr. 8.11; Lc. 11.16.

p p 12.39: Mt. 16.4; Mr. 8.12.

q q 12.40: Jon. 1.17.

r r 12.41: Jon. 3.5.

s s 12.42: 1 R. 10.1–10; 2 Cr. 9.1–12.

[1]Reina Valera Revisada (1960). 1998 (Mt 12.21-50). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.

a a 16.2: He. 6.19.

b b 16.3: He. 9.7.

c c 16.15: He. 9.12.

d d 16.23: Ez. 44.19.

e e 16.27: He. 13.11.

f f 16.29–34: Lv. 23.26–32; Nm. 29.7–11.

[2]Reina Valera Revisada (1960). 1998 (Lv 14.57-16.34). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.

a a 27.1: Stg. 4.13–16.

[3]Reina Valera Revisada (1960). 1998 (Pr 26.28-27.27). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.

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