¡Cómo hacer tus sueños realidad!
¡Lo mejor de tu vida lo puedes
soñar!
Por Riqui Ricón*
Cuando ellos lo vieron de
lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle.
Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador. Ahora pues, venid, y matémosle y
echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos
qué será de sus sueños (Gen 37.18-20).
La obra de tu enemigo, el diablo,
siempre ha sido la de matar tus sueños para así poder robarte tu identidad como
un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Sin embargo, tu Padre celestial, primero
te creó dándote la vida y luego te predestinó para ser heredero(a) de Eterna
salvación al darte la identidad de Hijo(a)
Suyo(a) por medio de Jesucristo.
en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad (Efe 1.5).
Así, una vez que Cristo hizo todo lo que Dios le mandó, se convirtió en
el salvador que da vida eterna a todos los que lo obedecen (He 5.9 BLS).
Así que ya no eres esclavo,
sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo (Ga 4.7).
En cuanto a los sueños perdidos, en una ocasión el
profeta Eliseo le dijo a la mujer sunamita (la cual era estéril y no tenía
hijos, y además había tratado tan bien a Eliseo que hasta un cuarto les había
construido):
El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No,
señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. Mas la
mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo
le había dicho (2 R 4.16-17).
Esta mujer ya había perdido toda
esperanza de ver realizado su sueño de ser madre. Su sueño había muerto y ella no consideraba posible volverlo a
pensar siquiera. Por eso, recriminaba al profeta de hacer burla de su lamentable
situación.
La realidad era que ella no podía
tener hijos a causa de su esterilidad, pero la verdad fue que el profeta habló
en el nombre de Dios y ella pudo ver hecho realidad su sueño, ¡a pesar que no
tenía fe para creerlo!
¿Cómo pudo suceder esto? ¿Cómo
puede alguien recuperar el hilo de una vida ya gastada? ¿Cómo puede un sueño ya
perdido hacerse realidad? Todo comenzó con el deseo de esta mujer de retener
bajo su techo al profeta de Dios y, por lo tanto, tener acceso a la Palabra de
Dios.
Y ella dijo a su marido: He
aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón
santo de Dios. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de
paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él
viniere a nosotros, se quede en él (2 R 4.9-10).
Ella recuperó sus sueños y su
vida al anhelar y atesorar al profeta y a su mensaje, esto es, atesorar la
Palabra de Dios.
A causa de la vida que llevaron,
a muchos cristianos, que son Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, les parece, que ya
han perdido la oportunidad de realizar sus sueños y se resignan a llevar una
vida “normal” carente de sentido o significado. Pero recuerda,
El ladrón no viene sino para
hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia (Jn 10.10).
Nada está más lejos de la Verdad
que la resignación. Eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y tienes todo
el derecho a retomar el hilo de tu vida. Tienes todo el derecho a volver a
soñar y creer, pues al que le cree a Dios TODO le es posible.
Dios escogió a José para dar
cumplimiento a Su Palabra empeñada a Abraham, Isaac y Jacob; y aunque los
hermanos de José trataron de matar sus sueños vendiéndolo como esclavo, Dios
fue fiel a Su Palabra con el hombre que había escogido.
Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que
le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito (Ro 8.28 RVA).
¿Sabías que tú has sido
escogido(a), llamado(a), por Dios? La Biblia lo dice así y lo realmente
trascendente es si tú en Verdad lo crees así.
Gracias a Cristo Jesús, tú, mi amado(a)
hermano(a), puedes aspirar, a partir de este instante, a vivir una vida
abundante en la plenitud de Dios.
No le permitas al diablo robarte tus
sueños y determínate a vivir en la certeza de tu fe, pues si Dios lo dijo,
entonces, Él lo va hacer, si Él lo habló, entonces, Él lo va a cumplir.
El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán (Mar 13.31).
¡No existe la más mínima
posibilidad de que Dios deje de cumplirte Su Palabra!
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn
3.16-17).
No hay
fundamento más grande en el cual puedas cimentar tu fe, no hay demostración más
grande de Amor, que saber que Dios prefirió entregar a Su propio Hijo, para
pagar TODOS tus pecados, antes que perderte a ti.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados
hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! (1 Jn 3.1a).
Y por el gran Amor con que Dios te ha amado, no sólo pagó TODOS tus
pecados para hacerte justo sino que decidió hacer de ti Su propio(a) Hijo(a).
Para Dios eres muy importante y
Él no desea que vivas padeciendo aflicciones que ya fueron pagadas con la Vida
de Su Hijo Jesús; por eso, deja de poner tu atención en los problemas,
enfermedades o aflicciones que estés enfrentando y pon TODA tu atención a lo
que Dios te dice hoy, por medio de esta reflexión y de Su Palabra: Que tú eres
importante para Él; que Él no te ha dejado, ni te dejará; que te ama tanto que
prefirió entregar a Su propio Hijo, Jesucristo, antes que perderte a ti. Qué Él
está contigo y que de todo problema, enfermedad o aflicción tú saldrás más que
vencedor(a).
Hoy Dios, tu Padre, te dice que
es tiempo de regresar a casa y recuperar tus sueños.
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en esta
hora quiero darte las gracias por tanto y tan grande Amor con que me has amado.
Gracias, Señor Jesús, por haber pagado por mí el precio de todos mis pecados y
haberme dado la Vida Eterna. Hoy puedo levantarme con la cabeza erguida y el
corazón agradecido, pues, por lo que hiciste por mí en la cruz, ahora soy un(a)
Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. ¡Soy nueva creación! Las cosas viejas
pasaron, he aquí que todas son hechas nuevas en mi vida. En el nombre de Jesús,
yo le llamo a la sanidad y a la salud de mi cuerpo; llamo a la estabilidad
emocional en mi vida, pues ahora sé quién yo soy: le llamo a mi libertad
financiera. Creo y declaro que soy la persona que Tú, mi Dios y Padre, dices en
Tu Palabra que yo soy. Soy libre y dichoso(a), pues el Todopoderoso está
conmigo. Voy a volver a soñar para realizar todo aquello a lo que he sido
llamado(a) a ser. En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el
Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis
pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí
acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a
entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi
único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo
Jaime © 2012
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero
28 Luc 20.27-47
/
Gen 37 / Sal 28
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