viernes, 9 de diciembre de 2016

¿Cuál es el verdadero Evangelio?

 

26 de Noviembre

¡No hay otro evangelio!

Por Riqui Ricón*

No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo (Gal 1.7).

En la carta a los Gálatas la Escritura nos enseña a tener cuidado de no cambiar de evangelio; de hecho, no existen varios evangelios, solamente hay un evangelio y es el evangelio de Jesucristo: y éste es que Dios te ama de tal manera que entregó a Su único Hijo, Jesús, para que creas en Él y no te pierdas sino tengas Vida Eterna; pues Dios no envió a Su Hijo al mundo para condenarte, sino para que alcanzaras la plenitud de vida por medio de Él (Jn 3.16-17).

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.  Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;  que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación…  Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Co 5.17-19,21).

Si alguien está unido a Cristo, se convierte en un ser nuevo que ha dejado lo viejo atrás ¡y está totalmente renovado! Todo lo nuevo viene de Dios, quien nos ha reconciliado con él a través de Cristo y nos ha dado el trabajo de reconciliar a toda la gente con él. Lo que quiero decir es que a través de Cristo, Dios estaba tratando de reconciliar al mundo con él, sin tener en cuenta los pecados de nadie. Ese es el mensaje de reconciliación que nos encargó anunciar… Aunque Cristo no tenía ningún pecado, Dios lo hizo cargar con los nuestros para que por medio de él fuéramos declarados inocentes ante Dios (2 Co 5.17-19,21 PDT).

El verdadero Evangelio, las buenas noticias de Dios, es que Él te ama de una forma tan especial que, habiendo Jesucristo pagado con su vida, el precio de todos tus pecados, ahora está dispuesto a perdonarte olvidándolo todo. Pero, esto no es todo, apenas es el comienzo, ya que la justificación y el perdón de tus pecados se realizaron con el propósito expreso de que CREAS al Amor de Dios y así aceptes ser ahora Su Hijo(a).

Me dirás, cómo no voy a aceptar ser Hijo(a) de Dios. Bueno, pues hay personas que no lo aceptan, ya sea porque no lo saben o porque no lo creen, ya que a la familia de Dios se ingresa, exclusivamente, por medio de la fe en Jesús:

Para que TODO AQUEL  que en él CREE, no se pierda, mas tenga vida eterna (Jn 3.16b).

TODO AQUEL QUE CREE que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios (1 Jn 5.1a).

para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados (Hch 26.18).

Todo lo que tú tienes como Hijo(a) de Dios NACIDO(A) DE NUEVO, proviene del Amor tan grande y hermoso que Dios siente por ti, y ahora no solamente has sido justificado(a), hecho(a) justo(a), sino que eres la justicia de Dios en Cristo Jesús.

Por eso, como Hijo(a) y Justicia de Dios tienes entrada segura para conversar con Él (orar), con la certeza de ser escuchado(a) por tu Padre celestial quién tanto te ama.

Con mi voz clamaré a Jehová; Con mi voz pediré a Jehová misericordia. Delante de él expondré mi queja; Delante de él manifestaré mi angustia… Clamé a ti, oh Jehová; Dije: Tú eres mi esperanza, Y mi porción en la tierra de los vivientes (Sal 142.1-2, 5).

Amado(a), sea cual fuere la situación, problema o necesidad que estés enfrentando el día de hoy, puedes estar seguro(a) de que no estás solo(a); la Biblia, que es la Palabra de Dios, que no puede mentir, te asegura que Él no te ha dejado ni te dejará.

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento (Sal 23.4).

y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mat 28.20).

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Ro 8.31).

Gracias a Jesús puedes hoy acercarte confiadamente al trono de la gracia pues, ya alcanzaste misericordia y hallaste gracia para el oportuno socorro (He 4.16).

Así que, no permitas que las circunstancias u otras voces te aparten del evangelio; Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos (He 13.8).

Tú eres amado(a) y especial tesoro de Dios y de todo problema, angustia o enfermedad vas a salir más que vencedor(a) por medio de Aquel que te ha amado, Cristo Jesús. ¡Escrito está! ¡Es la Palabra de Dios! ¡No hay otro evangelio!

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, este día quiero agradecerte por el Evangelio de Jesucristo, Tu Hijo. Señor Jesús, muchas gracias por lo que hiciste por mí al morir en esa cruz pagando el precio de todos mis pecados; gracias porque venciste a la muerte y, con tu resurrección, ahora yo tengo Vida Eterna. Gracias porque este ha sido el Plan más perfecto y maravilloso que pueda existir: porque Tú moriste, Jesús, mi vieja naturaleza y mi viejo yo murieron en esa cruz; todas mis deudas fueron pagadas y están canceladas, ¡he sido perdonado(a)! Porque Tú vives, ahora yo vivo también. Tengo todo el derecho a vivir una vida plena y abundante que no se limita a este tiempo, ni a este mundo, ¡soy eterno(a)! Amado Dios, por Tu Amor y el puro afecto de Tu Voluntad me has hecho Tu Hijo(a) y con toda confianza puedo llamarte mi Padre, mi Papá. ¡Puedo dejar de temer! ¡No estaré angustiado(a), nunca más! ¡Me deshago del espíritu de temor y duda! ¡Soy un(a) Hijo(a) del Rey! ¡No existe problema, enfermedad o adversidad que yo no pueda vencer! ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Tu Amor, mi Señor Jesús. Gracias, por tan Buenas Noticias. ¡Todo lo puedo! En el nombre de Jesús.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Noviembre 26                           Gal 1   /  Jer 47-48  /  Sal 142

 



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