lunes, 27 de febrero de 2012

¿Quién soy yo? O ¡Cómo recibir mi Verdadera Identidad!


Lunes 6 de Febrero de 2012.

¡Identifícate!

Por Riqui Ricón*

Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré.  Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio (He 2.9-13).

Es hermoso y edificante encontrar en la Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, escrituras como esta donde claramente se te muestra que el pagar tus pecados, el perdón y la santificación no eran, ni serán, el objetivo por el cual Jesús murió en esa cruz. Tanto pagar todos tus pecados (justificación), como el perdón y la santificación fueron requisitos necesarios para un propósito mayor: hacer de ti un(a) Hija(o) de Dios. Para lo cual, también, tenías forzosamente que Nacer de Nuevo.

Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos (He 2.10).

Es un error, y totalmente contrario a la Verdad, creer que todos los seres humanos son Hijos de Dios.

Vino a lo que era suyo,  pero los suyos no lo recibieron. Mas a cuantos lo recibieron,  a los que creen en su nombre,  les dio el derecho de ser hijos de Dios.  Éstos no nacen de la sangre,  ni por deseos naturales,  ni por voluntad humana,  sino que nacen de Dios (Jn 1.11-13 NIV).

Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes (Ro 9.8).

Puesto que pensar que todo el mundo es Hijo de Dios significa que no existe diferencia entre un malvado violador y asesino, y un justo, santo y perfecto, entonces, enseñar esto, no puede ser más que una estrategia con el propósito minimizar y denigrar a todo aquel que, en honor a la Verdad, pueda creer que por medio de la muerte y resurrección de Jesús ha sido justificada(o), perdonada(o) y santificada(o) para ser hecha un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo.

Durante siglos, Satanás ha luchado con todas sus fuerzas, y recursos a su alcance (sus mentiras), evitando que los Creyentes Cristianos se enteren que en Verdad son lo que Dios dice en la Biblia que son: Hijos de Dios Nacidos de Nuevo.

Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios (1 Jn 5.1a).

siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).

Dios te ama tanto que prefirió entregar a su propio Hijo antes que perderte a ti. Y lo hizo con el propósito, expreso, de hacerte Su Hija(o).

en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Efe 1.5).

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él (1 Jn 3.1).

Ahora bien, Dios es bueno y te ama a ti, así que, no te hizo Hija(o) Suya(o) para que vivas enferma(o), pobre, triste, amargada(o), deprimida(o), ni fracasada(o). ¡No! ¡Nada de eso es la voluntad de Dios para tu vida!

Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad (3 Jn 2-3).

Andar en la Verdad es creer a la Verdad, y ésta es que Jesucristo dio Su Vida para que tú tengas una Nueva Vida como Hija(o) de Dios.

Esta es tu verdadera identidad y el diablo hará todo lo posible para evitar que puedas obtenerla. La buena noticia es que no podrá conseguir su propósito, ya que tú sólo tienes que creer, creerle a Dios, creerle a Su Palabra, pues el justo por la fe vivirá y al que cree, todo le es posible.

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, no encuentro mejor forma de agradecer lo que has hecho por mí que aceptándolo. No encuentro mejor forma de honrar el sacrificio de Tu Hijo Jesús que recibiendo la posición e identidad que Él adquirió para mí al morir en esa cruz. ¡Gracias Jesús! ¡Muchas gracias Señor! Creo y recibo tu grande y eterno Amor por mí. Creo y recibo mi identidad de Hija(o) Tuya(o). Por lo tanto, creo y recibo también todas y cada una de tus promesas. Gracias Señor, porque no hay forma en que yo vaya a perder en esta vida. Gracias Padre porque no me has dejado nunca, ni me dejarás, porque me has amado con tan grande amor y me has hecho tu Hija(o). Por lo que Tú hiciste en la cruz, Señor Jesús, y por Tu Palabra, ¡Soy sana(o)! ¡Soy libre! ¡Soy próspera! ¡Soy más que vencedor(a)! ¡Todo lo puedo en Cristo! Y, por la Sangre de Jesús, soy dichosa(o) para vivir una vida plena y abundante. Muchas gracias, Señor Jesús. Gracias por esta Nueva Vida en Plenitud que ahora tengo como Hija(o) de Dios. Gracias por mi sanidad. Gracias por mi salud. Gracias por mi prosperidad. Gracias por el Amor, la paz y el gozo que ahora disfruto. En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011




Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Febrero 6                               Heb 2 /  Gen 46.28-47.31 /  Sal 37


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