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lunes, 10 de diciembre de 2012

¿Qué hay para ti el resto de tu vida?

 

Sábado 8 de Diciembre de 2012.

¡Algo totalmente Nuevo y asombroso!

Por Riqui Ricón*

No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad… Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados (Isa 43.18-19, 25).

Estamos viviendo los tiempos más emocionantes en la historia de la humanidad. En Verdad que es maravilloso vivir esta vida tomados de la mano y de la Palabra de Dios.

700 años antes de Cristo, Dios prometió que haría algo Nuevo, algo totalmente diferente: esas vidas secas y solitarias, llenas de rebelión y de pecado, que no pueden, ni podrán nunca agradar a Dios, serían transformadas por Su Amor; serían renovadas de tal forma que Dios ya no podrá acordarse jamás de sus pecados. ¡Asombroso!

porque la vieja naturaleza pecaminosa que está en nosotros, siempre se rebela contra Dios. Nunca ha obedecido la ley de Dios y nunca podrá obedecerla (Ro 8.7 BAD).

¿Cómo es posible que Él esté dispuesto a perdonar y olvidar todo lo que tú hiciste con tu vida? Sólo por amor.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

No dudes más y tenlo por cierto, Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar todos tus pecados, antes que perderte a ti.

Y no solamente Dios te amó para pagar y perdonarte tus pecados, sino que ahora Él te llama Hijo(a) Suyo(a).

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos  (1 Jn 3.1 BAD).

Y eso no es todo, sino que, además, diseño un plan perfecto para asegurarse que Él disfrutaría de tu presencia y compañía por toda la eternidad.

¿Cómo se aseguró Dios que tú ya no vuelvas atrás? Haciendo algo totalmente Nuevo llevando a cabo Su Plan de Redención con el cual te liberó total y permanentemente del pecado y de la muerte.

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Ro 8.2).

Esto lo logró a través de la muerte y resurrección de Jesucristo con lo cual te dió una nueva vida y te dotó de una naturaleza totalmente nueva y diferente.

¿Qué otra cosa podemos decir? ¿Seguiremos pecando, para que Dios pueda manifestar más ampliamente su gracia salvadora? ¡De ninguna manera! No podemos seguir viviendo bajo el dominio del pecado después de haber muerto en lo que al pecado respecta. Entended esto: todos los que hemos sido bautizados en el nombre de Cristo Jesús, por el hecho mismo del bautismo estamos unidos a él en su muerte. Simbólicamente, nuestra vieja naturaleza amante del pecado quedó muerta y sepultada con Cristo en el bautismo, para que podamos andar en una maravillosa vida nueva, de acuerdo con la nueva vida que él recibió al ser resucitado de entre los muertos por el glorioso poder de Dios Padre. De este modo pasamos a formar parte de él mismo. Por así decirlo, cuando él murió, nosotros morimos con él, pero ahora compartimos su nueva vida porque también resucitamos con él en su resurrección (Ro 6.1-5 CST).

Por medio de tu fe en Jesús, Dios te ha hecho una nueva especie de ser que no existía antes: un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Justificado(a), perdonado(a), santificado(a) y perfeccionado(a) para recibir la Vida Eterna, la Vida Plena y Abundante que sólo pueden vivir los legítimos Hijos de Dios.

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,  que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre,  creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efe 4.22-24).

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Co 5.17).

Estas son las buenas noticias, el Evangelio de Jesucristo, que, por Su muerte y resurrección, ahora ya eres un(a) nuevo(a) hombre (mujer) creado(a) según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Pero ahora, así dice el SEÑOR, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Yo soy el SEÑOR, tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador; yo he entregado a Egipto como precio por tu rescate, a Cus y a Seba en tu lugar. A cambio de ti entregaré hombres; ¡a cambio de tu vida entregaré pueblos! Porque te amo y eres ante mis ojos precioso y digno de honra. No temas, porque yo estoy contigo; desde el oriente traeré a tu descendencia, desde el occidente te reuniré. Al norte le diré: “¡Entrégalos!” y al sur: “¡No los retengas! Trae a mis hijos desde lejos y a mis hijas desde los confines de la tierra. Trae a todo el que sea llamado por mi nombre, al que yo he creado para mi gloria, al que yo hice y formé.” »(Isa 43.1-7 NVI).

Ahora bien, la pregunta que hay que responder es, ¿por qué no vives o te sientes así? Simple, porque todo esto se recibe por medio de la fe, es decir, sabiendo que si Dios lo dice en Su Palabra, entonces, esta es la Verdad, sin importar cómo te sientas o te veas a ti mismo(a).

Lo crees y lo recibes porque está en la Biblia y así Dios lo dice. Lo crees y lo recibes despojándote (quitándote de encima) esa vieja naturaleza.

Lo crees y lo recibes al renovándote en el espíritu de tu mente con la Palabra de Dios, quien claramente establece que, por medio de Jesucristo, tú ya no eres más esa vieja persona, pues la ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús, te ha hecho libre de la ley del pecado y de la muerte.

Lo crees y lo  recibes al aceptar que ahora tú eres ese(a) nuevo(a) hombre (mujer) creado(a) según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Tú ahora eres ese(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y, por lo tanto, eres totalmente capaz de vivir la vida justa y santa que se compró para ti a precio de la Sangre de Cristo Jesús.

No se trata que intentes ser algo o alguien que difícilmente podrías ser, sino que creas que, por el Poder y el Amor de Dios para contigo, ahora eres esa persona que Dios dice en Su Palabra que tú ya eres.

Porque yo, el SEÑOR, hablaré, y lo que diga se cumplirá sin retraso. Pueblo rebelde, mientras ustedes aún tengan vida, yo cumpliré mi palabra. Lo afirma el SEÑOR omnipotente.” » El SEÑOR me dirigió la palabra: «Hijo de hombre, el pueblo de Israel anda diciendo que tus visiones son para un futuro distante, y que tus profecías son a largo plazo. Por lo tanto, adviérteles que así dice el SEÑOR omnipotente: “Mis palabras se cumplirán sin retraso: yo cumpliré con lo que digo. Lo afirma el SEÑOR omnipotente.” » (Ez 12.25, 28 NVI).

¡Dios no puede mentir! ¡Jamás serás avergonzado(a) por haber creído la Palabra de Dios!

Esto, mi amado(a) amigo(a), es algo totalmente nuevo y diferente. Esto es lo que significa ser Nacido(a) de Nuevo. No es algo que tu tengas o debas conseguir, sino algo que ya eres; es lo que Jesús hizo por amor a ti al  morir en esa cruz y luego resucitar de entre los muertos venciendo a la muerte por ti.

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo (Jn 11.25-27).

Si puedes creer, ¡al que cree todo le es posible!

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, yo he decidido creerte a Ti, creer Tu Palabra, por lo tanto, creo y recibo esa Nueva Naturaleza que adquiriste para mí al precio de la muerte y resurrección de Tu Hijo, Jesús. Me despojo del engaño y la mentira que me quieren convencer que sigo siendo la misma persona fracasada y pecadora y que nada o poco ha cambiado en mi vida. No recibo esa vieja naturaleza. ¡Mi Vida ha cambiado por completo! ¡Yo, _____________ (tu nombre aquí), he sido justificado(a) en la Sangre Preciosa de Cristo Jesús! ¡Yo, _____________ (tu nombre aquí), he sido perdonado(a) por el infinito Amor de mi Padre celestial! Gracias, Señor Jesús. Hoy renuevo mi mente y mi entendimiento con Tu Palabra. Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, no de simiente corruptible sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre. He sido regenerado(a) conforme a Dios en la justicia y santidad de la Verdad. Creo y recibo este Tu gran Amor, mi Dios. Por tanto declaro que soy sano(a), soy libre, soy próspero(a). Espíritu Santo, recibo Tu Amor, gozo y paz para vivir esa Vida Plena y abundante, siempre en victoria, que Tú planeaste para mí. En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Diciembre 8                                     Efesios 4.17-32   /  Ez 12-13  /  Isa 43

 



jueves, 6 de diciembre de 2012

¿Cómo quiere Dios que termines el 2012 e inicies el 2013?

 
Viernes 7 de Diciembre de 2012.
¡Plenitud!
Por Riqui Ricón*
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; (Ef 4.13).
¡Propósito! Esta es la característica en la vida de cualquier Hija(o) de Dios NACIDA(O) DE NUEVO.
De acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios, quien no puede mentir, ahora, en Cristo Jesús, tú tienes una naturaleza totalmente nueva y diferente; tú has Nacido de Nuevo no de simiente corruptible, sino de la semilla incorruptible que es la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23). Tu origen, tu inicio en esta Nueva Vida es Cristo Jesús, pues Él es el Verbo, la Palabra, de Dios.
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres...  Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Jn 1. 1-4, 14).
Si tu origen es Cristo Jesús, ¿cuál es, entonces, el propósito de ésta tu Nueva Vida? El propósito de ésta tu Nueva Vida es desarrollar esa semilla, esa identidad que ya está dentro de ti, puesta ahí por el Espíritu Santo. Eres embajador(a) en nombre de Cristo y has sido hecho(a) por Dios conforme a la imagen de Su Hijo, Jesucristo.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre (Jn 14.12).
Llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo Jesús NO es cuestión de intentar desarrollar cualidades que pareciera careces de ellas o que no las tuvieras en absoluto. ¡No! Llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo Jesús SI es cuestión de creer, creer que, por lo que Jesús hizo por ti en la cruz, ahora eres la persona que Dios dice que tú ya eres.
Llegar a la unidad de la fe significa creerle a Él, creerle a Su Palabra y hacer de la Biblia la norma máxima de tu existencia. El primer paso para llegar a la unidad de la fe es comenzar por creer en Su Amor, pues es por Su Amor y sólo por Su Amor que tú, efectivamente, eres el (la) Hijo(a) que Dios ama.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! (1 Jn 3a. BAD).
¿Sabías que Dios te ama CON EL MISMO AMOR con el que ama a Su Hijo Jesús?
yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí (Jn 17.23 Biblia al Día).
La Biblia te confronta y te hace reflexionar, ¿qué más estatura de la plenitud de Cristo puedes alcanzar que saber que, por el precio que Él ya pagó, Su sacrificio en la cruz, Su muerte y Su resurrección, tú ya eres tal y como Él es?
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo (1 Jn 4.16-17).
Ser perfeccionado en el Amor es recibir la identidad de Hijo(a) que Jesús ya pagó por ti. Y eso, mi amado(a), ¡eso es la plenitud de Cristo Jesús!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, que grandioso es saber que me amas tal y como amas a Jesús. Entre más estudio y medito Tu Palabra, la Biblia, más conozco de Tu Amor por mí y más me maravillo de lo perfecto y asombroso que es tu Plan de Redención. Me has hecho Nueva creatura, esto es, Nueva creación, esto es, una nueva especie de ser que no existía antes, esto es, un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. ¡Oh, amado Señor Jesús! Gracias por tanto Amor. Tú Palabra es la Verdad y yo soy la persona totalmente Nueva que Tú dices que ahora soy. No voy a escuchar, ni a creer, las voces de fracaso y derrota que quieren impedir que me manifieste a la estatura del varón perfecto que eres Tú, Jesucristo. Yo no he recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que he recibido el espíritu de adopción por el cual clamo, ¡Abba, Padre! Tú me has llamado en justicia y me sostienes de la mano. Tú eres el que me guarda y, por lo tanto, el maligno no me toca. Me determino, con tu ayuda, Espíritu Santo, a cumplir el propósito de mi estancia aquí en la tierra: manifestarte a Ti, Jesús, haciendo las cosas que Tu hiciste y aún mayores. Así que, resisto al espíritu de temor y duda. Recibo la Plenitud de Cristo. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy Hijo(a) del Rey! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2010
 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre 7                                     Efesios 4.1-16   /  Ez 10-11  /  Isa 42
 


¡Cómo puedes derrotar al fracaso para vivir una vida plena y abundante!

 
Jueves 6 de Diciembre de 2012.
¡Según el poder que actúa en ti!
Por Riqui Ricón*
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén (Ef 3.20-21).
La biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente, dice que, gracias a Cristo Jesús, EXISTE YA un poder actuando en ti y afirma que es según ese poder que Dios puede hacer todas las cosas MUCHO MÁS ABUNDANTEMENTE de lo que tú le pidas o, aún, de lo que entiendas. ¡Asombroso!
He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado (Jer 31.31-34).
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra (Ez 36.27).
Ese poder es el Espíritu Santo, la promesa que Dios te hizo al declarar que haría un mejor pacto establecido sobre mejores promesas. Con este poder Dios se aseguró que no habría la más mínima posibilidad de invalidar el Nuevo Pacto, pues Él mismo, el Espíritu Santo, estaría en ti y contigo como las arras, la garantía, que Él ofrece que el Nuevo Pacto jamás será anulado, por el contrario, éste se cumplirá y recibirás TODO lo prometido.
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí… pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra (Hch 1.4,8).
Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto… Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas (He 7.22, 8.6).
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria (Efe 1.13-14).
¿Te das cuenta? ¡Este es el formidable plan de la gracia de Dios! Dado que estabas muerto(a) en tus delitos y pecados y sin posibilidad alguna de reconciliarte con Dios (porque la vieja naturaleza pecaminosa que estaba en ti, siempre se rebela contra Dios, nunca ha obedecido la ley de Dios y nunca podrá obedecerla), entonces Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu (Ro 8.3-4).
Así que, el conocer los mandamientos de Dios no te arranca de las garras del pecado, porque no puedes guardar la ley ni la guardarás. Pero Dios, por el gran Amor que por ti siente, puso en vigor un plan diferente. Envió a su propio Hijo Jesús con un cuerpo humano igual en todo al tuyo, salvo que no era pecador, y al entregarlo en sacrificio por tus pecados, destruyó el dominio que el pecado tenía sobre de ti.
Por lo tanto, si te dejas conducir por el Espíritu Santo y niegas obediencia a la vieja naturaleza pecaminosa que estaba en ti, entonces sí puedes obedecer la ley de Dios.
El Plan de Dios, a través de la Nueva Naturaleza que te otorga el Nuevo Nacimiento, es el Plan Perfecto e Infalible garantizado por el Espíritu Santo.
Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios (Ef 3.14-19 NVI).
Conocer esta Palabra y creer esta Palabra sólo es posible mediante el Espíritu Santo que ya está en ti y contigo. Conocer esta Palabra y creer esta Palabra es conocer el Amor de Cristo Jesús, que excede a todo conocimiento; es creer y manifestar ese Poder que te permite ser lleno(a) de toda la plenitud de Dios para Vivir una Vida Plena y Abundante.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Es tal el Amor que Dios siente por ti, que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar todos tus pecados, antes que perderte a ti. Además, como si fuera poco, pone dentro de ti Su Santo Espíritu para garantizar que puedas vivir una vida llena de poder y de victoria.
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma  (3 Jn 2).
Es la plenitud de Dios viviendo dentro de ti, la que te dice y te asegura el día de hoy:
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo (Is 41. 10-13).
Sólo necesitas creer, creerle a Dios, creerle a Su Palabra, pues al que cree todo le es posible.
El Nuevo Pacto y tu Nueva Naturaleza obtenida por medio de tu Nuevo Nacimiento al reconocer y hacer a Jesucristo tu Señor, Rey y Salvador, no es algo que tengas o puedas conseguir por méritos propios; todo esto es algo que Él te promete en Su Palabra y que por ningún motivo dejará de cumplir.
¡Según el poder que actúa en ti!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, entre más te conozco, entre más leo y medito Tu Palabra, la Biblia, más me maravillo y asombro de Tu Gran Amor con que me has amado. Gracias por haber decretado un Nuevo Pacto en la Sangre de Tu Hijo Jesucristo. Gracias, Señor Jesús, porque con tu muerte en la cruz pagaste todos mis pecados haciéndome justo(a). Gracias, Padre, por haberme perdonado y no acordarte nunca más de mis pecados. Gracias, Señor Jesús, porque al resucitar entre los muertos te constituiste el primer Hijo de Dios Nacido de Nuevo, mostrándome el camino y el destino reservado para mí. Gracias porque con Tu Sangre sellaste el Nuevo Pacto y yo tengo ahora una Nueva Naturaleza por medio de mi Nuevo Nacimiento. Porque Tú vives ahora yo tengo Vida Eterna, Vida Nueva, Vida Plena y Abundante. Gracias porque he recibido la adopción de Hijo(a) según el puro afecto de Tu Voluntad. ¡No estoy perdido(a), ni acabado(a)! ¡No! ¡Nada de eso! Soy un(a) Hijo(a) amado(a) del Dios Vivo y Verdadero! ¡El Todopoderoso es mi Padre! ¡Por la Sangre del Cordero! ¡Por el Nuevo Pacto! Tú, Espíritu Santo, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible, estás en mí y conmigo. ¡Gracias por tanto Amor! Soy poderoso(a) en sobremanera para amarte con todas mis fuerzas, mente y corazón, así como para amar a mi próximo como a mí mismo(a). Por lo tanto, resisto al espíritu de temor y de incredulidad; resisto a la muerte, a la enfermedad, pobreza, tristeza, depresión, soledad, amargura, desilusión y pecado. Soy sano(a); soy libre; soy próspero(a); llamo a mi vida al Amor, gozo y paz que sobrepasan todo entendimiento. Creo, llamo y recibo la vida plena, buena y abundante como mi legítimo derecho y herencia en Cristo Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011
 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre 6                                     Efesios 3   /  Ez 8-9  /  Isa 41
 


martes, 4 de diciembre de 2012

¡Cómo vivir tu Nueva Vida!

 
Miércoles 5 de Diciembre de 2012.
¡Tu Nueva Vida es Eterna, permanente e inmutable!
Por Riqui Ricón*
Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre (Is 40.8).
No existe en el universo nada más permanente e inmutable que la Palabra de Dios. El Poder de la Fuerza de Dios radica en Su Palabra y no en Sus músculos, ni en Su Sabiduría, ni siquiera en los millones de ángeles a Su servicio. Él sólo necesita decir Su Palabra y ésta es ejecutada al instante.
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz (Gen 1.3).
Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció (Mat 8.2-3).
¡La Palabra de Dios tiene el Poder en Sí misma para hacerse cumplir!
En la Biblia están contenidas las palabras que salieron de la boca de Dios y que, por consiguiente, se van a cumplir todas. Primero el cielo y la tierra dejan de existir antes que una sola de Sus Palabras deje de cumplirse.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Mar 13.31).
La fe es la fuerza espiritual más poderosa del universo pues la fe se basa y fluye de la Biblia, que es la Palabra de Dios.
Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora (Mat 8.5-13).
La fe, más que un poder místico adquirido mediante ejercicios espirituales como la oración y el ayuno, es, sencillamente, el estar plenamente convencido(a) que la Biblia es la Palabra de Dios y que por lo tanto, todo lo que Él nos dice a través de ella es la Verdad y se va a cumplir.
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? (Nu 23.19).
Dice la Escritura en Hebreos 11.1 que la fe es tener la certeza de cosas que estamos esperando y estar convencidos de aquello que aún no vemos, pero ¿cómo es posible esto? ¿Cómo puedes estar convencido(a) de cosas que no ves, como tu salud o tu bienestar económico cuando lo único que ves son los análisis clínicos y el diagnóstico adverso del médico o la enfermedad o las carencias económicas y los problemas?  ¡Sencillo! Sólo necesitas una Palabra de tu Dios y Padre al respecto, pues si Dios lo dijo, entonces Él lo va a cumplir, si Dios lo hablo, entonces Él lo va a ejecutar. ¡Él es Dios y NO PUEDE MENTIR!
Así que, si la Biblia dice que:
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Ef 2.4-10).
Entonces:
1.      Dios te ama con tan grande amor que no le importan tanto tus pecados como el darte vida, una Vida Nueva y Eterna a través del Nuevo Nacimiento (la resurrección),  una vida plena y abundante (Jn 10.10).
2.      Tu Nueva Vida es espiritual, pues estás sentado(a) en lugares celestiales con Cristo Jesús, con el propósito de mostrar al mundo la riqueza de la gracia y del amor que Dios tiene para contigo.
3.      Ser salvo(a), esto es, tener plenitud de vida y no únicamente tener un pase de entrada para el cielo, es un regalo de la gracia divina y se recibe por medio de la fe,  lo recibes creyéndole a Dios, pues si la Biblia lo dice, entonces así es.
4.      La fe, la habilidad de decidir creerle a Dios, también es un regalo que Él mismo te dio.
5.      Este amor, bendición y salvación no se dan por obra alguna que tú hayas hecho o puedas hacer. Dios te lo da a ti según el puro afecto de Su Voluntad.
6.      Ahora, gracias a Jesucristo, tú eres hechura de Dios. Has sido creado(a) en Cristo Jesús con propósito: hacer buenas obras, dar fruto.
7.      Estas buenas obras, el fruto del Espíritu, ya han sido preparadas por Dios de antemano para que andes en ellas, ¿cómo? Por medio de la fe, creyendo que estos siete puntos y TODO lo que la biblia dice es la Verdad. ¡Creyéndole a Dios!
Sabiendo esto; sabiéndote tan amado(a) por Dios que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti y que ahora te llama Hijo(a), puedes, entonces, hacer frente a cualquier problema, enfermedad o tribulación, pues tienes garantía, en Su Palabra, que saldrás más que vencedor(a) en todas las cosas, ya que tú todo lo puedes en Cristo Jesús.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1).
Así que, si te das cuenta, esta Nueva Vida, que Jesucristo pagó para ti a precio de Su propia Vida, fluye de la Palabra de Dios y por lo tanto es Eterna, permanente e inmutable.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en este día estoy más que dispuesto(a) a creerte, a creer que la Biblia es Tu Palabra y que es la Verdad. Gracias por ese Amor tan grande con que me has amado. Gracias porque no te han importado mis pecados sino mi persona. Gracias por amarme tanto como para hacerme Hijo(a) Tuyo(a). Entiendo en mi mente, y decido creerlo en mi corazón, que yo soy la persona que Tú, mi Dios, dices en Tu Palabra que soy: un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, no de simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Por lo tanto, confieso que todo lo puedo en Cristo que me fortalece; caerán a mi lado mil y diez mil a mi diestra más a mí no llegará, pues aunque ande en valle de sombra y de muerte no temeré mal alguno, porque Tú, Señor, estás conmigo; y si Tú estás conmigo, ¿quién contra mí? Resisto al espíritu de temor y desánimo; echo fuera de mi vida la tristeza y la depresión. Soy sana(o); soy libre; soy prospera(o) y el Amor, el gozo y la paz son mi herencia para vivir una vida plena y abundante. ¡Tengo Vida Eterna! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011
 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre 5                                     Efesios 2   /  Ez 6-7  /  Isa 40