martes, 5 de julio de 2016

¿Qué está dispuesto Dios a hacer por ti hoy?

 
23  de Junio

¡Muchísimo más!

Por Riqui Ricón*

Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido (Dan 10.12).

La Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, nos afirma categóricamente que Dios es Amor. Mas no se trata de un Amor generalizado y amorfo como sacado de un poema romántico, sino de un Amor real y personal que comienza a ser palpable cuando comprendes que los planes y la Voluntad de Dios para contigo son buenos, agradables y perfectos.

Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el SEÑOR—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza (Jer 29.11 NTV).

Así que, cualquiera que sea el problema, enfermedad o circunstancia que el día de hoy estés enfrentando, tu Padre celestial te pide que no temas; que cambies ese temor en confianza, que tengas la seguridad que Él está muy pendiente de ti para escucharte y para responderte.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).

Lo único que tienes que hacer es cambiar el temor por fe. Esto lo consigues creyéndole a Dios al creer Su Palabra; lo consigues al creer que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo para que pagara el precio de todos tus pecados y así no perderte a ti.

MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).

Cambias el temor, la ansiedad y la duda por fe cuando crees que en Verdad la Biblia ES la Palabra de Dios, y por lo tanto, ahora, por medio de Jesús, Dios te ha declarado Su Hijo(a) amado(a), y esto es lo que en Verdad eres tú: un(a) auténtico(a) y legítimo(a) amado(a) Hijo(a) de Dios.

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Ro 8.32).

Dios te garantiza en Su Palabra que si Él no escatimo a Su propio Hijo, sino que lo entregó por Amor a ti, entonces puedes tener la certeza, la seguridad, de que Él te escucha y está dispuesto a responderte. Así que, ánimo, no temas, tienes en la Palabra de Honor de Tu Padre celestial, la certeza de Su respuesta favorable para ti. ¡Persiste en la oración de fe [creyéndole a Dios, creyendo Su Palabra]! ¡No hay forma que puedas perder!

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho (1 Jn 5.14-15).

Entonces puedes orar y platicar con tu Padre celestial con toda la certeza y seguridad. Y si acaso llegas a preguntarte cómo saber la voluntad de Dios, recuerda que Él te ama y que de acuerdo a la Biblia, que es Su Palabra de Honor, Su voluntad para contigo es buena, agradable y perfecta (Ro 12.2).

Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor;  y comenzó a enseñarles muchas cosas...    Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. Y comieron todos, y se saciaron...    Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos (Mar 9.34, 41-42, 56).

Jesús viene hoy a tu Vida con compasión y Amor para saciarte y rescatarte con Su poder.

Recuerda que, conforme a la Palabra de Dios en Juan 3.17, Jesús no vino a tu vida a recordarte lo malo(a), fracasado(a), pecador(a), y miserable que eres, sino todo lo contrario, Él ha venido a ti con todo Su Amor y misericordia para salvarte y transformarte totalmente, dotándote de una Nueva Vida, una Vida Plena, Abundante y Victoriosa, la cual, ahora, por derecho te pertenece, pues Él la compró para ti con Su Sangre y con Su Muerte y con Su Resurrección.

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (Mat 6.30-33).

¡No temas por tu futuro!

Dios quiere que estés muy consciente de que si Él tiene cuidado de las aves y de la hierba del campo y que además hace mucho más por los hombres y mujeres de poca fe, cuánto muchísimo más hará por ti, que eres Su Hijo(a) amado(a), Nacido(a) de Nuevo, un espíritu regenerado por Su Palabra, y que le amas, y le crees y que, como si fuera poco, además tienes al Espíritu Santo en ti y contigo.

¡Oh mi amado(a)! Estar consciente de esto te debe maravillar y alegrar mucho, ¿o no es así? ¡Claro! Es Palabra de Dios.

Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre [la mujer] que en ti confía.  (Sal 84.12).

Así que, no temas, cree solamente. Créele a Dios, creyendo Su Palabra. Confía en Él y Él te guardará. Deposita todas tus cargas sobre tu Señor y Salvador, sabiendo que jamás serás avergonzado(a) por haber creído Su Palabra, pues te aseguro que de todo problema, enfermedad o aflicción saldrás más que vencedor(a) por medio de Su Amor.

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén (Efe 3.20-21).

Oremos en voz audible:

Amado Padre Celestial, este día quiero darte gracias por el gran Amor con que me has amado, pues estando yo muerto(a) en delitos y pecados me diste Vida juntamente con Jesús. Ahora sé que puedo entrar a Tu Presencia con toda confianza para pedir y recibir tu ayuda e intervención en mi vida. ¡Gracias Señor! Por Ti, mi amado Jesús, tengo derecho a una Vida Plena y Abundante y estoy dispuesto(a) a vivirla con todo mi corazón. No dejaré que el enemigo robe lo que Tú compraste para mí. Hoy busco Tu rostro, busco Tu reino y declaro que soy sano(o), soy libre en Jesús, soy próspero(a) y soy dichoso(a). Nada ni nadie me puede separar del Amor de Dios que es en Cristo Jesús el Señor de mi Vida y de mi existencia. Sobre todo problema, enfermedad o aflicción soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús. Me declaro arriba y no abajo, soy cabeza y no cola. Llamo al éxito y a la victoria y resisto al fracaso. Me despojo de todo espíritu de temor pues por Tu Palabra de Honor, Padre, ahora soy Tu Hijo(a) Nacido(a) de Nuevo y no de simiente corruptible sino de la semilla incorruptible que es Tu Palabra, oh Dios. Ese(a) soy yo. Sé que me amas y que cuidas de mí mucho mejor que a las aves y a la hierba del campo, y que a los hombres de poca fe, pues yo soy Tu Hijo(a). Estoy convencido, por Tu Palabra, que Tú harás por mí muchísimo más abundantemente de lo que yo te pida o pueda comprender según el poder que actúa en mí. En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Junio        23            Mar 6.30-56  /  2 Sam 16  /  Dan 10
 
 
 


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