jueves, 26 de mayo de 2016

¿Quién te puede derrotar?

 
14 de Mayo

¡Nada ni nadie te pueden derrotar!

Por Riqui Ricón*

Levantaos, subamos contra ellos; porque nosotros hemos explorado la región, y hemos visto que es muy buena; ¿y vosotros no haréis nada? No seáis perezosos en poneros en marcha para ir a tomar posesión de la tierra (Jue 18. 9).

Que hermoso es saber que tu vida, como Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo, está llena de acción y de aventura. Tan solo necesitas ser como los hijos de Dan y comenzar a explorar la región. ¡Explora la Biblia! Lee y medita la Palabra de Dios hasta que te des cuenta que, en Verdad, es muy Buena la Nueva Vida que has heredado.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Ro 12.2).

¿Cómo puedes llegar a este conocimiento o revelación cuando tu propia vida parece ser algo totalmente opuesto a una maravillosa aventura? ¡Sencillo! Sólo tienes que comprender y CREER que, de acuerdo a la Biblia, que es la Palabra de Dios, y no miente, la buena voluntad de Dios para tu vida es agradable y perfecta.

No os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad, para que lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es la voluntad de Dios (Ro 12.2 CST).

Tú eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y Dios te transforma en una persona completamente nueva al cambiar tu forma de pensar.

Así que, procura que tu mente renovada opere la transformación de tu personalidad, para que puedas comprobar la buena, grata y perfecta voluntad de Dios para contigo.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jua 3.16-17).

Pensar y CREER que el Todopoderoso Dios ahora es tu Padre; pensar y CREER que Él es bueno y que te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti; pensar y CREER que Jesucristo pagó todos tus pecados al morir en esa cruz y que con su resurrección te dio derecho a ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo para gozar de la Vida Eterna; en fin, tener este tipo de fe necesariamente te hace cambiar tu forma de pensar y de ver todas las cosas.

No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta  (Ro 12. 2 NTV).

La única forma posible de transformarte por medio de la renovación de tu entendimiento es cambiando tu forma de pensar. Esto sólo lo consigues haciendo de la Biblia la prioridad máxima y apremiante de tu vida. Todos los pensamientos y sentimientos de fracaso, rechazo, temor, resentimiento, soledad y derrota que has acumulado a lo largo de tu vida, sólo pueden ser eliminados con la luz de la Verdad. Esta Verdad no es otra que la Biblia, la Palabra de Dios.

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31-32).

La Verdad, como la mentira, permaneces en ella cuando lo CREES.

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Ro 10. 17).

La fe que necesitas para entrar a poseer todo lo que ya es tuyo por la Sangre de Jesús, sólo la podrás desarrollar como resultado de leer y meditar la Palabra de Dios.

Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre (Hch 22. 14-15).

Así que, amado(a), no te dejes engañar, ¡no te detengas! Tú has sido escogido(a) por Dios para que conozcas Su Voluntad y escuches Su Palabra, pues Él tiene todo un Plan para que en realidad vivas una vida con propósito.

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza (Jer 29.11 NVI).

Donde quiera que estés, cualquiera que sea la actividad que realices, tú estás destinado(a) a ser Luz en las tinieblas, pues eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y la Palabra de tu Padre celestial es Verdad en tu boca.

Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y comienza a CREER que eres esa Princesa, ese Príncipe, del Dios Altísimo y recibe tu sanidad, recibe tu libertad y tu restauración, las cuales, Jesucristo compró para ti al precio de Su Sangre.

¡Permítete creer lo que Dios dice de ti en Su Palabra!

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos;  herederos de Dios y coherederos con Cristo  (Ro 8.15-17a).

¡El Espíritu de esclavitud y temor nada tiene en ti! ¡Eres un(a) Hijo(a) y Heredero(a) del único Dios Vivo y Verdadero! Él, tu Papá, ha establecido para este mundo y para este tiempo que tú, Su Hijo(a), todo lo puedes en Cristo y que en todo problema, enfermedad o aflicción, ¡eres ya más que vencedor(a) por medio de Aquel que te amó, Cristo Jesús!

Así que, ¡no te detengas! Como decimos los mexicanos, toma al toro por los cuernos, sigue adelante, tómate de la mano del Espíritu Santo en oración, llénate de la Biblia, que es la Palabra de Dios, y la fuente de tu fe y disfruta la aventura de tu vida, pues lo mejor está delante de ti.

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).

Jamás olvides que ¡Dios está contigo! ¡No hay forma que puedas perder!

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, gracias porque este día puedo declarar en Tu Presencia que soy amado(a) y escogido(a) por Ti. Me determino, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a no dejarme engañar por palabras y pensamientos de desaliento, fracaso o derrota. Yo creo lo que Tú dices acerca de mí: que por Tu Sangre, Señor Jesús, me has redimido de todo pueblo, lengua o nación; y me has hecho un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Tú, Señor Jesús, me has hecho rey (reina) y sacerdote (sacerdotisa) para nuestro Dios, y reinaré sobre esta tierra. Me levanto, en tu nombre Jesús, a cumplir el propósito y destino Eterno que compraste para mí en esa cruz. Por lo tanto, hoy declaro que soy sano(a), soy libre, soy próspero(a) y soy dichoso(a) en todas las cosas. Resisto, con la Palabra de Dios, al espíritu de temor, al desaliento y a la depresión; no recibo a la enfermedad, ni a la pobreza; perdono a todos los que me han lastimado y defraudado y recibo la salud, el gozo, la paz y el amor que son mi herencia y mi derecho, Voy hacer de mi vida una vida que valga la pena vivirse. ¡Voy a vivir una vida plena y abundante! ¡Nada ni nadie me pueden detener! En el nombre de Jesús.  Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2012

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Mayo         14       Hch 21. 37-22. 29  /  Jue 17-18  /  Sal 43

 


 

 

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