martes, 24 de junio de 2014

¡Cómo vencer en toda circunstancia! ¡Cómo aplastar a Satanás!

 

Miércoles 12 de Junio de 2013.

¡Creyéndole a Dios creyendo Su Palabra!

Por Riqui Ricón*

Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros (Ro 16.20).

La Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, te enseña que aunque Satanás está derrotado, al ser él el padre de la mentira, persiste en infundirte miedo para que así creas sus mentiras y él pueda, con tu temor, robarte, matarte y destruirte.

Eso es lo que tu adversario el diablo intenta todos los días, a cada momento, sin embargo,

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos;  herederos de Dios y coherederos con Cristo (Ro 8.15-17a).

La única Verdad (la que cuenta), es que tú eres un(a) Hijo(a) real y legítimo(a) de Dios Todopoderoso. ¡Eres amado(a) de Dios! ¡Eres Su especial tesoro! ¡Eres heredero(a) de Dios y coheredero(a) juntamente con Cristo Jesús!

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo (Ga 4.4-7).

La única Verdad es que, ¡Tú no eres un(a) esclavo(a) para estar otra vez en temor! ¡Eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! ¡Eres heredero(a) del Padre y coheredero(a) con Cristo Jesús! ¡Tu relación con Él ha dejado de ser la de Creador a creatura y ahora tu relación con Dios es de Padre a Hijo(a)!

Te invito a que por un momento cierres tus ojos y en verdad medites esto. Por un lado tienes esos feos problemas que estás enfrentando, quizá un diagnóstico médico adverso que te ata a alguna enfermedad incurable como la diabetes; o una situación económica realmente desesperante; sin trabajo; tu matrimonio en crisis o al punto del divorcio; hijos rebeldes que se han ido de casa; falta de comunicación; tristeza; soledad; etc. Por el otro lado, tienes la Palabra de Dios, la Palabra de Honor del Todopoderoso, del Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible quien te asegura:

o   Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17). Esto es, no vine a tu vida a condenarte sino a traerte Paz, pues te amo tanto que preferí entregar a mi propio Hijo antes que perderte a ti.

o   ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre,  que se nos llame hijos de Dios!  ¡Y lo somos!  El mundo no nos conoce,  precisamente porque no lo conoció a él (1 Jn 3.1 NVI). Estos es, ahora tú eres mi Hijo(a) amado(a).

o   Todo lo puedes en Cristo que te fortalece (Fil 4.13). Ánimo Hijo(a), no hay nada que tú no puedas hacer.

o   En todas las cosas eres más que vencedor(a) por medio de Aquel que te amó, Cristo Jesús (Ro 8.37). No temas, He hecho de ti un(a) Verdadero(a) Campeón(a) y ten por cierto que en cualquier problema, angustia o enfermedad que te encuentres, tú vas a vencer.

o   Ciertamente lleve tus enfermedades y sufrí tus dolores y por mis heridas ya fuiste tú sanado(a) (Isa 53.4-5). No temas, cree solamente. Yo ya te he sanado y vas a triunfar sobre esa y cualquier otra enfermedad.

o   Hijito(a), tú eres mío(a) y ya los has vencido, porque mayor soy Yo, que vivo en ti y contigo, que el que está en el mundo (1 Jn 4.4). No te He dejado ni te dejaré. Yo estoy contigo, y si Dios es contigo, ¿quién contra ti?

Esta, mi amado(a), es la certeza de lo que estás esperando, la convicción de aquello que aún no has visto. Esta es la Paz que sobrepasa todo entendimiento, la Paz que aplastará en breve a Satanás debajo de tus pies. Puesto que Dios, tu Padre, no puede mentir, tienes la total certeza que si Él lo dijo, entonces Dios lo va hacer; si Él lo habló, entonces Dios lo va a ejecutar.

Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros (Ro 16.20).

La Gracia es todo lo que Dios te ha dado por medio de Jesucristo. La Gracia es el Poder y la Autoridad que te habilitan para cumplir Su Voluntad; es el Poder y la Autoridad que ya tienes por ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y que te habilitan para establecer el reino de Dios en esta tierra y pongas a los enemigos de Jesucristo por estrado de Sus pies.

Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies (Sal 110.1).

Tú eres un(a) Hijo(a) del Rey y has sido dejado(a) en esta tierra con propósito de reino. Como administrador y ejecutor de los bienes y de la Palabra de tu Padre, todo lo cual es tu propia herencia.

Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios (2 Co 5.20).

Satanás está vencido y desde luego que no quiere ser aplastado. Su única estrategia posible es distraerte de la Verdad. Para esto, grita y chilla todas sus mentiras lo más fuerte que puede: te vas a morir; esta vez no podrás salir adelante; Dios no está contigo; eres un fracaso; hipócrita te vas a condenar; lo has perdido todo; si en verdad fueras hijo(a) de Dios no harías eso, etc. Todo lo que pretende es que dejes de mirar la Verdad, que dejes de creerle a Dios para creer sus mentiras y así infundirte miedo y anular tu fe.

Por eso, es la Paz que Dios te da, al tener absoluta confianza en Su Palabra, lo que en breve aplastará a Satanás debajo de tus pies.

Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira (Jn 8.44).

Recuerda siempre esto, las mentiras del diablo son eficaces sólo cuando las comienzas a creer. Satanás desea que prestes atención a tus acciones, pensamientos y emociones en lugar de que atiendas a las acciones de Dios quien por Amor a ti pagó TODOS tus pecados muriendo en la cruz, venció a la muerte y resucitó para darte la Herencia de un(a) Hijo(a) de Dios: la Vida Eterna.

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe (1 P 5.8-9a).

Establece de una vez por todas en tu corazón que tu salvación, la Vida Eterna de un(a) Hijo(a) de Dios, no la adquiriste por algo que hiciste, estés haciendo o puedas hacer en el futuro, sino por lo que Cristo Jesús hizo por Amor a ti.

Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados (2 Cro 20.20).

Así que, créele a Dios, créele a Su Palabra, la Biblia, pues no son tus acciones, y mucho menos tus fracasos y derrotas, lo que te define sino la Palabra de Dios.

Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).

Oremos en voz audible:

Amado Padre celestial, gracias por amarme tanto que aún estando yo muerto(a) en delitos y pecados me diste Vida juntamente con Cristo. Señor Jesús, por lo que hiciste por mí en esa cruz ahora soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Soy heredero del Padre y coheredero tuyo. ¡Mi vida está escondida con Cristo en Dios! Todos mis pecados han sido purificados, soy justificado y he sido perdonado. ¡Soy un(a) Hijo(a) del Rey! En el día que temo, Yo en ti confío. En Ti, mi Dios, alabaré Tu palabra; En Ti he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? Señor Jesús, Tú eres mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Tú eres la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado. Tú eres mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me harás descansar; Junto a aguas de reposo me pastorearás. Confortarás mi alma; Me guiarás por sendas de justicia por amor de Tu nombre y Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; Tu vara y tu cayado me infunden aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en Tu casa, mi Señor, moraré por largos días. Así que, Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, pues mayor es el que está en mí que el que está en el mundo y ese eres Tú, Precioso Espíritu de Dios. No le daré lugar al diablo y a sus mentiras en mi vida. ¡No voy a temer más! Echo fuera de mi vida toda ansiedad e inquietud.  ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús! ¡Ya he sido sanado(a) por las heridas de Jesús! ¡He sido establecido(a) para reinar en esta vida por la sangre de Jesús! No hay forma que pueda perder, pues Tú, mi Dios y Padre, estás en mí y conmigo, y si Dios es conmigo, ¿quién contra mí? ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy feliz! En el nombre de Jesús. Amén.

 Nota Importante:

¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?

Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:

Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011

 


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

Junio        12                        Ro 16  /  2 Sam 1 /  Sal 72

 


 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué piensas al respecto?