Translate

viernes, 24 de junio de 2011

¿Qué haría Dios por tí HOY?

Jueves 23  de Junio de 2011.
¡Muchísimo más!
Por Riqui Ricón*
Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido (Dan 10.12).
La Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, nos afirma categóricamente que Dios es Amor. Mas no se trata de un Amor generalizado y amorfo como sacado de un poema romántico, sino de un Amor real y personal para contigo.
Cualquiera que sea el problema, enfermedad o circunstancia que el día de hoy estés enfrentando, tu Padre celestial te pide que no temas; que cambies ese temor en confianza, en la seguridad de que Él está muy pendiente de ti para escucharte y responderte. Lo único que tienes que hacer es permutar el temor por fe. Esto es, creerle a Dios, creerle que te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo para que pagara el precio de todos tus pecados y así no perderte a ti. Creerle que ahora, por medio de Jesús, Él te ha declarado Su Hija(o) amada(o).
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Ro 8.32).
Este día puedes tener la certeza, la seguridad, de que Dios te escucha y está dispuesto a responderte. Así que, ánimo, no temas, tienes en la Palabra de Honor de Tu Padre la certeza de Su respuesta favorable para ti. ¡No hay forma que puedas perder!
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho (1 Jn 5.14-15).
Entonces puedes orar y platicar con tu Padre con toda certeza y seguridad. Y si acaso llegas a preguntarte cómo saber la voluntad de Dios, recuerda que Él te ama y que de acuerdo a la Biblia, que es Su Palabra de Honor, Su voluntad para contigo es buena, agradable y perfecta (Ro 12.2).
Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor;  y comenzó a enseñarles muchas cosas...    Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. Y comieron todos, y se saciaron...    Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos (Mar 9.34, 41-42, 56).
Conforme a la Palabra de Dios en Juan 3.17, Jesús no vino a tu vida a recordarte lo mala(o), fracasada(o), pecador(a), y miserable que eres sino todo lo contrario, Él ha venido a ti con todo Su Amor y misericordia para transformarte totalmente dotándote de una vida plena, abundante y victoriosa, la cual por derecho te pertenece pues Él ya la pagó con Su Sangre y con Su Vida.
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (Mat 6.30-33).
Cuando pienso que Dios tiene cuidado de las aves y de la hierba del campo y que hace mucho más a los hombres y mujeres de poca fe, me maravillo y me alegro tanto pues estoy seguro que aún muchísimo más hará por ti y por mí, que somos Sus hijas e hijos Nacidos de Nuevo, espíritus regenerados por Su Palabra que le amamos, le creemos y que, además, tenemos al Espíritu Santo con nosotros.
Amado Padre Celestial, este día quiero darte gracias por el gran Amor con que me has amado, pues estando yo muerta(o) en delitos y pecados me diste Vida juntamente con Jesús. Por Ti, mi amado Jesús, tengo derecho a una vida plena y abundante y estoy dispuesta(o) a vivirla con todo mi corazón. No dejaré que el enemigo robe lo que Tú compraste para mí. Hoy busco Tu rostro, busco Tu reino y declaro que soy sana(o), soy libre en Jesús. Nada ni nadie me puede separar del Amor de Dios que es en Cristo Jesús el Señor de mi Vida y de mi existencia. Sobre todo problema, enfermedad o circunstancia soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús. Me declaro arriba y no abajo, soy cabeza y no cola. Llamo al éxito y a la victoria y resisto al fracaso. Me despojo de todo espíritu de temor pues con Tu Palabra de Honor, Padre, dices que soy Tu Hija(o) Nacida(o) de Nuevo no de simiente corruptible sino de la semilla incorruptible que es Tu Palabra, oh Dios. Esa/ese soy yo. En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Junio   23                               Mar 6.30-56  /  2 Sam 16  /  Dan 10

jueves, 16 de junio de 2011

¿Podrás en verdad tener alguna garantía o seguridad?

Jueves 16  de Junio de 2011.
¡Escrito está!
Por Riqui Ricón*
Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana (Mar 3.3-5).
La dureza del corazón no es otra cosa más que incredulidad a la Palabra de Dios. La mayoría de las personas saben que Dios es Todopoderoso, por lo que no hay nada imposible ni difícil para Él. Efectivamente, aunque creen en Dios (los demonios también creen y tiemblan –Stgo 2.19-), y saben que todo lo puede, esto no es suficiente pues no le conocen. Prefieren sostenerse de la religión y las tradiciones que a creer en que, además de Todopoderoso, Dios es misericordioso y lleno de amor por nosotros.
Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre;  y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.  Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas (Mar 7.6-13).
¿Podrá, hoy, Dios sanarte o ayudarte en la situación o problema que estas enfrentando? ¡Claro! Él todo lo puede.
¿Querrá Dios sanarte o ayudarte en la situación o problema que estas enfrentando hoy? ¡Desde luego! ¡Él es bueno!
Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios (Mar 10.18).
¿Por qué es que Dios quiere hacer esto por ti, siendo tú como has sido? ¡Porque sin lugar a dudas, Él te ama con todo Su corazón!
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Nunca me cansaré de repetirlo una y otra vez, Él te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar la culpa por tus pecados, antes que perderte a ti. Jesús no viene a tu vida a condenarte, a recordarte lo fracasada(o), frustrada(o), pecador(a), incompetente, irresponsable o inútil que has sido. ¡No! ¡Nada de eso! La razón por la que Él pagó con Su Vida, derramando hasta la última gota de Su Sangre en esa cruz por amor a ti, es para darte vida; vida nueva; vida abundante. ¡Vida plena!
Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado (Dan 3.16-18).
¡Qué fe la de estos tres jóvenes! Tenían la certeza que Dios podía y quería salvarlos. Ante tremendo problema y circunstancia como la ira del rey y la muerte inminente, no dieron lugar al temor ni a la duda, sino que se fortalecieron en el Señor y en el poder de Su fuerza, y abriendo su boca hicieron tan tremenda declaración de fe que, pienso, a Dios no le quedó otra más que venir a salvarlos en persona.
¿Cómo puede uno alcanzar tal fe, tal certeza y convicción? Ellos conocían a Dios, sabían que es clemente y misericordioso y, sobre todo, estaban convencidos de que Él no miente pues conocían Su Palabra. ¿Cómo estar segura(o) que Dios puede, quiere y te ama? ¡Escrito está!
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? He aquí, he recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla (Num 23.19-20).
Amado Padre celestial, en esta hora te doy gracias porque en Cristo Jesús tengo la certeza, la manifestación más gloriosa de Tu Amor por mí. Puedo erguirme hoy y encarar cualquier problema, tristeza, enfermedad o aflicción, sabiendo que Tú estás conmigo y que saldré más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Jesucristo mi Señor. Puedo, Padre, como Sadrac, Mesac y Abed-nego, declarar con fe, con toda certeza y seguridad, que todo lo puedo en Cristo, que es Tu Amor quien me sostiene y que nada ni nadie me podrán hacer frente todos los días de mi vida pues así como estuviste con Jesús, estás conmigo. ¡Gracias, Jesús! Te amo con todo mí ser. Declaro en Tu nombre, Jesucristo, que lo mejor de mi vida ya comenzó. ¡Soy sana(o)! ¡Soy libre! ¡Soy la(el) vencedor(a)! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Junio   16                               Mar 3.1-19  /  2 Sam 6  /  Dan 3

martes, 14 de junio de 2011

¿Cuál es la voluntad de Dios?

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Reina Valera Revisada (1960). 1998 (Jn 8.31-33). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.

martes, 7 de junio de 2011

¿Qué tan capáz eres?

Lunes 6 de Junio de 2011.
¡Diga el débil: Fuerte Soy!
Por Riqui Ricón*
Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres (1 S 22.2).
Lo más hermoso y maravilloso de la personalidad de nuestro Dios y padre es su gran Amor con el que nos ama. La Biblia que es Su Palabra y no miente, nos enseña como Él busca, preferentemente, a los enfermos, afligidos, amargados y necesitados. Son los pecadores y no los justos los que mueven el corazón del Padre.
Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa:  Misericordia quiero, y no sacrificio.  Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento (Mat 9.12-13).
Es realmente asombroso pensar que fueron nuestros pecados y no nuestras buenas acciones lo que nos permitió recibir de Su Amor.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Jesús no viene a tu vida para recordarte lo mala(o), fracasada(o) y pecador(a) que eres sino a cambiar total y diametralmente esa(s) situación(es) en la que te encontrabas. Sólo te pide que creas en Su Amor por ti y en Su Palabra, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
David era un principal del ejército de Israel, había sido ungido para ser rey y en un momento de su vida, como un tipo de Jesús, recibía a todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu. Fue con ellos y no con la elite del ejército de Saúl, que David ganó todas sus batallas y conquistó el reino para Dios.
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es (1 Co 1.26-28).
Así que, si te estás sintiendo fracasada(o), frustrada(o), incompetente o de alguna forma devaluada(o), te tengo la noticia de que esa no es la Verdad, tan sólo son tus sentimientos y emociones afectados por la realidad que estás viviendo. La Verdad es lo que Dios dice en Su palabra, la Biblia, acerca de ti, de quién tú eres para Él y cómo Él te mira y te define:
Ø  En todas las cosas eres más que vencedor(a) por medio de Aquel que te amó, Cristo Jesús (Ro 8.37).
Ø  Todo lo puedes en Cristo, que te fortalece (Fil 4.13).
Ø  Tú eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y YA has vencido porque mayor es Él, que está en ti, que el que está en el mundo (1 Jn 4.4).
Ø  Ya has sido sanada(o) por las heridas de Jesús (1 P 2.24, Isa 53.5).
Ø  Has sido establecida(o) para reinar en esta vida por la sangre de Jesús (Ro 5.17, Apo 5.10).
Amado Padre celestial, gracias por el gran Amor con que me has amado, que estando yo muerta(o) en delitos y pecados me diste vida juntamente con Cristo, por Tu Gracia soy salva(o). Ahora soy Tu Hija(o) Nacida(o) de Nuevo y puedo dejar atrás todas esas emociones y pensamientos negativos y de fracaso de la vieja naturaleza pues yo he sido regenerada(o) en Cristo Jesús para vivir una vida plena y victoriosa, en Tu nombre mi Señor. Lo sé porque lo dice la Biblia, lo creo porque es Tu Palabra de Honor y me dispongo, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a vivirlo. Viviré esa vida prospera, en salud, amor, paz y gozo que Tú, oh Dios, deseas para mí. En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Junio   6                                 Ro 11.25-36  /  1 Sam 21-22  /  Sal 66

martes, 31 de mayo de 2011

¿será el pecado algo con lo que tengo que vivir o existe una forma de vencerlo?‏


Martes 31 de Mayo de 2011.

¡Vida Nueva!

Por Riqui Ricón*

Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche…  Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey (1 S 15.10-11).

Realmente es triste como termino sus días sobre la tierra el rey Saúl: sin creer, ni obedecer la Palabra del Señor. Fue desechado y no pudo cumplir el propósito de su vida.

¿Cómo podemos evitar nosotros caer en semejante error? Pues, sencillamente, creyéndole a Dios; creyendo que la Biblia es la Palabra de Dios y no miente; nos ha sido dada para nuestro bien y beneficio. Sólo por medio de la Palabra de Dios podremos alcanzar la vida plena que el Padre nos desea y entonces cumpliremos nuestro propósito.

Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas (Jos 1.7-9).

La fe viene por oír la Palabra de Dios, por ponerla en nuestra boca, mente y corazón, sabiendo a ciencia cierta que TODO lo que Él ha dicho lo va a cumplir, que TODO lo que Él ha hablado lo va a ejecutar. Así que, si Dios dice que esforzándote con valentía por poner Su Palabra en tu boca, meditando en ella de día y de noche, vas a poder guardar y hacer conforme a todo lo que en ella está escrito, entonces, eso exactamente va a suceder y, entonces, solamente entonces, harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.

Si tú tienes la certeza que la Biblia, la Palabra de Dios, es la verdad infalible, puedes comprender porque jamás estarás en la misma situación que Saúl, pues en Cristo Jesús tu Padre celestial ya te proveyó la victoria sobre el pecado.

¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva (Ro 6.1-4).

Las palabras a fin de que ponen por implícito que el propósito de la muerte y resurrección de Jesucristo es darte una vida totalmente nueva por medio de la regeneración o nuevo nacimiento. No es un borrón y cuenta nueva con el riesgo de que vuelvas hacer los mismos pecados sino que ahora eres, en Cristo Jesús, una nueva creación, un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo; esto es, una nueva especie de ser que no existía antes.

Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna (Ti 3.3-7).

Entonces, de acuerdo a la Palabra de Dios ya no eres la(el) misma(o) pecador(a) que antes eras sino que has sido creada(o) de nuevo según Dios en justicia y santidad de la verdad (Efe 4.24). ¿Por qué entonces sigues luchando con tu vieja naturaleza? Porque, aunque tú eres espíritu justo y santo creado de nuevo por Dios, Satanás trata, con todos los medios posibles, de convencer, engañar, a tu alma de que eres la(el) misma(o) pecador(a) y así poder mantenerte condenada(o) luchando en tus fuerzas, tratando de ser justa(o) y santa(o). De otra manera, si llegas a saber y a creer que eres santa(o), justa(o) y perfecta(o) lo único que tienes que hacer es vivirlo.

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá (Ro 1.16-17).

Amado Padre celestial, cómo no estar agradecido por tanto Amor para conmigo; por Tu gracia me has justificado, santificado, perdonado y regenerado (hecha(o) de nuevo). Por la fe en Tu Palabra y en Tu Hijo Jesús, tengo la victoria sobre el pecado pues ya no soy más la/el misma(o) pecador(a), ahora soy Tu Hija(o). Un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y no de una simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es Tu Palabra, Señor. Gracias Jesús, por tu amor, en todas las cosas soy más que vencedor(a) pues todo lo puedo. Amado Espíritu Santo, con tu ayuda me propongo a nunca olvidar lo que me dice en Tu Palabra: estaré contigo dondequiera que vayas, y si Tú estás conmigo ¿quién contra mí? En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011




Lectura y Meditación de la Palabra de Dios

Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.

                                                                                   

Mayo 31                               Ro 6  /  1 Sam 15  /  Sal 60

sábado, 28 de mayo de 2011

¿Cómo puedes estar segura(o) que te irá bien en la vida?

Sábado 28 de Mayo de 2011.
¡Todo por Su Palabra!
Por Riqui Ricón*
¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley (Ro 3.27-28).
¿Qué es la fe?
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (He 11.1).
¿Qué significa esto? ¿Cómo puede alguien estar seguro de cosas que no ve o estar convencido de que va a recibir lo que está esperando? La única manera de conseguir esto es teniendo la promesa, la Palabra de Honor, de que Dios lo va hacer, pues si Él lo dijo, entonces, lo va a cumplir; si Dios lo habló, entonces, Él lo va a ejecutar.
Por ejemplo, si Dios dice que todo lo puedes en Cristo que te fortalece (Fil 4.13), entonces, esa es la Verdad pues es la Palabra de Dios y tú decides si vas a CREERLE a Dios o a tus circunstancias, cualquiera que estas sean.
La ley de la fe fue establecida con Abraham cuando le creyó a Dios y eso, su fe, creerle a la Palabra que Dios le dio, le fue contado por justicia. ¡Fue justificado por creerle a Dios!
La Biblia, la Palabra de Dios que no miente dice:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo a que pagara todos tus pecados antes que perderte a ti. Y el propósito por lo que hizo esto es para que creas en Su Amor, que creas en Jesús, que creas en Su Palabra, y así tengas VIDA ETERNA. Jesús no viene a tu vida para condenarte a una vida de fracasos, ni enfermedad, ni pobreza, ni esclavitud, ni ningún tipo de derrota. ¡No mi amada(o)! Él está en tu vida para salvación y esto significa muchísimo más que solamente irse al cielo; significa tener la Palabra de Honor de Dios, tu Padre, para vivir una vida plena y abundante sobre la tierra.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Jn 16.33).
Esto no quiere decir que no vas a tener problemas. Los vas a tener y muchos, pero de todos ellos vas a salir más que vencedor(a) por medio de Aquel que te ama, Cristo Jesús. Vas a comprobar con tu fe, en tu propia vida, la libertad gloriosa de las Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo.
Por eso es que no hay jactancia en nuestro estilo de vida pues si somos santos es por Él que somos santos; si somos justos, es por Él que somos justos; si somos poderosos, es por Él que somos poderosos; si somos Hijas e Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, es por Él, Jesucristo, que lo somos.
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).
¡Todo por Su Palabra!
Si temiereis a Jehová y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra de Jehová, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros servís a Jehová vuestro Dios, haréis bien... Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón. No os apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades. Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo (1 S 12.14, 20-22).
Precioso Señor Jesús, gracias porque por Tu Palabra me hiciste Nacer de Nuevo como Hija(o) de Dios, mi Padre. Me diste Tu fe y puedo creer. Hoy sé que en todas las cosas soy más que vencedor(a). No hay enfermedad, pobreza o circunstancia que me infundan temor para dejar de creer que soy Hija(o) del Rey. Todo lo puedo en Ti, Jesús, que me fortaleces. Estoy plenamente convencido que, con Tu muerte en la cruz, pagaste todos mis pecados y he sido justificada(o), perdonada(o) y adoptada(o) en Tu familia, Señor. Me propongo hoy, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a recibir y creer Tu Amor, a recibir y creer esta identidad de Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo y a vivir conforme a Tu Palabra. En el nombre de Jesús. Amén.

*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011


Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
                                                                                   
Mayo 28                               Ro 3.9-31  /  1 Sam 12  /  Sal 57