Martes
16 de Abril de 2013.
¡No hay forma que puedas perder!
Por
Riqui Ricón*
Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva
posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos;
a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y
gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho (Deu 26. 18-19).
Estamos viviendo los tiempos más
emocionantes en la historia de la humanidad. Las guerras, la violencia, el
hambre, las crisis económicas, los terremotos, el cambio climático, el
calentamiento global y el miedo y la ansiedad por todos lados son solamente
algunas de las manifestaciones negativas de la pronta venida de nuestro Señor y
Rey, Jesucristo.
Y ¿qué hay de lo bueno, de lo
positivo? Basta con saber que Dios ha declarado que tú eres Suyo(a), de Su
exclusiva posesión; y esto lo declaró con el propósito que hagas de la Biblia
la norma máxima de tu vida y que, así, Él pueda exaltarte sobre todo y sobre
todos, para loor y fama y gloria y que vivas siempre en bendición y nunca en
maldición, como Él lo ha dicho.
Muchas veces lo ha echado al fuego y al agua para
matarlo. Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. —¿Cómo que
si puedo? Para el que cree, todo es posible (Mar
9.22-23).
¿Habrá algo imposible para Dios?
¿Podrá Él declarar que tu le perteneces para loor, fama y gloria y que esto sea
Verdad?
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se
arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? He aquí, he
recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla (Núm 23.19-20).
Dios no puede mentir, pues todo
lo que sale de Su Boca, toda Palabra de Dios, tiene el Poder en sí misma para
hacerse cumplir.
La Biblia, que es la Palabra de
Dios, dice claramente acerca de ti,
Mas vosotros
sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas
a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo,
pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado
misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia (1 P 2.
9-10).
Esto no se trata, ni se tratará
jamás, de la religión que profeses o de la denominación o agrupación a la que
asistes. Tienes que entender de una vez por todas que no se trata de ti sino de
Él, de Su Amor por ti; se trata del Honor de Su Palabra puesto que Él ha
declarado ya que tú eres linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Él al precio de la Sangre y Vida de Su Amado Hijo Jesús.
Dios te creó y no tú a ti mismo(a).
Has sido escogido(a) por Él y señalado(a) a vivir una vida con propósito y
destino.
¡Eres el (la) Amado(a) de Dios! ¡Él
te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti!
Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3. 16-17).
De acuerdo a la Palabra de Dios,
la Biblia, que como ya vimos no miente, Dios no te condena sino que te salva;
Dios no te manda al infierno olvidándose de ti sino que te ofrece una vida totalmente
nueva, como nueva creatura, para que, creyéndole a Él, creyendo Su Palabra,
creas en Jesús como tu Señor y Salvador y seas hecho(a) un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a)
de Nuevo y tengas Vida Eterna juntamente con Cristo Jesús, lo que significa,
literalmente, vivir para siempre.
Bienaventurado
el hombre que teme a Jehová, Y en sus
mandamientos se deleita en gran manera… Por lo cual no resbalará jamás;
En memoria eterna será el justo. No tendrá temor de malas noticias; Su corazón
está firme, confiado en Jehová. Asegurado está su corazón; no temerá, Hasta
que vea en sus enemigos su deseo (Sal 112. 1, 6-8)
La Biblia enseña que, quien
conoce esto y camina en la Verdad, quien ama Su Palabra y hace de ella la
máxima autoridad de su vida, es bienaventurado, bendecido, y no temerá jamás
pues tiene asegurado su corazón por la Palabra de Honor del único Dios vivo y
verdadero.
Así que, en estos tiempos
emocionantes que estamos viviendo, no temas, cree solamente. Por algo
Jesucristo, cuando oraba por Sus discípulos y por ti y por mí, declaró:
Padre,
que el mundo conozca que los amas a ellos de la misma forma que a mí me amas (Jn 17.
23).
Amado(a), no dudes más, ERES
exclusiva posesión de Dios; ERES un(a) Hijo(a) amado(a) de Dios; Él no te ha
dejado ni te dejará. ESTÁS destinado(a) por Dios a realizarte por medio de la
fe en Su Palabra. ¡Estás destinado(a) a ser feliz! Nada ni nadie te puede
separar del Amor de tu Padre que es en Cristo Jesús. ¡No hay forma que puedas
perder!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, en este
día puedo decirte cuan maravilloso es saber que soy Tuyo(a), que me escogiste y
me adquiriste para ser hecho(a) de Nuevo, mas ahora como Tu propio(a) Hijo(a).
Gracias por amarme tanto y de la misma forma como amas a Jesús. ¡Oh Precioso
Jesús! ¿Qué haría yo sin Ti? Eres mi luz y mi vida. Eres la roca de mi corazón.
Mi alto refugio, mi amigo, mi Rey, Señor y Salvador. Por Ti, Jesús, tengo Vida,
¡Vida Eterna! ¡Vida abundante! Y me propongo, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a
vivir esa clase de vida que en Ti y Contigo yo puedo vivir. ¡Soy sano(a)! ¡Soy
libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a)
de Nuevo! ¡He Nacido de Nuevo no de una simiente corruptible, sino de la
incorruptible semilla que es la Palabra de Dios que vive y permanece para
siempre! ¡No hay forma que pueda perder! En el nombre de Jesús. Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el
Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis
pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí
acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a
entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi
único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Abril 16 Hch
5. 17-42 / Deu 25-27 / Job 16
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