Jueves
18 de Abril de 2013.
¡Una buena Vida!
Por
Riqui Ricón*
Su memoria perecerá de la
tierra, Y no tendrá nombre por las calles. De la luz será lanzado a las
tinieblas, Y echado fuera del mundo. No tendrá hijo ni nieto en su pueblo, Ni
quien le suceda en sus moradas. Sobre su día se espantarán los de occidente, Y
pavor caerá sobre los de oriente. Ciertamente tales son las moradas del impío,
Y este será el lugar del que no conoció a Dios (Job 18.
17-18, 21).
Ciertamente toda la Biblia es
Verdad y el destino de los malos y malvados está señalado por la Palabra de
Dios. No es nada bueno lo que les ha sido reservado aquellos que se empeñan en
creer que pueden vivir sus vidas sin Dios y sin enfrentar las consecuencias de
sus acciones.
La buena
noticia es que tú no tienes nada que temer,
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Ro 6.23).
Por tu forma
de vivir tu vida eras un(a) justo(a) merecedor(a) de la muerte eterna, pero
Dios es tan rico en misericordia y te ha amado tanto que, a
pesar de estar tú ya muerto(a) a causa de los pecados, te dio nueva vida
juntamente con Cristo. ¡Sólo por la gracia de Dios eres salvo(a)! Y juntamente
con él, te resucitó, y también con Cristo Jesús te hizo sentar en los lugares celestiales.
Pero Dios, que
es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo
nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús (Efe 2.4-6).
También es
verdad que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, como justo
precio por tus pecados, antes que permitir que te pierdas por toda la eternidad
en ese horrible lugar.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque
no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él (Jn 3. 16-17).
No lo dudes,
Dios te ama y Su intención para contigo nunca ha sido condenarte
sino salvarte.
A los cielos y a la tierra
llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la
muerte, la bendición y la maldición; escoge,
pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando
a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida
para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que
juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar (Deu 30. 19-20).
Mira con atención el Amor y
carácter de tu Padre celestial que cuando dio la Ley al pueblo de Israel y
estableció la bendición y la maldición, la vida y la muerte, no le dijo
llanamente escoge, sino que le dice (casi en ton de súplica), escoge, pues, la
vida ya que te quiero hacer bien, bendecirte y estar contigo. ¡Asombroso!
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios (Ro 3.23).
Sabiendo Dios que inevitablemente
caerías en el pecado y la maldición para ser destinado(a) a la muerte eterna y
ser separado(a) de Su Presencia, Él te da la dádiva, el regalo, de la vida
eterna, vivir para siempre, por medio de Jesús. Este regalo es para toda la
humanidad y lo recibe aquél (aquella) que CREE, pues Él nos ama a todos por
igual.
Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna (Jn 3. 16).
Es un regalo de amor, un plan
perfecto que conocemos como Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, donde ahora Él,
con tu permiso expreso, hará que andes en sus mandamientos por medio de la fe
en el sacrificio perfecto y acabado de Jesucristo en la cruz.
Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu
descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma, a fin de que vivas. (Deu 30. 6).
porque con una sola ofrenda hizo perfectos para
siempre a los santificados (He 10. 14).
De acuerdo a la Biblia, que es la
Palabra de Dios y no miente, ahora, en Cristo Jesús, tú has sido hecho(a) un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de
Nuevo.
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis
estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra (Eze 36.26-27).
Dios te ha dado un nuevo corazón,
te ha hecho espíritu creado de nuevo y Él mismo, el Espíritu Santo, está en ti
y contigo para ayudarte y acompañarte todos los días de tu vida; la cual, como
puedes ver, ¡es Eterna!
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Co 5.17).
En
verdad, no importa cómo te sientas o cómo te estás mirando a ti mismo(a) el día
de hoy, la Biblia, la Palabra de Dios, es la Verdad, y ésta declara que tú eres
Nueva creación, que has Nacido de Nuevo y no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de
Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.
23).
¡Tú ya no
eres más esa persona impía y pecadora destinada a sufrir la muerte eterna!
Eso dice la
Biblia, que es la Palabra de Dios. Entonces, hoy puedes optar por creerle y
comenzar a vivir como la persona que Él dice que ya, ahora, tú eres.
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre
celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo más maravilloso
es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a
Dios, no comprende por qué lo somos. (1 Jn 3.1 BAD).
Así que,
ahora eres un(a) Hijo(a) legítimo(a) del Todopoderoso Dios y tienes derecho a
vivir una buena Vida, una Vida Plena y Abundante, ¡una Vida Eterna!
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y
destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
¡Si puedes creerle a Dios, al que
le cree a Dios TODO le es posible!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, que
hermoso es saberse amado(a) por Ti. Entre más leo y medito en Tu Palabra más me
asombro y maravillo de Tu plan perfecto para mi redención y salvación. Soy Tu Hijo(a)
legítimo(a) y puedo, y debo, vivir una vida Plena y Abundante. Me decido, con
Tu ayuda, Espíritu Santo, a creerte y tomar de Tu Plenitud para hacer de mi
vida una vida que vale la pena vivirse. Creo que soy quién Tú dices que soy:
todo, absolutamente todo, lo puedo y en todo problema, angustia o enfermedad
soy más que vencedor(a) por medio de Tu amor. No voy a temer a nada ni a nadie
pues Tú suples todo lo que me falta conforme a Tus riquezas en gloria. ¡Soy sano(a)!
¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) del Rey!
¡Gracias precioso Jesús! Amén.
Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo
establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en
voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a
Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el
Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis
pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí
acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa
derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a
entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi
único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios
Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a
Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido
de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más
estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Abril 18 Hch 7. 1-22 / Deu 29-30 / Job 18
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