jueves, 28 de febrero de 2013

¡Cómo puedes complacer a Dios!

 
Jueves 21 de Febrero de 2013.
¡Por el Nuevo Pacto!
Por Riqui Ricón*
Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas (Ex 24.7-8).
La Biblia es la Palabra de Dios y no miente. Así que, cada día al meditar en ella debes recordar siempre que TODO, absolutamente todo, lo que en ella está contenido se refiere, de una u otra forma, al AMOR de Dios siente por ti.
Por Amor, Dios creó el universo para ti. Por Amor, te ha dado vida y diseñó un plan infalible para que puedas escapar de la ley del pecado y de la muerte. Por Amor, entregó a Su Hijo Jesucristo para pagar el precio de tus pecados y, así, no perderte a ti, sino que, por el contrario, creyéndole a Él, te dio VIDA ETERNA, una vida plena y abundante.
He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado (Jer 31.31-34).
Por Amor, estableció un Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, pues el antiguo pacto fue invalidado a causa de nuestra incapacidad para cumplirlo.
De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto  en mi sangre,  que por vosotros se derrama (Luc 22.20).
Es por este Nuevo pacto que el Amor de Dios te da la Vida Eterna y te eleva de simple criatura a ser un(a) Hijo(a) amado(a) del Padre celestial.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jua 3.16-17).
¡Dios te ama tanto que prefirió entregar a su propio Hijo antes que perderte a ti!
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos  (1 Jua 3.1 BAD).
Dios te ama tanto que aunque tú estabas muerto(a) en delitos y pecados te dio vida juntamente con Cristo Jesús para llamarte y declararte Su propio(a) Hijo(a).
Ahora bien, mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad (la Biblia) y nota que Jesús es constituido como fiador de este Nuevo Pacto, un mejor Pacto, establecido sobre mejores promesas.
¡Qué mejor promesa que ser hecho parte de la familia de Dios!
en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Ef 1.5).
Así es mi amado(a), hoy puedes estar seguro(a) que Dios no te ha dejado ni te dejará, Él ha establecido un mejor Pacto en la Sangre de Su Hijo Jesucristo para perdonar todos tus pecados y, de esta forma, darte la VIDA ETERNA que solamente un(a) Hijo(a) de Dios tiene derecho a tener.
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre (1 P 1.23).
Mediante el Nuevo Pacto en la Sangre de Jesús, ¡Dios te hizo de Nuevo!
Este día puedes salir más que vencedor(a) de todo problema o circunstancia sabiendo que, por el Nuevo Pacto, eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo no de simiente corruptible sino de la incorruptible semilla que es la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
Este día puedes salir más que vencedor(a) de cualquier problema, circunstancia o enfermedad, sabiendo que tienes VIDA ETERNA y ésta, por Cristo Jesús, sólo puede ser una Vida Plena y Abundante.
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia (Mat 3.17).
Hoy, en Verdad puedes escuchar a tu Padre decirte lo mismo que le dijo a Jesús allá en el Jordán: tú eres Mi Hijo(a) AMADO(A) y en ti tengo toda mi complacencia.
¡Dios se complace en ti!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, este día quiero agradecerte por el gran Amor con que me has amado. Cristo Jesús, me asombro cada día más y más por todo lo que has hecho por mí y en mí. Estoy decidido(a), con Tu ayuda, Espíritu Santo, a cambiar mi forma de pensar transformándome en el espíritu de mi mente. Sin importar las circunstancias del momento o la forma en que hoy me siento, creo y declaro que soy ese(a) Hijo(a) que Tú, mi Dios y Padre, siempre has deseado, justo(a), santo(a) y perfecto(a). Lo sé porque así está escrito en Tu Palabra y esa es la Verdad. Estoy dispuesto(a) a dejar atrás todas esas emociones y pensamientos negativos de fracaso y de derrota. Esa vieja naturaleza nada tiene en mí, pues yo he sido regenerada(o) en Cristo Jesús para vivir una vida plena y victoriosa. Lo sé porque lo dice la Biblia, lo creo porque es Tu Palabra de Honor y me dispongo, con Tu ayuda, Espíritu Santo, a vivirlo. Viviré esa vida prospera, en salud, amor, paz y gozo que Tú, oh Dios, deseas para mí. Yo, _____________ (tu nombre aquí), soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, pues mayor es el que está en mí que el que está en el mundo y ese eres Tú, Precioso Espíritu de Dios. No le daré lugar al diablo y a sus mentiras en mi vida. ¡No voy a temer más! Echo fuera de mi vida toda ansiedad e inquietud.  ¡En todas las cosas soy más que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús! ¡Ya he sido sanada(o) por las heridas de Jesús! ¡He sido establecida(o) para reinar en esta vida por la sangre de Jesús! No hay forma que pueda perder, pues Tú, mi Dios y Padre, estás en mí y conmigo, y si Dios es conmigo, ¿quién contra mí? ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspera(a)! ¡Soy feliz! En el nombre de Jesús. Amén.
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011
 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Febrero 21                             Mat 3 /  Ex 24 /  Pro 11
 


¡Cómo puedes adquirir La Bendición de Dios!

 
Miércoles 20 de Febrero de 2013.
¡Si puedes creer!
Por Riqui Ricón*
La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella (Pro 10.22).
En estos tiempos tan desafiantes (emocionantes diría yo), mucha gente quiere saber dónde está y cómo obtener la Bendición de Dios. Piensan que si logran conseguir que Dios los bendiga entonces serán capaces de vencer los retos que enfrentan.
Las palabras Bendición y Bendecir provienen de la unión de dos palabras: las palabra bien y la palabra decir o dicho. Así, la palabra Bendición (del latín bene dictus), significa bien dicho o buen dicho; y la palabra Bendecir (del latín bene dicere), significa bien decir.
Entonces, en base a sus orígenes, la Bendición de Dios no es otra cosa más que el Buen dicho de Dios, esto es, las cosas buenas que Dios ha dicho.
Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no (Núm 11.23).
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Luc 21.33).
Ahora pues, Jehová Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y tú has prometido este bien a tu siervo. Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre (2 S 7.28-29).
Puesto que tú sabes que todas las Palabras que salen de la Boca de Dios se cumplen sin faltar alguna de ellas, entonces, por simple lógica, TODAS las buenas Palabras que Dios ha dicho acerca de ti se van a cumplir, ¡sin lugar a dudas!
Y vino a él, y he aquí que él estaba junto a su holocausto, y con él los príncipes de Moab; y le dijo Balac: ¿Qué ha dicho Jehová?  Entonces él tomó su parábola, y dijo: Balac, levántate y oye; Escucha mis palabras, hijo de Zipor: Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? He aquí, he recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla (Núm 23.17-20).
La Biblia, que es la Palabra de Dios y no miente, contiene TODA la Bendición de Dios, pues en ella están las Palabras que han salido de la boca de Dios.
Así que, la Bendición de Dios, que es la que enriquece y no añade tristeza en ella, está a tu alcance y mucho más cerca de lo que te imaginas.
La Palabra de Dios es infalible, eterna e inmutable; La Bendición ya fue dicha y puedes darte cuenta que Dios no necesita estar pendiente de tu conducta para ver si eres digno merecedor de una Palabra de Bendición. ¡No! La Palabra de Dios es la Bendición de Dios y tiene poder y autoridad para hacerse cumplir a sí misma.
¡La Bendición es la Palabra de Amor que Dios ha proferido acerca de ti!
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis (Jer 29.11).
Dios te desea paz y no mal, por eso Él te ha bendecido, Él ha hablado y decretado el bien para tu vida.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Rom 12.2).
¡Su voluntad para contigo es buena, agradable y perfecta!
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jua 3.16-17).
¡Dios te ama tanto que prefirió entregar a su propio Hijo antes que perderte a ti!
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos  (1 Jua 3.1 BAD).
Dios te ama tanto que aunque tú estabas muerto(a) en delitos y pecados te dio vida juntamente con Cristo Jesús para llamarte (bendecirte), Su propio(a) Hijo(a).
He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado (Exo 23.20).
La Buena Palabra de Dios (La Bendición) ha enviado ángeles delante de ti para que te guarden y te guíen.
Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti. No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días (Exo 23.25-26).
Ahora, gracias a lo que Jesús hizo por Amor a ti al morir en esa cruz y resucitar para justificarte, perdonarte y darte Nueva Vida, eres un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y La Bendición de Dios enriquece tu Vida otorgándote salud y larga vida.
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma (3 Jua 2).
¡La Bendición ya fue dicha! Es Palabra de Dios y está ahí, a tu alcance, cerca de ti, para seguirte y alcanzarte.
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Ro 8.32).
Si puedes creer, ¡al que cree todo le es posible!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, que hermoso es saberme tan amado(a) por Ti. ¡Gracias por tanto y tan grande Amor! En verdad te estoy muy agradecido(a). Gracias porque el principio de la sabiduría es este Amor que nos relaciona a Ti y a mí. Gracias por hacerme Tu Hijo(a). Gracias porque a pesar de mis circunstancias Tú me aumentas mis días y me añades años de vida. Señor Jesús, por Tu sacrificio de Amor, por tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota, ahora yo he pasado de muerte a vida y ¡Tú me has trasladado de las tinieblas a Tu Luz admirable! ¡Puedo vivir la Vida que compraste para mí! Así que, en todo problema, enfermedad o aflicción, yo, ____________ (tu nombre aquí), soy más que vencedor(a), pues TODO lo puedo en Cristo que me fortalece y aunque ande en valle de sombra y de muerte NO VOY A TEMER mal alguno porque Tú, Jesús, estás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en Tu casa, oh Señor, moraré por largos días. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! En el nombre de Jesús. Amén.
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011
 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Febrero 20            Mat 2 /  Ex 22-23 /  Pro 10
 


martes, 26 de febrero de 2013

¡Cómo adquirir el Temor de Dios!

 
Martes 19 de Febrero de 2013.
¡Creyendo!
Por Riqui Ricón*
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. Porque por mí se aumentarán tus días, Y años de vida se te añadirán (Pro 9.10-11).
La mejor manera que he encontrado para definir el temor de Jehová o temor de Dios es como el Amor reverente que profesa un hijo hacia su padre con el cual tiene una muy buena relación de amigos con respeto y admiración. Así que, el temor de Dios no es miedo a Dios sino el conocimiento del Santísimo. Esto es,  tener una relación íntima con Él, pues sólo así se puede tener el conocimiento de Su Santidad.
Este tipo de temor, este tipo de relación, es el principio de la sabiduría y contiene una preciosa promesa: Porque por mí se aumentarán tus días, Y años de vida se te añadirán.
Esta sabiduría y temor de Dios sólo se pueden obtener mediante una relación estrecha y constante con tu Padre celestial mediante la oración, la adoración y la lectura y meditación de Su Palabra. Y aunque requieren dedicación y constancia no son el producto de una obligación adquirida sino de una relación cultivada.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar (Mat 11.28).
Toda relación con Dios, sea para adquirir sabiduría o para alcanzar misericordia, se basa en el Amor que Él siente por ti y no en el cumplimiento de deberes o tareas asignadas. De hecho, Jesús está más que dispuesto a ayudarte con tus cargas y trabajos.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo, para pagar todos tus pecados, antes que perderte a ti. Jesús vino a salvarte, ¡nunca a condenarte!
MIREN CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos  (1 Jua 3.1 BAD).
El único interés que Dios tiene en tu persona es el de relacionarse contigo de una forma tan personal que aprendas a mirarlo como a tu verdadero Padre.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (Rom 8.15).
El temor de Dios es el principio de la sabiduría. El tener una relación de íntima confianza, respeto y admiración con tu Padre celestial es el principio de la sabiduría.
Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).
Es este temor de Dios, esta confianza, lo que te garantiza una vida dichosa. Es este principio de sabiduría, y no el dinero, ni el éxito, lo único que te puede dar el gozo y la dicha de vivir la vida que te toco vivir.
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Jua 14.6).
La buena noticia del día de hoy es que el Camino de la sabiduría está abierto y es un Camino de Vida y Verdad.
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura (He 10.19-22).
Así es, mi amado(a), por el sacrificio de Amor de Cristo Jesús, tú tienes todo el derecho y la libertad para entrar al lugar de Su Presencia. Puedes acercarte a Dios, tu Padre, con plena certeza de fe que Él no te va a rechazar. Si no te rechazó antes, mucho menos lo hará ahora que eres Su Hijo(a) legítimo(a).
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,  aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo  (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús (Efe 2.4-6).
El temor de Dios es ese amor, gratitud, reverencia y admiración que tú sientes por Aquel que te ha amado tanto. Es parte de tu Nueva Naturaleza y te impulsa a orar y leer la Biblia como la base, el fundamento, de tu relación con Él. ¡Es el principio de la Sabiduría!
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).
Así que, sea cual sea el problema, la enfermedad o la situación que estés enfrentando el día de hoy, hazlo con sabiduría. No dejes de orar y platicar con tu Padre celestial. Pon la Palabra de Dios en tu mente, boca y corazón. Y prepárate a salir más que vencedor(a) en todas los cosas, pues se aumentarán tus días, Y años de vida se te añadirán.
¡Harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, que hermoso es saberme tan amado(a) por Ti. ¡Gracias por tanto y tan grande Amor! En verdad te estoy muy agradecido(a). Gracias porque el principio de la sabiduría es este Amor que nos relaciona a Ti y a mí. Gracias por hacerme Tu Hijo(a). Gracias porque a pesar de mis circunstancias Tú me aumentas mis días y me añades años de vida. Señor Jesús, por Tu sacrificio de Amor, por tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota, ahora yo he pasado de muerte a vida y ¡Tú me has trasladado de las tinieblas a Tu Luz admirable! ¡Puedo vivir la Vida que compraste para mí! Así que, en todo problema, enfermedad o aflicción, yo, ____________ (tu nombre aquí), soy más que vencedor(a), pues TODO lo puedo en Cristo que me fortalece y aunque ande en valle de sombra y de muerte NO VOY A TEMER mal alguno porque Tú, Jesús, estás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en Tu casa, oh Señor, moraré por largos días. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo! En el nombre de Jesús. Amén.
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011
 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Febrero 19                             Mat 1 /  Ex 20-21 /  Pro 9