miércoles, 24 de abril de 2013

¿Qué esperar del Evangelio?

 
Sábado 20 de Abril de 2013.
¡Buenas Noticias!
Por Riqui Ricón*
Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio (Hch 8.4).
Evangelio es una palabra griega, euangelízo, que significa anunciar buenas nuevas o el buen mensaje. Proviene de las palabras, eus, bien, bueno; y ángelos, ángel, mensajero. Así que, evangelio es sinónimo de ¡Buenas noticias!
Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad (Hch 8. 5-8).
Jesús es el mismo ayer, hoy y por los siglos, por lo tanto, siempre que escuches, medites y actúes en Su Palabra, la Biblia, con fe, creyéndole lo que dice, entonces, las señales te seguirán y, como con toda buena noticia, la alegría y el gozo se manifestarán.
Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús (Hch 4. 29-30).
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán (Mar 16. 17-18).
Ser un creyente significa ser un portador de buenas noticias. Ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo significa ser embajador(a) de Jesucristo en este mundo caído y agobiado por el pecado y la muerte.
¡Ser un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo significa ser hacedor de esas buenas noticias!
Si tú no te miras o sientes como un(a) portador(a) de buenas noticias, entonces, estás permitiendo que las circunstancias te roben tu identidad como Hijo(a) del Reino, pues en lugar de escuchar y creer lo que te dice Dios en Su Palabra, estás escuchando y creyendo otras voces que te dicen: no puedes, no sirves, no vales, es imposible, ¿cómo tú?, estás muy grave, nunca va a cambiar, etc., etc.
¡Palabras de fracaso y de derrota que son una total y rotunda mentira!
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (Jn 10.10).
El Poder y el Amor de Dios para contigo no se encuentran limitados ni por las circunstancias, ni por tus emociones y sentimientos. Si Dios dice que en el nombre de Jesús echarás fuera demonios; hablarás nuevas lenguas; tomarás en las manos serpientes; beberás cosa mortífera sin sufrir daño; y que pondrás las manos sobre los enfermos y estos sanarán, entonces, inevitablemente, todo eso sucederá. ¡Es Palabra de Dios!
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,  así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié (Isa 55.10-11).
Quizá ahora puedas comprender porque Jesús le dijo a ese padre de familia tan necesitado de un milagro, lo mismo que te está diciendo hoy a ti:
¡Si puedes creer, al que cree todo le es posible! (Mar 9.23).
¡Buenas Noticias! No eres la misma persona fracasada, frustrada y pecadora que solías ser. Eres un(a) auténtico(a) y legítimo(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo; eres nueva creación, un(a) embajador(a) del Reino y estás sobre la tierra para vencer sobre toda adversidad pues TIENES DENTRO DE TI esa vida llena de la Plenitud de Dios que Él ya destino en Su Palabra para ti.
De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Co 5. 16-21).
Tú eres un(a) embajador(a) apto y habilitado por Dios para anunciar las virtudes de Aquel que te llamó de las tinieblas a Su Luz admirable.
¡Y éstas, mi amado(a), son muy Buenas Noticias!
Oremos en voz audible:
Muchas gracias Señor Jesús, porque con tu sacrificio en esa cruz no solamente pagaste todos mis pecados haciéndome justo(a) delante del Padre sino que, efectivamente, me diste Vida y una Vida Buena y Abundante. ¡Me diste Vida Eterna! Ahora soy nueva creatura ya que la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha hecho libre de la ley del pecado y de la muerte. Amado Padre celestial, en Tu Hijo Jesús, yo, __________ (tu nombre aquí), tengo Identidad; soy Tu Hijo(a) y puedo hacer las cosas que Jesús hizo y aún mayores pues yo creo Tu Palabra. Te creo a Ti, Señor. No miro, ni miraré, a las circunstancias de mi vida sino a lo que Tú; Dios, dices en Tu Palabra, pues yo soy, ni más ni menos, quién Tú dices que soy. ¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! ¡Mayor es el que está en mí, que el que está en el mundo! ¡De todo problema, enfermedad o aflicción saldré más que vencedor(a) por medio de Tu Amor, Señor Jesús! ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! En el nombre de Jesús. Amén.
 Nota Importante:
¿Cómo me hago Hijo de Dios? ¿Cómo establezco una relación con el Todopoderoso?
Sólo haz la siguiente oración en voz audible poniendo toda tu atención y corazón a lo que le estás diciendo a Dios:
Señor Jesús, yo creo que eres el Hijo de Dios. Que viniste a este mundo de la virgen María para pagar todos mis pecados, y yo he sido un(a) pecador(a). Por eso, te digo el día de hoy que sí acepto. ¡Sí acepto tu sacrificio en la cruz! ¡Sí acepto Tu Sangre preciosa derramada hasta la última gota por Amor a mí! Te abro mi corazón y te invito a entrar porque quiero, Señor Jesús, que desde hoy y para siempre Tú seas mi único y suficiente Salvador, mi Dios, mi Rey y mi Señor. Gracias, Dios Poderoso, pues con esta simple oración y profesión de fe he pasado de muerte a Vida, he sido trasladado(a) de las tinieblas a Tu Luz admirable. ¡Hoy he Nacido de Nuevo! ¡Dios, ahora yo Soy Tu Hijo(a)! ¡Ahora Tú eres mi Padre! ¡Nunca más estaré solo(a)! Nunca más viviré derrotado(a). En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011
 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Abril 20                                 Hch 8. 1-25 /  Deu 33-34 /  Job 20
 


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