Domingo 23 de Diciembre
de 2012.
¡Se cumplirá todo lo
que se te ha dicho departe de Dios!
Por Riqui Ricón*
¡Bendita
tú por haber creído lo que te fue dicho de parte del Señor, y porque lo que él
te anunció, se cumplirá! (Luc 1.45 CST).
¿Sabías que hay una
cosa que nuestro Dios y Padre, el Todopoderoso, no puede hacer? Él no puede
mentir. Su Palabra (que son todas las Palabras que salen de Su boca), es la
Palabra de Dios y una vez que ésta ha sido hablada, tiene todo el poder y la
autoridad de Dios para hacerse cumplir a sí misma.
Por la fe entendemos haber sido constituido el
universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que
no se veía (He 11.3).
Dice la escritura que, En el
principio creó Dios los cielos y la tierra (Gen 1.1). Pero, ¿cómo los creó? Cuando
Él dijo, sea la luz,
eso exactamente fue lo que sucedió: la luz fue hecha por la Palabra de Dios.
Así que, todo lo que
existe, todo lo que es, lo visible y lo invisible, ha sido constituido por la
Palabra de Dios.
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el
Señor, y en el poder de su fuerza (Efe 6.10).
Como te puedes dar
cuenta, el poder de la fuerza de Dios no está en sus músculos, ni en sus
relámpagos y truenos, ni en sus ángeles sino en Su Palabra. Lo único que Él
necesita hacer para que sucedan las cosas es hablar Su Palabra. ¡Lo que Él
dice, eso mismo sucede! Al fin y al cabo, Él es Dios.
Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy
digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.
Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes
soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz
esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le
seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe (Mat 8.8-10).
Este
centurión conocía el secreto de la fe que es el principio de autoridad supremo:
todo poder y autoridad radica en la Palabra de Dios.
Es por esto que, ahora
eres bienaventurado(a), mil veces feliz, puesto que has creído, se cumplirá
todo lo que el Señor te ha dicho en Su Palabra, la Biblia.
Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que
en ti confía (Sal 84.12).
Ante los asombrosos
sucesos que se abrían delante de sus pies, la virgen María, cuando se le explicó porque era ella muy favorecida y
que, a pesar de su situación, nada hay imposible para Dios, ella contestó: He aquí la sierva del Señor;
hágase conmigo conforme a tu palabra (Luc 1.38).
Pon atención
a que no respondió, hágase conmigo conforme a Tu Voluntad sino conforme a Tu
Palabra.
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto?
pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu
Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que
nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet,
ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella,
la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios (Lc 1.34-37).
Como ya vimos, el poder
del Altísimo es su propia Palabra. Por eso María pudo afirmar con fe, hágase
conmigo conforme a Tu Palabra. ¡Estaba en juego el Honor de Dios que es Su
Palabra! ¡Había sido activado el Poder del Altísimo!
¿Podrías afirmar tú lo
mismo? ¿Podrías con toda tu fe decirle a Dios que deseas que antes de que
termine este año se haga contigo conforme a Su Palabra? ¿Estarías dispuesto a
terminar este año creyendo que todo lo puedes en Cristo que te fortalece y que
en todas las cosas, absolutamente en todas, saldrás más que vencedor(a) por medio
de Aquel que te amó, Cristo Jesús? ¿Podrías dejar que el poder del Altísimo te
cubra con su sombra hoy?
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis
paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Jn 16.33).
¡El
Evangelio de Jesucristo no te promete una vida sin problemas pero sí una vida
victoriosa!
Cuando sabes que sabes,
que la Biblia es la Verdad, pues es Palabra de Dios, y sabes que sabes, que
TODO lo que Dios dijo, Él lo va hacer, lo que Él hablo, lo va a ejecutar,
entonces, aunque estés en medio de la más grande aflicción, puedes confiar en
Él, puedes confiar en Su Palabra, Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Fil 4.7).
Así que, en Verdad
existe un camino para llegar a ser dichosa(o) y éste es: confiar en Dios.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Recuerda que Él te ama
tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti, y ahora,
por lo que Jesús hizo por ti, eres un(a) Hija(o) de Dios Nacida(o) de Nuevo,
nacida(o) del Amor de Dios.
MIREN
CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de
Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la
mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, que
hermoso es saberse tan amado(a) por Ti. Que sublime sensación es saber que has
establecido en Tu Palabra, eterna, perfecta e infalible, que aunque yo ande en
valle de sombra y de muerte no voy a temer, pues sé que Tú estás conmigo; que
aunque las aflicciones vengan sobre mí, sé que de TODAS ellas voy a salir más
que vencedor(a) por medio de Aquel que me amó, Cristo Jesús. ¡Escrito está! ¡Tú
no mientes ni Te arrepientes! ¡Lo has dicho y lo vas hacer! ¡Lo has hablado y
lo vas a ejecutar! ¡Gracias, precioso Dios! Y a Ti, amado Señor Jesús, quiero
decirte que te amo con todo mi ser, con todas mis fuerzas y con todo mi
corazón. Por lo que hiciste por mí en la cruz, al morir pagando todos mis
pecados y al vencer a la muerte, resucitando de entre los muertos, me has dado
la Vida Eterna y me haz hecho nacer de Nuevo como un(a) Hijo(a) de Dios. ¡Ahora
tengo identidad, ahora sé perfectamente quién yo soy! Por lo tanto, no voy a
temer más. Me determino a ser dichoso(a) haciendo de Tu Palabra, la Biblia, la
norma máxima de mi existencia; la pondré en mi boca, mente y corazón; voy a
leerla y meditarla de día y de noche para guardarla y hacer conforme a todo lo
que Tú, precioso Dios, dices en ella; porque sé que entonces haré prosperar mi
camino y todo me saldrá bien. ¡Espíritu Santo ayúdame a hacerlo así! En el
nombre de Jesús. Amén.
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Diciembre
23 Luc
1.26-56 / Ez 34
/ Isa 58
HERMOSO BLOG C: BENDICIONES, QUE EL AMOR DE DIOS Y EL ESPIRITU SANTO ESTE SIEMPRE CON USTEDES, EN EL NOMBRE DE JESUS AMÈN,GRACIAS POR TODO.
ResponderEliminarGracias a Cristo Jesús, Él lo hizo todo al morir y resucitar sólo por Amor a ti. Bendiciones !!!
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