Miércoles 7 de
Noviembre de 2012.
¡Dios ha hablado a tu favor!
Por Riqui Ricón*
Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra (2 Ti 3.16-17).
El día de hoy, pido
a nuestro Padre y al Espíritu Santo, que está en ti, que te ayuden a nunca
desestimar la importancia del papel que desempeña la Biblia en tu vida. Pido
para que hagas del estudio y meditación de la Palabra de Dios el asunto más
relevante de cada día.
Yo sé que tú
trabajas o estudias; que tus días comienzan muy temprano; que tienes que
atender a tu familia, realizar tus proyectos, proveer para los de tu casa y que
apenas tienes tiempo para terminar todas las cosas que has de hacer cada día.
Sin embargo,
para todo eso necesitas sabiduría y dirección, fortaleza y sanidad, restitución
y prosperidad, además de paz y gozo. Todo esto solamente lo podrás obtener de
la Palabra de Dios.
Por tanto, mi pueblo fue
llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y
su multitud se secó de sed (Isa 5.13).
Muchos Hijos de
Dios Nacidos de Nuevo, honestos y sinceros creyentes, están continuamente
tropezando ante las aflicciones del mundo y no logran manifestar la paz que una
vida en victoria debe traer a sus vidas.
Os he dicho todas estas cosas para que en mí encontréis
vuestra paz. Siempre tendréis en el mundo pruebas que os afligirán, pero
confiad en mí, porque yo he vencido al mundo (Jn 16.33 CST).
Es en la Biblia,
la Palabra de Dios, que están las respuestas a cada una de las necesidades y
retos que vas a enfrentar el día de hoy. En ella están la sabiduría y consejo
para que tomes las decisiones correctas. Sólo de la Biblia fluyen el gozo y la
paz que son tu derecho como un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a
mi camino… La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples…
Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo… Por
heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi
corazón (Sal 119.105, 130, 165, 111).
Dijo entonces Jesús a los
judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra,
seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres (Jn 8.31-32).
Tenemos
también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y
el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo
primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 P 1.19-21).
Recuerda siempre
que, aunque quisiera, Dios no puede mentir, pues toda palabra que sale de Su
boca tiene el poder para hacerse cumplir en sí misma: ¡es la Palabra de Dios!
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Así que, si la
Biblia dice que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes
que perderte a ti, entonces, puedes estar total y absolutamente convencido(a)
que Dios te ama de esa forma.
Como la fe viene
por el oír la Palabra de Dios, puedes tener la certeza que:
1. Por Amor has sido hecha(o) Hija(o) de Dios,
Miren lo grande que
es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible que
seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos. Por eso la
gente del mundo no nos conoce, pues el mundo no conoce a Dios (1 Jn 3.1).
2. Has vencido y
vencerás porque Dios está contigo,
Hijitos, vosotros sois de
Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que
está en el mundo (1 Jn 4.4).
3. No hay nada
que no puedas hacer bien,
Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece (Fil 4.13).
4. Él es el que
te guarda y protege en toda adversidad,
Jehová es tu guardador; Jehová
es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, Ni la luna de
noche. Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará
tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre (Sal
121.5-8).
Sabemos que todo aquel que ha
nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios
le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 5.18).
Aunque ande en valle de sombra
de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado
me infundirán aliento (Sal 23.4).
Por esto,
aunque el día de hoy te encuentres enfrentando problemas, enfermedades o
aflicciones, puedes tener gozo y paz. Así es, he dicho gozo y paz en medio de
la más tremenda de las aflicciones. ¿Cómo puede ser esto posible? Esto es
posible sólo cuando sabes que sabes que tienes la Palabra de Dios, la Palabra
de Honor de tu Padre celestial que,
Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Ro 8.37).
Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados (Ro 8.28).
Así que, ¡no hay forma en que
puedas perder en este mundo!
Entonces, ¿qué
sucede con los que no conocen la Verdad? Son llevados cautivos por el espíritu
de temor hacia una vida llena de dudas y miedos. Pero, esto no será así para ti.
Tú eres escogido(a) de Dios y tu vida ha cambiado totalmente gracias a la
Sangre del Cordero de Dios, Cristo Jesús.
¡Tú eres un(a)
legítimo(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo!
Oremos en voz
audible:
Amado Padre
celestial, hoy quiero agradecerte por la Verdad de Tu Palabra que es Cristo
Jesús mi Señor y Salvador. Me determino hacer de este día el mejor de mis días
pues tengo Tu Palabra para lograrlo. De todos mis pecados me arrepiento y te
pido perdón, sobre todo por dar lugar a la duda y al temor. De acuerdo a tu
Palabra, la Biblia, hoy me declaro Sano(a) de toda enfermedad; soy Prospero(a)
delante de la pobreza y la escasez; soy Libre para vivir la vida plena y
abundante que Tú, Señor Jesús, ganaste para mí. Voy a leer y meditar Tu Palabra
todos los días de mi vida y la guardaré en mi corazón para hacer todo lo que en
ella está escrito pues entonces haré prosperar
mi camino y todo me saldrá bien. No voy a temer, solamente voy a creer. No
existe problema, angustia o enfermedad de la cual no vaya a salir más que
vencedor(a) por medio de Tu Amor. En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Noviembre
7 2
Tim 3 /
Jer 9-10/ Sal 123
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