jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Quién te puede derrotar?

 
Miércoles 7 de Noviembre de 2012.
¡Dios ha hablado a tu favor!
Por Riqui Ricón*
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2 Ti 3.16-17).
El día de hoy, pido a nuestro Padre y al Espíritu Santo, que está en ti, que te ayuden a nunca desestimar la importancia del papel que desempeña la Biblia en tu vida. Pido para que hagas del estudio y meditación de la Palabra de Dios el asunto más relevante de cada día.
Yo sé que tú trabajas o estudias; que tus días comienzan muy temprano; que tienes que atender a tu familia, realizar tus proyectos, proveer para los de tu casa y que apenas tienes tiempo para terminar todas las cosas que has de hacer cada día.
Sin embargo, para todo eso necesitas sabiduría y dirección, fortaleza y sanidad, restitución y prosperidad, además de paz y gozo. Todo esto solamente lo podrás obtener de la Palabra de Dios.
Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed (Isa 5.13).
Muchos Hijos de Dios Nacidos de Nuevo, honestos y sinceros creyentes, están continuamente tropezando ante las aflicciones del mundo y no logran manifestar la paz que una vida en victoria debe traer a sus vidas.
Os he dicho todas estas cosas para que en mí encontréis vuestra paz. Siempre tendréis en el mundo pruebas que os afligirán, pero confiad en mí, porque yo he vencido al mundo (Jn 16.33 CST).
Es en la Biblia, la Palabra de Dios, que están las respuestas a cada una de las necesidades y retos que vas a enfrentar el día de hoy. En ella están la sabiduría y consejo para que tomes las decisiones correctas. Sólo de la Biblia fluyen el gozo y la paz que son tu derecho como un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo.
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino… La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples… Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo… Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón  (Sal 119.105, 130, 165, 111).
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31-32).
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 P 1.19-21).
Recuerda siempre que, aunque quisiera, Dios no puede mentir, pues toda palabra que sale de Su boca tiene el poder para hacerse cumplir en sí misma: ¡es la Palabra de Dios!
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
Así que, si la Biblia dice que Dios te ama tanto que prefirió entregar a Su propio Hijo antes que perderte a ti, entonces, puedes estar total y absolutamente convencido(a) que Dios te ama de esa forma.
Como la fe viene por el oír la Palabra de Dios, puedes tener la certeza que:
1. Por Amor has sido hecha(o) Hija(o) de Dios,
Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos. Por eso la gente del mundo no nos conoce, pues el mundo no conoce a Dios (1 Jn 3.1).
2. Has vencido y vencerás porque Dios está contigo,
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo (1 Jn 4.4).
3. No hay nada que no puedas hacer bien,
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Fil 4.13).
4. Él es el que te guarda y protege en toda adversidad,
Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre (Sal 121.5-8).
Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca (1 Jn 5.18).  
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento (Sal 23.4).
Por esto, aunque el día de hoy te encuentres enfrentando problemas, enfermedades o aflicciones, puedes tener gozo y paz. Así es, he dicho gozo y paz en medio de la más tremenda de las aflicciones. ¿Cómo puede ser esto posible? Esto es posible sólo cuando sabes que sabes que tienes la Palabra de Dios, la Palabra de Honor de tu Padre celestial que,
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Ro 8.37).
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados (Ro 8.28).
Así que, ¡no hay forma en que puedas perder en este mundo!
Entonces, ¿qué sucede con los que no conocen la Verdad? Son llevados cautivos por el espíritu de temor hacia una vida llena de dudas y miedos. Pero, esto no será así para ti. Tú eres escogido(a) de Dios y tu vida ha cambiado totalmente gracias a la Sangre del Cordero de Dios, Cristo Jesús.
¡Tú eres un(a) legítimo(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, hoy quiero agradecerte por la Verdad de Tu Palabra que es Cristo Jesús mi Señor y Salvador. Me determino hacer de este día el mejor de mis días pues tengo Tu Palabra para lograrlo. De todos mis pecados me arrepiento y te pido perdón, sobre todo por dar lugar a la duda y al temor. De acuerdo a tu Palabra, la Biblia, hoy me declaro Sano(a) de toda enfermedad; soy Prospero(a) delante de la pobreza y la escasez; soy Libre para vivir la vida plena y abundante que Tú, Señor Jesús, ganaste para mí. Voy a leer y meditar Tu Palabra todos los días de mi vida y la guardaré en mi corazón para hacer todo lo que en ella está escrito pues entonces haré prosperar  mi camino y todo me saldrá bien. No voy a temer, solamente voy a creer. No existe problema, angustia o enfermedad de la cual no vaya a salir más que vencedor(a) por medio de Tu Amor. En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C. Peredo Jaime   © 2011
 

Lectura y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Noviembre 7                          2 Tim 3  /  Jer 9-10/  Sal 123
 


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