Lunes 12 de
Noviembre de 2012.
¡Todo el bien que hay en ti!
Por Riqui Ricón*
… para que la participación de
tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por
Cristo Jesús (Fi 6).
Este versículo encierra un
secreto maravilloso, la fe activa, la fe eficaz, te muestra todo el bien que YA
ESTÁ dentro de ti por Cristo Jesús. Insisto en que tomes cuenta lo maravilloso
que esto es, pues, una vez más, la Biblia, la Palabra de Dios, te revela ese
plan perfecto y lleno de Amor que sólo Dios pudo concebir para ti.
Me explico,
Todo aquel que cree que Jesús
es el Cristo, es nacido de Dios (1 Jn 5.1a).
Efectivamente, como dice la
Escritura, la Biblia, que no miente, cuando reconociste a Jesucristo como tu
Señor y Salvador naciste de Dios. ¡NACISTE DE NUEVO! Y aquí comienza todo el
bien que hay en ti.
En la lectura bíblica del día de
ayer, leíamos que por medio de Jesús fuimos regenerados y renovados, lo que
significa ser hechos TOTALMENTE NUEVOS. No una simple retocada o manita de
gato, como se dice por ahí, sino TOTALMENTE NUEVOS.
siendo renacidos, no de
simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre (1 P 1.23).
Este
maravilloso milagro fue posible gracias al Amor de Dios y a que la semilla que
se utilizó para hacer de ti una persona totalmente nueva fue, nada más y nada
menos, la infalible, inalterable, eterna y perfecta Palabra de Dios.
Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (Jn 3.16-17).
No puedo
dejar de recordarte, una y otra vez, que Dios te ama tanto que prefirió
entregar a Su propio Hijo, para pagar todos tus pecados, antes que perderte a
ti.
Pero Dios,
que es rico en misericordia, por su gran amor con que te amó, aun estando tú muerto(a) en delitos y pecados, te dio vida juntamente
con Cristo
-por gracia eres salvo(a)-, y juntamente
con él te resucitó, y asimismo te hizo sentar en los lugares celestiales con
Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su
gracia en su bondad para contigo en Cristo Jesús (Efe 2.4-7).
Piénsalo bien, el Señor no iba a
entregar a Su propio Hijo para rescatarte de la esclavitud del pecado para
luego dejarte con la misma naturaleza que te había atado como esclavo(a). De
otra manera el sacrificio de Jesús hubiera sido ilógico e inútil. No mi amado(a),
el Plan de Dios para tu vida es tan asombrosamente perfecto como lo es el mismísimo
Señor Jesucristo.
En esto se
ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del
juicio; pues como él es, así somos
nosotros en este mundo (1 Jn 4.17).
Ser un(a) Hijo(a) de Dios
Nacido(a) de Nuevo significa que ahora tú eres una nueva especie de ser que no
existía anteriormente, diseñado(a) y equipado(a) por Dios para ser más que
vencedor(a), para que tú establezcas el Reino de los Cielos sobre la tierra y
manifiestes TODO EL BIEN que está en ti por Cristo Jesús.
Ahora, sólo quiero recordarte que
no importa si tú no te sientes o te ves de esa manera pues no andas por vista
sino por fe. Dicho de otra manera, en este día o en este momento de tu vida, no
importante como tú te sientas o veas a ti mismo(a), sino lo que, lo
verdaderamente importante es todo lo que Dios dice en Su Palabra acerca de ti.
Y si Dios lo dijo, entonces, Él lo va a cumplir, si Dios lo hablo, entonces, Él
lo va a ejecutar.
Tú ya no eres más un hombre malo
o una mala mujer, ni un(a) pecador(a) empedernido(a). Eso es lo que el diablo
QUIERE QUE SIGAS CREYENDO. ¡No! ¡Nada de eso! Pues en honor a la Verdad,
tú eres lo que Dios DICE que eres:
MIREN
CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de
Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la
mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1 BAD).
De modo que si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas (2 Co 5.17).
Esto no quiere decir que tú
tienes que hacerte nuevo(a) a ti mismo(a) sino que Él ya lo hizo por Amor a ti.
¡Lo hizo en la cruz! ¡Lo hizo al declararlo con Su Boca y ponerlo por escrito
en Su Palabra, la Biblia! ¡Lo hizo al resucitar venciendo a la muerte por ti!
Así que, por cuanto los hijos
participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al
diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban
durante toda la vida sujetos a servidumbre (He
2.14-15).
¡Asombroso! ¿Verdad?
Así que, sin importar la
enfermedad, problema o situación que puedas estar enfrentando el día hoy, debes
saber y creer que, por la Palabra de Dios, saldrás adelante con la victoria en
tus manos. El cielo y la tierra pasarán mas Su Palabra no pasará.
¡Si puedes creer, al que cree
todo le es posible!
Oremos en voz audible:
Amado Padre celestial, cada día
que pasa comprendo más y más de Tu gran e infinito Amor que me tienes. Señor
Jesús, en verdad me asombro de Ti al ir comprendiendo el alcance de lo que
hiciste por mí en la cruz. ¿Qué, pues, diré a esto? Si Tú
eres por mí, ¿quién contra mí? Padre, Tú no escatimaste ni a Tu propio Hijo,
sino que lo entregaste por Amor a mí, ¿cómo no me darás también con él todas
las cosas? ¿Quién me acusará si soy escogido(a) de Dios? Dios es el que me justifica. ¿Quién me
condenará? Cristo, Tú moriste y pagaste el precio de TODOS mis pecados por Amor
a mí; más aún, también resucitaste para darme esta vida nueva, vida eterna,
plena y abundante; además, Tú, Jesús, estás a la diestra del Padre e intercedes
por mí. ¿Quién me separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o
persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está
escrito: Por causa de ti soy muerto(a) todo el tiempo; Soy contado(a) como
oveja de matadero. Antes, en todas estas cosas yo, ___________ (tu nombre
aquí), soy más que vencedor(a) por medio de aquel que me amó. Por
lo cual estoy seguro(a) que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada me podrá separar de Tu Amor, oh Dios, que
es en Cristo Jesús mi Señor y Salvador. Estoy dispuesta(o) a creer, recibir y vivir esta
Verdad eterna, plena y absoluta que Tú, Jesucristo, compraste para mí. Así que,
creo y declaro que la ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús me ha hecho
libre de la ley del pecado y de la muerte. Yo no he recibido espíritu de
esclavitud para estar otra vez en temor, sino que he recibido el Espíritu de
adopción y hoy puedo clamar, ¡Abba, Padre! ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy
próspero(a)! ¡Soy dichoso(a)! ¡Soy Hijo de Dios! En el nombre de Jesús. Amén
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz estas lecturas diarias y al
final de un año habrás leído toda la Biblia.
Noviembre
12 Fil
/ Jer 19-20
/ Sal 128
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