Viernes 4 de Enero
de 2013.
¡Basta una Palabra del
Señor y un milagro sucederá!
Por Riqui Ricón*
Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el
centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no
soy digno de que entres bajo mi techo; por lo que ni aun me tuve
por digno de venir a ti; pero dí la
palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy
hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste:
Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al
oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le
seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe (Luc 7.6-9).
Vemos aquí, en este
episodio de la vida de Jesús, que Él se maravilló que aquel centurión entendiera,
mejor que los israelitas, que la Palabra de Dios tiene TODA autoridad sobre los
problemas, enfermedades o aflicciones.
Dice el pasaje paralelo
en Mateo capítulo: solamente
dí la palabra.
Los Hijos de Dios
Nacidos de Nuevo entendemos que la Biblia es la Palabra de Dios y por lo tanto
tiene toda autoridad para hacerse cumplir así misma.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar… Tú diste alegría a
mi corazón Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. En paz
me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir
confiado (Sal 4.1b, 7-8).
Así es, puedes poner
toda tu confianza y tu fe en que, si Dios lo ha dicho, entonces, Él lo va a
cumplir, si Dios lo ha hablado, entonces, Él lo va a ejecutar. ¡Él te hará
ensanchar en medio de la angustia! Por la Palabra de Dios tendrás tal alegría
en tu corazón que podrás vivir confiado(a), podrás vivir en paz.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo
tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Jn 16.33).
Sin importar si las
cosas han comenzado bien o mal para ti en este año, tú puedes hacer algo:
puedes decidir.
Decide creerle a Dios.
Decide creer la Palabra de Dios. Tú sabes que Dios no miente, y sabes que la
Biblia es Su Palabra de Honor, entonces, tú puedes decidir ser como ese
centurión que no necesito VER FÍSICAMENTE al Hijo de Dios, ni necesito ningún
tipo de prueba o evidencia; decide creer que la Palabra de Dios es todo, y lo
único que necesitas para salir más que vencedor(a). ¡Decide confiar en Dios!
Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía (Sal 84.12).
A pesar de las
dificultades y aflicciones de este mundo, no hay mayor seguridad, no existe
mejor garantía, para vivir una vida plena, que saber, conocer y creer la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta. Pues, primero el cielo y la tierra
dejarán de existir, antes que Él deje de cumplirte alguna de Sus promesas que
ha puesto en Su Palabra.
Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más
las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré
contra ti, ni te reñiré. Porque los montes se moverán, y los
collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de
mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti (Isa 54.9-10).
Por la
Palabra de Dios, ahora, en Cristo Jesús, Él ya no se enoja contra ti, sino que
el Nuevo Pacto, el Pacto de Paz, determina la relación entre tú y Dios.
MIREN
CUÁNTO NOS ama el Padre celestial que permite que seamos llamados hijos de
Dios. ¡Y lo mas maravilloso es que de veras lo somos! Naturalmente, como la
mayoría de la gente no conoce a Dios, no comprende por qué lo somos (1 Jn 3.1).
Con el Nuevo
Pacto en la Sangre de Jesús, por la Palabra de Dios, tú has sido hecho(a) un(a)
Hijo(a) amada(o) de Dios. ¡Un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo!
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas
salud, así como prospera tu alma (3 Jn 2).
Por la
Palabra de Dios, ha sido declarada Su buena voluntad para contigo y ésta es
agradable y perfecta.
Así que,
deja de ver tus problemas, enfermedades y circunstancias, pon tus ojos en
Jesús, el autor y consumador de la fe, y usa las palabras de aquel centurión:
¡Señor
Jesús, solamente di la Palabra!
Oremos en voz audible:
Amado padre celestial,
gracias, muchas gracias por haberme dado Tu Palabra, la Biblia. Es Tu Palabra
de Honor y sé que en ella tengo la garantía, la plena seguridad y certeza, que
Tu voluntad para conmigo es buena, agradable y perfecta. Precioso Señor Jesús,
por el Nuevo Pacto en Tu Sangre, ahora yo soy un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a)
de Nuevo y puedo hablarle a mis problemas y aflicciones, con toda autoridad, pues
conozco Tu Palabra. ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre! ¡Soy próspero(a)! ¡El Amor, el
gozo y la paz que Cristo Jesús compró para mí, con Su muerte y resurrección,
son mi legítima herencia! ¡He declarado que el 2013 es el mejor año de mi vida
y así será! ¡En todas las cosas soy más que vencedor por medio de Aquel que me
amó, Cristo Jesús! ¡TODO LO PUEDO! ¡En Cristo Jesús ya he vencido al mundo,
pues mayor eres Tú, Espíritu Santo, que vives y estás en mí, que cualquiera que
esté en el mundo! ¡Padre, no dudaré jamás de Tu Palabra! En el nombre de Jesús.
Amén.
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero
4 Luc
7.1-17 / Gen 8-10
/ Sal 4
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