Jueves 3 de Enero
de 2013.
¡Tú estás parado(a) sobre
la Roca!
Por Riqui Ricón*
Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a
quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una
casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una
inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover,
porque estaba fundada sobre la roca (Luc
6.47-48).
Al comenzar un año
nuevo, muchas personas hacen un balance y se proponen nuevas metas; valoran sus
haberes y deberes y hasta plantean estrategias. Otras, solamente hacen
propósitos casuales pues pretenden vivir su vida como siempre lo han hecho:
sobrellevando el paso.
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin
obras está muerta (Sgo 2.26).
¡2013 está destinado a
ser el mejor año de tu vida! Para que esto sea así, tú tienes que hacer que
suceda. No basta sólo declararlo. Hay que actuar en consecuencia, pues la fe
sin obras es muerta. Declara tus sueños y planifica tus metas de este año.
Cavando hondo hasta que
encuentres el VERDADERO FUNDAMENTO que es la Palabra de Dios, entonces, de
acuerdo a las enseñanzas de Jesús, el río de la vida vendrá y golpeará con
ímpetu, mas a ti no llegará, ni siquiera lo notarás porque no te podrá mover.
Podrán
caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará (Sal 91.7 NVI).
Por la Gracia de Dios
eres lo que eres, un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de Nuevo y, por esto, la
Biblia, la Palabra de Dios, que no miente, es el fundamento de tu vida (de lo
contrario no estarías leyendo esto).
SI
CREEN USTEDES que Jesús es el Cristo, que es el Hijo de Dios y que es su
Salvador, [entonces y sólo entonces] son hijos de Dios
(1 Jn 5.1a BAD).
Pues
ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente
imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece (1 P 1.23 NVI).
Jesús lo expresó
claramente cuando dijo, el que oye mis palabras y las hace, éste estará firme y
no caerá.
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino (Sal 119-105).
Escuchar la Palabra es
relativamente fácil, pero, ¿qué significa hacer la Palabra? Significa, ¡Creer!
¡Creerla! ¡Creerle a Él, creyendo a Su Palabra! Significa hacer tuya la Palabra
de Dios, poniéndola en tu boca, mente y corazón, leyéndola y meditándola de día
y de noche hasta que obtienes esa certeza de lo que estás esperando de este año
y estás convencido(a) de que lo obtendrás a pesar de que aún no lo puedas ver.
Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta
mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte
santo. Selah Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me
sustentaba. No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí (Sal 3.3-6).
Hacer la Palabra
significa saber y creer que Dios es bueno y que durante todo este año Él será
un escudo alrededor de ti; vivirás con Su gloria y con la cabeza bien en alto,
pues Dios ha declarado que te responderá cuando tú a Él clames.
Pon mucha atención
porque aunque parezca que han puesto sitio contra ti, no vas a temer a la
multitud de personas y/o problemas que este año tú vas a resolver, pues sabes
que sabes, que Dios, tu Padre, es el que te sustenta.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque
tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento (Sal 23.4).
Aunque andes en valle
de sombra y de muerte no temerás porque el Señor está contigo, y si Dios es
contigo, ¿quién contra ti? Te garantizo que sabiendo y creyendo esto, vas a
dormir en paz todas las noches de este año. Al fin y al cabo, ¡escrito está!
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros? (Rom 8.31).
No prestes tus oídos a
la mentira. No pongas tus ojos en las circunstancias para que alteren tus
emociones y sentimientos inundándolas de miedo. Pon tus ojos en Jesús, el autor
y consumador de tu fe.
Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y
mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores
de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus
profetas (a Su Palabra), y seréis prosperados (2 Cro 20.20).
Mira a Adán y Eva,
ellos no creyeron la Palabra de Dios, pues Él les dijo, “ciertamente morirán”. Sin embargo, sí creyeron la mentira de aquel
que les dijo, “no morirán sino que serán
como Dios, sabiendo el bien y el mal”. Y, ¿sabes? ¡Ese no fue el mejor de
sus años!
Dios siempre ha deseado
que tomes de Su Plenitud y alcances el cumplimiento de todas Sus promesas y,
este año, 2013, Él está particularmente interesado en que construyas sobre la Roca
y te determines a vivir en la luz y la libertad que produce la Plenitud de Dios
en ti al ser un(a) Hijo(a) del Rey.
Comienza hacer de este
el mejor año de tu vida por medio de la Biblia, pon la palabra de Dios en tu
boca, mente y corazón, haciendo de su lectura y meditación la prioridad de cada
día de tu vida.
Dijo entonces
Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres (Jn 8.31-32).
Nunca se
apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás
en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien (Jos 1.8).
Si edificas tu vida sobre
este fundamento, ¿Qué problema, enfermedad o angustia te podrán derrotar? ¡Tú estás
siempre cimentado(a) sobre la Roca!
Oremos audiblemente:
Amado padre celestial, este
año estoy más que dispuesto(a) a caminar en la Verdad de Tu Palabra. Con Tu
ayuda, Espíritu Santo, voy hacer de este año el mejor año de mi vida. Gracias,
Señor Jesús, pues es por Ti que podré conseguirlo, ya que por Tu Amor, por Tu
muerte y por Tu resurrección me hiciste un(a) Hijo(a) de Dios Nacido(a) de
Nuevo y tengo Vida Eterna. Tu Palabra, la Biblia, dice claramente que en esto
se hace perfecto Tu Amor, que así como Tú eres, así soy yo en este mundo. Por
esto sé que puedo hacer las cosas que Tú hiciste y vivir como Tú viviste. Por
esto sé que en todas las cosas, buenas y malas, soy más que vencedor(a), pues
todo lo puedo en Ti, mi Señor, en Tu Palabra y en Tu nombre. ¡No voy a temer!
Este es mi año de luz y libertad en la identidad que me da Tu Palabra. Este es
mi año para reinar con Tu Gracia Abundante. En medio de cualquier problema,
enfermedad o aflicción, creo y declaro que este año será un año de salud y
prosperidad porque sé que esa es Tu voluntad para conmigo: buena, agradable y
perfecta. Por lo tanto, ¡resisto a la enfermedad! ¡Resisto a la pobreza y a la escasez!
¡Resisto la desintegración familiar! ¡Resisto al miedo y a la incredulidad!
¡Resisto a la tristeza y a la depresión! ¡En todas las cosas saldré más que vencedor(a)
por medio de Tu Amor, mi Señor Jesús! ¡Todo lo puedo! ¡Soy sano(a)! ¡Soy libre!
¡Soy próspero(a)! ¡El Amor, el gozo y la paz son las características de mi
Nueva Naturaleza en Cristo! ¡Soy dichoso(a)! En el nombre de Jesús. Amén.
*Ricardo C.
Peredo Jaime © 2011
Lectura
y Meditación de la Palabra de Dios
Haz
estas lecturas diarias y al final de un año habrás leído toda la Biblia.
Enero
3 Luc
6.27-49 / Gen 6-7
/ Sal 3
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